Informes de la polícía acerca de las manifestaciones vecinales en Gomonal demuestran lo que algunos refractarios a los medios de des información amantes de las politicas del PP ya sabiamos: que no existían cestos de chirimoyas soterrados en el jardín ni comando itinerante alguno que metiera candela a los contenedores que sirviera de inspiración al basta ya que decían los vecinos, contra la corrupción en Burgos, por poner un ejemplo.
De donde hay que deducir, y en esas estamos, que el Alcalde de Burgos no hacía más que cumplir con la normalidad establecida y fomentada en el PP, dentro del más estricto y escrupuloso cumplimiento de la filosofía Zaplaniana, mejorando lo presente, de que en política se estaba para ganar dinero, por lo que ya digo, es normal que el Alcalde de Burgos viva donde vive y en las condiciones que vive, según el artículo que se reproduce más abajo, siempre, Dios me libre, y aparte de mi pensamientos mal sanos, y presuponiendo como no podría ser de otra manera, la presunción de inocencia a la que todo delincuente tiene derecho, ¡chis pum!
Si nos pusiéramos en plan cafre, que no es el caso ni mucho menos, nos liaríamos a joder la marrana para gozarla cual macho de marrana en un charco. Pero no es momento de sacar los colores a nadie, no sea que se prenda la llama de la revolución social, ¡con la faltita que esta haciendo!, y poner a cada corrupto delante de su carcelero, sino tiempos navideños recien pasados para el amor de San José para con los ratones de Belén y esas cosas, que es que son un caso estos ratones, por lo que viene al caso hablar de la normalidad de la familia José María Aznar y Botella, y nadie vea en esto que yo lo que quiero decir es que el tal José María Aznar en un borrachuzo ocasional televisado, que va, que va... y del presidente de la Comunidad de Madrid, señor González, que es otro normalizado dentro del PP, para dejar al Alcalde de Burgos situado en el centro de la normalidad jefaturizada del PP, ni más ni menos.
Y dicho y hecho, a la normalidad del PP que nos tiramos de cabeza y salga el sol por donde quiera, que un día es un día:
Familia José María Aznar y Botella, ¡vaya por Dios, hombre, que casualidad de casualidades!, con sus ahorros como cualquier parado que se tenga por tal, se compraron un ático en Marbella a toca teja, precisamente, en un edifico que era ilegal. ¡Hostias petaca que mala suerte la de esta familia Aznar y Botella, que el constructor les engañó de malas maneras!
González jefe autonómico del PP de Madrid: la zaragata que tiene liada con el director de El Mundo, que si se compró que si no se compró otro atico en sitio lujosazo y que si el atíco era o no era o dejaba de ser de una empresa, que qué se yo lo que pasa o deja de pasar con esta empresa que si está o no está en Panamá. Y no me culpen a mi de este lío, que si digo o no digo, o que si verde las han segado, que la culpa la tiene el señor ministro del Interior, también del PP, que no aclaró el caso González-ático-Panamá, porque apartó a los policias que investigaba el caso para que no le calentara los cascos, porque cascos no hay más que uno, Cascos, el ex ministro, también del PP, que le subía el presupuesto del AVE Madrid-Barcelona, que hay que ver como le subía, y a tí te encotré en una lista electoral, cuco, que es que eres muy cuco, ministro. Y entre Cascos y cascos acabo, que no le quiero calentar los cascos a nadie.
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El alcalde de Burgos vive en un ático de lujo
edificado por los constructores de la obra de Gamonal
Las empresas
que recibieron las adjudicaciones para el polémico bulevar construyeron el
edificio donde vive el alcalde
La vivienda aparece
escriturada en 167 metros cuadrados, pero la información del registro no cuadra
con la realidad
El alcalde y
su esposa también son propietarios de dos plazas de garaje y un trastero en el
mismo residencial, que fue construido tras una recalificación aprobada por el
PP
La
arquitecta del edificio es Blanca Méndez, hija de Méndez Pozo y amiga del
alcalde, que acudió a su boda
20/01/2014
El alcalde
de Burgos, Javier Lacalle.
Desde el
Ayuntamiento de Burgos, hace días que insisten en una idea: que el famoso
constructor condenado por corrupción Antonio Miguel Méndez Pozo no tiene nada
que ver con la polémica obra de Gamonal. Sin embargo, una de sus empresas ganó
el concurso para diseñar el proyecto, y otra de las adjudicatarias, la
constructora Arranz Acinas, es aliada de Méndez Pozo en varios negocios.
