sábado, 18 de mayo de 2019

15 M. ECUACIÓN DE GRADO INDEFINIDO A RESOLVER: 8X + - 15 M = ?



Año 8 del 15M
 
Gobiernos municipales y lo que está por ganar

Rebelión
TopoExpress
18.05.2019

Llega el 8º aniversario del 15M y hay quien pensará que ya no existe nada digno de ese nombre que celebrar, pero habrá quien tendrá muy presente que sin la movilización que emergió en mayo de 2011 difícilmente ciudades como Barcelona y Madrid estarían gobernadas hoy por proyectos políticos como Barcelona en Comú y Ahora Madrid. De ahí surgieron. El 15M no nació para ser política institucional, lo hemos dicho y analizado en otras ocasiones, pero es una de sus consecuencias, de sus mutaciones. Tal vez la más llamativa en este momento. Y ante las elecciones municipales del 26 de mayo de 2019, es inevitable pensar en las del 24 de mayo de 2015. Esa convocatoria, por diferentes motivos, es la que mejor ha representado el trasvase de la movilización política de las plazas a la política institucional de los palacios. 
 
Después de una legislatura siempre debería ser tiempo de balance. No es algo que sea costumbre por nuestras tierras, se opta más por la disputa partidista. Pero eso no significa que debamos reivindicarlo como un ejercicio de transparencia, rendición de cuentas y responsabilidad. ¿Qué se ha hecho? ¿Se ha cumplido el programa? ¿Qué no se ha hecho? Algo se está haciendo con los gobiernos municipales surgidos del 15M. Se acostumbra a tratar estos proyectos políticos como si de un partido tradicional se tratara. Se habla de vivienda, de seguridad, de economía… para señalar lo que no han cumplido, cómo han empeorado las ciudades… Cuesta que se les reconozcan méritos y los hay. Pero más allá de si se les reconoce, o no, el trabajo hecho en estos ámbitos, hay otro problema. Es difícil que se hable de aquellas propuestas que están en su fundamento. Candidaturas como las de Barcelona en Comú o Ahora Madrid llegaron para hacer política de otra manera, que es mucho más que hacer otras políticas.

Desde una mirada 15M habría que evaluar los proyectos políticos que llegaron a las instituciones para gobernar o ser oposición desde lo que fue esa movilización que reivindicaban. Lo podríamos resumir ahora en tres indicadores que surgirían de los tres lemas más gritados, cantados y presentes en las movilizaciones de aquellos meses y las que vendrían en los años siguientes.

No nos representan. El grito tan escuchado era una evidencia de un gran malestar. El 15M se ha analizado como una crisis de la representatividad entre personas que actúan como representantes y las representadas. El 15M como crisis económica, social y política. Algunos de los proyectos políticos que quisieron entrar en la institución lo hicieron actualizando el principio zapatista construido desde el oxímoron que quiere hacernos pensar: mandar obedeciendo. Otras personas y colectivos vinculados al 15M dijeron que debía superarse la representación, que no se podía dar ese paso… ¿Ha habido cambios en la representación? ¿La representación ha dejado de ser delegación? ¿Se práctica la representación de otras maneras? ¿Existe un vínculo más estrecho y fuerte entre personas representadas y representantes? ¿Cómo se gobierna obedeciendo? ¿Se está haciendo? Seguramente la manera más adecuada de analizar este ámbito pasaría por prestar especial atención a las políticas de participación. Evaluar las medidas que se han desarrollado para enfrentarse a una democracia representativa limitada, en crisis, a partir de mecanismos de democracia participativa, directa y representativa de mayor calidad. También habría que dedicar una especial atención a cómo se han ido construyendo estos artilugios políticos que nos han gobernado y que ahora quieren revalidar el mandato.

