viernes, 3 de junio de 2022

Kropotkin póstumo: la Ética, un siglo después

 



Kropotkin póstumo: la Ética, un siglo después

 

Por Rafael Cid

 KAOSENLARED.NET

03.06.2022

Si el pasado año 2021 se conmemoraba el centenario de la muerte del sabio anarquista Piotr Kropotkin (para evaluar su legado la FAL publicó un volumen colectivo de unas 400 páginas titulado Kropotkin cien años después), en este 2022 se cumple un siglo de la aparición del libro que recoge sus últimas voluntades, Ética, origen y evolución de la moral. Obra donde el pensador ruso trata de dar continuidad en el entorno humano a las investigaciones reseñadas en El apoyo mutuo, un factor de la evolución. Libro cuya primera edición fue publicada en Londres en 1902 a modo de respuesta al <<darwinismo social>> con que algunos discípulos de Charles Darwin, más papistas que el papa, habían enmarcado su famoso estudio sobre El origen de las especies. Consecuencia de los trabajos de campo realizados en Siberia, Kropotkin sostenía que la cooperación y la solidaridad son tan importantes en la preservación de la especie que la competencia y la rivalidad, opción mantenida machaconamente por los epígonos fundamentalistas del gran naturalista inglés pionero de la selección natural. Kropotkin lo precisaba en su introducción al Apoyo mutuo: «Pero la sociedad, en la humanidad, de ningún modo se ha creado sobre el amor ni tampoco sobre la simpatía. Se ha creado sobre la conciencia -aunque sea instintiva- de la solidaridad humana y de la dependencia recíproca de los hombres. Se ha creado sobre el reconocimiento inconsciente o semiconsciente de la fuerza que la práctica común de la ayuda mutua presta a cada hombre; sobre la dependencia estrecha de la felicidad de cada individuo de la felicidad de todos, y sobre los sentimientos de justicia o de equidad que obligan al individuo a considerar los derechos de cada uno de los otros como iguales a sus propios derechos».

Y si bien su Ética es un libro póstumo porque Kropotkin murió cuando solo había terminado la primera parte (la dedicada al origen y evolución de la moral, quedando pendiente el tramo teórico), su discurso debe interpretarse como un tratado destinado a mostrar que el <<apoyo mutuo>> ha sido un rasgo indeleble del proceso civilizatorio. Una idea que siempre estuvo presente en el imaginario kropotkiniano a lo largo de su intensa y azarosa vida de activista libertario. De hecho, aquel texto súbitamente interrumpido pretendía desarrollar in extenso lo anticipado en el folleto La moral anarquista de 1891, que iba encabezado con una significativa cita de Antonio Nayeñ: <<La excepción de la regla en el campo de las ideas corresponde a la Anarquía>> . Aunque habría que esperar hasta que las evidencias científicas contenidas en El Apoyo mutuo rubricaran ese desiderátum ideológico, los rasgos esenciales de lo que luego y a posteriori sería su legado ético ya estaban contenidos en esa precuela. Así, la necesidad de una comunidad basada en valores compartidos: (<< […] cuanto el principio de solidaridad igualitaria más se desarrolla en un grupo animal, convertido en costumbre, más probabilidades tiene de sobrevivir […] Imagínese cómo ese sentimiento llegaba a ser costumbre y se transmitía por herencia […] y se comprenderá el origen del sentimiento moral, que es una necesidad para el animal, como el alimento o el órgano destinado a ingerirlo>>). O el imperativo de la equidad como auténtica igualdad empática, excluyendo todo tipo de sanción: << […] ese principio de tratar a los demás como uno quiere ser tratado, ¿qué es sino el genuino principio de la Igualdad, el principio fundamental de la Anarquía? ¿Y cómo puede uno llegar a creerse anarquista sin ponerlo en práctica? No queremos ser gobernados. Pero por eso mismo, ¿no declaramos que no queremos gobernar a nadie? […] La felicidad de cada uno está íntimamente ligada a la felicidad de todos los que le rodean>>.

