sábado, 26 de febrero de 2022

¿Quiénes se benefician de la crisis en Ucrania?

 

¿Quiénes se benefician de la crisis en Ucrania?

DIARIO OCTUBRE / febrero 26, 2022

New Haven, Estados Unidos (Prensa Latina).— En el conflicto de Ucrania se conjugan factores como la pretensión de debilitamiento o destrucción de Rusia por parte de potencias occidentales encabezadas por Estados Unidos, que quieren mantener un imposible mundo unipolar, la extensión de la OTAN hasta los confines del este de Europa, y también elementos de tipo económico y ganancial.


Por José R. Oro, ingeniero cubano residente en EEUU, colaborador de Prensa Latina

Dentro del campo de la rapiña económica, dos componentes importantes son el continuar dedicando inmensas cuantías de dinero al Complejo Militar Industrial; y el otro que se vuelve cada día más evidente en las incesantes amenazas de la administración de Joe Biden a Rusia, el deseo de los productores de energía estadounidenses de invadir los mercados europeos con gas natural de fracking.

Los medios canallas saturan al mundo de especulaciones sobre la intención rusa de anexar Ucrania y especulan de la forma más ridícula sobre el supuesto deseo de Moscú de congelar Europa cortando el suministro de gas, pero muy pocos reporteros en los medios corporativos preguntan quién se beneficiará económicamente del enfrentamiento en el este de Europa.

Porque la respuesta a esta pregunta revela claramente que la fuente del conflicto no es Rusia.

Al ensamblar algunas piezas del rompecabezas, comienzan a surgir algunos ganadores claros en la crisis de Ucrania, haya un conflicto limitado u “operación especial” como hasta ahora o una guerra real a gran escala: las corporaciones multinacionales de gas y petróleo.

Y parecería que esta industria encontró al vocero más poderoso del mundo para representar sus intereses: el gobierno de los Estados Unidos y el seráfico presidente Biden, cuyo hijo Hunter Biden y Burisma Holdings (el mayor productor ucraniano de gas), son como decimos en Cuba “uña y carne”.

Chevron, ExxonMobil, Shell y varias más, junto a cientos de contratistas de perforación y suplidores de equipos que trabajan con ellos, quieren aumentar enormemente las exportaciones a una Europa sedienta de gas, pero Rusia y su empresa estatal Gazprom se interponen en el camino.

Actualmente, el gas natural ruso representa más del 30 por ciento de todas las importaciones a la Unión Europea. Las principales potencias de la UE, Alemania y Francia, obtienen el 40 por ciento de su gas de Rusia, mientras que otros países, como la República Checa y Rumanía, utilizan únicamente el de la nación euroasiática.

Para desalojar a la competencia y hacerse con una mayor o total cuota de mercado, las multinacionales necesitan frenar el abastecimiento de gas procedente del este.

El mercado ¿libre?

Los precios del mercado mundial del petróleo y del gas natural se dispararon en los últimos meses y sobre todo recientes días, impulsados por varios factores: demanda récord en Europa y Asia a medida que la industria manufacturera se va recuperando un poco de la pandemia, oferta limitada, ya que algunas de estas instalaciones solo comienzan a volver a funcionar.

Reservas de los productos almacenados bastante agotadas debido a un largo y frío invierno de 2020 y ahora 2021-22, y el alejamiento de países como China y Alemania de los combustibles fósiles más sucios como el carbón y la siempre impopular energía nuclear.

Los productores de Estados Unidos quieren participar y controlar esa bonanza, especialmente en Europa, donde los precios del gas se quintuplicaron en 2021 y ahora con las acciones militares en Ucrania van a ir por los techos.

Estados Unidos es el mayor productor de gas del mundo y extrae más del suelo cada día. Ese ha sido el caso desde 2005, cuando la producción, que había sido nivelada durante décadas, se incrementó notablemente.

Producción anual de gas en los Estados Unidos, en miles de millones de pies cúbicos por día

Rebosantes de gas, las corporaciones estadounidenses en nuestros días miran cada vez más a Europa como un cliente, y el gobierno de los Estados Unidos actuó con tanto entusiasmo como maldad como un activo vendedor de ellas.

Gracias a un acuerdo de 2018 concluido entre el gobierno de Trump y la UE, las ventas de gas de Estados Unidos a Europa aumentaron constantemente, del 16 por ciento en 2019 al 28 por ciento a finales de 2021.

Sin embargo, hay un problema que podría limitar el crecimiento: el gas natural estadounidense es caro, bastante más que el de Rusia. El fracking hidráulico aumenta sustancialmente los costos de producción.

Además, para poder exportarlo a clientes internacionales, el gas estadounidense debe licuarse y cargarse/descargarse en buques cisterna en costosas terminales especializadas.

Convertir el gas de esquisto fracturado en gas natural licuado (GNL) puede más que duplicar el costo para las empresas estadounidenses, lo que las coloca en desventaja frente al gas ruso barato que viaja a través de gasoductos.

El proyecto de gasoducto internacional, conocido como Nord Stream 2, es particularmente amenazante para las ventas de estas multinacionales. Construido conjuntamente por Alemania y Rusia bajo el mar Báltico, proporcionaría un acceso fácil y asequible al gas para la UE. Para Rusia, es un medio garantizado de acceder a sus mayores compradores. Tanto para la UE como para Rusia, Nord Stream 2 significa proveer y recibir ingentes cantidades de gas a bajo costo. Una vez que esté operativo, transportará más del doble de la cantidad de gas ruso que actualmente fluye hacia Europa. Por eso había que parar a esta inmensa obra de ingeniería a como diera lugar. Guerra para los imperialistas es siempre la primera opción.

Una crisis conveniente para el gran capital

Qué conveniente entonces que las tensiones entre Estados Unidos y su aliado ucraniano por un lado y Rusia por el otro se intensificaran justo cuando se estaban dando los toques finales al Nord Stream 2 a finales de 2021.

Con sus propios ingresos por oleoductos en problemas, el gobierno de Ucrania presionó a Washington durante todo el verano del año pasado para imponer sanciones a Nord Stream 2 y las empresas alemanas y rusas detrás de él.