Democracia real ya. El mismo nombre que sirvió para denominar uno de los colectivos convocantes de la manifestación del 15 de mayo de 2011 se convirtió en una reivindicación esencial de la movilización. Ante una democracia existente considerada deficiente y muy mejorable por un amplio sector, se reivindicaba que la democracia fuera real. La democracia no podía quedarse en lo nominal. Esa democracia no es democrática ¿Existe hoy esa democracia real? No era una demanda muy concreta, como casi ninguna de las que se hicieron. ¿Qué significa “democracia real”? El 15M atendió especialmente a una idea de democracia vinculada a la participación, apuntada en el apartado anterior, y a las condiciones necesarias para poder desarrollar la vida. Derechos que debían ser reconocidos. La PAH que, pese a ser previa al 15M al ser creada en 2009, fue una continuidad de las movilizaciones, ponía y continúa poniendo el foco en garantizar el derecho a la vivienda. ¿Se garantizan estos derechos que atienden a las condiciones materiales de vida? La participación en estos gobiernos municipales de personas provenientes de colectivos de la PAH ha llevado, desde dentro y desde fuera, a poner el foco especialmente en esta cuestión. Asumiendo las limitadas competencias de los ayuntamientos en este terreno no se pueden obviar los cambios vividos. Los desahucios no han desaparecido, pero las políticas en este ámbito se han aumentado y profundizado. ¿Se ha repensado la democracia? ¿Se ha democratizado la democracia?

No somos mercancía en manos de banqueros y empresarios. Una de las concreciones de sus exigencias relativas a la democracia pasaba por evitar la opresión. Era el grito de una sociedad altamente precarizada, con condiciones de vida y trabajo consideradas como opresivas. ¿Ha cambiado? ¿Qué capacidad de intervención tienen desde los ayuntamientos? ¿La han utilizado? ¿Han reivindicado lo que no estaba en sus manos a hacer? ¿Han sido trasparentes al reconocer sus limitaciones o errores? Estos ayuntamientos han hecho bandera de su inversión social. ¿Es suficiente? Parece evidente que no. ¿Se puede hacer más? ¿Cómo? ¿Otros proyectos han hecho más desde lo municipal u otras administraciones?

Preguntas que debemos hacernos, respondernos y trabajar a partir de lo obtenido, aunque no sea lo que “se lleve”, lo que “venda”, en las sociedades de las que formamos parte. Necesitamos evaluar el trabajo hecho. Aunque no lo hagan la mayoría de partidos, la mayoría de medios de comunicación, la mayoría de personas… Eso es emprender otra manera de hacer política y no simplemente hacer otras políticas. Estos proyectos políticos no ganaron haciendo lo que hace la mayoría, vinieron a cambiar lo que hace la mayoría para que mayorías desatendidas se sintieran representadas y no oprimidas. Aunque se quiera gobernar para la mayoría, se viene de los márgenes y el territorio electoral, como recordaba Josep Fontana, desde su enciclopédico conocimiento histórico, no es propio de estos proyectos. Demasiados intereses actúan para evitar su victoria y que gobernar signifique tener poder para hacer los cambios necesarios para esas mayorías desatendidas.

Se ganaron las instituciones por el 15M. La gran ola que fue el 15M y lo que vino después llevó a estos proyectos políticos a las instituciones, eran parte de esa ola. No eran surfistas que quisieran cabalgarla y aprovecharla. Esa ola de movilización ha bajado y eso tiene implicaciones diversas al pensar qué la puede substituir en 2019 para tener la fuerza de 2015 y ganar las instituciones. Pero lo que se ha mantenido, incluso ha crecido es otra de las victorias del 15M, la discursiva. La movilización de esos meses consiguió poner en el centro del diálogo político determinadas ideas y reivindicaciones. Otras se sumaron posteriormente desde movilizaciones que podemos vincular y desde las instituciones en las que se entró a gobernar.

El 15M y algunos de los proyectos políticos a él vinculados han conseguido ganar una especie de hegemonía discursiva, pero eso puede tener poco que ver con las políticas que se desarrollan. La emergencia habitacional o climática hoy son reconocidas por la casi mayoría por los partidos políticos, también el feminismo. Otra cosa es qué hacen y, especialmente, la distancia entre lo que dicen querer hacer y lo que hacen donde gobiernan. El 15M ha tenido influencia en todos los partidos políticos, pero en la mayoría de casos lo han utilizado como la manera de acercarse a algo bien valorado en su sociedad. La hegemonía discursiva debe concretarse en transformaciones vitales, ahí encontraremos la diferencia entre proyectos políticos que son ola de cambios o los que intentan aprovechar la ocasión para ganar poder sin querer transformar la sociedad como nos obligan esas ideas que dicen defender…

Sigamos con una canción que escuchamos mucho ese 2011 y convendría volver a escuchar, pensando en que lo importante está más allá de lo electoral:

Ahora que estamos en pie
y nada nos puede detener,
es importante saber
cómo hemos tejido esta red.
Si rompemos el cristal
y ya vemos lo que hay detrás,
tratemos de conseguir
que lo vean todos los demás.
Si es tan obvio, ¿por qué no somos más?
Volvamos a empezar…
Ahora que estamos en pie
y parece que todo marcha bien,
conviene no olvidar
lo que nos jugamos esta vez.
Ganemos el porvenir
acercando a los que están allí.
Seamos en cada lugar
más de los que fuimos al llegar…

Fuente: https://www.elviejotopo.com/topoexpress/ano-8-del-15m-gobiernos-municipales-y-lo-que-esta-por-ganar/

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¿TRUMP DANDO COCES CONTRA EL CLAVO?

