lunes, 6 de septiembre de 2021

Fin de la hegemonía de EE.UU., nuevo equilibrio militar con Rusia y China

 

 Fin de la hegemonía de EE.UU., nuevo equilibrio militar con Rusia y China



Alfredo Jalife-Rahme

El Viejo Topo

15.03.2018

 

Antes del trascendental e histórico discurso del zar Vlady Putin sobre el Estado de la Unión ante el Parlamento ruso, Global Firepower Report había clasificado que EU/Rusia/China eran las más poderosas fuerzas militares del planeta, lo cual no era nada creíble ya que a nivel de fuerzas convencionales, Rusia supera de lejos a EU y en el rubro de armas nucleares Rusia posee incluso un mayor número de ojivas atómicas (https://goo.gl/xGe1Lf).

Después del asombroso anuncio del zar Vlady Putin –si es que no se trata de un bluff como alega el New York Times, controlado por el comglomerado financiero de George Soros que abomina tanto a Putin como a Trump–, Rusia dejó sembrado a EU en la carrera armamentista que desató mediante la colocación de un asfixiante cerco de misiles antibalísticos de defensa (THAAD, por sus siglas en inglés) en las fronteras de Rusia y hasta la misma China.

En mi artículo exclusivo para el portal Sputnik expuse la exhibición de la nueva musculatura militar de Rusia y su nueva panoplia de armas de alta tecnología donde destacan misiles hipersónicos que parecen ser invencibles –que el mismo EU no posee– y son capaces de horadar cualquier tipo de defensa de EU en cualquier rincón del planeta (https://goo.gl/HmMMjA).

Ahora me abocaré en las consecuencias geoestratégicas del espectacular game changer (punto de inflexión) que reajusta el equilibrio nuclear entre las dos superpotencias atómicas (EU/Rusia) y China, la superpotencia geoeconómica, considerando que no se trata de un vulgar bluff al estilo de Trump, sino de una advertencia del zar Vlady Putin al complejo militar de EU a quienes conminó a escuchar, cuando pusieron oídos sordos a su primera alerta en la Conferencia de Seguridad de Múnich de 2007 (https://goo.gl/6Rnz7D).

Es probable que hace ya una década, el zar Vlady Putin sabía del avance de su I&D (Investigación y Desarrollo). Bastaba seguir la seriedad del proyecto con los temerarios tuitsde Dmitri Rogozin: viceprimer ministro, vicejefe de la Comisión Militar Industrial y “enviado especial (sic)” del presidente (https://goo.gl/9mk5uu). ¡Los tuits de Rogozin vencen a los de Trump!

Seraphin Hanisch, colaborador del portal británico The Duran, deduce que ahora los militares de EU tienen que alcanzar a Rusia que anunció la operabilidad de sus sistemas de armas hipersónicas que los funcionarios del Pentágono aseveran que tal programa se encuentra en la fase de investigación, además de estar subfinanciados (https://goo.gl/nn1RcF).

Vale la pena exhibir los infogramas de las nuevas armas hipersónicas, explicadas por Vladimir Korolyov, comandante en jefe de la Armada rusa (https://goo.gl/VJSgrw).

Seraphin Hanisch afirma que después de las impactantes reverberaciones del anuncio hipersónico de Putin, Rusia, China y EU (nótese el orden) han regresado al equilibrio del poder cuando el zar Vlady Putin aboga la restauración de la paridad geoestratégica y del equilibrio militar de poder como clave para preservar la paz. ¡Vaya jugada de ajedrez!

Seraphin Hanisch juzga que desde hace mucho Putin ha criticado los movimientos de EU para establecer lo que equivale a una hegemonía, mientras Rusia se ha reconstituido como superpotencia. Arguye que Putin insiste que el objetivo de Rusia no es conquistar y menos atacar a quien sea y que ha expresado la esperanza que EU regrese a la mesa de negociaciones para encontrar una solución que proteja a todo el mundo del horror de tal conflicto nuclear. Eso es lo razonable.

Mientras EU anda inmersa en el espantapájaros del Rusiagate, en sus múltiples balaceras estudiantiles y en los Óscares, el analista británico Alexander Mercouris, editor del portal The Duran, sopesa las repercusiones del discurso hipersónico del zar VladyPutin.

