miércoles, 1 de enero de 2025

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UNA NUEVA GUERRA ACABA DE ESTALLAR EN EL MUNDO | TheMXFam

Salió el Topo de enero. Si no puedes cambiar el mundo, cámbiate tú (artículo en abierto)

 

Además de este, con artículos de Genís Plana, Miguel Á. Cerdán, Fernanda Romeu, Santiago Armesilla, Jorge Verstrynge, Higinio Polo, Antonio Monterrubio y Javier Enríquez, una sustanciosa entrevista con Pedro Costa Morata, y la sección de crítica de libros.


Salió el Topo de enero. Si no puedes cambiar el mundo, cámbiate tú (artículo en abierto)


Miguel Candel

El Viejo Topo

1 enero, 2025 



Artículo en abierto de la Revista El Viejo Topo, nº444, de diciembre de 2024


Además de este, con artículos de Genís Plana, Miguel Á. Cerdán, Fernanda Romeu, Santiago Armesilla, Jorge Verstrynge, Higinio Polo, Antonio Monterrubio y Javier Enríquez, una sustanciosa entrevista con Pedro Costa Morata, y la sección de crítica de libros.

SI NO PUEDES CAMBIAR EL MUNDO, CÁMBIATE TÚ

Existe una lectura contemporánea de la filosofía estoica clásica que pretende interpretarla como un anticipo de lo que propongo llamar «filosofía de la autoayuda». Nefasta corriente (pseudo)filosófica que congenia perfectamente con la ideología neoliberal en una de sus vetas más reaccionarias, a saber: la tesis según la cual el único culpable de los males que puedan afligir al individuo será el individuo mismo; con su contrapartida positiva: los individuos que triunfan en la vida lo hacen exclusivamente por méritos propios. En ambos casos, sin que la estructura social tenga nada que ver en el asunto, ni en la desgracia de los perdedores ni en el triunfo de los triunfadores. Ejemplo típico: «los que no tienen trabajo es porque son unos gandules».

Claro, ¿cómo iba a influir la sociedad en el destino de cada individuo si «la sociedad no existe», tal como sentenció aquel parangón de liberales reaccionarios (no es oxímoron) llamado Margaret Thatcher, aquella maruja British style, mujer a un bolso atada, que mandó al paro a miles de mineros, trituró a los sindicatos e inició el desmontaje de todo lo que había creado, Clement Attlee y Labour Party mediante, el «espíritu de 1945» al socaire del entusiasmo popular y las simpatías obreras hacia la Unión Soviética tras la victoria sobre Hitler?

Los (dolosamente) indocumentados que apelan al estoicismo para predicar el conformismo social («si no quieres morir y no puedes emigrar, adáptate, como las aves») ignoran (voluntariamente, sin duda, al menos en sus escalafones más altos) que la invitación estoica al individuo a refugiarse en la «ciudadela interior» es indisociable de la participación en la vida pública, y no precisamente a escala provinciana: uno de los puntos más llamativos del ideario estoico clásico es el cosmopolitismo unido a un cierto igualitarismo, del que se hacen eco tardío las utopías de la primera Modernidad (More, Campanella, etc.). Mientras el epicureísmo (que, curiosamente, no parece haber despertado el interés de los modernos predicadores del adáptate-o-muere) sí aconseja explícitamente el desentendimiento de la vida pública (aunque ofrece a cambio un cierto tipo de vida en comunidad en el famoso «jardín de Epicuro»), el estoicismo en modo alguno renuncia a la intervención social.

Lo esencial del estoicismo no es el cultivo de un Yo encerrado en sí, sino la liberación del Yo de las ataduras de las pasiones, condición indispensable para lograr el autodominio. El cual, a su vez, permite al ser humano intervenir en el mundo con confianza en sí mismo y sin dejarse amedrentar ni avasallar, cambiar las cosas sin que las cosas lo cambien. Así, por ejemplo, el estoico Séneca actuó como consejero de Nerón, actuación que sin duda se reflejó en los primeros años de buen gobierno de quien luego degeneró, al parecer, en uno de los más notorios tiranos de la historia (aunque la mala fama de Nerón se debe, en parte, a la negativa visión que de él nos han transmitido autores de orientación aristocrática que lo consideraban demasiado favorable a la plebe, la cual, por un tiempo al menos, lo tuvo en gran aprecio: de hecho, cuando el famoso incendio de Roma, cuya instigación falsamente se le atribuye, abrió sus palacios para acoger a la gente que se había quedado sin hogar y costeó por cuenta propia su manutención). La vocación pública de Séneca se manifiesta también en frases como «conviene que vivas para otros si quieres vivir para ti» (de sus Cartas a Lucilio, personaje que, por cierto, ocupaba un cargo público en Sicilia).

En cualquier caso, las nefastas teorías propaladas hoy día por todo tipo de santones y «maestros espirituales» (cuyo espíritu, no obstante, parece necesitar constantes sumas de dinero para seguir aleteando), bajo la aparente buena intención de ayudar a construirse un refugio interior a la gente (sobre todo si carece de segunda residencia a la que escapar periódicamente del mundanal ruido, como pensaría sin duda el burgués biempensante de turno), no hace sino reforzar la visión thatcheriana de la humanidad como multitud de feroces egoístas enamorados de su ombligo que, como la tradicional política exterior británica, no tienen amigos, socios ni aliados, sino sólo intereses. Los profetas de esa nueva biblia del egocentrismo recurren a veces a la frase de John F. Kennedy «en vez de preguntar qué pueden hacer los Estados Unidos por ti, pregúntate qué puedes hacer tú por los Estados Unidos», pero alterando sustancialmente la segunda cláusula así: «pregúntate qué puedes hacer por ti mismo». En todo caso, lo del refugio o ciudadela interior, mientras no se convierta en un búnker cerrado a cualquier influencia o colaboración con el exterior, no deja de ser útil y conveniente de cara a conservar la mínima presencia de ánimo imprescindible para no derrumbarse ante las adversidades.