¿Quién pierde en la guerra comercial entre China y Estados Unidos?

Kaosenlared
16.05.2019 
La guerra comercial entre Estados Unidos y China se ha intensificado en los últimos días, con ambos países anunciando nuevos aranceles a los bienes del otro.

















La guerra comercial entre Estados Unidos y China se ha intensificado en los últimos días, con ambos países anunciando nuevos aranceles a los bienes del otro.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dicho en repetidas ocasiones que China pagará por las nuevas tarifas, pero su asesor económico, Larry Kudlow, admitió el domingo que son las empresas estadounidenses las que en realidad pagan los aranceles sobre los productos traídos de China.
Entonces, ¿se equivoca Trump cuando dice que la guerra comercial es buena para Estados Unidos y genera miles de millones de dólares para el Tesoro?
¿Y quién perderá más a medida que el conflicto se intensifica?

¿Quién paga en realidad los aranceles de Estados Unidos?

Los importadores estadounidenses, no las empresas chinas, pagan los aranceles en forma de impuestos al gobierno de EE.UU., confirma Christophe Bondy, abogado de Cooley LLP.

Bondy, quien fue asesor sénior del gobierno canadiense durante las negociaciones del acuerdo de libre comercio entre Canadá y la Unión Europea, dice que es probable que estos costos adicionales simplemente se transfieran a los consumidores estadounidenses en forma de precios más altos.

“Ellos [los aranceles] tienen un efecto muy disruptivo en las cadenas de suministro”, afirma.


¿Cuál ha sido el impacto sobre China?

China sigue siendo el principal socio comercial de Estados Unidos, con un aumento de las exportaciones del 7% el año pasado. Sin embargo, los flujos comerciales de este país a Estados Unidos cayeron un 9% en el primer trimestre de 2019, lo que sugiere que la guerra comercial está comenzando a afectar.


La guerra comercial se ha intensificado. GETTY IMAGES


A pesar de esto, Meredith Crowley, experta en comercio de la Universidad de Cambridge, dice que no hay evidencia de que las empresas chinas hayan reducido sus precios para intentar que las empresas estadounidenses sigan comprando.

“Algunos exportadores de productos altamente sustituibles acaban de salir del mercado debido a que las empresas estadounidenses comenzaron a importar desde otros lugares. Sus márgenes son muy reducidos y los aranceles claramente los están perjudicando”, concede Crowley.

“Pero sospecho que los que venden productos altamente diferenciados no han reducido sus precios, posiblemente porque los importadores estadounidenses dependen demasiado de ellos“, agrega.

¿Cuál ha sido el impacto en Estados Unidos?
Según dos estudios académicos publicados en marzo, las empresas y los consumidores estadounidenses pagaron casi el costo total de los aranceles comerciales de Estados Unidos impuestos a las importaciones de China y otros lugares el año pasado

El año pasado, Coca-Cola aumentó sus precios en EE. UU. en respuesta a los mayores costos de importación. GETTY IMAGES
Los economistas del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, la Universidad de Princeton y la Universidad de Columbia calcularon que las tasas impuestas a una amplia gama de importaciones, desde acero hasta lavadoras, cuestan a las empresas y consumidores de EE.UU. unos US$3.000 millones mensuales en impuestos adicionales.
 
También identificó otros US$1.400 millones en pérdidas relacionadas con un descenso de la demanda.

El segundo informe, escrito entre otros por Pinelopi Goldberg, economista jefa del Banco Mundial, también concluyó que los consumidores y las compañías estadounidenses estaban pagando la mayor parte de los costos de los aranceles.

Según su análisis, después de tomar en cuenta las represalias de otros países, las mayores víctimas de las guerras comerciales de Trump fueron los agricultores y los obreros en las áreas que apoyaron a Trump en las elecciones de 2016.