Es en el contexto de este plano-secuencia, con las posiciones insertas en El apoyo mutuo, donde hay que ubicar el malogrado proyecto de la Ética, origen y desarrollo de la moral, que encarnaba el anarquismo de Kropotkin, y que Nicolái Lebedev, su amigo y prologuista, resumía en el axioma: <<Sin igualdad no hay Justicia y sin justicia no hay Moral>>. Hasta tal punto ambos estudios están imbricados, que en su obra póstuma el pensador ruso denota los hallazgos de Darwin como inspiración para su historia de la ética. Si el apoyo mutuo era un factor de evolución (biológica), la ética lo es respecto a la moralidad (entre humanos). Contexto cuyo epicentro Kropotkin sitúa en el <<sentido del deber>>: <<La parte más importante de la Ética de Darwin es la explicación que da de la conciencia moral en el hombre, del sentido del deber y de los remordimientos de la conciencia>> (Ética, pág. 47. Ediciones Antorcha. 2017). Para insistir a continuación en el argumentario aristotélico del <<zoon politikón>> (el hombre como animal social): <<En esta identificación continua del individuo con la totalidad reside el origen de toda la Ética, de ella se han desarrollado todos los conceptos posteriores de la Justicia y los más amplios aún de la moralidad>> (Ibíd., pág. 66).

Fijado esa prioridad moral en la naturaleza, la historia de la ética analizada por Kropotkin se configura como una sucesión de etapas en el tiempo y en el espacio con el apoyo mutuo como vector de un desarrollo progresivo. Ciclos civilizatorios sin solución de continuidad, con sus flujos y reflujos en razón de cual sea el estímulo imperante, ora competencia ora cooperación. De los antiguos pobladores destaca la importancia del derecho consuetudinario que liga a sus integrantes a las normas de la colectividad: <<En una palabra, cuanto más antigua es la sociedad primitiva más rigurosamente se observa en ella la regla “cada uno para todos”>> (Ibíd., pág.80) Desde esa lógica, pero con un salto de siglos exponencial, el sociólogo Marcel Mauss conceptuó con el término don al contrato antropológico y el guerrillero anarquista ucraniano Néstor Majnó decía que <<la libertad de cada uno es responsabilidad de todos>>. De la Grecia clásica rescata la emancipación de la metafísica y el ejercicio de la razón: << […] aparecieron pensadores que se empeñaron en basar los conceptos morales no solo en el miedo a los dioses, sino en la comprensión de su propia naturaleza, en la estimación de sí mismo, en el sentimiento de su dignidad y en el estudio de sus finalidades intelectuales y morales superiores>> (Ibíd., pág. 87). Del cristianismo primitivo analiza su degradación a mano de una institucionalización jerárquica y centralizada y su espíritu de intolerancia :<< […] el principal mandamiento de Cristo que consistía en devolver bien por el mal fue repudiado muy pronto por los cristianos […] De modo que al fin y al cabo la venganza por medio de los tribunales, hasta en sus formas más crueles, se ha convertido en un atributo de lo que se llama Justicia en los Estados y en la Iglesia cristiana>> (Ibíd., pág. 80).

Con la misma mirada escrutadora Kropotkin pasa revista a las ideas morales de la Edad Media y del Renacimiento y registra las aportaciones de Hobbes, Spinoza y Locke, dedicando especial atención a la mutación que introduce el autor de El Leviatán como precursor del contrato social, cuya taxonomía aún perdura urbi et orbi. Kropotkin hace recaer sobre Thomas Hobbes el haber relanzado, legalizado y legitimado el <<miedo mutuo>> y la hostilidad como modelo en que cifrar la organización civil. <<Con su obra sobre el Estado, Hobbes sentó por primera vez la afirmación de que el hombre no es de ningún modo el “animal social” nacido ya con costumbres societarias del cual había hablado Aristóteles, sino todo lo contrario, homo homini lupus, el hombre es lobo para el hombre>> (Ibíd., pág.139). Añadiendo seguidamente sobre las consecuencias de lo que considera una mutación del devenir positivo:<<Es preciso un poder que organice la moral social con la amenaza del castigo y a este poder, de un hombre aislado o de una reunión de hombres, tienen todos que obedecer incondicionalmente. En el Estado, igual que en la naturaleza, es la fuerza la que crea el Derecho. El estado natural de los hombres es la guerra de todos contra todos. El Estado defiende la vida y los bienes de sus súbditos al precio de la obediencia absoluta. La voluntad del Estado es la ley suprema>> (Ibíd., pág.142).

