lunes, 21 de diciembre de 2015

ELECCIONES GENERALES EN ESPAÑA. DEMANDA DE EMPLEO: NECESITÁNSE POLITICOS DE CUERPO ENTERO QUE NO ESTÉN USADOS NI ENSEÑEN LA PILILA PARA ENGANCHE DE VOTOS VOTOS.


EL PUZZLE DEL 20-D: OPCIONES Y FANTASMAS
 
Rebelión
InfoLibre
21.12.2015
 
El Congreso resultante del 20-D es un puzzle (como lo es España). El resultado de las elecciones generales ha destruido unos cuantos mitos. No es verdad que la corrupción no pase factura política ni tampoco que el discurso del miedo o la amenaza del caos sean herramientas suficientes para mantener en el poder a quien lo ejerce contra los intereses de la mayoría. Las expectativas del cambio se han cumplido. El éxito de Podemos y sus plataformas populares es incontestable. Y la fragmentación parlamentaria pronosticada también. Hasta un punto que tampoco se esperaba. Este 20-D de 2015 arrancó un 15 de mayo de 2011 pero no termina con el cierre de las urnas. Sus efectos se prolongarán durante semanas, meses y años, aunque los datos ya permiten algunas conclusiones. La principal, que la formación de Gobierno resulta poco menos que imposible. La segunda, que resucita un fantasma: el de la gran coalición o una versión dulcificada de la misma. Cabe no descartar tampoco nuevas elecciones generales en 2016, salvo que ocurra lo que (desgraciadamente) esta madrugada postelectoral suena a utopía: que los elegidos den la talla para representar el mandato que sale globalmente de las urnas y aborden una legislatura breve y cargada de reformas pactadas por consensos amplios.

– El PP ha ganado pero se ha hundido. De la mayoría absoluta a la posibilidad de pasar a la oposición. En una sola legislatura, la de los recortes más duros al Estado del Bienestar y la de los más graves escándalos de corrupción política. Por mucho que sea la lista más votada,
pierde un tercio de los apoyos que tuvo hace cuatro años. El desgaste estaba descontado, pero la derecha confiaba en la aparición de Ciudadanos como muleta de apoyo. Esa expectativa, surgida a principios de año y disparada tras las elecciones catalanas, ha fallado estrepitosamente.

– El PSOE también cae, de 110 a 90.
Los resultados escarban aún más en el agujero que había dejado Rubalcaba en 2011, pero en el caso de Pedro Sánchez fueron tan negras las previsiones acumuladas durante la campaña que el hecho de no haber sido adelantado por Podemos supone su salvación política interna (al menos hasta el congreso previsto para marzo), pese a cosechar el peor dato del PSOE en la historia de la democracia. Su margen de resistencia se basa en Andalucía y Extremadura, mientras en Madrid ha quedado relegado nada menos que a la cuarta posición con seis diputados. Obtienen acta Irene Lozano y Zaida Cantera, los fichajes ‘estrella’ de Sánchez, pero se queda sin ella Eduardo Madina, que iba en el número 7 de la lista.

– El bipartidismo se queda donde nunca había estado: rozando el 50% de los votos. Sin los efectos de la Ley Electoral y el sistema de circunscripciones uniprovinciales, la suma de PP más PSOE sería aún más débil. Pese a la convicción total en las filas socialistas de que sería un suicidio a medio plazo, el resultado del 20-D es casi exactamente el que en su día manejaban Felipe González y personalidades del mundo económico y mediático para justificar una gran coalición a la alemana,
como desveló info Libre y reconoció el propio González en El Objetivo de La Sexta. Desde el Comité de Campaña del PP se filtró hace cuatro días la resurrección de ese fantasma, quizás para dañar de paso electoralmente al PSOE, y es evidente que desde las élites financieras y empresariales puede redoblarse la presión en ese sentido durante las próximas semanas. La versión dulcificada de la misma excluiría cualquier tipo de coalición o acuerdo, y consistiría en la abstención socialista que permitiera en segunda o tercera votación que el PP forme gobierno en minoría.

– Podemos y las plataformas de confluencia en Cataluña, en la Comunidad Valenciana y en Galicia
se erigen como el triunfador claro del 20-D al reunir 69 escaños y rozar el empate en votos con el PSOE. Una formación que no existía hace cuatro años se convierte en tercera fuerza en el Congreso y confirma lo que sus candidatos venían calificando de “remontada”. La campaña de los de Pablo Iglesias ha sido fundamental para su ascensión, como demuestra el hecho de que el sondeo preelectoral del CIS prácticamente daba a los emergentes un resultado inverso al que han obtenido Ciudadanos y Podemos. Arranca desde hoy una nueva fase para el partido que se hizo con la antorcha de la indignación del 15-M y fagocitó en buena parte las filas de Izquierda Unida. La realidad parlamentaria de este incontestable éxito no será sencilla de manejar puesto que no tendrá una sola voz en el Congreso sino cuatro. Su futuro depende también de cómo maneje los condicionantes de los nacionalismos.