¿No pueden las empresas estadounidenses simplemente comprar sus productos en otros países?

Trump ha dicho que las empresas estadounidenses que importan de China deberían buscar en otro lado, tal vez en Vietnam, o mejor aún, comprar sus productos a los fabricantes estadounidenses.
Pero Bondy dice que no es tan simple.

“Lleva mucho tiempo reorientar la productividad y las cadenas de valor y todo eso tiene un costo”, explica.

“Tome las tarifas al acero que Estados Unidos impuso el año pasado; no es como que de repente se están construyendo cientos de nuevas fábricas en Estados Unidos”.

Donald Trump y Xi Jingpin, los presidentes de Estados Unidos y China, respectivamente, podrían verse próximamente en Japón en la cumbre del G-20. GETTY IMAGES
China también es una potencia industrial que empequeñece a sus rivales más cercanos, lo que dificulta su reemplazo en las cadenas de suministro globales.

¿Han funcionado alguna vez los aranceles?

Hay poca evidencia que sugiera que lo hayan hecho, afirman Crowley y Bondy.

En 2009, el presidente Obama estableció un fuerte arancel del 35% sobre los neumáticos chinos, justificándolo con un aumento en las importaciones que estaba costando empleos en Estados Unidos.

Barack Obama estableció un fuerte arancel del 35% sobre los neumáticos chinos. GETTY IMAGES
Sin embargo, una investigación del Instituto Peterson de Economía Internacional en 2012 concluyó que el costo para los consumidores estadounidenses por los precios más altos de los neumáticos fue de alrededor de US$1.100 millones en 2011.

Aunque se salvaron cerca de 1.200 empleos de manufactura, el dinero adicional que los consumidores estadounidenses gastaron redujo sus gastos en otros productos minoristas, “reduciendo indirectamente el empleo en la industria minorista”, según el estudio.

“Agregando más a la columna de pérdidas, China tomó represalias imponiendo aranceles ‘antidumping’ a las exportaciones estadounidenses de partes de pollo, lo que le costó a la industria alrededor de US$1.000 millones en ventas”.

Se suele decir que los aranceles protegieron a la fabricante de motocicletas de EE.UU. Harley Davidson. GETTY IMAGES
El único ejemplo que se suele dar para defender los aranceles es la decisión del presidente de EE.UU., Ronald Reagan, de imponer tasas elevadas a las motocicletas japonesas en 1983.

Se suele decir que esta decisión protegió a la fabricante de motocicletas de EE.UU. Harley Davidson, que pasaba problemas, de una oleada de competencia extranjera.

Pero algunos han argumentado que fueron los propios esfuerzos de la compañía, incluida la modernización de sus fábricas y la construcción de mejores motores, lo que realmente impulsó su recuperación.

¿Obligarán a China a negociar un trato los aranceles de Estados Unidos?

Crowley dice que los aranceles pueden llevar a China a la mesa de negociaciones, pero no espera que el gigante asiático ofrezca cesiones radicales.

“Sí, están experimentando una mayor desaceleración en el crecimiento y exportan más a EE.UU. que viceversa, por lo que sufrirán más una guerra comercial“.

“Pero no están realmente interesados en cambiar sus leyes, e incluso si lo hicieran, ¿realmente tienen la cultura legal para hacerla cumplir?”, se pregunta.

Bondy cree que las amenazas arancelarias de Trump son más bien para aumentar su base de votantes y conseguir titulares.

“Los aranceles son más fáciles de entender que el minucioso trabajo de negociar conjuntos de reglas comunes sobre cosas como el comportamiento de las entidades estatales, la protección de la propiedad intelectual, el acceso justo a los mercados y las protecciones básicas para los trabajadores y el medio ambiente”, sería el razonamiento.

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VENEZUELA DESDE LAS PERSPECTIVAS DE LAS COMUNAS





La crisis de Venezuela
Perspectiva desde las Comunas

Rebelión
Green Left Weekly
16.o5.2019

Traducido para Rebelión por Paco Muñoz de Bustillo


A las pocas horas de que el líder de la oposición venezolana Juan Guaidó convocara movilizaciones callejeras para apoyar el intento de golpe militar contra el presidente Nicolás Maduro el 30 de abril, seguidores de Guaidó saquearon y prendieron fuego a la sede de la Comuna Indio Caricuao en el sudoeste de Caracas. 

El edificio se utilizaba para celebrar las reuniones de los residentes y albergaba una empresa textil gestionada por la comuna que financia proyectos en la comunidad.

