domingo, 19 de abril de 2020

Coronavirus. La solución empieza en los Círculos de Podemos; Asambleas locales de IU y Agrupaciones locales del PSOE y no en sus órganos directivos



PSOE y Podemos imploran al PP caminar juntos


Insurgente.org / 19/04/2020 

No pareciera que ni la táctica ni la estrategia de cualquier organización que se diga de «izquierdas» sea la de aunar fuerzas con la derecha en momento alguno. Si se parte de una concepción clasista, se responde fácil a cuestiones como qué hay que pactar con el enemigo de clase, qué hay en común con ellos.

Lamentablemente la realidad nos invita a observar que hay más que coincidencias en temas claves: defensa del mercado, del Ibex, de la UE, del eruo, de la OTAN, de la Corona (real), del poder de la Iglesia, de la «paz social» en las calles, de… . Esto provoca que se busquen con desespero los Pactos de la Moncloa II, tal como ordenan desde los poderes financieros y se hacen eco las terminales mediáticas del régimen.

Vienen tiempos de luchas sociales, de agudización de la crisis y necesitan estar unidos al otro lado de la barricada. De ahí que  el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias, haya pedido en sede parlamentaria al PP : «Le hago esta recomendación de corazón: dejen ustedes de competir con Vox a ver quién dice la mayor barbaridad y vuelvan ustedes a la Constitución Española y al patriotismo». Por su parte, Pedro Sánchez, Presidente de gobierno y líder del PSOE, implora continuamente desde su escaño y en las ruedas de prensa que el PP se sume a la causa. Muy significativo.

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Coronavirus. Aviso a los "pagantes" (trabajadres) por el nuevo Pacto de la Moncloa para darle el dinero de los trabajadores a los grandes grupos del capital



Crisis coronavírica: cuánto cuesta y quién la paga
  • La banca alemana cifra en 250.000 millones de euros para España, más del 20% del PIB
  • Los 128.000 millones gastados el primer mes suponen 2.700 euros por español
  • "La derecha no quiere arrimar el hombro ni repartir equitativamente la carga entre el millón de ricos"
CUARTO PODER
16 de abril de 2020



Los diputados guardan un minuto de silencio por las víctimas del coronavirus, antes de la primera sesión de control al Gobierno desde que se declaró el estado de alarma. / Ballesteros (Efe)

Los españoles ya conocemos la receta para remontar la crisis socioeconómica provocada por la pandemia que nos asola: trabajar mucho y ganar poco. La padecieron las generaciones que sufrieron la miseria de la autarquía tras el golpe de Estado de los militares facciosos contra la II República y la Guerra Civil (1936-39), la experimentaron quienes, a la salida de la dictadura, reconstruyeron el país en medio de la crisis del petróleo y de la obsolescencia de una industria pesada insostenible, y la hemos soportado nosotros desde 2008, con el hundimiento de un sistema financiero desregulado, sin control, basado en una especulación inmobiliaria desaforada y en una gestión imprudente y corrupta que se llevó por delante más de 250.000 millones de euros entre aportaciones del Banco de España y de los mecanismos de rescate de la UE.

La apelación al sacrificio de los trabajadores ha tenido las características propias de cada tiempo. En octubre de 1977 fue vinculada por el entonces presidente Adolfo Suárez y su vicepresidente económico Enrique Fuentes Quintana al avance de la democracia y el desarrollo de las instituciones capaces de garantizarla. La izquierda sindical y política arrimó el hombro y suscribió entonces aquellos Pactos de la Moncloa, a cuyo nombre ha apelado ahora el presidente socialista Pedro Sánchez ante la crisis del coronavirus. De la ultraderecha entregada a la siembra del bulo y el odio, cuyo objetivo es meter a la cárcel al Gobierno, nada se puede esperar. Y del PP, tampoco. El el líder del PP, Pablo Casado, ha tildado de “señuelo, trampantojo y teatro de guiñoles” la convocatoria de Sánchez, del que dice que no es de fiar. El miércoles le espetó en el pleno del Congreso: “Usted no es el Rey”, y pidió “transparencia” antes de anticipar su respuesta: “Si hay que pactar algo que se haga en la comisión del Pacto de Toledo, la Conferencia de Presidentes y en otras comisiones parlamentarias”.