El Congreso de los Estados Unidos, dominado por los demócratas, se alineó con los gobernantes de Ucrania, introduciendo las sanciones deseadas en el proyecto de ley de gastos de defensa (presupuesto militar).

El presidente Biden, sabiendo que sus aliados europeos se oponían firmemente a cualquier cosa que amenazara sus suministros de energía y que la infraestructura simplemente no estaba en su lugar a ambos lados del Atlántico para llenar el vacío dejado por una caída repentina en el suministro de gas ruso, dijo que no aprobaría las sanciones contra Nord Stream 2. Pero una cosa es decir y otra, hacer.

Tanto los legisladores republicanos como los demócratas en el Congreso retrocedieron, y presentaron las sanciones como una forma de “disuadir la agresión rusa contra Ucrania ”.

El ultraconservador senador cubanoamericano Ted Cruz, de Texas, quien representa al principal estado productor de gas por fracking en los Estados Unidos y es el primer beneficiario de donaciones para su campaña electoral de esa industria, ha sido uno de los defensores más fuertes de las sanciones contra Rusia.

Las interminables advertencias de una invasión rusa «inminente» y el envío de tropas y armas de la OTAN a Europa del Este dieron finalmente el “resultado apetecido” por Estados Unidos y la OTAN.

Con la seguridad energética de Europa puesta en peligro por la acción militar rusa, ¿quién está lista para prestar ayuda? Nada menos que la industria del gas estadounidense, por supuesto.

¿Estratagema de ganancias?

Entonces, ¿es todo el asunto de Ucrania simplemente un plan para proteger y aumentar las ganancias de los productores de gas natural de Estados Unidos?

La crisis no fue provocada únicamente por las ventas de gas. Eso sería una simplificación excesiva de una situación muy compleja con raíces históricas que se remontan mucho antes de que comenzara el auge del fracking en los Estados Unidos.

Estados Unidos y la OTAN están involucrados en una campaña contra Rusia desde la década de 1940. La OTAN se fundó como una alianza militar para atacar a la Unión Soviética, un instrumento para promover los intereses imperiales de Washington en Europa y contener el crecimiento del socialismo en el continente.

Cuando cayó la URSS y la causa anticomunista perdió su razón de ser, Occidente aprovechó la debilidad de Rusia para desplegar su poderío armado hasta las fronteras de ese país. A medida que se reconstruía, la nueva lógica se convirtió en la “contención” de una Rusia supuestamente agresiva.

El esfuerzo por poner a Ucrania, la segunda en importancia entre 15 repúblicas de la antigua URSS, bajo el control militar de los Estados Unidos, e instalar misiles nucleares a cinco-seis minutos de vuelo de Moscú, sigue siendo el centro de la crisis en Europa del Este.

Las demandas claves e irrenunciables de seguridad de Rusia aún giran en torno a ese tema. Que Ucrania se convierta en una nación nuclear es también inaceptable por completo.

Pero los deseos de la poderosa industria del petróleo y el gas en los Estados Unidos agregaron un factor de gran complicación a la ecuación. Hay una conveniente confluencia de objetivos geopolíticos imperialistas e intereses económicos capitalistas en acción.

Y salvo un Armagedón nuclear total entre Estados Unidos y Rusia, algunas personas saldrán victoriosas pase lo que pase. No olvidemos el nombre de Hunter Biden, y tampoco el de otros “pejes” como Rudy Giuliani et al.

La apuesta de los gigantes del gas de Estados Unidos es que Europa occidental se una de inmediato a Washington para sancionar de la forma más severa a Rusia, y que Alemania desconecte “para siempre” el Nord Stream 2.

De la noche a la mañana, las ventas de gas en Estados Unidos tendrían que aumentar para que Europa no se congele. Incluso más barcos estadounidenses zarparían hacia puertos europeos transportando GNL y regresarían cargados de ganancias. Para los productores norteamericanos de gas y petróleo, la situación es beneficiosa siempre que haya guerra.

FUENTE: prensa-latina.cu

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La hipocresía de un “No a la guerra” que llega muy tarde

 

La hipocresía de un “No a la guerra” que llega muy tarde

 

Diario octubre / febrero 26, 2022


Ramiro durante su viaje a Lugansk


Me pongo a escribir esto tratando de contener la rabia y la indignación que me producen las reacciones de la izquierda occidental y de la sociedad en general sobre el contraataque ruso contra Ucrania.

La verdad es que no espero gran cosa con esto. Tengo de sobra comprobado que no hay más ciego que el que no quiere ver, y que por mucho que todos repitáis mil veces que la tele manipula, seguís bailando al ritmo que os marcan desde los medios de masas de occidente.

Desde ayer he visto las redes sociales llenas de cartelitos de NO A LA GUERRA a los que habéis quitado los casi 20 años de telarañas desde la guerra de Irak.

Podría decir que esos mismos carteles han estado olvidados en el fondo del cajón de la infamia, mientras Israel masacraba Palestina. Mientras EE.UU. arrasaba Afganistán, o Libia, en bombardeos masivos que han causado la muerte de mas de 150.000 personas, incluyendo miles de niños. Muertes que EE.UU. se ha negado a investigar. Pero decir todo esto, sería demasiado fácil. Podría decir que cuando los medios os dijeron otra vez, que al igual que con Libia había que intervenir en Siria, os habéis mantenido callados mientras USA atacaba a un país soberano y saqueaba sus reservas de petróleo.

También podría decir que en lo que va de mes de febrero del 2022 , ha habido muertos en Palestina, en Damasco por bombardeos de Israel, al igual que en Yemen o en Somalia. Y vuestros cartelitos seguían olvidados.

También podría decir que las políticas occidentales han causado un genocidio constante en las aguas mediterráneas, pero seria poner en bandeja el que 4 caraculos me tachen de demagogia. Se ve que hay muertos que importan, y otros que no.

Como decía Malcolm X, tened cuidado con los medios de comunicación porque si no vais a acabar defendiendo a los opresores.

Pero quiero centrarme en la guerra que estalló en Ucrania en el año 2014, a la cual, vuestros insulsos carteles están llegando 8 años tarde. Todo el mundo puede despistarse, todos podemos cometer errores, pero también es posible que haya algo más perverso en según qué “descuidos”.