– En otro contexto y con otras expectativas, el estreno de Ciudadanos en el Congreso con 40 diputados sería un éxito innegable. Pero Albert Rivera llegó a verse nada menos que como presidente del Gobierno, el Adolfo Suárez del siglo XXI. O al menos la única bisagra posible para dar el Gobierno al PP o al PSOE. Aspiraba incluso a ser segunda fuerza y se ha quedado en cuarta. Tendrá un protagonismo claro en la negociación de pactos. Es un interlocutor imprescindible para el PP, pero no suficiente, lo cual rebaja bastante el peso decisorio que pretendía.

– Los nacionalismos catalán y vasco, que durante años sustentaron al PSOE o al PP en el Gobierno, recuperan la posibilidad de decidir (o de permitir). Rajoy necesitaría la abstención del PNV y hasta de Artur Mas y ERC, además del apoyo de C’s, para seguir en la Moncloa (salvo acuerdo con el PSOE). La diferencia con aquellas etapas del pasado radica en que lo que era Convergéncia, presentada el 20-D como Democracia i Llibertad, es independentista. No parece siquiera planteable el intento de acuerdos. Anoche se cantaba en la calle Génova el “soy español, español, español” como en 1996 se cantó el “Pujol, enano, habla castellano”. Entonces todo se olvidó en los pactos del Hotel Majestic. Casi veinte años después, el sucesor de Pujol reclama la independencia de Cataluña y el “enano” que dio el Gobierno a Aznar está procesado por graves delitos.

– La mejor noticia que se puede dar de Izquierda Unida tras el 20-D es que existe. De los once escaños conseguidos en 2011 se queda en dos, pero la firme posibilidad que tenía de desaparecer canibalizada por Podemos hace que aparezca como un consuelo para IU lo que es
pura subsistencia con dos actas por Madrid, una de ellas para su candidato Alberto Garzón.

– No ha corrido la misma suerte UPyD, que pierde su representación parlamentaria y tiene muy difícil futuro pese al decisivo papel que ha jugado en la denuncia de casos de corrupción como Bankia, Rato o las preferentes. Ciudadanos se ha quedado con su espacio y con parte de sus cuadros.

Desde el balcón de la calle Génova, Mariano Rajoy, el ganador derrotado de este 20-D, ha proclamado que va a “intentar” formar gobierno. El 13 de enero es la cita para la constitución de las Cámaras y la apertura del proceso hacia una investidura imposible. Pero la segunda lista más votada tampoco lo tiene fácil. La suma que se obtiene en cada uno de los dos posibles grandes bloques queda
muy lejos de la mayoría necesaria, de modo que lo previsible es que surjan múltiples conversaciones cruzadas para lograr el objetivo de una mayoría simple y abstenciones suficientes para superar al “no”.

Se abre un escenario en el que en realidad la mayor presión recae sobre Pedro Sánchez. El tono en el que reconoció anoche su derrota, felicitó a Rajoy como “ganador” y recordó que el líder del PP debe intentar gobernar anticipa el calvario político que para él también se abre. Aritméticamente lo tiene aún más difícil que Rajoy para sumar apoyos. Y tendrá que afrontar las múltiples presiones que desde el mundo económico (y los llamados mercados) pero también desde sectores poderosos de su propio partido le insistirán en la argumentación de la estabilidad económica y las "razones de Estado" para evitar fórmulas multipartidos. Del mismo modo que
El País reclamó editorialmente en plena campaña el apoyo a Pedro Sánchez, conviene recordar que su presidente, Juan Luis Cebrián, ha sido uno de los máximos promotores de la gran coalición a la alemana, así que no sería extraño que ahora le pidiera a Sánchez como mínimo una abstención que facilitara la gobernación de Rajoy. Un segundo argumento es Cataluña. Pese al mal resultado de Artur Mas, está pendiente su investidura pero sobre todo está la espada de Damocles de la reivindicación de la independencia.