Si lo de “arrimar el hombro” no va con la fervorosa derecha patriótica ni para llevar un paso de Semana Santa (este año), la generosidad de la derecha nacionalista catalana y vasca es limitada. Escudada en el Procés y sus consecuencias, la derecha catalana se halla en otra longitud de onda. En cambio, los vascos mantienen su firme apoyo al Gobierno del PSOE y UP, pero prefieren que Sánchez plasme en el proyecto de Presupuestos del Estado los costes y sacrificios y no busque el respaldo de quienes se lo niegan de antemano. La tesis de Aitor Esteban, portavoz del PNV en la carrera de San Jerónimo (santo traductor de la Biblia Vulgata), además de sensata e inteligible es compartida por varios diputados socialistas consultados por cuartopoder.

¿Cuál será el coste del coronavirus? El FMI calcula que cada mes de confinamiento supone una reducción del PIB mundial de 3 puntos. A los españoles nos asigna una caída del 8% del PIB, con una deuda que llegará al 113,4% de lo que producimos en un año y un déficit público que alcanzará el 9,5%. La OCDE estima que el coste será el 2% del PIB mensual. El banco estadounidense Goldman Sachs pronostica a España una caída del 9,8%. Los sabios de IESE Business Scholl dicen que se perderá el 9,3% si la recuperación total de la actividad no llega en junio. El Deutsche Bank alemán nos resta un 8,7% y estima que el impacto de la contracción puede llegar al 20,1% del PIB en el segundo trimestre del año (abril, mayo y junio). Puesto que el PIB español alcanzó 1,22 billones de euros en 2019, estamos hablando de un coste de 250.000 millones de euros si la pandemia se limita a un trimestre.

El 9 de abril (Jueves Santo), el presidente Sánchez cifró en 128.288 millones de euros la cantidad de dinero público (suma de gastos e ingresos no percibidos) asignado hasta ese momento para paliar los efectos salariales y de todo tipo de la pandemia. Esa cifra ya supera el 10% del PIB en menos de un mes de confinamiento. La primera disposición global del Ejecutivo fue, de hecho, de 200.000 millones de euros. Esta cantidad representa el 40% de los 500.000 millones de financiación arbitrados el 10 de abril por el Eurogrupo para el conjunto de la UE. Se trata de unos préstamos del Banco Europeo de Inversiones, el Mecanismo Europeo de Estabilidad y del propio presupuesto comunitario que la vicepresidenta económica Nadia Calviño consideró “positivo, pero no suficiente”.

Más allá de ese paquete de liquidez para las empresas y las administraciones, el Gobierno español propugna la creación de un mecanismo común de la deuda, lo que inevitablemente ha de suponer un sistema fiscal común. “La salida de esta crisis no puede suponer –dice Calviño-- que cada uno de los países asuma de forma independiente, en solitario, la carga fiscal que se va a derivar tanto de las medidas que estamos adoptando en este momento para dar respuesta a la crisis sanitaria, económica y social, como del plan de inversiones que va a ser indispensable para poder abordar e impulsar la recuperación económica cuando pasemos a las fases siguientes”.

Encarecidamente rogaba Sánchez a los jefes de la oposición derechista, en el bronco debate parlamentario de Jueves Santo, que se alinearan con la tesis del Gobierno de no hacer recaer todo el peso de esta crisis sobre los trabajadores y la defendieran ante sus correligionarios europeos. Ni Casado ni, mucho menos, el jefe de los voxidos de ultraderecha se sintieron aludidos. Y eso que la carga de los recortes sociales, la precarización del empleo y los persistentes hachazos y dentelladas a los servicios públicos esenciales reflejan ahora en la red sanitaria pública (la española, no la alemana, holandesa ni francesa) las descarnadas consecuencias del “austericidio”.

¿Quién pagará la factura de la crisis o desequilibrio coronavírico? De lo que el erario público lleva comprometido –y todavía no pagado a los trabajadores, a causa del atasco en la gestión de los 500.000 ERTEs presentados, que afectan a más de 3 millones de empleados-- (128.288 millones de euros) se desprende una ratio de 2.700 euros por español. Quiere decirse que si el poder adquisitivo de cada uno de los 47,6 millones de españoles era de 14.638 euros anuales (Estudio GfK Purchasing Power 2019), hoy ha bajado a 11.938 euros. Las derechas, que no sólo rechazan el incremento de los impuestos a los que más tienen, sino que han pedido incluso la reducción y condonación, aplicarían la carga sobre la clase productiva y laboral. De ahí su negativa a arrimar el hombro en un pacto de reconstrucción económica y social.

