martes, 23 de julio de 2019

DICHO HACE 15 AÑOS


TERRORISMOS

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 Zaragoza Abril 2003

Rajoy dice que al terrorismo no hay que buscarle explicación política. Tiene razón. A él y a los intereses que representa le interesa mucho que no se busque explicación a nada.
Hay que ser creyentes, y así nos podremos creer todos que el PP representa los intereses generales de varios millones de españoles, y no los de un puñado de eunucos con mucha riqueza y poder, eso sí.
Si al terrorismo no hay que buscarle ninguna explicación política, ¿por qué se empeñarán los jefes del PP en justificar políticamente el terrorismo institucionalizado de los americanos y demás comparsa en Irak? A lo mejor es que en Irak hay bicoca y negocio gordo, y sobre todo, es terrorismo amigo. 
A una pregunta de un periodista al entonces Presidente de gobierno en funciones, José María Aznar relativa a los atentados del 11-M en Madrid, respondía el indómito Aznar, saliéndose por los cerros de Úbeda que todos los terrorismos eran iguales. Que no había terrorismos buenos y terrorismos malos. Lo que ocurría era que el periodista no preguntaba nada acerca de qué terrorismo era malo y cual otro tetica monja.
         Aznar, siguiendo la línea de cortedad mental y de rigidez acartonada de pensamiento que le ha acompañado durante sus ocho años de mandato, decía lo que a él y a los intereses que representaba le convenía, tuviera o no que ver con la realidad. Que no tenía.
         Desde luego no hace falta ser presidente de gobierno para poder afirmar que no hay terrorismos buenos y terrorismos malos. Y por eso hay que acabar con todos los terrorismos: con el económico, con el ideológico, con el informativo, con el político, con el de ETA, con el de Alqa Eda y con el de Busch, o sea, hay que acabar con todo tipo de terrorismo. Con todos sin excepción, porque cualquier tipo de terrorismo engendra más terrorismo y crea indefectiblemente  una injusticia más.
         Lo que si pueden tener los diferentes terrorismos y de hecho lo tienen, es un origen distinto. Y es por éste origen específico de cada uno de ellos por donde hay que empezar.
Porque siendo verdad que no hay ningún terrorismo bueno, no todos pueden ser erradicados de la misma manera (erradicar quiere decir, sacar de raíz. Se dice esto para zoquetes y embusteros, tales que Aznar y Rajoy).
         El origen de ETA hay que buscarlo en la dictadura franquista, de donde procede el señor Aznar y los dirigentes de más solera del PP, y por ello  no hay que deducir, claro es,   porque sería falso, que Aznar fuera un fundador de ETA.
         Del origen del terrorismo islámico, concretamente el que encabeza el señor Bin Laden, tengo pocas o ninguna noticia, salvo las que  pueden ser leídas en  la prensa ordinaria, y así se sabe que el papá del señor Bin Laden tuvo negocios de postín de muchos millones de dólares con el señor papá del señor Busch, en la construcción, incluso de instalaciones de seguridad para el propio gobierno americano, y que fue la CIA la que le instruyó debidamente al propio Bin Laden hijo, al que encabeza hoy el terrorismo islámico, para que luchara, y luchó, contra el imperialismo económico de la extinguida URSS cuando ésta quiso “apropiarse” de Afganistán.
De ello cabe deducir, que puesto que ni Bin Laden ni Busch pretenden ninguna mejora social para sus respectivos pueblos, que el terrorismo que promueve tanto Bin Laden como Busch es una “peleita” entre ellos. Entre capitalistas americanos y el no menos capitalista y ricacho Bin Laden,  disputándose la apropiación y el expolio de los recursos energéticos que poseen, entre otros países, Irak.
Y como estos intereses de uno y otro no pueden ser dichos a la sociedad de forma clara, porque lógicamente resultarían rechazados, los disfrazan con mentiras para hacerlos creíbles (Y yo que soy tonto, y se que la tontería en vez de matar engorda, cada vez mas gordo. Voy y me lo creo)
         Así, El terrorismo promovido por Busch  parte de una mentira ininteligible  que no puede ser razonada, como es el slogan de "la libertad duradera", y Bin Laden de otra mentira igualmente irrazonable, como es lo religioso en nombre de Alá. De manera que llegamos a un único terrorismo, entero y verdadero, a partir de dos mentiras distintas.
         La diferencia entre el terrorismo de ETA con respecto al de Al Qaeda consiste, en que mientras la primera declaraba y declara tener un objetivo político claramente definido, Al Qaeda, esto es, Bin Laden, lo único que quiere es que Alá se coma a Busch hijo por los pies y le deje las manos libres para amasar la fortuna que le disputa Busch en Irak.
La defensa del terrorismo que encabeza Busch se hace de la única manera que es posible hacerlo en una sociedad capitalista: chantaje económico,  coacción política y violencia armada e institucionalizada a través del ejército, para hacer posible y continuar la acumulación y concentración de capitales cada vez en menos manos a fin de mantener artificialmente una determinada tasa de beneficios para los capitales invertidos, como  único recurso para que el sistema capitalista no se paralice y acabe por derrumbarse. Y esta manera de defender el terrorismo de Busch no depende de las virtudes personales de quien dirija el sistema, sino que llegan impuestas imperativamente por la propia dinámica de funcionamiento del sistema capitalista desarrollado.
Bin Laden defiende su terrorismo a través del atentado en sí mismo y sin objetivo político previamente establecido, salvo el de disponer en sus propias manos de la riqueza en liza. Chispa más o menos lo que pretende Busch como representante de unos de los grupos capitalistas más grandes del mundo.

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            Manuel Sogas Cotano
Zaragoza Abril 2003