Méndez Pozo y Arranz Acinas son socios en la
concesión del hospital público de Burgos, en una empresa de hormigón, en unas
parcelas de Palencia, en la circunvalación de Burgos…, y también edificaron
juntos una de las urbanizaciones céntricas más conocidas de la ciudad: el
Residencial San Agustín, unas viviendas construidas junto al nuevo bulevar
ferroviario. Uno de los pisos más caros del residencial es, precisamente, el
ático de lujo donde vive el alcalde de la ciudad, Javier Lacalle: una vivienda
de la que el alcalde no ha informado en su declaración de bienes en el
Ayuntamiento, construida sobre terrenos recalificados por el PP y cuya
descripción en el Registro de la Propiedad no coincide con la realidad.
Javier
Lacalle era concejal del Ayuntamiento de Burgos cuando se recalificó la parcela
y, más tarde, primer teniente de alcalde y responsable de Urbanismo cuando se
terminó de construir. Desde ese puesto, fue uno de los principales impulsores
de la mayor operación urbanística de la ciudad: el bulevar ferroviario, levantado sobre las
antiguas vías del tren. Esta operación supuso la recalificación y
revalorización de numerosos terrenos, muchos de ellos de Méndez Pozo, además de
un gran agujero en las cuentas de la ciudad. El Ayuntamiento de Burgos ya lleva
gastados en el bulevar 63 millones de euros que todavía hoy debe a los bancos.
El proyecto completo del bulevar ferroviario aún está sin terminar.
Los terrenos
sobre los que se levantó el Residencial San Agustín, junto al bulevar
ferroviario, pertenecían a la Diputación de Burgos, gobernada por el PP. Eran
parte del antiguo Hospital Provincial, y fueron vendidos a un consorcio de
cinco empresas constructoras entre las que, como es habitual en la ciudad,
estaban Méndez Pozo y Arranz Acinas. La Diputación se quedó con uno de los
edificios del antiguo hospital, que transformó en una residencia universitaria,
y el Ayuntamiento con otro, que rehabilitó como centro cívico, con una piscina
cubierta. El resto se vendió a los constructores. Antes de firmar ese convenio,
el Ayuntamiento modificó el PGOU (Plan General de Ordenación Urbana) de la
ciudad para aumentar la edificabilidad de la zona en un 25%.
El edificio
donde se encuentra el ático de Lacalle. Imagen: Google Maps.
El alcalde
de Burgos compró sobre plano su primera vivienda en el Residencial San Agustín
el mismo año en que fue nombrado concejal de Urbanismo, en 2003, según figura
en su declaración de bienes. Era una casa de 84 metros cuadrados construidos y
dos habitaciones. Pero a principios de 2012 –ya siendo alcalde–, Javier Lacalle
se cambió de casa dentro del mismo edificio a una de las mejores viviendas: un
ático en el décimo piso de 167 metros cuadrados construidos y con amplias
vistas a la ciudad, según fuentes que conocen directamente la vivienda.
El alcalde
vendió su anterior piso a uno de sus subordinados: al gerente de Servicios
Sociales del Ayuntamiento, Álvaro Varona Cristóbal. Varona cobra 69.000 euros
brutos anuales y es uno de los cargos municipales mejor
pagados en Burgos, en un puesto designado directamente por el
alcalde. Tiene 32 años y milita en el PP desde los 18, tal y como ha explicado
en conversación telefónica con eldiario.es. Según Varona, la compraventa se cerró
"al mismo precio que dio la tasación que hizo la Caja Laboral", que
le concedió la hipoteca.
A pesar del
fin de la burbuja inmobiliaria, los pisos en el Residencial San Agustín siguen
siendo de los más caros de la ciudad. En el portal inmobiliario Idealista
aparecen anuncios en ese mismo residencial con precios superiores a los 4.000 euros por metro cuadrado.
La hija de Méndez Pozo, arquitecta del edificio
Uno de los
arquitectos que firmó los planos del edificio es Blanca Méndez, la segunda hija
del constructor Méndez Pozo. La inmobiliaria Río Vena, propiedad de Méndez
Pozo, es uno de los promotores de la obra junto con Arranz Acinas,
adjudicataria, a través de otra empresa, de la obra de Gamonal.
El alcalde
de Burgos es amigo personal de Blanca Méndez, hasta el punto de que fue uno de
los políticos que asistió a su boda, que se celebró en Burgos el verano de
2008, cuando Lacalle era concejal de Urbanismo. Además del hoy alcalde, a la boda
de la hija del poderoso constructor acudieron, entre otros políticos, el
presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera (PP); el
entonces presidente del Congreso, José Bono (PSOE); el entonces presidente de
Castilla-La Mancha, José María Barreda; la secretaria general del PP, María
Dolores de Cospedal; y el hoy presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Rajoy no
estuvo en la ceremonia, pero sí llegó a la cena.
[Burgos, 04/07/03 - El presidente de Castilla La Mancha, José Bono, ha asistido hoy a la séptima corrida de la Feria de Burgos, invitado por el empresario burgalés Antonio Méndez Pozo (d) EFE/FEDERICO VELEZ]
Blanca
Méndez, además de firmar el Residencial San Agustín como arquitecta, es también
la persona que gestiona el estudio MBG, que ganó el concurso para la obra de
Gamonal, una adjudicación supuestamente anónima
donde el proyecto vencedor salió antes publicado en las páginas del Diario
de Burgos, propiedad de Méndez Pozo.