El libro de referencia se completa con reflexiones sobre <<Teorías morales francesas de los siglos XII y XVIII>>; <<La ética del sentimiento de Shaftesbury a Adam Smith>>, de este último observa que aunque el creador de la Riqueza de las naciones <<no escribió una sola palabra sobre la igualdad de derechos entre los hombres […] estudió cómo se desarrolla en el hombre la conciencia moral, “ese espectador imparcial que existe dentro de nosotros”>> (Ibíd., pág.181); <<La filosofía moral de Kant y sus sucesores>>; << Teorías morales de la primera mitad del siglo XIX>>; <<La Ética del socialismo y el evolucionismo>>; <<Teorías morales de Spencer>>; y <<La ética de Guyau>>, capítulo con el que rubrica su periplo filosófico. No sin antes anunciar como colofón el propósito de probar que <<si la costumbre tiene su origen en la historia del desarrollo de la humanidad, entonces la conciencia moral tiene su origen en una causa más profunda, en la conciencia de la igualdad de derechos que se desarrolla fisiológicamente en el hombre así como en los animales sociales>> (Ibíd., pág.280). Tesis que su fallecimiento en Dmitrov (Rusia) el 8 de febrero de 1921 dejó en barbecho.

Visto en perspectiva, la Ética de Kropotkin resulta fruto de una doble experiencia vital e intelectual. La de la observación de la naturaleza que plasmó en El apoyo mutuo, un factor de la evolución, y la de su propia realidad como anarquista que llevaba un mundo nuevo en el corazón. De suyo, los dos elementos capitales del ideal moral, el dominio de sí mismo y la conciencia del deber, quedaron plasmados en los principios de la Primera Internacional, donde Kropotkin militó. Dos lemas de la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) hoy casi arrumbados que prescriben orgullosamente: <<la emancipación de los trabajadores debe ser obra de los trabajadores mismos>> y <<no más deberes sin derechos ni más derechos sin deberes>>. Una solidaridad comprometida y responsable que inspiró al ácrata gaditano Fermín Salvochea al proclamar: <<mi patria es el mundo, mi familia la humanidad, mi religión hacer el bien>>.

El ciclo se ha cerrado en falso y las consecuencias son devastadoras (emigraciones masivas, desigualdades lacerantes, pandemias, guerras, amenazas nucleares, emergencia climática, militarización de la convivencia, etc.). El apoyo mutuo en las especies se llama ética en los humanos. Precisamente el hálito que intentaron plasmar en actos los internacionalistas antes que la ciencia y la sapiencia lo confirmara como un vector de evolución positiva. También lo que la combinación del Estado y el Capital, esa distopia que filantrópicamente no gobierna, se ha encargado de extirpar del horizonte existencial. La vertical del poder, troquelada a golpe de competencia-rivalidad y dependencia-sumisión. Para así preñar una sociedad-caverna de súbditos sin más derechos que los que otorgan graciosamente desde lo más alto de la empalizada. Porque extirpada la conciencia del deber y la autonomía del sujeto (el factor humano solidario) difícilmente alcanzaremos a ser aquello que por naturaleza debíamos llegar a ser. El darwinismo social es hoy la moneda de curso legal y la resignación masificada la marca del sistema. Resulta más cómodo la obediencia debida y que otros decidan por uno. ¿Derechos con deberes y deberes con derechos? Por favor, ya son ganas de fastidiar: es muy molesto asumir responsabilidades. No mires arriba que es peor.

(Nota. Este artículo se ha publicado en el número de Junio de Rojo y Negro)

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DONBASS. ¿Por qué hablan de 100 días de guerra si empezó en el 2014?

 

DONBASS. ¿Por qué hablan de 100 días de guerra si empezó en el 2014?

 

INSURGENTE.ORG / 3 junio 2022

 

La Falsimedia dice que hoy se cumplen 100 días de la guerra en Ucrania. Transmitir amnesia es su principal labor y, en este caso, se confirma.

Jamás van a informar de que en Ucrania había un gobierno democrático que sufrió un golpe de Estado por los partidarios de la UE y la OTAN. Que la región de Donbass vio en ello el momento adecuado para profundizar en su independencia, que hubieron dos referéndums que así lo confirmaron y que al nuevo gobierno golpista de Kiev no le gustó y movilizó a su ejército provocando miles de muertos, secuestros y torturas. Todo esto ocurre desde el año 2014, sin que trascienda en los medios, sin campañas solidarias ni premios de Eurovisión. Por eso, y para desesperación de las terminales informativas occidentales, el ejército ruso es visto en Donbass como libertador, y los civiles les informan de dónde se esconden los nazis de Azov. Tampoco sobre esto hablará el Telediario. En Donbass llevaban muchos años ocupados.

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Chacales y árabes

 

Tal día como hoy de 1924 moría en Kierling, Austria, a los 40 años, Franz Kafka. Iniciador de la profunda renovación que experimentaría la novela europea en las primeras décadas del siglo XX, lo recordamos mediante este breve y emblemático cuento.