Tener memoria es algo muy importante, y más en una sociedad que fabrica conflictos de usar y tirar para los que la mayoría de personas sólo actúan poniendo un avatar de moda en su foto de perfil, y que días después con la aparición de cualquier noticia de la prensa rosa, del futbol o de cualquier gilipollez caduque en un suelo infértil.

Antes de nada hay que entender que una guerra hoy en día no aparece de la nada y que muchos de nosotros entendemos que la guerra global comenzó hace mucho tiempo. Otra cosa es que los medios de comunicación de los que nos alimentamos , decidan qué tiempo hace, o qué conflictos existen o no existen, pero son muchísimos rincones del mundo los que desde hace años están en guerra y son invisibilizados debido a que los interés económicos que hay detrás favorecen a la alianza occidental USA-OTAN.

Desde hace años OTAN-USA ha ido faltando a su compromiso y levantando base militares estableciendo allí sus tropas por toda la frontera rusa, con la intención de debilitar, y asediar a los países euroasiáticos que podían hacer competencia al dólar y al euro.

Es tan fácil como buscar en un mapa las bases de la OTAN por el mundo y veréis como los movimientos militares de acoso llevan años sucediendo.

La Guerra de Ucrania es sólo un capitulo más de una serie mucho más extensa y es esencial tenerlo en cuenta a la hora de analizar los hechos de los últimos días.

Antes de nada, y para prevenir a los niños rata que aparezcan, diré que Putin me da asco, y que Rusia no es la URSS y sus políticas nada tienen que ver con su pasado soviético, pero me niego a poner el foco en Rusia, porque considero que es poner el eje de la balanza en un lugar erróneo y que sólo puede dar pie a posiciones manipuladas.

Voy a centrarme en mi querido pueblo del Donbass.

Cuando en el 2013 surgió el movimiento Maidan como una supuesta respuesta social a la corrupción política, los obreros y mineros del Donbass lo veían con simpatía, pese a que ellos estaban inmiscuidos en una huelga del carbón, de unas ciudades abandonadas desde hace tiempo por las administraciones, que quedaba muy lejos de la vida de la capital.

Desde aquí también vimos las imágenes de las manifestaciones multitudinarias en Kiev y de cómo se enfrentaban con mucha violencia contra la policía.

Hasta ahí todo iba bien. Las banderas rojinegras le daban el toque guapo para que para una sociedad del espectáculo como la nuestra se pusiera a aplaudir los símbolos y apoyar esos movimientos.


La cosa empezó a torcerse cuando los manifestantes que atacaban a la policía iban uniformados paramilitarmente y empezaron a aparecer símbolos nazis en sus escudos. Algo empezaba a oler mal. La bandera rojinegra resultó ser el símbolo del ejército insurgente ucraniano del nazi Stepan Bandera, que se alió a los nazis alemanes en la Segunda Guerra Mundial, llevando acabo matanzas de sus compatriotas ucranianos judíos, que llegaron a escandalizar a los propios alemanes.

Es curioso ver cómo si alguien tira una piedra a la policía en Euskadi, Catalunya o Madrid, es poco menos que un terrorista, y cuando alguien quema vivo a un policía en Venezuela o Ucrania, es un activista por la libertad.

El caso es que los sucesos de después fueron por todos conocidos. El presidente Yanukovich (otro corrupto más, como cualquier otro) abandonó Ucrania y el golpe de estado colocó a un fascista reconocido como Poroshenko. Los nazis tomaron las calles. Poco a poco iría descubriéndose que tales protestas eran sostenidas por maletines de dólares americanos que insuflaban para levantar ese monstruo de la guerra.

La violencia desde entonces ha sido salvaje y diaria. Lo primero que hicieron fue acudir a las sedes comunistas y antifascistas y destrozarlas. Los grupos nazis armados llegaron a todas las asambleas, y dijeron, o con nosotros u os matamos. Muchos huyeron y se alejaron, otros supuestos compañeros se unieron a las filas nazis en pos de la Unidad de Ucrania. Un esperpento, pero así fue.

La población de Ucrania es muy heterogénea, con un 20% de gente de ascendencia rusa, principalmente establecida en el este del país, en la cuenca minera del Donbass. También hay tártaros, bielorrusos, rumanos, moldavos, polacos húngaros, gitanos , judíos etc.

En el este de Ucrania, cuando Stalin mando a miles de obreros rusos a poblar la abandonada zona del Donbass, rica en carbón, para que explotasen las minas, se fusionaron las familias rusas y ucranianas creando una convivencia sana con más amor fraternal que odio. Las familias de padre ruso y madre ucraniana y viceversa eran de lo más normal allí.

Pero siniestramente, años atrás, algo estaba fraguándose.

En primer lugar, desde la educación se empezó a lavar la cara del ejército insurgente de Stepan Bandera, que habían sido considerados como proscritos antipatriotas, y empezaron a venderles en las escuelas como “héroes por la patria” (a día de hoy es fácil encontrar libros de primaria con niños dibujados con los emblemas rojinegros de estos salvajes asesinos).

Por otro lado, desde las principales tertulias políticas de la televisión ucraniana, empezó a crearse el caldo de cultivo de odio étnico muy bien diseñado y cocinado, en el que se vendía a la población rusa como la culpable de todos los males económicos que sufría el pueblo ucraniano. Todo esto enrevesado por la política local de Yanucovich que se decantaba por unas relaciones comerciales hacia Rusia, en vez de hacia la “próspera Europa”.

En estas tertulias empezaron a vender a la población del Donbass casi como monos subhumanos que solo servían para picar las minas de carbón, en contraste con la población ucraniana de Kiev con su universidad y su mundo moderno. Eso fue un bombardeo constante de odio étnico.

Hay un video por internet en el que se ve a un famosísimo tertuliano ucraniano diciendo “Es una verdad dura de aceptar, pero esa gente es un lastre, que nos empobrece, y ocupa un espacio que los verdaderos ucranianos necesitamos. Es duro decirlo, pero hay gente en Donbass que debe morir”. Así, sin vaselina. Durante años, mientras además paralelamente, el Pravy Sektor y Svoboda, los principales partidos nazis de Ucrania, formaban paramilitarmente con dinero occidental a sus militantes en técnicas de guerra y combate.