La última posibilidad, la que respondería más fielmente al resultado diverso y múltiple de las urnas, quizás suene hoy utópica. Los representantes elegidos este 20-D podrían (y deberían) inaugurar una legislatura de cambio y abrirse a consensos capaces de abordar reformas imprescindibles (desde la ley electoral al modelo de Estado). Haría falta mucha talla y una gran generosidad política, porque obligaría a una legislatura breve cuyos acuerdos habría que refrendar en las urnas antes de convocar nuevas elecciones. Sería la base de esa segunda transición tan cacareada como urgente, pero podría acabar rápidamente con la carrera política de unos cuantos dirigentes (viejos y nuevos). Aunque ese último riesgo también existe si no queda otro remedio que volver a las urnas antes del próximo verano.

Fuente: http://www.infolibre.es/noticias/opinion/2015/12/21/el_puzzle_del_opciones_fantasmas_42535_1023.HTML
 
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ELECCIONES GENERALES EN ESPAÑA: "CACAO MARAVILLAO"

 
GRAN COALICION O INGOBENABILIDAD, LAS DOSOPCIONES QUE DEJA EL 20 D
 
 
Lo que suceda en el Parlament de Catalunya tendrá una influencia fundamental sobre las posibles aritméticas que surjan tras los resultados del 20D.
 
Rebelión
diagonalperiódico.es
21/12/15 · 1:00 

 
Tremendo cacao. Las urnas han hablado y, en esta ocasión, han sido poco concluyentes. 13 candidaturas han entrado en el Parlamento para la XI legislatura. Son tres más que en las elecciones de 2011.
 
El PP ha ganado las elecciones pese a perder 63 diputados y con ellos la mayoría absoluta. Pese a los malos resultados, Mariano Rajoy será el encargado de intentar formar Gobierno. Sus posibilidades pasan por un acuerdo de Gran Coalición con el PSOE o una suma inverosímil con Ciudadanos y otros partidos, una posibilidad ya descartada. Pese a ello, Rajoy sobrevive a su propia figura y gestionará los tiempos como ya lo ha hecho en los últimos cuatro años.
 
Débil pero en pie, el PSOE se mantiene como segunda fuerza. Sus resultados, los peores desde la restauración democrática tras el Franquismo, pueden ser suficientes para que los socialistas se lancen a la aventura de intentar formar Gobierno, algo que entraña dificultades de sobra conocidos.
 
Los excelentes resultados de Podemos han sabido a poco en la madrileña plaza del Reina Sofía, donde se han congregado sus simpatizantes. Los sondeos de primera hora y las encuestas clandestinas de Andorra publicadas a lo largo de la semana situaban al partido morado, junto a sus socios catalanes, valencianos y gallegos, como segunda fuerza en el Parlamento.
 
No ha sido así, y Podemos se queda en una situación cómoda: PP y PSOE serán los encargados de intentar formar Gobierno, si no lo consiguen Podemos puede intentar el definitivo “asalto a los cielos” en una hipotética repetición de elecciones. El peligro mayor lo correrán los Ayuntamientos "del cambio" que tengan apoyo del PSOE –el principal, Madrid–, que pueden convertirse en moneda de cambio para hipotéticos pactos a escala estatal.
 
Ciudadanos, agitadora cultural y social de la campaña electoral –Albert Rivera ha sido con mucho el candidato más activo en TV de los últimos tiempos– ha conseguido buenos resultados en Madrid, no así en Catalunya, donde C’s no ha repetido sus buenos resultados de las autonómicas del 27 de septiembre. El partido naranja tampoco será el partido bisagra que se esperaba tras la última encuesta del CIS, su papel no está claro en un Parlamento, por otro lado, nada claro.
 
El PP ha ganado las elecciones pese a perder 63 diputados y con ellos la mayoría absoluta
Los “actores secundarios” tienen un papel que jugar en un Parlamento con unas aritméticas que serán interpretadas como “ingobernables” en varios momentos de la legislatura. PNV ha vencido en el País Vasco, aunque con menos votos que Podemos, y eso le sitúa como uno de los actores que aportarán estabilidad. IU-UP, que ha obtenido con su marca sólo dos diputados, estará destinado a dialogar con Podemos para una posible confluencia con mayor ímpetu que el puesto por unos y otros en los meses previos a estos comicios.
 
La situación en Catalunya marcará la legislatura. El papel de las Candidaturas d’Unitat Popular, que no se presentaban hoy, puede desbloquear o precipitar los acontecimientos en las próximas semanas. El cierre en falso al desafío independentista de gran parte de la sociedad catalana no parece posible sin la Gran Coaliición de populares y socialistas, algo que desgastaría especialmente a los segundos.
 