Según Alexander Mercouris, “El as (sic) en el paquete ruso es su alianza (sic) militar con China además de las relaciones amigables de Rusia con India”. Especifica que, con China, Rusia tiene una “integral asociación estratégica (léase: “alianza de facto”), mientras que con India, Rusia mantiene una especial relación estratégica privilegiada.

Alexander Mercouris se pregunta si la edificación naval china en el océano Pacífico, en complementariedad con la construcción de las armas estratégicas rusas y sus fuerzas terrestres en Europa, persuadirán a EU a modificar su conducta, ante lo cual expone su escepticismo.

Para Alexander Mercouris, la Revisión de la Postura Nuclear del Pentágono (https://goo.gl/iSBZht) busca perpetuar el dominio de EUcuando el Pentágono admite que concluyó el momento unipolar de EU (https://goo.gl/k5HDzp).

Hoy EU busca desprender a Rusia de China mediante presiones incrementadas, en particular, las asfixiantes sanciones económicas y el desplome del precio del crudo.

Alexander Mercouris juzga que ha regresado la competencia de las grandes potencias y con ello, el concepto de equilibrio de poder. Considera que de nuevo “estaremos hablando de esferas de influencia –por cierto, mi tesis, al unísono de regionalismos geoeconómicos.

Alega que el teatro de batalla en el océano Pacífico, donde colisionan EU y China, hoy exacerbado por las amenazas de guerra comercial de Trump, desnudará la alianza de Rusia y China que saldrá de las penumbras. Esta frase es seminal cuando el oficial Periódico del Ejército de EU concede a Rusia su victoria en Siria (https://goo.gl/gBMb6h). ¡Uf!

El comentarista iraní Mostafa Azerian –jefe del Centro de Investigación Estratégica sobre Rusia– declaró a Sputnik que Rusia demostró al mundo entero que el periodo del mundo unipolar y de la hegemonía de EU concluyeron y juzgó que EU se ha anclado en una mentalidad de guerra fría cuando al haber aprobado su nueva doctrina nuclear, EU probó una vez más su abordaje unilateral que socava la estabilidad estratégica y la seguridad de un buen número de países. Mostafa Azerian comentó que hoy las medidas tomadas por Rusia, para contrarrestar el unilateralismo del Pentágono, buscan conservar la seguridad internacional, en clara alusión al nuevo equilibrio tripolar de Rusia/China/EU (https://goo.gl/PABvsc).

En Turquía, miembro de la OTAN con una base de EU en Incirlik (https://goo.gl/U52bAk), el experto militar turco Beyazit Karatas juzga que, sin contar las nuevas armas tecnológicas hipersónicas de Rusia, el país otomano se puede retirar de la OTAN en forma tranquila para que Ankara obtenga garantías de parte de Rusia con el fin de contrarrestar las amenazas a su seguridad.

En la semana del anuncio hipersónico del zar Vlady Putin, Alexander Sherin, vicepresidente del Comité de Defensa de la Cámara Baja, sentenció que la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (CSTO, por sus siglas en inglés) –que incluye a Siria, Irán, Norcorea, China y Turquía– son hoy más que nunca socios de Rusia que está lista para apoyarlos en caso de un posible ataque nuclear (https://goo.gl/8Rh6G7).

Conforme se enteren de los alcances del game changerhipersónico del zar Vlady Putin, los países relevantes del planeta irán ajustando en consecuencia sus nuevas alianzas (https://goo.gl/CsXDEZ).

¡Asistimos a una recomposición global a gran escala!

Artículo publicado en el blog Bajo la lupa

*++

 

¿A quién conviene una guerra civil y la balcanización de Afganistán?


Afganistán: un país de 38 millones de habitantes, cuya mitad de la población es menor de 14 años. Para algunos se trata de la peor debacle en la historia de Estados Unidos. Se va la OTAN de Afganistán: el Grupo de Shanghái ocupará su lugar.

¿A quién conviene una guerra civil y la balcanización de Afganistán?




Alfredo Jalife-Rahme

El Viejo Topo

6 septiembre, 2021 


En Afganistán, antes y después de la toma de Kabul, se muere más por los atentados que por la pandemia del Covid-19 –en forma insólita, es de los países menos golpeados, con sólo 7 mil 101 muertes (¡mega sic!) y 153 mil casos, en un país de 38 millones de habitantes, cuya mitad de la población es menor de 14 años: quizá ése haya sido uno de sus factores protectores (https://bit.ly/3zr4MMB).