Chacales y árabes

 

Franz Kafka

El Viejo Topo

3 junio, 2022 



Chacales y árabes

 

Acampábamos en el oasis. Los viajeros dormían. Un árabe, alto y blanco, pasó adelante; ya había alimentado a los camellos y se dirigía a acostarse.

Me tiré de espaldas sobre la hierba; quería dormir; no pude conciliar el sueño; el aullido de un chacal a lo lejos me lo impedía; entonces me senté. Y lo que había estado tan lejos, de pronto estuvo cerca. El gruñido de los chacales me rodeó; ojos dorados descoloridos que se encendían y se apagaban; cuerpos esbeltos que se movían ágilmente y en cadencia como bajo un látigo.

Un chacal se me acercó por detrás, pasó bajo mi brazo y se apretó contra mí como si buscara mi calor, luego me encaró y dijo, sus ojos casi en los míos:

-Soy el chacal más viejo de toda la región. Me siento feliz de poder saludarte aquí todavía. Ya casi había abandonado la esperanza, porque te esperábamos desde la eternidad; mi madre te esperaba, y su madre, y todas las madres hasta llegar a la madre de todos los chacales. ¡Créelo!

-Me asombra -dije olvidando alimentar el fuego cuyo humo debía mantener lejos a los chacales-, me asombra mucho lo que dices. Sólo por casualidad vengo del lejano Norte en un viaje muy corto. ¿Qué quieren de mí, chacales?

Y como envalentonados por este discurso quizá demasiado amistoso, los chacales estrecharon el círculo a mi alrededor; todos respiraban con golpes cortos y bufaban.

-Sabemos -empezó el más viejo- que vienes del Norte; en esto precisamente fundamos nuestra esperanza. Allá se encuentra la inteligencia que aquí entre los árabes falta. De este frío orgullo, sabes, no brota ninguna chispa de inteligencia. Matan a los animales, para devorarlos, y desprecian la carroña.

-No hables tan fuerte -le dije-, los árabes están durmiendo cerca de aquí.

-Eres en verdad un extranjero -dijo el chacal-, de lo contrario sabrías que jamás, en toda la historia del mundo, ningún chacal ha temido a un árabe. ¿Por qué deberíamos tenerles miedo? ¿Acaso no es un desgracia suficiente el vivir repudiados en medio de semejante pueblo?

-Es posible -contesté-, puede ser, pero no me permito juzgar cosas que conozco tan poco; debe tratarse de una querella muy antigua, de algo que se lleva en la sangre, entonces concluirá quizá solamente con sangre.

-Eres muy listo -dijo el viejo chacal; y todos empezaron a respirar aún más rápido, jadeantes los pulmones a pesar de estar quietos; un olor amargo que a veces sólo apretando los dientes podía tolerarse salía de sus fauces abiertas-, eres muy listo; lo que dices se corresponde con nuestra antigua doctrina. Tomaremos entonces la sangre de ellos, y la querella habrá terminado.

-¡Oh! -exclamé más brutalmente de lo que hubiera querido- se defenderán, los abatirán en masa con sus escopetas.

-Has entendido mal -dijo-, según la manera de los hombres que ni siquiera en el lejano Norte se pierde. Nosotros no los mataremos. El Nilo no tendría bastante agua para purificarnos. A la simple vista de sus cuerpos con vida escapamos hacia aires más puros, al desierto, que por esta razón se ha vuelto nuestra patria.

Y todos los chacales en torno, a los cuales entre tanto se habían agregado muchos otros venidos de más lejos, hundieron la cabeza entre las extremidades anteriores y se la frotaron con las patas; habríase dicho que querían ocultar una repugnancia tan terrible que yo, de buena gana, con un gran salto hubiese huido del cerco.

-¿Qué piensan hacer entonces? -les pregunté al tiempo que quería incorporarme, pero no pude; dos jóvenes bestias habían mordido la espalda de mi chaqueta y de mi camisa; debí permanecer sentado.

-Llevan la cola de tus ropas -dijo el viejo chacal aclarando en tono serio-, como prueba de respeto.

-¡Que me suelten! -grité, dirigiéndome ya al viejo, ya a los más jóvenes.

-Te soltarán, naturalmente -dijo el viejo-, si tú lo exiges. Pero debes esperar un ratito, porque siguiendo la costumbre han mordido muy hondo y sólo lentamente pueden abrir las mandíbulas. Mientras tanto escucha nuestro ruego.

-No diré que el comportamiento de ustedes me ha predispuesto a ello -contesté.

-No nos hagas pagar nuestra torpeza -dijo, empleando en su ayuda por primera vez el tono lastimero de su voz natural-, somos pobres animales, sólo poseemos nuestra dentadura; para todo lo que queramos hacer, bueno o malo, contamos únicamente con los dientes.

