miércoles, 2 de julio de 2008

LA MADRE QUE PARIÓ A IKER CASILLAS


Mal empezamos si seguimos por ese camino. Y si mal empezamos la crisis es segura.
¿Crisis? ¿Qué crisis….? Pinto, pinto, Gorgorito, dónde estás que no te he visto. Pues, que ya lo ven. No hay crisis, que lo dice Zapatero y sus aledañas y aledaños. Y si estos lo dicen, cuidadín.
Y es que veo que se me van ustedes descarriando, que no van por el camino que señala la razón, de ahí que alce mi bolígrafo, el barato, el Bic punta normal, negro como la boca de un lobo, para batirme por la reserva espiritual de Occidente y parte del extranjero.
¡Umba, umba, umba… España no se tumba! Ahí queda eso para los postreros años que vendrán preñados de gloria.
Con lo bien que me llevaba España el José Mari Aznar: negocio personal por aquí, negocio por allá y por acullá más negocio, vía consanguínea filial, vienen ustedes a desmantelar, por unas palabras mal dichas o petición mal planteada, la siembra espiritual Imperio-Dios, pasando por Bush, que emprendió Aznar.
Y, es que no se les puede dar rienda suelta. Compréndanlo. Necesitan un buen pastor. Pero, tranquis, troncos, que para eso estoy yo: para el pastoreo.
En cuanto se les hace, por voluntad Real, Campeones de la futbolería europea, van ustedes y se lían a pedir calles, no para Iker Casilla, sin duda merecidísima, por la encarnación de lo más prístino de la heroica raza hispana inventada por Franco, que de razas sabía un rato.
Digo, pues, que no se quedan cortos en la petición de calles, sino que echan a pedir y meten en el saco de la petición a la “madre que parió a Casillas”, y claro, el Alcalde de Móstoles, que es al que se le dirige tan eufórica, patriótica y fútbola-fútbola petición, pobrete mío, se le hace la picha un lío, y dice que eso no puede ser, que a la madre que parió a Casillas no se le puede meter en el lote. Pobre mujer, si ella, para mí, que no es jugadora de fútbol.
Pero digo más, que para eso ando en funciones del Buen Pastor. De poner una placa en una calle de Móstoles a la madre que parió a Casillas, porqué no habrá de ponerse otra colindante con el nombre de “al padre que emboquilló a Casillas”, porque si hay que explicitar que Casillas fue parido, antes tuvo que ser emboquillado. Y no hay más, porque ni el mismo Cristo se libró de ser emboquillado. Bien que lo fue por un chufletaza de espíritu, pero emboquillamiento, al fin y al cabo.
Hay que tener cuidadín, cuidadín, con lo que se dice. Ya se ha visto: se pide madre que parió, y sale un gracioso, yo, pidiendo padre que emboquillo, aunque yo soy de confianza y diga lo que diga no pasa nada.
Pero, ¿y si sale otro que dice que quiere calle para un primo de un primo que es un hincha de armas tomar, sin cuyos primos el fútbol sólo sería fútbol y no un escondite de dineros y encorchamiento de entendederas?
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