El abominable atentado a la entrada del aeropuerto de Kabul, controlado por el ejército de Estados Unidos, cobró 175 decesos afganos y 13 muertos estadunidenses que han puesto contra la pared a Biden, y que fue adjudicado por ISIS-Khorasan, grupúsculo que proviene de una genealogía yihadista de hace 40 años y de la metamorfosis caleidoscópica de los muyahidines y su engendro de Al-Qaeda.

El brasileño Pepe Escobar (PE) diseca estupendamente la anatomía de ISIS-Khorasan, que tiene como objetivo demostrar a los afganos y al mundo foráneo que los talibanes no pueden garantizar la seguridad a la capital (https://bit.ly/3yofMcb).

Mas allá del caleidoscopio transgeneracional del Islam político y sus pletóricos titiriteros geopolíticos, el líder del Hezbolá chiíta libanés Hassan Nasrala, de estrechos vínculos con la teocracia persa, dos días antes de la conmemoración del Ashura –que rememora el martirologio del Imam Hussein, nieto del profeta Mahoma– comentó que Afganistán es la peor debacle en la historia de Estados Unidos cuando Biden anhela una guerra civil (https://bit.ly/3BiWJ4Y). Nasrala fulmina que Estados Unidos entregó Afganistán en una charola de plata a los talibanes.

Según PE, Amaq Media –agencia oficial de ISIS (https://bit.ly/2WsjioG)– fustigó a los talibanes de estar asociados (sic) con el ejército de Estados Unidos para la evacuación de sus espías.

Según un reporte de Naciones Unidas, apuntado por PE, ISIS-K tendría un máximo de 2 mil 200 combatientes yihadistas atomizados en pequeñas células y cuya mayoría absoluta no está constituida por afganos, sino que provienen del yihadismo global –a mi juicio, manejado tras bambalinas por fuerzas oscuras del globalismo neoliberal imperialista– y a lo que hace alusión en su portada The Economist (https://econ.st/3zmgiJ0), lo cual presagia mayor terrorismo multiforme, policéntrico, desestabilizador y sembrador de caos en Asia Central y, en especial, en los 91 km de frontera de Afganistán con China y en sus 921 km con Irán, no se diga en sus tres fronteras norteñas con Tayikistán (mil 357 km), Uzbekistán (144 km) y Turkmenistán (804 km).

Por cierto, The Economist desplegó a su ejército de plañideras profesionales: desde Kissinger, pasando por Fukuyama, hasta Niall Ferguson para lamentarse del desastre anglosajón en Afganistán.

PE informa que Moscú y Teherán han imputado sin tapujos al eje Estados Unidos-Gran Bretaña de ser los principales facilitadores (¡mega sic!) del traslado de los yihadistas globalistas desde Idlib (Nota: norte de Siria, frontera con Turquía) hasta la región oriental de Afganistán.

El analista francés Thierry Meyssan, de Réseau Voltaire (https://bit.ly/3mIrCeT), juzga que el caos continuará durante bastante tiempo en Afganistán, donde Estados Unidos se comportará como chantajista (sic).

Alastair Crooke, anterior diplomático británico y asesor del español Javier Solana en la cancillería de la Unión Europea, comenta que el Apocalipsis (sic) estratégico en Afganistán constituye un giro sísmico (sic) que tomará años en desarrollarse, cuando China se encuentra más que determinada a configurar la región, y que fue conseguido sin ninguna batalla y en unos cuantos días, lo cual es casi sin precedente (https://bit.ly/3ypoXsZ).

El temerario atentado terrorista de ISIS-K ocurrió un día después de la llamada telefónica del zar Vlady Putin y el mandarín Xi Jinping con el fin de movilizar las capacidades del grupo de Shanghái (SCO, por sus siglas en inglés) que celebrará su cumbre el 16 y 17 de septiembre en Dushanbe (Turkmenistán) y a la que fue integrada Irán cuatro días antes de la caída de Kabul (https://bit.ly/3jnzS1R).

Se va la OTAN de Afganistán y el Grupo de Shanghái ocupa(rá) su lugar.

Artículo publicado originalmente en La Jornada.