En este sentido, la carga del gasto sobre los 19,9 millones de trabajadores en activo antes de la cuarentena sería de 6.446,6 euros por trabajador. Dado que el sueldo medio es de 1.700 euros mensuales, tendrían que fungir lo equvalente a cuatro meses sin sueldo. La carga resultaría menor si el reparto afectara también a los 3,19 millones de parados registrados por la última encuesta de población activa. Los que cobran la prestación máxima reciben poco más de 1.000 euros los primeros seis meses. Más allá de los expedientes de regulación temporal de empleo provocados por la hibernación de la actividad, la cifra de parados se disparó en marzo hasta rozar los 4 millones de trabajadores en situación de brazos caídos.

Cierto es si el reparto de si la carga del coronavirus se extiende a los 9,8 millones de jubilados y pensionistas, como ya hicieron en 2011 los gobernantes del PSOE y mantuvieron los del PP hasta 2016, el reparto sería más amplio y posiblemente más llevadero, dado que perciben una renta mensual media casi tan alta como los parados: 1.008 euros mensuales, según los datos de la Tesorería de la Seguridad Social en marzo. Es tremendo.

Ahora bien, si el coste de esta crisis (sean los 200.000 millones dispuestos por el Gobierno, los 250.000 cifrados por la banca alemana o una cifra superior) se repartiera equitativamente tendría que afectar de lleno a los 979.000 españoles catalogados de millonarios por el último estudio del banco Credit Suisse, algo que la derecha rechaza de plano. Ni subida de impuestos a los que más tienen ni aplicación de mayores cuotas empresariales. La “tasa-covid-19” que propuso Iñigo Errejón el miércoles en el Congreso, con dos nuevos tramos en el impuesto de la renta para los que ganen más de 100.000 euros y más de un millón de euros al años, llevó a sus señorías del PP a torcer el gesto en señal de desagrado. Lógico. Tampoco el incremento un punto y medio del impuesto sobre el patrimonio les resultó aceptable.

Pero tanto el presidente Sánchez como el vicepresidente Pablo Iglesias, responsable de las políticas sociales, han dejado claro que protegerán a las clases medias trabajadoras. Al contrario de lo que ocurrió con el crack financiero del 2008, esta crisis no puede recaer ya la población exprimida que no llega a fin de mes. Por el contrario, para rescatar de la pobreza extrema a cientos de miles de personas, el Gobierno está estudiando la aplicación cuanto antes del Sistema de Renta Básica, algo perverso, comunista y bolivariano para el PP que varios gobiernos de derechas e incluso Trump lo prueba con 70 millones de cheques de su puño y letra. Puesto que ya no se trata de “refundar el capitalismo”, sino de actuar con equidad ante el grave desequilibrio provocado por un virus sin color político, la derecha ha dejado claro que ese patriotismo no le interesa.

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Coronavirus. Medios sanitarios ni hay ni se les esperan. Eso sí, que para eso valgo un valer, tengo el ciento y la madre de bombas mitad listas mitad tontas tonictómicas, de estas que se enganchan al pescuezo que no veas, tío; unos lleva aviones campo a través y unos muchachotes que quitan el hipo, bueno, quitan el hipo, el petroleo, el gas y la biblia en verso si es menester, que cuando se ponen a quitar son un caso. De democracía ni me hable, porque le meto un serruchazo intensivo de bloqueo como a media altura que lo dejo temblando en menos que canta el Gallo de Morón. Que yo soy el amo la burra. En la burra mando yo, cuando quiero digo arre, cuando quiero digo só. Y que se me olvidaba: ya está tardando en darme el1,5% del PIB, y no me lo tome como cosa personal, ya sabe, cosas que pasan, es que le tengo que echar unas guerras al Maduro. Oiga, que es que no me quiere dar lo que es suyo



EE.UU. supera los 700.000 casos de contagio por coronavirus

DIARIO OCTUBRE 18.04.2020

El país ha registrado un total de 36.822 fallecimientos desde el inicio del brote, según datos de la Universidad Johns Hopkins. 


Personal médico traslada a un paciente a una ambulancia en Nueva York, EE.UU., el 16 de abril de 2020. | Lucas Jackson / Reuters
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Los infectados por coronavirus en EE.UU. ascienden a 700.282 personas, según los últimos datos actualizados por el Centro de Ciencia e Ingeniería de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins.

Desde el inicio del brote, el país ha registrado un total de 36.822 fallecimientos, mientras que los recuperados suman 58.587.

Por su parte, el estado de Nueva York sigue siendo el más afectado por la pandemia, con 13.202 fallecimientos solo en la ciudad de Nueva York.