Un patrimonio sin declarar ante el Ayuntamiento
En la
declaración de bienes que Javier Lacalle ha presentado en el Ayuntamiento de
Burgos, su nueva vivienda no aparece, a pesar de que es obligatorio para todos
los concejales comunicar cualquier cambio en su patrimonio. Sólo declara su
antigua vivienda en el Residencial San Agustín y una plaza de garaje.
Sin embargo,
el ático de lujo del alcalde sí aparece en el Registro de la Propiedad número 4
de Burgos, aunque la vivienda que Lacalle y su esposa habitan, junto con sus
dos hijos, se parece muy poco a la descripción de la finca que está depositada
en el registro. Según la información registral, la nueva casa del alcalde sólo
tiene dos dormitorios y la mitad de los 167 metros cuadrados de la vivienda es
una terraza de 83,46 metros. Según el registro, la nueva vivienda del alcalde
tiene sólo 76 metros cuadrados útiles, sólo cinco metros cuadrados más que la
anterior, que tenía 71. Según el registro, ambas tienen sólo dos dormitorios.
Sin embargo, fuentes que conocen la vivienda aseguran que la zona habitable del
nuevo ático es bastante mayor y que tendría más de dos dormitorios.
Tampoco
encaja la fecha de compraventa que aparece en la información registral a la que
ha tenido acceso eldiario.es. Según el Registro de la Propiedad,
el alcalde compró la vivienda en septiembre de 2012. Sin embargo, otras fuentes
confirman que el alcalde y su familia viven en ese nuevo ático desde al menos
nueve meses antes de cerrarse la compraventa ante el notario. Según fuentes que
conocen la vivienda, se mudó a los pocos meses de conseguir la alcaldía, tras
las elecciones de mayo de 2011.
La escritura
de compra se firmó el 14 de septiembre de 2012. Ese mismo día, el alcalde y su
mujer compraron también otras tres propiedades más en el mismo Residencial San
Agustín: un trastero y dos plazas de garaje.
Desde
eldiario.es, hemos intentado ponernos en contacto tanto con el
alcalde de Burgos, Javier Lacalle, como con el director de Comunicación del
Ayuntamiento, José Domarco, para pedir una explicación sobre el origen de este
patrimonio y sobre las anomalías en la información registral. Ninguno de los
dos ha querido responder.
Una familia que vive de la política
Tanto Javier
Lacalle como su mujer no tienen ningún ingreso conocido cuyo origen no sea la
política. En el caso del alcalde, de 44 años, estudio Derecho pero nunca
ejerció. Se afilió al Partido Popular con 19 años. Ha sido presidente de las
Nuevas Generaciones del PP de Burgos (1994), concejal del Ayuntamiento de
Burgos con 25 años (1995-1999), director general de Juventud de la Junta de
Castilla y León (1999-2003), concejal de Urbanismo y teniente de alcalde
(2003-2011) y finalmente alcalde de la ciudad (desde 2011). Entre 1999 y 2003
también fue secretario general de la Red Española de Albergues.
Lacalle
jamás ha trabajado en otra ocupación que no sea la política. Su sueldo como
alcalde es de 69.133 euros brutos anuales.
En cuanto a
su mujer, Cristina Merino Ibáñez, copropietaria de la vivienda, del trastero y
de las dos plazas de garaje en régimen de gananciales, trabaja como gerente
de Adecoar (Asociación para el Desarrollo de la
Comarca del Arlanza). El presidente de esta asociación es el alcalde del pueblo
burgalés de Villangómez, Juan Carlos Peña, del Partido Popular. La asociación,
en la práctica un órgano político, gestiona fondos del programa Leader,
unas ayudas de la Unión Europea teóricamente destinadas al desarrollo rural.
Adecoar recibió una subvención de 4,5 millones de euros para seis años, aunque
después su presupuesto se recortó en un 30%. En la actualidad, la asociación
apenas tiene actividad conocida, salvo pagar el sueldo a la gerente –la esposa
del alcalde, que cobra unos 2.700 euros netos al mes– y a dos técnicos.
Todos estos puestos son de libre designación, sin pasar ninguna oposición.
La
Diputación Provincial de Burgos, que preside el presidente del PP de Burgos,
César Rico, aporta anualmente 100.000 euros a cada uno de los programas Leader,
que se añaden al resto de los ingresos. Este año, la Diputación ha condicionado
esta ayuda a que se destine el 70% de estos 100.000 euros para cubrir los
gastos de personal. Es una manera de garantizar que, pese a los recortes, el
dinero para sueldos no se recortará.
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