Volviendo al Maidan, el efecto de toda esta estrategia dio los frutos que esperaban. El odio nazi, y racista se tradujo en linchamientos por Kiev de las personas racializadas, homosexuales, de izquierdas, o nostálgicos del pasado soviético. Los asesinatos se sucedían cada día. En ese momento es cuando los grupos paramilitares de extrema derecha, se conforman como batallones militares oficiales, pagados con un buen sueldo directamente de las carteras de oligarcas locales como Kolomoski entre otros. Estos batallones se dirigen al Donbass.

Mientras estas formaciones marchan emulando en simbología y uniformes a los grupos nazis alemanes, los civiles de Kiev les aplauden mientras corean “muerte a los rusos”,  “Gloria a Ucrania, gloria a los héroes”. Se mascaba la tragedia.

Mientras las unidades nazis se dirigían a arrasar al pueblo del Donbass, los civiles exaltados ultranacionalistas empezaron a imponer su ley en todas las ciudades. Lo primero que hicieron fue derribar todas las estatuas de Lenin (en el este hay una en cada pueblo) y a linchar a todos a los que consideraban enemigos de la patria.

Sin ir más lejos, hay muchas imágenes de sucesos distintos, en los que grupos de jóvenes y no tan jóvenes patean sin piedad la cabeza de ancianos que llevan flores a las estatuas de Lenin.

La mayor parte de esas palizas descontroladas acaban en muerte.

Las personas del este, de procedencia rusa, se ven obligados a reaccionar. Viendo la que se les viene encima, se empiezan a reunir en torno a las plazas y estatuas de Lenin para demostrar su postura, y organizar su autoprotección.

Llega el día fatídico que nos cambió la vida a miles de personas de muchos países. El 2 de Mayo de 2014.

La liga de futbol, “casualmente” en mitad de ese caldo de cultivo, organiza un partido amistoso “por la patria” entre dos equipos de futbol con hinchadas grandes fascistas. Antes del partido todos se unen en una manifestación por la unidad de la patria ucraniana.

Cerca del recorrido de esa manifestación se había establecido en la puerta de la Casa de los Sindicatos, un campamento de manifestantes anti-Maidan, de ascendencia rusa.

En Rusia su “semana santa” esta marcada por la historia soviética, y desde el 1 de Mayo, Día de la Clase Obrera, hasta el 9 de Mayo, conmemorando el Día de la Victoria contra el III Reich alemán, son días de fiesta, y la gente aprovecha para visitar a familiares y hacer excursiones. Por lo que el campamento anti-Maidan sólo tiene varios cientos de personas, en su mayoría jubilados y chavalillos.

En un momento determinado de la marcha fascista, se desvían del recorrido y se dirigen en masa hacia la Casa de los Sindicatos. Habría mucho que hablar de cómo sucedió todo y de que agentes estaban involucrados, pero si me meto en eso ahora, no acabo nunca.

El resultado ya lo sabemos tod@s. La gente del campamento viendo a esa masa enfurecida de nazis con banderas ucranianas, tuvo que refugiarse dentro del edificio.


Los nazis rodearon el edificio y lo prendieron fuego con todo el mundo dentro. Más de 50 victimas, incluyendo chavales de 16 años, murieron calcinados. Hay imágenes al alcance de cualquiera de una mujer embarazada estrangulada por los nazis con un cable de teléfono mientras el resto de manifestantes gritaban “muerte a los rusos”.

La gente que trataba de huir de las llamas y se tiraba desde un tercer piso a la calle, eran recibidos con barras de acero y golpeados hasta la muerte por la turba de “civiles inocentes”.

Los datos reales es que además de esas 50 personas quemadas, hay otras 150 que desaparecieron sin saber nunca dónde habían acabado.

La infamia no terminaría ahí, pues las autoridades, que estaban presentes en ese ataque sin hacer nada, incluso colaborando. A las únicas personas que detuvieron por esos hechos, fueron precisamente a algunos de los atacados. Mientras, los políticos ucranianos, aplaudían públicamente en redes los hechos sucedidos. Las imágenes de los cuerpos de las y los compañeros calcinados son terribles.

También son terribles las imágenes de muchas chavalas y chavales ucranianos de veintipocos años, rellenando los cocteles molotov con los que quemarían vivos a los compañeros. O las imágenes de la líder de FEMEN en Ucrania celebrando la masacre con el edificio en llamas a su espalda (es tan fácil como poner en Google “Femen, Odessa”)



Aquí, en nuestro país, los mismos medios que os están diciendo lo malos que son los rusos y que debéis salir a la calle a protestar contra esta guerra a día de hoy, son los mismos que tras esos hechos publicaban los siguientes titulares : “MAS DE 50 MUERTOS EN CHOQUES CON LOS SEPARATISTAS PRORRUSOS”

Hay que ser profundamente despreciable y criminal para publicar eso, vendiendo a las víctimas de verdugos, nada nuevo bajo el sol.

Los hechos que siguieron a esto eran de esperar.

Los nazis linchando, ahorcando, enterrando vivos a civiles rusos, violando mujeres, crucificando a personas a las que después prenderían fuego. Me sería muy fácil adjuntar las fotos de todo esto, pero no quiero caer en el morbo amarillista, y por respeto a las personas amigas y compañeras de las víctimas, que bastante tendrán con tener grabadas esas imágenes en la cabeza como para ponérselas continuamente delante de los ojos.

Pero ya digo, esas imágenes son públicas y están al alcance de cualquiera que se moleste en buscarlas. A los que se nieguen y sólo prefieran tragar la mierda que le cagan los medios en la boca tampoco pretendo hacerles cambiar de opinión. Bastante tienen con sus despreciables existencias.

Ante el discurso ucraniano que llama a tomar Donbass y a exterminar a ese 20% de su población en el este, muy a su pesar, (porque los rusos del Donbass no querían ninguna guerra) se ve obligados a reaccionar para defender sus familias, y sus casas.

Se hacen sendos referéndums en los que se decide independizarse de Ucrania y pedir ayuda a Rusia. En Crimea, sin ir mas lejos, el 97% de la población es rusa, y los resultados de dichos referéndums eran de esperar. Nadie quiere quedarse en una casa en la que te quieren matar.

Se declaran una serie de Republicas Populares independientes de Ucrania.