El presidente de EE.UU., Donald Trump, comunicó este jueves a los gobernadores que deberán tomar «sus propias decisiones» sobre de la reapertura de sus respectivos estados en medio de la pandemia del coronavirus, señalando que podrían desbloquear sus territorios antes del 1 de mayo si así lo determinan.

Por otra parte, el mandatario amenazó este miércoles con suspender el Congreso si la cámara sigue sin reunirse con motivo de la pandemia, lo que le impide formalizar el nombramiento de distintos cargos nominados para su Gobierno. El Senado debería «cumplir con su deber y votar a mis nominados, o suspenderse formalmente para que pueda hacer nombramientos en receso», explicó el presidente.

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EL CORONAVIRUS. MANO DE SANTO PARA LOS GRANDES CAPITALES A COSTA DEL PUEBLO. ¿QUÉ TENDRÁN DE "SANTIDAD" LOS NUEVOS PACTOS DE LA MONCLOA QUE NADIE SABE EN QUÉ VAN A CONSISTIR. SE GARANTIZARÁ LA MEJORA DE LAS CONDICIONES DE VIDA DE LOS TRABAJADORES QUE SOMOS LA INMENSA MAYORÍA DE LA POBLACIÓN?



El coronavirus: un pretexto para el más gigantesco plan de rescate del capitalismo en Estados Unidos

DIARIO OCTUBRE 18.04.2020




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La Ley Cares (Ayuda, Apoyo y Seguridad Económica contra el Coronavirus) aprobada en Estados Unidos a finales del mes pasado, es el mayor programa económico jamás implementado, con mucha diferencia.

El capital se frota las manos. Estamos hablando de un presupuesto de más de dos billones de dólares y, una vez más, el coronavirus es sólo un pretexto porque contiene una amplia gama de beneficiarios, como los casinos y la industria del juego y las apuestas, por poner un ejemplo (1).

No obstante, el destino de tan gigantesca cantidad de dinero no se sabe a ciencia cierta, aunque ya se habla de que, como titula el New York Times, una parte es “dinero mágico” procedente de la Reserva Federal (2).

Es un “Robín de los Bosques a la inversa”, dicen otros, porque la ayuda es menor cuento más lo necesitas. “Un atraco a los contribuyentes para ayudar a los ricos”, dice Cridit Slips (3). David Hayden, redactor jefe del American Prospect, un diario progre, lo describe de una manera parecida: “Es un atraco escalonado. No es un rescate por el coronavirus. Es un rescate por doce años de irresponsabilidad empresarial que hizo a las empresas tan frágiles que se podían destruir con unas pocas semanas de cierre” (4).

El coronavirus tiene muy poco que ver en todo esto, salvo hacer de cortina de humo. No obstante, la industria de la “salud” se llevará su pedazo del pastel, tanto si se trata de hospitales públicos como de empresas privadas.

En el presupuesto hay una partida de 100.000 millones de dólares adicionales para el Fondo de Emergencia de Salud Pública y Servicios Sociales, que suponen alrededor de 108.000 dólares por cada cama de hospital de Estados Unidos como promedio.

El Secretario de Salud y Servicios Humanos ha concedido facultades discrecionales sobre la forma en que se distribuirá el fondo. Han puesto un dinero que no saben en qué es lo van a gastar.

En cualquier otra situación, sería el Secretario del Tesoro quien debería dar la cara del rescate económico, pero la pandemia permite que sea el de Salud quien comparezca en el Congreso dentro de 60 días para rendir cuentas. Además, habrá un supervisión adicional del fondo hospitalario de 100.000 millones de dólares en una auditoría que se hará a los tres años de su agotamiento.

A diferencia de otros fondos federales para hospitales -como los pagos de acciones desproporcionadas de Medicare y Medicaid que compensan a los hospitales que atienden a una gran parte de los pacientes de bajos ingresos o sin seguro- no hay fórmulas, criterios de elegibilidad o requisitos de distribución geográfica que dicten la manera de distribuir el dinero.

(1) https://www.azarplus.com/la-ley-cares-brinda-un-apoyo-esencial-a-la-industria-del-juego-en-estados-unidos-segun-aga/

(2) https://www.nytimes.com/2020/03/26/business/economy/fed-coronavirus-stimulus.html

(3) https://www.creditslips.org/creditslips/2020/03/mitch-mcconnell-is-robbing-taxpayers-to-bailout-the-rich.html

(4) https://prospect.org/coronavirus/unsanitized-bailouts-tradition-unlike-any-other/%20

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