TERRORISMOS
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Zaragoza Abril 2003
Rajoy dice que al terrorismo no hay que
buscarle explicación política. Tiene razón. A él y a los intereses que
representa le interesa mucho que no se busque explicación a nada.
Hay que ser creyentes, y así nos podremos
creer todos que el PP representa los intereses generales de varios millones de
españoles, y no los de un puñado de eunucos con mucha riqueza y poder, eso sí.
Si al terrorismo no hay que buscarle
ninguna explicación política, ¿por qué se empeñarán los jefes del PP en justificar
políticamente el terrorismo institucionalizado de los americanos y demás
comparsa en Irak? A lo mejor es que en Irak hay bicoca y negocio gordo, y sobre
todo, es terrorismo amigo.
A una pregunta de un periodista al
entonces Presidente de gobierno en funciones, José María Aznar relativa a los
atentados del 11-M en Madrid, respondía el indómito Aznar, saliéndose por los
cerros de Úbeda que todos los terrorismos eran iguales. Que no había
terrorismos buenos y terrorismos malos. Lo que ocurría era que el periodista no
preguntaba nada acerca de qué terrorismo era malo y cual otro tetica monja.
Aznar,
siguiendo la línea de cortedad mental y de rigidez acartonada de pensamiento
que le ha acompañado durante sus ocho años de mandato, decía lo que a él y a los
intereses que representaba le convenía, tuviera o no que ver con la realidad.
Que no tenía.
Desde
luego no hace falta ser presidente de gobierno para poder afirmar que no hay
terrorismos buenos y terrorismos malos. Y por eso hay que acabar con todos los
terrorismos: con el económico, con el ideológico, con el informativo, con el
político, con el de ETA, con el de Alqa Eda y con el de Busch, o sea, hay que
acabar con todo tipo de terrorismo. Con todos sin excepción, porque cualquier
tipo de terrorismo engendra más terrorismo y crea indefectiblemente una injusticia más.
Lo que
si pueden tener los diferentes terrorismos y de hecho lo tienen, es un origen
distinto. Y es por éste origen específico de cada uno de ellos por donde hay
que empezar.
Porque siendo verdad que no hay ningún
terrorismo bueno, no todos pueden ser erradicados de la misma manera (erradicar
quiere decir, sacar de raíz. Se dice esto para zoquetes y embusteros, tales que
Aznar y Rajoy).
El
origen de ETA hay que buscarlo en la dictadura franquista, de donde procede el
señor Aznar y los dirigentes de más solera del PP, y por ello no hay que deducir, claro es, porque sería falso, que Aznar fuera un
fundador de ETA.
Del
origen del terrorismo islámico, concretamente el que encabeza el señor Bin
Laden, tengo pocas o ninguna noticia, salvo las que pueden ser leídas en la prensa ordinaria, y así se sabe que el papá
del señor Bin Laden tuvo negocios de postín de muchos millones de dólares con
el señor papá del señor Busch, en la construcción, incluso de instalaciones de
seguridad para el propio gobierno americano, y que fue la CIA la que le
instruyó debidamente al propio Bin Laden hijo, al que encabeza hoy el
terrorismo islámico, para que luchara, y luchó, contra el imperialismo
económico de la extinguida URSS cuando ésta quiso “apropiarse” de Afganistán.
De ello cabe deducir, que puesto que ni
Bin Laden ni Busch pretenden ninguna mejora social para sus respectivos
pueblos, que el terrorismo que promueve tanto Bin Laden como Busch es una “peleita”
entre ellos. Entre capitalistas americanos y el no menos capitalista y ricacho
Bin Laden, disputándose la apropiación y
el expolio de los recursos energéticos que poseen, entre otros países, Irak.
Y como estos intereses de uno y otro no
pueden ser dichos a la sociedad de forma clara, porque lógicamente resultarían
rechazados, los disfrazan con mentiras para hacerlos creíbles (Y yo que soy
tonto, y se que la tontería en vez de matar engorda, cada vez mas gordo. Voy y
me lo creo)
Así, El
terrorismo promovido por Busch parte de
una mentira ininteligible que no puede
ser razonada, como es el slogan de "la libertad duradera", y Bin
Laden de otra mentira igualmente irrazonable, como es lo religioso en nombre de
Alá. De manera que llegamos a un único terrorismo, entero y verdadero, a partir
de dos mentiras distintas.
La
diferencia entre el terrorismo de ETA con respecto al de Al Qaeda consiste, en
que mientras la primera declaraba y declara tener un objetivo político
claramente definido, Al Qaeda, esto es, Bin Laden, lo único que quiere es que
Alá se coma a Busch hijo por los pies y le deje las manos libres para amasar la
fortuna que le disputa Busch en Irak.
La defensa del terrorismo que encabeza
Busch se hace de la única manera que es posible hacerlo en una sociedad
capitalista: chantaje económico, coacción política y violencia armada e
institucionalizada a través del ejército, para hacer posible y continuar la
acumulación y concentración de capitales cada vez en menos manos a fin de
mantener artificialmente una determinada tasa de beneficios para los capitales
invertidos, como único recurso para que
el sistema capitalista no se paralice y acabe por derrumbarse. Y esta manera de
defender el terrorismo de Busch no depende de las virtudes personales de quien
dirija el sistema, sino que llegan impuestas imperativamente por la propia
dinámica de funcionamiento del sistema capitalista desarrollado.
Bin Laden defiende su terrorismo a través
del atentado en sí mismo y sin objetivo político previamente establecido, salvo
el de disponer en sus propias manos de la riqueza en liza. Chispa más o menos
lo que pretende Busch como representante de unos de los grupos capitalistas más
grandes del mundo.
* * *
Manuel Sogas Cotano
Zaragoza Abril 2003