El ejercito ucraniano declara la guerra y encabezados por los batallones nazis (Azov, Aidar, etc..) comienzan a rodear y bombardear las ciudades pro-rusas mas representativas.

Hay que decir, que toda esta guerra civil y étnica, lo que escondía eran los planes de la OTAN para apoderarse de un enclave importantísimo en su guerra fría económica encubierta (y no tan encubierta) contra Rusia. Dan un golpe de estado, colocan un títere occidentalista y establecen bases militares en las puertas de Rusia. Para eso, una pieza importantísima estratégica era la península de Crimea con sus bases navales y el control del mar negro.

Rusia no es tonta, y se lo ve venir, e inmediatamente respalda el referéndum de Crimea anexionándosela.

Tanto Kramatorsk como Járkov, no están preparadas para aguantar el asedio militar de la artillería y sucumben muy pronto. Las escenas de violencia nazis que se sucederían esos días son sobrecogedoras.

Pero Lugansk y Donetsk se hacen fuertes. Los obreros, mineros, civiles, y también algunos policías y soldados de ascendencia rusa, se organizan , toman cuarteles y se arman formando las milicias populares de autodefensa. No están dispuestos a dejarse matar.

Los batallones nazis y el ejército ucraniano las rodea, creando un cerco que incomunica dichas ciudades y comienzan a bombardear sin piedad a la población civil saltándose todas las convecciones y pactos de derechos humanos.


Lo primero que hacen es bombardear las plantas de agua, electricidad y energía. Dejando a la población sin agua, sin electricidad, sin comunicaciones, radio, teléfono y televisión. Después destrozan las principales vías de comunicación para evitar que puedan abastecerse de víveres.

Vuestros cartelitos de No a la Guerra dormían plácidamente en el armario polvoriento de vuestras conciencias. La comunidad internacional guarda silencio.

Durante meses estas ciudades son golpeadas de la manera más cruel. Miles de personas, ancianos, niños, etc, mueren desmembrados saltando por los aires en una carnicería sangrienta.

Los hospitales, colegios, guarderías, no se salvan de las bombas. Las ciudades y pueblos de alrededor son destruidas. Se genera un éxodo de cientos de miles de personas que son recibidos en Rusia para protegerse de los bombardeos.

El sadismo de los fascistas emula a la España de Franco con el bombardeo de La Desbandá. En la última carretera que queda sin tomar de Lugansk y que la comunica con Rusia, sucede algo terrible. El ejército ucraniano comunica a los civiles del Donbass que pararían el fuego durante 24 horas para que todos los civiles que quisieran huir a Rusia lo hicieran de inmediato.

Caravanas de autobuses comienzan el camino por dicha carretera.

El ejército ucraniano abre fuego y masacra la carretera reduciendo a escombros de hierros humeantes retorcidos entre cuerpos calcinados. Ese mismo ejército que ahora esta siendo castigado por Rusia. Quien a hierro mata, a hierro muere.

El suceso del 2 de mayo, he dicho que a muchos nos marcó para siempre, y entre lágrimas de rabia y deseos de justicia muchas personas decidieron dejarlo todo y acudir a poner su pecho como escudo y sus manos como herramientas a defender al pueblo de Donbass de la carnicería fascista. Yo fui una de las personas que dejaron todo y cogí un avión solo, entre lágrimas de miedo, para atravesar miles de kilómetros, atravesar el cerco del ejército ucraniano y plantarme en Lugansk a ayudar a un pueblo olvidado por todas vosotras y vosotros.

Lo que allí pude ver, muchos lo tachan de propaganda rusa. Mucho tiempo me costará y muchas más sesiones de psicólogo me harán ir superando las terribles imágenes y vivencias que allí viví. Tuve que esforzarme con todas mis fuerzas, y mi agilidad física y mental para no morir en enésimas ocasiones. A mi alrededor, sin tanta suerte, pude contemplar los cuerpos mutilados, y las vísceras esparcidas de niños, ancianos, hombres y mujeres inocentes. Ese olor, esa sangre, esas imágenes no se me olvidarán en la vida.

Han pasado 8 años en los que el ejército ucraniano ha masacrado sin piedad y sin interrupción al pueblo del Donbass. 8 putos años en los que todos habéis guardado silencio cruel y cómplice. Desde los medios, hasta los que ahora sacáis vuestros ofensivos cartelitos de No a la Guerra.

Las victimas civiles “oficiales” que son infinitamente más cortas que las reales, reconocen 14.000 personas asesinadas.

Los batallones nazis a su vez, tomaban pueblos enteros, violaban a placer a todas las mujeres y niñas, saqueaban las casas, torturaban a los hombres e incluso celebraban orgías en las que violaban a bebes delante de sus madres. Podéis comprobar quién era el Batallón Tornado.

En el tiempo que viví con ellos pude comprobar como sufrían a 40º de calor, sin una gota de agua, sin poder comer, ni asearnos, durmiendo en rincones, sótanos e incluso alcantarillas para evitar el continuo machaque de las bombas ucranianas.

El presidente Poroshenko era aplaudido por todos los ucranianos cuando decía “nuestros niños podrán ir a la escuela mientras los niños del Donbass tendrán que esconderse en sótanos como ratas”. Todo su pueblo le aplaudía. El mismo pueblo que concedió la cartera de Ministerio de Defensa en tiempos de guerra a los líderes nazis del Pravy Sektor. Ser un civil inocente no te exime de darle el poder a auténticos psicópatas para que torturen maten y violen sin piedad.

Ahora, Rusia, que lleva tiempo advirtiendo de que no permitiría que se le siguiese asediando y poniendo en peligro, se ha decidido a actuar. Evidentemente, lo hacen para proteger sus intereses y evitar que la OTAN siga armándose y rodeándola con misiles y tropas. No seré yo quien simpatice con Putin ni con la Rusia actual. Nada más lejos de la realidad. Pero me niego a participar de esta infamia poniendo el foco en Rusia. Me parece de estar completamente ciegos. En primer lugar porque estas consecuencias del enfrentamiento geoestratégico de grandes bloques tiene muchos responsables que llevan años bombardeando otras tierras y moviendo fichas para seguir extendiendo su dominio, y veo completamente legítimo que otros países que ven la que se les viene encima muevan también sus fichas.