-¿Qué quieres entonces? -pregunté algo aplacado.

-Señor -gritó, y todos los chacales aullaron; a lo lejos me pareció como una melodía-. Señor, tú debes poner fin a la querella que divide el mundo. Tal cual eres, nuestros antepasados te han descrito como el que lo logrará. Es necesario que obtengamos la paz con los árabes; un aire respirable; el horizonte completo limpio de ellos; nunca más el lamento de los carneros que el árabe degüella; todos los animales deben reventar en paz; es preciso que nosotros los vaciemos de su sangre y que limpiemos hasta sus huesos. Limpieza, solamente limpieza queremos -y ahora todos lloraban y sollozaban-, ¿cómo únicamente tú en el mundo puedes soportarlos, tú, de noble corazón y dulces entrañas? Inmundicia es su blancura; inmundicia es su negrura; y horrorosas son sus barbas; ganas da de escupir viendo las comisuras de sus ojos; y cuando alzan los brazos en sus sobacos se abre el infierno. Por eso, oh señor, por eso, oh querido señor, con la ayuda de tus manos todopoderosas, con la ayuda de tus todopoderosas manos, ¡córtales el pescuezo con esta tijera! -Y, a una sacudida de su cabeza, apareció un chacal que traía en uno de sus colmillos una pequeña tijera de sastre cubierta de viejas manchas de herrumbre.

-¡Ah, finalmente apareció la tijera, y ahora basta! -gritó el jefe árabe de nuestra caravana, que se nos había acercado contra el viento y que ahora agitaba su gigantesco látigo. Todos escaparon rápidamente, pero a cierta distancia se detuvieron, estrechamente acurrucados unos contra otros, tan estrecha y rígidamente los numerosos animales, que se los veía como un apretado redil rodeado de fuegos fatuos.

-Así que tú también, señor, has visto y oído este espectáculo -dijo el árabe riendo tan alegremente como la reserva de su tribu lo permitía.

-¿Sabes entonces qué quieren los animales? -pregunté.

-Naturalmente, señor -dijo-, todos lo saben; desde que existen los árabes esta tijera vaga por el desierto, y viajará con nosotros hasta el fin de los tiempos. A todo europeo que pasa le es ofrecida la tijera para la gran obra; cada europeo es precisamente el que les parece el predestinado. Estos animales tienen una esperanza insensata; están locos, locos de verdad. Por esta razón los queremos; son nuestros perros; más lindos que los de ustedes. Mira, reventó un camello esta noche, he dispuesto que lo traigan aquí.

Cuatro portadores llegaron y arrojaron el pesado cadáver delante de nosotros. Apenas tendido en el suelo, ya los chacales alzaron sus voces. Como irresistiblemente atraído por hilos, cada uno se acercó, arrastrando el vientre en la tierra, inseguro. Se habían olvidado de los árabes, habían olvidado el odio; la obliteradora presencia del cadáver reciamente exudante los hechizaba. Ya uno de ellos se colgaba del cuello y con el primer mordisco encontraba la arteria. Como una pequeña bomba rabiosa que quiere apagar a cualquier precio y al mismo tiempo sin éxito un prepotente incendio, cada músculo de su cuerpo zamarreaba y palpitaba en su puesto. Y ya todos se apilaban en igual trabajo, formando como una montaña encima del cadáver.

En aquel momento el jefe restalló el severo látigo a diestra y siniestra. Los chacales alzaron la cabeza, a medias entre la borrachera y el desfallecimiento, vieron a los árabes ante ellos, sintieron el látigo en el hocico, dieron un salto atrás y corrieron un trecho a reculones. Pero la sangre del camello formaba ya un charco, humeaba a lo alto, en muchos lugares el cuerpo estaba desgarrado. No pudieron resistir; otra vez estuvieron allí; otra vez el jefe alzó el látigo; yo retuve su brazo.

-Tienes razón, señor -dijo-, dejémoslos en su oficio; por otra parte es tiempo de partir. Ya los has visto. Prodigiosos animales, ¿no es cierto? ¡Y cómo nos odian!

