¿Quién pierde en la guerra comercial entre China y Estados Unidos?
Por Teo Navarro
Kaosenlared
16.05.2019
La guerra comercial entre Estados Unidos y China se ha
intensificado en los últimos días, con ambos países anunciando nuevos
aranceles a los bienes del otro.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dicho en repetidas
ocasiones que China pagará por las nuevas tarifas, pero su asesor
económico, Larry Kudlow, admitió el domingo que son las empresas
estadounidenses las que en realidad pagan los aranceles sobre los
productos traídos de China.
Entonces, ¿se equivoca Trump cuando dice que la guerra comercial es buena para Estados Unidos y genera miles de millones de dólares para el Tesoro?
¿Y quién perderá más a medida que el conflicto se intensifica?
¿Quién paga en realidad los aranceles de Estados Unidos?
Los importadores estadounidenses, no las empresas chinas, pagan los
aranceles en forma de impuestos al gobierno de EE.UU., confirma
Christophe Bondy, abogado de Cooley LLP.
Bondy, quien fue asesor sénior del gobierno canadiense durante las
negociaciones del acuerdo de libre comercio entre Canadá y la Unión
Europea, dice que es probable que estos costos adicionales simplemente se transfieran a los consumidores estadounidenses en forma de precios más altos.
“Ellos [los aranceles] tienen un efecto muy disruptivo en las cadenas de suministro”, afirma.
¿Cuál ha sido el impacto sobre China?
China sigue siendo el principal socio comercial de Estados Unidos, con un aumento de las exportaciones del 7% el
año pasado. Sin embargo, los flujos comerciales de este país a Estados
Unidos cayeron un 9% en el primer trimestre de 2019, lo que sugiere que
la guerra comercial está comenzando a afectar.
La guerra comercial se ha intensificado. GETTY IMAGES
A pesar de esto, Meredith Crowley, experta en comercio de la
Universidad de Cambridge, dice que no hay evidencia de que las empresas
chinas hayan reducido sus precios para intentar que las empresas
estadounidenses sigan comprando.
“Algunos exportadores de productos altamente sustituibles acaban
de salir del mercado debido a que las empresas estadounidenses
comenzaron a importar desde otros lugares. Sus márgenes son muy
reducidos y los aranceles claramente los están perjudicando”, concede
Crowley.
“Pero sospecho que los que venden productos altamente diferenciados
no han reducido sus precios, posiblemente porque los importadores
estadounidenses dependen demasiado de ellos“, agrega.
¿Cuál ha sido el impacto en Estados Unidos?
Según dos estudios académicos publicados en marzo, las empresas y los consumidores estadounidenses pagaron casi el costo total de los aranceles comerciales de Estados Unidos impuestos a las importaciones de China y otros lugares el año pasado
Los economistas del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, la
Universidad de Princeton y la Universidad de Columbia calcularon que las
tasas impuestas a una amplia gama de importaciones, desde acero hasta
lavadoras, cuestan a las empresas y consumidores de EE.UU. unos US$3.000 millones mensuales en impuestos adicionales.
También identificó otros US$1.400 millones en pérdidas relacionadas con un descenso de la demanda.
El segundo informe, escrito entre otros por Pinelopi Goldberg, economista jefa del Banco Mundial, también concluyó que los consumidores y las compañías estadounidenses estaban pagando la mayor parte de los costos de los aranceles.
Según su análisis, después de tomar en cuenta las represalias de
otros países, las mayores víctimas de las guerras comerciales de Trump
fueron los agricultores y los obreros en las áreas que apoyaron a Trump
en las elecciones de 2016.
Trump ha dicho que las empresas estadounidenses que importan de China
deberían buscar en otro lado, tal vez en Vietnam, o mejor aún, comprar
sus productos a los fabricantes estadounidenses.
Pero Bondy dice que no es tan simple.
“Lleva mucho tiempo reorientar la productividad y las cadenas de valor y todo eso tiene un costo”, explica.
“Tome las tarifas al acero que Estados Unidos impuso el año pasado;
no es como que de repente se están construyendo cientos de nuevas
fábricas en Estados Unidos”.
China también es una potencia industrial que empequeñece a sus rivales más cercanos, lo que dificulta su reemplazo en las cadenas de suministro globales.
¿Han funcionado alguna vez los aranceles?
Hay poca evidencia que sugiera que lo hayan hecho, afirman Crowley y Bondy.
En 2009, el presidente Obama estableció un fuerte arancel del 35%
sobre los neumáticos chinos, justificándolo con un aumento en las
importaciones que estaba costando empleos en Estados Unidos.
Sin embargo, una investigación del Instituto Peterson de Economía
Internacional en 2012 concluyó que el costo para los consumidores
estadounidenses por los precios más altos de los neumáticos fue de
alrededor de US$1.100 millones en 2011.
Aunque se salvaron cerca de 1.200 empleos de manufactura, el dinero
adicional que los consumidores estadounidenses gastaron redujo sus
gastos en otros productos minoristas, “reduciendo indirectamente el empleo en la industria minorista”, según el estudio.
“Agregando más a la columna de pérdidas, China tomó represalias
imponiendo aranceles ‘antidumping’ a las exportaciones estadounidenses
de partes de pollo, lo que le costó a la industria alrededor de US$1.000
millones en ventas”.
El único ejemplo que se suele dar para defender los aranceles es la
decisión del presidente de EE.UU., Ronald Reagan, de imponer tasas
elevadas a las motocicletas japonesas en 1983.
Se suele decir que esta decisión protegió a la fabricante de
motocicletas de EE.UU. Harley Davidson, que pasaba problemas, de una
oleada de competencia extranjera.
Pero algunos han argumentado que fueron los propios esfuerzos de la
compañía, incluida la modernización de sus fábricas y la construcción de
mejores motores, lo que realmente impulsó su recuperación.
¿Obligarán a China a negociar un trato los aranceles de Estados Unidos?
Crowley dice que los aranceles pueden llevar a China a la mesa de
negociaciones, pero no espera que el gigante asiático ofrezca cesiones
radicales.
“Sí, están experimentando una mayor desaceleración en el crecimiento y exportan más a EE.UU. que viceversa, por lo que sufrirán más una guerra comercial“.
“Pero no están realmente interesados en cambiar sus leyes, e incluso
si lo hicieran, ¿realmente tienen la cultura legal para hacerla
cumplir?”, se pregunta.
Bondy cree que las amenazas arancelarias de Trump son más bien para aumentar su base de votantes y conseguir titulares.
“Los aranceles son más fáciles de entender que el minucioso trabajo
de negociar conjuntos de reglas comunes sobre cosas como el
comportamiento de las entidades estatales, la protección de la propiedad
intelectual, el acceso justo a los mercados y las protecciones básicas
para los trabajadores y el medio ambiente”, sería el razonamiento.
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