Por otro lado, porque como ya digo, esta guerra que de pronto a todos os preocupa por que lo esta dictando el telediario, no ha empezado el 23 de febrero del 2022. Esta guerra lleva 8 años asesinando sin piedad a una población inocente mientras todos os poníais de perfil o mirabais para otro lado. Vuestros cartelitos de No a la guerra, llegan cruelmente muy tarde y al servicio indirecto de los intereses OTANistas.

Os quieren convertir en otros cómplices manipulados de la barbarie que lleva un pueblo sufriendo durante 8 interminables años, en los que Ucrania se ha pasado por el forro todos los puntos de los acuerdos de Minsk.

Me gustaría que hicierais el esfuerzo por un momento de entender la rabia e indignación que me produce ver que ahora saltáis todos.

Independientemente de las intenciones reales de Rusia, lo cierto es que por fin, el pueblo de Donbass va a dejar de sufrir y vivir escondidos entre sótanos de ruinas regadas por sangre.

Lo cierto es que ese ejército terrorista y asesino de Ucrania, está siendo desmilitarizado a base de destrozar sus bases, sus polvorines y almacenes de armas y bombas que ya no podrán seguir lanzando sobre el Donbass.

Lo cierto es que los batallones de neonazis ultra salvajes como el batallón Azov no volverán a violar y torturar porque ayer murieron por miles en su base militar de Mariupol. Sus líderes nazis han sido eliminados y hay una lista larguísima de criminales de guerra que están siendo capturados y serán juzgados ante el pueblo del Donbass.

Los “inocentes civiles de Kiev” llevan un día asustados por las sirenas, escondidos en sótanos, y en los andenes del metro, llorando en imágenes que nos repiten todos los enviados especiales en Kiev que nunca han querido pisar las ciudades masacradas del Donbass. Todos os habéis indignado ante esto en 24 horas. ¿Acaso las vidas de los niños y niñas del Donbass no valen lo mismo?

Vuestro No a la guerra se vería satisfecho si Rusia se retirara de Ucrania. Y volveríais a guardar los cartelitos obedientes a los medios, para volver a callar y enterrar con vuestras propias paladas a los hijos e hijas del Donbass. La verdad es que os desprecio.

Me gustaría acompañaros a los orfanatos que hemos visitado en Donbass, de niños que han quedado solos para siempre en una tierra destruida. Esos orfanatos de los que salí llorando de rabia y tristeza al ver cómo estaban acostumbrados con 5 años a tirarse al suelo hechos una bolita a una orden de la maestra para protegerse de las bombas. Y como día a día, esos niños han ido siendo diezmados.

No me esperéis con vosotros ahora clamando contra la guerra.

La guerra siempre es y será una mierda de ricos que pagan los pobres. Pero esta guerra ha destruido muchísimas vidas que os miran desde el olvido mientras tratáis de proteger a sus verdugos.

No estoy diciendo que todo esto haga que sea legítimo que mueran civiles en Ucrania. No voy a ser hipócrita, alguno morirá y es imposible evitarlo en un escenario así. Aunque lo cierto, es que a diferencia del ejército ucraniano, que sistemáticamente mata civiles, y que hasta esta misma mañana ha matado a dos profesoras en un colegio de Gorlovka, el ejército ruso esta procurando causar bajas sólo entre los militares, aunque en la tele te digan lo contrario usando imágenes de archivo de bombardeos en Siria u otros países. La maquinaria propagandística está trabajando a todo trapo. Lo que sí que digo, es que es infame que habléis de eso cuando son decenas de miles de muertos entre niños, ancianos hombres y mujeres que no han merecido ni vuestro apoyo ni vuestra solidaridad.

No me pidáis que sienta pena. No voy a ser tan cínico de decir que es que casi me matan. Yo asumí todo el riesgo para acudir allí con mi corazón como escudo para parar las balas contra el pueblo. Pero en mi corazón están muchas personas a las que vi morir, muchos niños a los que vi llorar (y morir también), muchos ancianos que no merecían acabar sus vidas desmembrados o muertos de hambre y sed en sus escondites olvidados. Me debo a ellos, y me debo a la justicia.

La OTAN, USA y Europa son criminales y asesinos. Las guerras de potencias entras las que incluyo a Rusia deberían ser frenadas todas de inmediato. Los y las trabajadoras del mundo deberíamos estar unidos contra sus guerras, contra todas sus guerras, y contra los oligarcas de un lado y otro. Eso sería ideal. Obreros ucranianos y rusos expropiando a los oligarcas y construyendo un entorno de apoyo mutuo y solidaridad.

Pero estamos a años luz de eso y a mi lo que me importa ahora, es que la gente del Donbass podrá salir de sus refugios y jugar en un parque con sus hijos, sin miedo a saltar por los aires, por primera vez en 8 años.

NI GUERRA ENTRE PUEBLOS NI PAZ ENTRE CLASES

25 de Febrero de 2022

Ramiro Gómez
Brigada Ruben Ruiz Ibarruri- Caravana Antifascista de Banda Bassotti

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La Comunidad de Madrid confirma que el hermano de Ayuso cobró 283.000 euros. [Fueraparte de Ucrania que dirían en mi pueblo (Isla Mayor), que Ucrania es Ucrania y esto es esto. ¿Qué necesidad hay de andar enredando con un 3% de caja B, J, K, Q y M arriba y abajo si están listos para ser garrapiñados y atolondradamente embuchacados 283.000 euros. Qué se pensaban ustedes que eran tontos úque? No hijos, no. De eso nada, monada]

 

La Comunidad de Madrid confirma que el hermano de Ayuso cobró 283.000 euros

La cantidad se habría repartido en cuatro facturas.

 

Redacción lanueve.info

febrero 25, 2022

 


Siete días después de que Isabel Ayuso afirmara que su hermano había cobrado 55.850 euros por intermediar en una compra opaca de mascarillas, la Comunidad de Madrid ha reconocido, según información difundida por El Confidencial, que la cifra total que cobró el ‘hermanísimo’ fue de 283.000 euros a través de cuatro pagos.