Atenea Jiménez, de la Red Nacional de Comuneros afirmó: “Los ataques de los sectores fascistas a las comunas han vuelto a empezar”.

Señaló asimismo que los comuneros “se enfrentan también a una persecución por parte de sectores del gobierno”, en referencia a la detención el pasado 23 de marzo de diez comuneros –que habían ocupado una planta estatal procesadora de arroz en el estado de Portuguesa– y su encarcelamiento durante 71 días. La ocupación denunciaba el hecho de que la empresa privada seleccionada para administrarla se negaba a trabajar con productores locales.

“¿Por qué está ocurriendo esto? Porque la comuna es el único espacio que pone en duda al poder... es uno de los pocos espacios auténticos y autoconvocados en los que se construye democracia directa”, afirmó Jiménez.

Poder de base

Las comunas venezolanas agrupan a consejos comunales de 200-400 familias en entornos urbanos y de 20-50 familias en entornos rurales, para abordar temas como la vivienda, la sanidad, la educación y el acceso a los servicios básicos en la comunidad local. Son las asambleas de ciudadanos las que deciden sobre qué problemas son los prioritarios y cómo resolverlos.

La idea en la que se basan las comunas es que las comunidades locales puedan asumir proyectos de mayor envergadura y ser autosostenibles creando empresas de propiedad comunal gestionadas por la propia comunidad. El presidente Hugo Chávez las consideraba la pieza esencial de un nuevo Estado comunal basado en la autogestión y la democracia participativa.

Según el Ministerio del Poder Popular para las Comunas y Protección Social, en la actualidad existen más de 37.000 de consejos comunales registrados y cerca de 3.000 comunas, aunque muchos de los activistas con los que conversé en mi visita a Venezuela en marzo creían que su número era inferior.

Jiménez explicó que “el movimiento comunero agrupa a comunas que se han ido consolidando a lo largo de los diez últimos años [...] En ese tiempo han surgido nuevas comunas, se han producido avances interesantes y, claro está, también ha habido comunas que han caído por el camino”.

“Pero las comunas siguen activas y han adquirido un nivel de consolidación ideológica y política muy interesante, además de la determinación de seguir adelante. Lo que tenemos es el arraigo de diez de trabajo años y una fuerza basada en el conocimiento de que existen problemas pero que podemos resolverlos si trabajamos juntos mediante la autogestión”.

Autogestión

Jesús García, de la Comuna Socialista Altos de Lidice (que agrupa a siete consejos vecinales que se encaraman en las colinas de Caracas, en la zona conocida como La Pastora) explicó que formaron la comuna porque “los consejos comunitarios locales se dieron cuenta de que compartían la misma problemática y que no podían resolverla cada uno por su lado”. Añadió que el objetivo de la comuna “no es solo unirse para resolver problemas sino que queremos ir más lejos y construir un autentico autogobierno”.

Si bien García reconoce que las comunas son una creación chavista, la de Altos de Lidice incluye también a residentes opuestos a Maduro.

“Hay muchas personas descontentas, mucha oposición. Pero también ellas participan en la dinámica de la comuna; no la rechazan, la aceptan y, poco a poco, van comprendiendo que juntos podemos hacer más”.

“Son conscientes de que, si no nos unimos, ambos sufriremos. Así que es preciso armarnos de paciencia y comprendernos mutuamente”.

“Me ha sorprendido el alto grado de paciencia. Creo que, con todo lo que ha pasado este año y el año pasado, cualquier otro país ya habría explotado”.

En el cercano barrio 23 de Enero, la Comuna Panal 2021 –que agrupa a ocho consejos comunales y alrededor de 3.600 familias– es un ejemplo de la clase de autogobierno local que muchos comuneros pretenden conseguir.

Cucaracho, un activista de Panal 2021, contaba que la comuna se inició cuando algunos activistas empezaron a buscar de fondos mediante rifas y otras actividades. La comuna atravesó un periodo de cogestión en el que recibió fondos del Estado para algunos proyectos, pero ahora ya se autogestiona.

Panal 2021 cuenta con sus propias panaderías, una fábrica textil y otra de empaquetamiento de azúcar, un almacén de alimentos y un centro de distribución. Los ingresos que producen estas empresas gestionadas por la comunidad se depositan en un banco comunal, y son las asambleas ciudadanas las que deciden cómo se redistribuyen en proyectos comunitarios.