En esa forma de pensamiento que hemos llamado filosofía de la autoayuda se dan cita, no ciertamente el estoicismo clásico, pero sí todas las aberraciones filosóficas subjetivistas que giran en torno a un hinchado Yo como centro (cuando no creador) del mundo. Expresiones como «creer es crear» (en las que, por supuesto, nadie con dos dedos de frente «cree» sinceramente) dan la tónica de la filosofía de la autoayuda, tan funcional como muleta barata de la ideología neoliberal.

Es muy revelador el hecho de que en aquellos países y ambientes sociales en que ese individualismo parece más arraigado, donde «La rebelión de Atlas» de Ayn Rand se ha convertido en relato de culto, la adicción a las terapias de la psique esté tan extendida, mientras que en las poblaciones donde el espíritu comunitario y el sentido común popular están vivos el destino que espera a cualquiera que pretenda dedicarse a la psiquiatría o a ejercer de maestro espiritual es poco menos que morirse de hambre. (Sin que esta constatación sea óbice para distinguir claramente entre la psiquiatría, disciplina con base científica, y las monsergas de gurús y «sanadores» de todo tipo.)

El cuadro que acabamos de pintar contiene, por supuesto, manchas. Por ejemplo, también entre el demos no disgregado por el culto al individuo han gozado secularmente de predicamento los confesores y «directores espirituales» cristianos (sobre todo entre la población femenina). Pero hay una diferencia fundamental entre este fenómeno y el descrito en el párrafo anterior. El culto al Yo hipertrofiado surgido (digámoslo ya claramente) del capitalismo adora un gran cascarón vacío, dentro del cual, por no haber, no hay ni siquiera aire: sólo vértigo ante un pozo sin fondo. Porque, por supuesto, el relato del guía espiritual cristiano es un mito tan carente de referente real como el del pseudo-místico de la New Age o el experto «canalizador de energías». Pero tiene detrás mucha más historia, una riquísima tradición estética que llena los sentidos y una imponente arquitectura metafísica racional… que no sostiene nada, ya que carece de «techo» porque se supone que el «cielo» le sirve como tal. Pero repito: llena los sentidos y, hasta cierto punto, el intelecto.

El objetivo real de todas las teorías centradas en el «cuidado del Yo», del «Yo capaz de crear lo que cree», no es ayudarle a él, sino ayudar al sistema socioeconómico a liberarse de toda preocupación por Yoes que no sean los de la élite dirigente. Su misión es culpabilizar de su sufrimiento a los que sufren, a los marginados de su marginación, a los pobres de su pobreza. Predican la autonomía mientras fomentan la servidumbre. Su bálsamo de Fierabrás para los que sufren la violación de sus derechos es… la vaselina. Así, superando la creatividad de Esopo, pretenden convencer a la zorra, no ya de que las uvas están verdes, sino de que no hay más uvas que las que uno pinta en su imaginación, las que «crea creyendo» en ellas.

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Los fondos de inversión se convierten en los nuevos dueños del campo

 

Los fondos de inversión se convierten en los nuevos dueños del campo

 

Rebelion /España

 31/12/2024 



Fuentes: El Salto

Unos 900 grupos de capital riesgo controlan 100.000 millones en tierras agrarias de la Península, según COAG.

Los grandes fondos de inversión no solo dominan buena parte del negocio inmobiliario y las empresas del Ibex35. Desde 2019, se han lanzado a la compra masiva de fincas agrarias. Hoy cerca de 900 fondos de capital riesgo controlan más de 100.000 millones de euros en tierras de cultivo en la Península, según datos de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG).

Se trata, según esta plataforma, de un proceso de “uberización” del campo en “auge” desde hace cinco años acelerado con el “aterrizaje de fondos de inversión especulativos”. Entre las razones de este desembarco, la COAG señala a la “concentración de la producción y la creación de oligopolios”.

Según afirma Miguel Padilla, secretario general de COAG, un joven que quiere incorporar al sector agrario “no puede competir con estos grandes capitales a la hora de acceder a tierra y agua para dimensionar su explotación“. 

Este trasvase de tierras hacia los grandes fondos de inversión mundiales, la mayoría de origen estadounidense, tiene de fondo una “creciente pérdida de poder adquisitivo de los pequeños y medianos agricultores profesionales”: mientras que los gastos de los agricultores han aumentado un 92% sus ingresos han crecido apenas un 49%.

La uberización del campo está llevando a mayores cotas de concentración agraria. Según datos del propio Ministerio de Agricultura, el 6,6% de las sociedades jurídicas acaparan ya el 42% del valor de la producción que se genera en el campo español. 

El análisis del COAG muestra su rechazo a la firma del acuerdo de la Unión Europea con el Mercosur, la unión económica de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, Esta alianza campesina califica el acuerdo de libre comercio como el “golpe definitivo para la agricultura y ganadería europeas”. 

La COAG también exige la suspensión del acuerdo de libre comercio UE-Marruecos tras conocerse la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea en la que se confirma que este acuerdo “viola el derecho internacional por vulnerar, en particular, los principios de autodeterminación y del efecto relativo de los tratados, al no prestar su consentimiento el pueblo del Sáhara Occidental”.

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/rural/fondos-inversion-se-convierten-nuevos-duenos-del-campo

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