Sobre la diferencia en relación a la  cantidad inicialmente reconocida por la presidenta madrileña, el Gobierno autonómico se desmarca de esos pagos señalando que nada tienen que ver con la administración, de manera que pretenden hacer creer que el resto de las facturas corresponden a trabajos que Tomás Díaz Ayuso habría hecho para la empresa Priviet Sportive. La cantidad casi coincide con la que Pablo Casado había señalado en una entrevista en la Cope: él habló de 286.000 euros, tres mil euros más que la cantidad confirmada por la Comunidad.

La punta de un iceberg de dimensiones colosales.

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Los países imperialistas miden fuerzas en Ucrania. [El punto de arranque para poder explicar el principio de la III Guerra Mundial iniciada en Ucrania (excepto que los trabajadores seamos capaces de evitarla, porque poder podemos hacerlo) hay que tomarlo a partir de la crisis de 2008, que es lo que marca el inicio del proceso histórico para la sustitución del capitalismo por el socialismo dado que el capitalismo alcanza el máximo nivel de desarrollo que puede lograr, convirtiéndose así de impulsor del desarrollo histórico en elemento de regresión social al actuar como freno de ese mismo desarrollo económico que impulsó claramente desde la Revolución burguesa de 1789 hasta 2008. A partir de esta fecha los capitales no pueden seguir creciendo al nivel que necesitan las inmensas masas de capital invertido más que mediante el saqueo directo (lo que algunos hemos dado en llamar “fascismo financiero”, iniciado en 2008) de los patrimonios públicos y recursos naturales de los diferentes pueblos, para lo cual no le queda más remedio, en última instancia, que el recurso de la guerra (que los trabajadores no debemos consentir bajo ningún concepto) que es lo que pone en evidencia palmariamente la guerra comercial en Ucrania. A la guerra que vaya si quieren quienes las organizan, sus políticos servidores y los periodistas que con sus mentiras la pretenden justificar socialmente, pero siempre y cuando todas esta banda de criminales en mayor o menor grado que no se preocupan más que de su propia pelleja demuestren factura en mano, con su IVA correspondiente, que todos los tanques, cordones de botas, bombas atómicas, aviones, cañones y escopetas que vayan a utilizar los han comprado con sus ahorros personales y con la debida póliza de seguros para cubrir los gastos de todos los daños y perjuicios el mobiliario urbano y cristales de escaparates que pudieran ocasionar, y sin por ventura ocasionaran un solo muerto, inmediatamente toda la banda de criminales mencionada paralizarán sus actividades guerreras y ellos y sus familiares en edad laboral se tienen que poner a trabajar ocho horas al día con veinte minutos de descanso para el bocadillo hasta que se pudran, a fin de atender y cubrir adecuadamente las necesidades de la familia del muerto causado por no haber tomado las precauciones pertinentes.]

 

Los países imperialistas miden fuerzas en Ucrania

DIARIO OCTUBRE /febrero 25, 2022

 


Final del formulario

Los tambores de guerra vuelven a sonar en Europa. La propaganda de guerra es intensa. En Ucrania y sus alrededores, sigue formándose la mayor concentración de fuerzas armadas desde la Segunda Guerra Mundial. La tensa situación puede llegar al estallido de una guerra que puede extenderse a otros países.

Es un conflicto entre potencias imperialistas. […] La causa del conflicto actual son los antagonismos imperialistas entre Estados Unidos y Rusia con China detrás. Se intensifica la lucha por los mercados, esferas de influencia económica y política, por el saqueo de los recursos naturales, por el control de los recursos energéticos, en particular del gas, por la exportación de capitales y por un nuevo reparto del mundo.

[…] El conflicto existente no surgió tan repentinamente. Ha sido preparado durante décadas de política de guerra, expansión de la OTAN y la UE hacia el este, sanciones y provocaciones, cambio de régimen y conflictos locales en Ucrania, carreras armamentistas y despliegue de misiles, nacionalismo agresivo y entrenamiento de milicias fascistas, y la instrumentalización de la crisis de los refugiados.

Los principales defensores de la guerra son los Estados Unidos. Su estrategia es mantener y fortalecer su posición de supremacía en el mundo. Por lo tanto, su política de guerra está dirigida a:
• Conquistar las regiones y países que anteriormente estaban bajo la influencia rusa e incorporarlos a la OTAN.
• Cercar militarmente a Rusia, debilitarla económicamente para evitar que participe como un actor poderoso en la lucha entre las potencias imperialistas.
• Aumentar la legitimidad de la OTAN y la cohesión interna de la Alianza y disciplinar a aliados inseguros como el imperialismo alemán, que tiene fuertes lazos económicos con Rusia y China.
• Golpear las relaciones comerciales y energéticas de los países europeos con Rusia (por ejemplo, con el bloqueo del gasoducto North Stream 2) para debilitar a los estados competidores y los monopolios que necesitan modernizar su base industrial.
• Crear la oportunidad de vender gas, petróleo, armas y aviones de combate a Ucrania y los países de la UE.

No debemos olvidar que el mayor rival del imperialismo estadounidense es el socialimperialismo chino. No pueden contener y confrontar a China sin el apoyo de sus “aliados” imperialistas. Entonces, Estados Unidos está tratando de crear una atmósfera de Guerra Fría para fortalecer su liderazgo en Europa.

[…] El imperialismo estadounidense está a la ofensiva, pero Rusia no es un “ángel de la paz”, también es una potencia imperialista agresiva. Los antagonismos capitalistas se profundizan en Rusia, y su camarilla imperialista gobernante busca la salvación en el militarismo. Su interés en Ucrania no es liberar al pueblo del régimen reaccionario allí, sino consolidar su posición y salvar su esfera de influencia en la región.

Al mismo tiempo, Rusia fortalece sus relaciones con China para enfrentar a sus rivales occidentales. Comercian juntos en los campos económico, político, tecnológico y militar. El acuerdo firmado por sus gigantescos monopolios sobre el suministro de petróleo y gas es una advertencia directa a los países de la UE, que dependen en gran medida de las fuentes de energía rusas.

Estados Unidos dice que quiere “trabajar” con la UE, pero está claro que existen diferencias entre los estados miembros de la UE y de EE. UU. Los ciudadanos de los distintos países europeos no quieren ser sacrificados en una guerra estadounidense/OTAN contra Rusia. Está igualmente claro que varios gobiernos en países de la UE/ OTAN están actuando como gobiernos vasallos que apoyan el plan Biden- Blinken y envían tropas, tanques, aviones de guerra y barcos al área alrededor de Rusia.