La capacidad de Panal 2021 para generar sus propios ingresos, al igual que muchas de las comunas existentes en la actualidad, ha sido vital para garantizar su supervivencia. Desde el inicio de la crisis económica actual, el Estado ha dejado prácticamente de traspasar fondos a las comunidades locales.

Julián, miembro de la Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora (una corriente radical de base integrada en el PSUV, Partido Socialista Unido de Venezuela) cree que esto ha influido en el nivel de organización comunitaria. “Cuando el gobierno financiaba proyectos, creaba expectativas y fomentaba la participación, porque la gente sentía que sus problemas podían ser resueltos. Pero, a causa de la gran “cultura rentista” existente, muchos han pensado ‘si no recibimos nada, no podemos hacer nada´. En esos casos, los consejos comunitarios se limitan mayormente a administrar la distribución de servicios del gobierno, como las bombonas de gas, en su comunidad”.

“El error consistió en poner el foco en la promoción de la participación inicial y no prestar la misma atención a la creación de capacidad para que las comunidades pudieran autoorganizarse. Las comunas más activas hoy día son aquellas que no están tan relacionadas con el gobierno y que el PSUV no controla”.

Tensiones

La producción y distribución de alimentos para cubrir las necesidades de la comunidad en tiempo de crisis se ha convertido en una prioridad para muchas comunas, incluyendo las de Caracas. Canal 2021 se ha vinculado con comunas del mundo rural para llevar comida a la ciudad y venderla a precios mucho más baratos que los supermercados de propiedad privada.

Jiménez afirma que muchas comunas están haciendo lo mismo: “Hay sistemas de intercambio de comida y servicios entre comunas, que funcionan a distintos niveles de complejidad pero que han ido mejorando”.

A pesar de su importancia –o quizá por eso mismo– la producción y distribución han sido un importante punto de tensión entre el Estado y el movimiento comunero. Hace ya varios años, la Red Nacional de Comuneros entregó una propuesta a Maduro para la creación de una empresa comunal de ámbito nacional para la producción y distribución de alimentos.

La idea era que todas las comunas y todos los campesinos pudieran distribuir sus productos mediante un sistema controlado por el pueblo y no mediante intermediarios privados, con el fin de asegurar que los alimentos económicos llegaran hasta aquellos que los necesitaban. Según Jiménez, “Nos planteábamos que todo lo que produce el campo debía distribuirse, y no perderse, y que solo cuando alcanzáramos esa meta deberíamos importar aquello que no producimos, y no al contrario”.

En lugar de eso, el gobierno creó los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP). Jiménez señala que “aunque incluyan la P de producción en su nombre, no se contó con los comuneros y campesinos en su proceso de creación. Por el contrario, dichos comités están en gran parte controlados por funcionarios locales del PSUV y todo lo que distribuyen es importado”.

Jiménez cree que esto significa “dar de lado a las organizaciones existentes porque son más difíciles de controlar, porque en una comuna las propuestas tienen que debatirse en asamblea, mientras que con los CLAP puedes limitarte a decir a la gente lo que tiene que hacer”.

En la práctica, según Julián, eso significa que en muchas comunidades los CLAP han desplazado a las comunas como centro de organización comunitaria. “No es que las demás estructuras no existan, sino que la más dinámica es el la del CLAP, porque el acceso a la comida es el asunto primordial para muchas personas”.

“En algunos casos, los CLAP han debilitado las comunas y creo que lo han hecho de forma deliberada, porque, a diferencia de las comunas, los CLAP responden ante el partido. 

“El partido nunca ha desempeñado un papel esencial en la promoción de las comunas y los consejos comunales, exceptuando en algunos lugares; ha preferido concentrarse en temas electorales y de gobierno.

“Existe la idea de que los comuneros están en conflicto permanente con el partido, con el alcalde del lugar o con el gobernador, debido a la propia dinámica de las comunas, basada en el concepto de autogobierno”.

“Los comuneros han propuesto la transferencia de responsabilidades de los consejos municipales a las comunas con el fin de que las personas empiecen a autogobernarse.

“Esto ha creado una tensión entre el movimiento comunero, por un lado, y los representantes del partido y del gobierno local por otro, que no quieren transferir responsabilidades como la recogida de basuras en Caracas, porque en muchos casos supone un negocio para ellos.