FIN

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DENIS GRIGORYUK. Mariúpol después de los combates

 

DENIS GRIGORYUK. Mariúpol después de los combates

INSURGENTE.ORG / 1 junio 2022

 


Era una Mariúpol diferente. En cada viaje la ciudad ha cambiado poco a poco. Pero esta vez hubo un marcado contraste. No estaba acostumbrado a conducir por Mariúpol y no oír los disparos, por no mencionar el hecho de que esta vez ni siquiera se me ocurrió llevar el chaleco antibalas y el casco. Los combatientes de Azov se habían rendido, por lo que no era necesario utilizar la artillería. En consecuencia, uno podía moverse por la ciudad sin temor a que en algún momento llegara un proyectil de la OTAN desde Azovstal o que un francotirador de las AFU se alojara en una de las casas incendiadas.  Sin embargo, un avión estaba dando vueltas en algún lugar alto, pero nadie prestó atención al sonido.


Había algo de tráfico en las carreteras. Todavía había coches que circulaban por la ciudad con matrículas ucranianas, pero la inserción azul y amarilla estaba a menudo tapada con cinta adhesiva. Lo mismo se hizo en 2014 en Donetsk y otras ciudades de Donbass. Los emprendedores incluso empezaron a imprimir pegatinas con banderas de Novorossiya y la DNR. Había que satisfacer la demanda. En Mariúpol han utilizado hasta ahora medios improvisados: cinta adhesiva de colores neutros. Pero también hubo opciones creativas con la adición de la cinta de San Jorge. La gente pacífica incluso pega la “Z” en sus ventanas. Conocí a un muchacho que estaba encantado de ver un coche así. Después me di cuenta de que tenía una “Z” en el brazo, dibujada con un bolígrafo. Debe haber estado divirtiéndose en clase. Sobre el proceso de aprendizaje un poco más tarde.

La aparición de coches en las carreteras de Mariúpol se debe a la puesta en marcha de varias gasolineras. Hablando de transporte, quizá el medio más popular en condiciones de combate sea la bicicleta. Los residentes de Mariúpol de diferentes edades, desde los más pequeños hasta los más grandes, siguen montando en ellos. Llevan ayuda humanitaria, y en general es más rápido moverse por la ciudad.

Otra innovación relacionada con el transporte es la puesta en marcha de varias rutas de autobús. Los que sobrevivieron fueron utilizados. La mayoría se quemó porque los combatientes del ejército ucraniano utilizaron los autobuses como barricadas. Los que ahora corren por Mariúpol también son difíciles de llamar intactos. Algunos tendrán vidrios rotos, otros tendrán plástico en su lugar, pero aun así, los residentes de Mariúpol ya pueden utilizar el transporte municipal. Los autobuses son pocos y poco frecuentes, por lo que mucha gente se reúne en las paradas. Se apiñan y se dirigen a su destino.


El proceso de aprendizaje



El lugar donde teníamos un neumático de camión blindado en uno de nuestros viajes ya no era un carril de tierra. Ahora puedes conducir por aquí libremente sin miedo a quedarte sin neumático. Nos dirigimos a un patio vecino, donde resultó ser la Escuela 53. Fue uno de los primeros en reanudar las clases. Este distrito fue liberado primero, siendo la calle Uritskogo (bajo el dominio ucraniano de Filipp Orlik) una de las menos afectadas. Hay impactos en edificios residenciales, pero no son críticos. No hay edificios “negros”. Lo más frecuente es que haya ventanas rotas o paredes cortadas por la metralla. Los lugareños se han equipado con “cocinas de campaña”, pequeñas habitaciones con braseros. Los residentes de Mariúpol los utilizan para cocinar sus comidas, ya que todavía no hay líneas de comunicación. Sin embargo, hay electricidad en algunos lugares. Por eso hay una consulta de dentista en la esquina de una de las casas. También se encendieron lámparas en las aulas de las escuelas.

Desde el 19 de abril, los escolares vuelven a estudiar, a pesar de que todavía hay combates en la ciudad. Niños de diferentes distritos de Mariúpol vinieron aquí para recibir clases. Algunos.


tardaron hasta 2 horas en llegar a las clases. El primer día acudieron a las clases 472 niños. En este momento hay casi 1500 niños estudiando en la escuela nº 53.

“Ese número ha crecido literalmente cada día. Un gran número de personas: padres, abuelos, vinieron preguntando y queriendo empezar las clases. Intentamos satisfacer todas las necesidades de los niños y organizamos el proceso de aprendizaje. Hay más niños ahora que antes del 24 de febrero”, dijo el director de la escuela nº 53.

El profesor dijo que ahora hay 9 escuelas en Mariúpol. No muy lejos de la escuela nº 53, se ha abierto otra escuela. La situación es la misma en otros distritos, donde el proceso educativo también se reanuda en los edificios escolares supervivientes. El número de niños está disminuyendo gradualmente a medida que los padres trasladan a sus hijos a escuelas más cercanas a sus hogares. Pero el proceso es lento, por lo que ahora hay hasta 40 niños en algunas clases.