Los resultados del 20 de diciembre sólo dejan una cosa clara: el panorama político ha entrado en una nueva fase en la que el bipartidismo ha perdido el papel protagonista que tenía desde hace más de 30 años. Bienvenido sea.
 
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ELECCIONES GENERALES EN ESPAÑA: ¿Y DESPUÉS DE ANGELA MERKEL QUÉ?

El PP tendrá casi imposible conseguir que su candidato sea reelegido como presidente
El 20D muestra la puerta de salida para Mariano Rajoy
Rebelion
eldiario.es
21.12.2015
 
La formación de un bloque de izquierdas que permita un Gobierno alternativo al PP se presenta complicada pero entra dentro de lo aritméticamente posible
 
Rajoy ha perdido las elecciones generales por mucho que el análisis de las cifras más simples ofrezca la opinión contraria. El Partido Popular es la fuerza más votada pero no podrá formar un Gobierno. Ni siquiera le sirve el apoyo de Ciudadanos. Con 163 escaños, ambas formaciones se quedarían muy lejos de los 176 necesarios para gobernar España. Tampoco llegan a los 187 votos del resto de grupos de la Cámara que pueden impedir la elección de Rajoy en segunda votación.
 
Desde el balcón, Rajoy ha sido rotundo: "Voy a intentar formar Gobierno. Buscaré un Gobierno estable". Sin embargo, el líder del PP no saldrá elegido en la primera sesión de investidura y todo indica que tampoco en la segunda. Así lo señala el veredicto de las urnas. El PP lo tiene prácticamente imposible.
 
En el otro lado las cosas no están nada claras. PSOE y Podemos no suman y necesitarían del concurso de otras fuerzas para hacerse con la posibilidad de poner en pie un gobierno progresista. "España quiere izquierda", ha dicho Pedro Sánchez desde la sede de su partido. Unos minutos antes, Pablo Iglesias enumeraba su lista de condiciones para llegar a un acuerdo. Todos piensan en ese pacto, pero la posibilidad de llevarlo a cabo parece más alimentada por el calor de una noche electoral que por la lógica parlamentaria.
 
Sumadas a las exigencias de Iglesias, Pedro Sánchez debería tener en cuenta lo que pidan otros como Ada Colau, Mónica Oltra o Martiño Noriega. En el caso de la líder catalana ya se ha puesto sobre la mesa la exigencia de un referéndum de autodeterminación. Si a eso sumamos que el PSOE podría necesitar el apoyo de IU, ERC y PNV, la ecuación se antoja muy difícil.
 
El 20D deja sobre la mesa otros datos que alumbran la dificultad del escenario. El PP se garantiza la mayoría absoluta en el Senado. Los conservadores podrían rechazar en la Cámara Alta cualquier acuerdo legislativo que proceda del Congreso desde un gobierno de signo distinto al de la gaviota. Ese mecanismo tan solo aportaría lentitud a la práctica parlamentaria porque todo aquello que tumbe el Senado volvería al Congreso para una nueva votación. Cada ley tendría que ser votada al menos tres veces.
 
La posibilidad de nuevas elecciones
 
La endiablada situación en la que queda la política española podría conducir a la convocatoria de nuevas elecciones. La ley prevé que sea el rey el encargado de proponer candidato para la sesión de investidura. Felipe VI propondrá al candidato del partido más votado pero no está claro qué hará si el resto de formaciones no le trasladan la posibilidad de un acuerdo por la izquierda.
 
La ley prevé que hay un plazo de dos meses para conseguir la investidura de un presidente. Ese plazo empieza a correr desde la primera sesión de investidura. Si en ese tiempo no hay acuerdos de gobernabilidad, el presidente del Congreso firma el decreto de disolución de Cortes y convoca nuevas elecciones.
 
En esa coyuntura, según fuentes del PP, Rajoy volvería a ser el candidato. Los conservadores argumentan que cambiar la foto de cartel sería reconocer la derrota e iniciar debilitados la siguiente cita con las urnas. En el PSOE también dan por hecho que Sánchez se ha ganado el pase a una segunda ronda. Está por ver si Iglesias y Garzón podrían encontrar en este tiempo un espacio de reconciliación que le permita al partido morado rentabilizar los más de 900.000 votos obtenidos por Alberto Garzón.
 
Casi todos salen contentos de estas elecciones. El PP ha simulado alegría e incluso se ha escuchado en Génova algún grito de "presidente, presidente" que ha sonado a lo lejos. Lo mismo se ha oído mientras Pedro Sánchez pronunciaba su discurso de valoración. Imposturas de libro en una noche en la que más parece que elecciones, hemos tenido un ensayo general.
 
 
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