“Creo que el partido llegó a la conclusión de que tenía que crear los CLAP y controlarlos. No podían controlar las comunas debido a su naturaleza democrática, contestataria e irreverente, pero podía designar a quienes dirigían los CLAP.

“La fuerte cultura rentista y clientelar existente ha supuesto que la gente se decante por los CLAP, financiados y apoyados por el gobierno, que se han convertido en el centro de la organización en muchos lugares”.

Relaciones de amor y odio

Resumiendo la situación, García afirma que “dado el descontrol actual, el Estado no tiene la capacidad para resolver todos los problemas, pero el pueblo está intentando en todas partes resolver sus preocupaciones.

“Y, sin embargo, uno de los mayores problemas del gobierno es su dificultad para ceder espacio; no quiere soltar las riendas para que las personas puedan resolver sus problemas.
“Por tanto, existe una relación de amor-odio entre el gobierno y la comuna.

“A pesar de todas sus debilidades y fracasos, se trata de nuestro Estado, de nuestro gobierno. Eso no quita que tengamos que luchar, no podemos negarlo.

“Hay productos que nos faltan, necesitamos producir alimentos en un momento en que casi todos los que necesitamos son importados. Pero, en lugar de ayudarnos, el Estado nos pone toda clase de obstáculos cuando lo único que intentamos es garantizar que el pueblo tenga comida y abordar la problemática de la malnutrición infantil.

“Por otro lado tenemos claro que solo con este gobierno podemos hacer lo que hacemos en las comunas. Cualquier otro gobierno, y mucho más el gobierno de derechas que Guaidó quiere instaurar con este golpe, impediría nuestra propia existencia”.

Con independencia de lo que vaya a acontecer en Venezuela, Julián cree que el alto nivel de organización comunitaria logrado en las dos últimas décadas no desaparecerá fácilmente: “Sigue existiendo un elevado nivel organizativo, una gran fuerza. Mires donde mires verás una comuna, una cooperativa, algún tipo de comité u organización.

“Si [el gobierno] cayera, la organización seguiría existiendo; este enorme espíritu de participación seguiría existiendo y sería un problema para cualquier gobierno intentar desmantelarlo”.

Fuente: https://www.greenleft.org.au/content/venezuela-crisis-view-communes

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CHALECOS AMARILLOS EN FRANCIA. AVISO AL PERSONAL: QUE LA PRENSA ESPAÑOLA NO INFORME ES PERFECTAMENTE EXPLICABLE: ELLA NO ESTÁ PARA INFORMAR. Y QUE LA IZQUIERDA ESPAÑOLA NO ANALICE Y LE DIGA A LA SOCIEDAD QUE OPINA AL RESPECTO ES TAMBIÉN EXPLICABLE, PORQUE FRANCIA NO ESTÁ EN EL MUNDO, ESTÁ EN LA ESTRATOSFERA, ESA QUE ESTÁ ALLÁ LEJOS, LEJOS






Nada ni nadie puede con la determinación de los “chalecos
amarillos” que por vigésimo sexta semana consecutiva desfilaron por las
calles francesas. En París (capital gala) manifestaron por el poder
adquisitivo y la justicia social, pero también lo hicieron en apoyo a la
comunidad educativa.


Los “chalecos amarillos” han recibido el apoyo a sus reivindicaciones
de 1400 artistas que han firmado una tribuna pública en la que
denuncian un poder que busca desacreditar un movimiento legítimo.
Escritores, actores y cineastas acusan al Gobierno francés de reprimir
con violencia y amenazas.


Pero, aunque el Gobierno sigue buscando acabar con los “chalecos
amarillos”, las ciudades de Nantes, Toulouse, Burdeos, Lyon o
Estrasburgo también han salido a la calle.


Ha sido en Nantes y Lyon donde se han producido enfrentamientos y
detenciones y donde la policía ha lanzado gases lacrimógenos, balas de
goma y utilizados cañones de agua.


Los “chalecos amarillos” advierten al Gobierno que antes que nada son
ciudadanos y que no se puede gobernar contra su pueblo cuando faltan
dos semanas para las elecciones europeas.

Emmanuel Macron pensaba que con su gran debate nacional iba lograr
calmar la cólera de los ciudadanos, pero la realidad es otra, pues los
“chalecos amarillos” van a cumplir seis meses de manifestaciones y un
sondeo del instituto Elabe muestra que el 66 % de los franceses no se
cree ya en las promesas gubernamentales.


Juan José Dorado, París.