“Hay suficientes profesores. Tenemos 58 profesores. Alrededor del 50% de ellos son los que han trabajado en nuestra escuela. Algunos de ellos quieren volver a sus escuelas el 1 de septiembre. Pero por el momento se encuentran temporalmente en asentamientos cercanos o viven en zonas de difícil acceso. Nuestra gente está volviendo”, dijo el director.

Los niños recibirán clases según el plan de estudios del DNR. El personal docente lo ha recibido y está familiarizado con las recomendaciones metodológicas. Los profesores ya están trabajando de acuerdo con el nuevo plan de estudios. El proceso de enseñanza en la República se ha ampliado hasta el 1 de julio para recuperar lo perdido durante los combates.


Ayuda humanitaria

El edificio de la escuela también se utiliza como punto de recogida de ayuda humanitaria de diversas organizaciones de Rusia. Aquí se trae harina, papel higiénico y agua. En el guardarropa se colocan cajas de harina, aceite y botellas de cinco litros de agua. En el pasillo hay depósitos en los que se recoge el agua.

Otro de los lugares donde más se distribuye la ayuda humanitaria es la Iglesia del Velo Protector de la Madre de Dios. Está situado en el centro de Mariupol, junto al famoso Teatro Dramático. El edificio de la iglesia está inacabado. Los daños son mínimos. Aquí fui testigo de cómo los socorristas rusos repartían cajas de alimentos a los necesitados, ahora todos los residentes de Mariupol.

Íbamos por la avenida Mira (también conocida como Lenina) pero nos detuvimos frente al Dramatheatre. Había mucha gente aquí. La noticia se transmitió “de boca en boca”. Los camiones de la Cruz Roja estaban aparcados frente al teatro. Los lugareños se arremolinaron en torno a ellos. Se formaron enormes colas. Las personas se dividieron en categorías. Había pensionistas en una categoría, personas con niños en otra, discapacitados en la tercera y todos los demás en la cuarta.

También había un vehículo del Ministerio de Situaciones de Emergencia de Rusia. El hecho de que el personal de la Cruz Roja repartiera la ayuda al ritmo de las canciones de Denis Maidanov, que sonaban desde los altavoces del coche de los socorristas rusos, fue un poco trolling. Pero ese no era su principal objetivo. Los habitantes de Mariupol pudieron cargar sus aparatos con un equipo especial del Ministerio de Situaciones de Emergencia ruso. Aquí también me encontré con un hombre que se había acercado a nosotros el 9 de mayo en otra parte de la ciudad y preguntó por un generador para cargar las baterías de su bicicleta. Ahora estaba sentado en el suelo, charlando con otros hombres, y a sus pies estaba su vehículo, del que salían cables. Cerca estaban los teléfonos inteligentes y las tabletas.

En la cola habló con una de las mujeres. Hablaba en un ruso claro, incluso sin el característico acento del Donbás. Resultó que era de ascendencia rusa y bielorrusa. La mujer trabajó durante un tiempo en un centro de enseñanza superior en Mariupol. Me contó cómo en 2014 se les acercó un aspirante de las AFU. El joven insistió en que le hablaran exclusivamente en ucraniano. Por ello, todo el grupo tuvo que recibir clases en ucraniano. Aunque todos los demás estudiantes eran de habla rusa. Pero el tipo era activo y promovía su punto de vista, imponiendo sus ideas sobre la lengua que debía hablarse en Ucrania. La mujer trató de hacerle cambiar de opinión, diciendo que Donbass era una región de habla rusa y que no había necesidad de imponer su idioma aquí. El tipo se mantuvo firme. Sin embargo, algún tiempo después empezó a hablar ruso e incluso dijo que había reconsiderado sus opiniones, pero le llevó varios años.

– ¿Y dónde vives?

– En ninguna parte. Ahora estoy sin hogar. Tengo dos pisos destruidos”, se quejó la mujer. – ¿Sabes lo que dijo mi nieto cuando nos cayó el proyectil? – Había un niño de unos 10 años junto a ella. – Me dijo: “¡Abuela, quiero vivir!” ¿Te lo imaginas?

En esta parte de la ciudad la comunicación del operador republicano “Phoenix” funciona perfectamente. Pero no todos los habitantes de Mariupol disponen de tarjetas SIM. Por eso siguen aislados del espacio mediático. Inmediatamente empecé a recibir notificaciones de las redes sociales. Aquí también funcionaba Internet. Leí en la red la noticia de que las autoridades de San Petersburgo habían decidido rehabilitar uno de los barrios de Mariupol. Los locales se enteraron de esta información por nosotros. Se extenderá más por medio del mismo “boca a boca”.