[…] Llamamos a los trabajadores y al pueblo a detener la guerra y la peligrosa carrera armamentista. … Estamos en contra de las alianzas militares imperialistas como la OTAN y la UE. Rechacemos la política de guerra en cualquier forma y cualquier pretexto, rechacemos apoyar a “nuestro” imperialismo o perseguir una potencia imperialista contra otra.

Partido Comunista de los Trabajadores – Dinamarca
Partido Comunista de los Trabajadores de Francia

Partido Comunista de Albania
Organización para la Construcción del Partido Comunista de los Trabajadores de Alemania
Plataforma Comunista para el Partido Comunista del Proletariado de Italia
Organización Marxista-Leninista Revolución – Noruega
Alianza Revolucionaria del Trabajo de Serbia
Partido Comunista de España (Marxista- Leninista)
Partido del Trabajo (EMEP) – Turquía

FUENTE: pcmle.org

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Rusia toma la iniciativa: Tucídides ya llegó

 

Esta guerra se podía y se debería haber evitado. Hay diseñados dos escenarios de decisión geopolítica. El principal, en el Mar de China. El otro está situado en Europa y los que tienen el poder han decidido que se debe resolver en Ucrania.

 

Rusia toma la iniciativa: Tucídides ya llegó

 

Manolo Monereo

El Viejo Topo

26 febrero, 2022 

 

«El agresor estratégico es la potencia que impulsa al propio adversario y lo obliga a convertirse en agresor operativo. La agresión estratégica comienza antes de la guerra, mientras que la agresión operativa marca el paso inicial»

Von Lohausen.

Esta guerra se podía haber evitado. No se ha querido. Desde hace años Rusia viene advirtiendo que su seguridad como nación y Estado está en peligro. Es más, los dirigentes rusos definen la situación como de crisis existencial de su país. De que EEUU y la OTAN querían esta guerra, no hay ninguna duda. Los últimos meses han significado para la dirección rusa que sus intereses estratégicos no iban a ser tenidos en cuenta y que iban a continuar el cerco y el acoso. Sin tener en cuenta esto no se puede entender lo que está pasando.

Respeto. Cuando vienen tiempos como estos, hay que poner mucha atención a lo que dicen los militares. El jefe de la Marina alemana, vicealmirante Kay-Achim Schonbach, hizo unas declaraciones, no hace mucho tiempo, que le costaron el cargo. Lo que dijo fue de sentido común y de realismo político militar: lo que necesita Rusia es respeto entendido en un sentido amplio; reconocimiento de sus intereses estratégicos y de seguridad. La paradoja es que todo el mundo asume que no hay seguridad en Europa si no es con el concurso de Rusia, pero, a renglón seguido, no solo no se reconocen estos intereses, sino que se la va aislando, cercando y poniéndola a la defensiva.

La percepción del Kremlin es que Occidente no la reconoce ni como Estado, ni como civilización, ni como potencia político militar. Por esto, es bueno explicar los hechos históricamente. Durante años Rusia ha sido demonizada y Putin criminalizado. La razón es que se puso fin a la época de Yeltsin y se reconstruyeron de nuevo las estructuras estatales e institucionales de la Federación Rusa, se recompuso la economía y se fortaleció el aparato militar, tecnológico y de seguridad. Hay que hacer la pregunta: ¿cuál es el objetivo político de la estrategia militar de la OTAN y de Biden? El mismo objetivo que con China; es decir, aniquilar al actual equipo dirigente y poner otro más favorable a los intereses hegemónicos de los EEUU.

¿Cuál es el signo de la época, la tendencia de fondo? La transición a un mundo multipolar que pone en cuestión la hegemonía de EEUU y sus aliados europeos organizados en la OTAN. Dicho de otro modo, vivimos la rebelión de Oriente. El conflicto de Ucrania es parte ya y la señal de profundos cambios en la estructura de poder mundial. No tener en cuenta esto es perderse definitivamente y hacer el juego a los intereses de la Administración Biden.

Hay diseñados dos escenarios operativos o de decisión geopolítica. El principal está en el Mar de China. El otro está situado en Europa y los que tienen el poder han decidido que se debe resolver en Ucrania. Ser ingenuos con los EEUU es inadmisible y supone cerrar los ojos ante la reciente historia de Afganistán, Irak, Libia, Siria… Cuando tiene el apoyo del Consejo de Seguridad de la ONU, EEUU interviene militarmente; cuando no, también. Las razones son las de siempre: la puesta en peligro de los intereses estratégicos de los EEUU que virtualmente es todo el mundo. Desde el punto de vista político militar, el único imperio existente es el de EEUU con más de 700 bases militares en 80 países y gastando, junto con la OTAN el 60% del gasto militar mundial. Frente a eso, Rusia es poca cosa, pero no está dispuesta a ser un aliado subalterno de una superpotencia que lucha desesperadamente por su hegemonía.

Desde hace años vengo señalando que el mundo que hemos conocido está cambiando radicalmente y que en su centro está el declive relativo de EEUU. Mi temor era que lo que se conoce como la «trampa de Tucídides» llegara y lo hiciera pronto. Como se sabe, con esta denominación se hace referencia a los procesos de conflictos y guerras que va unidos a la decadencia de las potencias hegemónicas y su sustitución por otras emergentes. En eso estamos ya.

Insisto, esta guerra se podía y se debería haber evitado. ¿Dónde está la clave? En que la Unión Europea no es un sujeto autónomo en las relaciones internacionales que sepa definir con claridad sus intereses estratégicos y que construya una alianza sólida económica, política y militar con Rusia. Retorna la guerra a Europa y vuelve la prodigiosa habilidad de EEUU para crear conflictos militares siempre lejos de sus fronteras.

Para terminar, una idea. EEUU sigue siendo una superpotencia y, con mucho, la más fuerte desde el punto de vista económico, político y político-militar. Lo que estamos viendo son diversos movimientos operativos de una estrategia preventiva a nivel global cuyo objetivo último es China. Este conflicto que comienza es solo el principio.

Fuente: Blog Otras Miradas.

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