La noticia de la restauración es una de las más bienvenidas. Los habitantes de Mariupol se preguntaban por el destino de la ciudad y, por supuesto, de las empresas industriales donde trabajaba la mayor parte de la ciudad. La noticia de que se haría hincapié en el turismo no hizo muy feliz a los habitantes de Mariupol. Aunque el negocio turístico era popular, pero Azovstal, la planta de Ilyich y demás daban lugares de trabajo.


Con vistas a Azovstal

Íbamos por las calles, que ya me eran familiares. Los recordaba por sus “hitos”, que ya habían desaparecido. Aquí había un coche “Tesla”, que había sido retirado; había un tanque golpeado, que también ha desaparecido; un poco más lejos había autobuses quemados, que han desaparecido. El paso estaba ahora libre.


Nuestro coche estaba aparcado en el lugar donde había un Volga con la inscripción “Voluntario”. También había sido eliminado. La carretera estaba ahora abierta y se podía conducir hasta el edificio dañado del DOSAAF de forma totalmente gratuita. Saqué las maletas del maletero y me dirigí hacia el arco marcado como “Niños”. Hay un pequeño patio en el que ya he estado algunas veces. Era imposible ir allí con las manos vacías. Así que he traído zumo, artículos de papelería y peluches. Es algo pequeño, pero los niños de la zona son felices incluso con cosas tan sencillas. Es casi un día de fiesta para ellos. Pero aquí no había niños. El patio había sido limpiado. Antes había juguetes por todas partes, una tienda de campaña para niños y un generador. Ahora sólo había dos ancianos en el patio. Dijeron que los niños, junto con sus familias, habían ido a donde podían. No quería llevar los regalos de vuelta a Donetsk, así que fuimos a los patios vecinos donde estaban los niños.

Allí conocimos a niños de todas las edades. La mayoría eran escolares. Nos pusimos a hablar con Dasha y Nastya, dos amigas sonrientes. Las chicas resultaron ser charlatanas y estuvieron encantadas de conceder entrevistas. Nastya quiere convertirse en una estrella de la televisión, ya que antes sus ídolos eran blogueros que, además de sus blogs, aparecían regularmente en la televisión.

Nastya volvió a la escuela el día anterior. Su madre la inscribió en una escuela cercana recién inaugurada. Antes de todo esto, la niña iba a la escuela nº 1. Estaba unas calles más arriba. Estaba a un tiro de piedra, pero ahora está completamente destruido. Junto a las ruinas hay un tanque oxidado. Hemos traído al actor ruso Vladimir Steklov para que demuestre las consecuencias de las operaciones militares. Desde este punto hay una vista de Azovstal.

Sería más exacto decir que el maltrecho tanque se quedó aquí. Subiendo por la calle, me fijé en una grúa del Ministerio de Emergencias ruso. Los socorristas estaban desmontando los restos. Los restos oxidados del otrora vehículo de combate ya estaban sobre la maquinaria especial. Uno de los rescatistas estaba caminando sobre ellos, asegurando el tanque para su transporte. En ese momento, una grúa levantó una chatarra de metal: antes había sido un coche de pasajeros. El líquido fluyó del bollo.

Esta imagen describe elocuentemente lo que está ocurriendo en Mariupol. En cuanto los Azov se rindieron, se hizo el silencio. Inmediatamente después, comenzó el proceso de limpieza de las secuelas de las hostilidades. Por ejemplo, se retiró el techo derrumbado del destruido Teatro Drama. Aquí se eliminó un tanque de impacto. En otras partes de la ciudad, se están limpiando las calles, retirando la basura y poniendo en marcha el transporte público, que ahora puede circular por las carreteras donde antes yacían los restos de los vehículos blindados.

Poco a poco, la paz está volviendo a Mariupol. Eso no quiere decir que todo esté tranquilo aquí. Todavía hay muchos proyectiles sin explotar en la ciudad. Los ecos de la guerra seguirán haciéndose sentir, pero el proceso de desminado ha comenzado. La reconstrucción comenzará a continuación. Según el jefe del DNR, Denis Pushylin, el 60% de los edificios no pueden ser reconstruidos. Habrá que demolerlos y construir nuevos bloques de pisos en su lugar, para que los habitantes puedan volver poco a poco a la vida pacífica y olvidar los meses de guerra como un mal sueño.

(Servicio analítico del Donbass)

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