martes, 17 de junio de 2025
El espíritu del nazismo aún se cierne sobre la humanidad
El espíritu del nazismo aún se
cierne sobre la humanidad
Por Jair de Souza
El Viejo Topo
17/06/2025
Fuentes: Rebelión [Imagen: Detrás de Netanyahu se esconde Hitler. Créditos:
redflag.org.au]
Con este artículo el autor quiere expresar su indignación por las
atrocidades cometidas por el régimen sionista contra el pueblo palestino,
afirmando que el nazismo no ha sido derrotado, sigue actuando en el régimen
sionista.
¡El nazismo no
ha terminado! ¡El nazismo no fue extirpado con la derrota sufrida por la
Alemania hitleriana en 1945! ¡El nazismo y sus abominaciones están hoy más
vigentes y en plena actividad que nunca!
A pesar de que
los crímenes atroces cometidos a gran escala por los nazis alemanes en la
primera mitad del siglo pasado suelen ser considerados como los más tenebrosos
y perversos que el ser humano ha sido capaz de cometer, estamos obligados a
reconocer que hay un sinnúmero de otros casos a lo largo de la historia que
nada tienen que envidiar en términos de crueldad y perversidad a las prácticas
malignas consumadas por los partidarios de Adolf Hitler.
Probablemente,
la gran motivación para que las atrocidades hitlerianas sean calificadas como
la cumbre de la perversidad humana es que, por primera vez, entre las víctimas
que fueron blanco de la furia de sus perpetradores, había un contingente
considerable de personas con las mismas características étnicas que quienes,
sin duda, han sido los principales ejecutores de la mayoría de los genocidios
conocidos en los últimos siete siglos.
Desde que las
clases dominantes europeas se lanzaron en sus aventuras colonialistas, los
pueblos del mundo han estado sufriendo las agresiones mortales desatadas por
invasores provenientes de Europa. Esto ha ocurrido en todos los demás
continentes de nuestro planeta: África, América, Asia y Oceanía. Civilizaciones
enteras han sido simplemente diezmadas, todo para satisfacer la gula de
acumulación de riquezas de las clases dominantes del llamado Occidente.
Aquí en
América, la inmensa mayoría de los pueblos aborígenes fueron masacrados y sus
tierras ocupadas en el proceso de colonización y despojo de sus riquezas
naturales. África fue fuertemente atacada y buena parte de sus habitantes
fueron secuestrados y llevados a otros continentes para que sirvieran como mano
de obra esclava con el fin de producir ganancias para los amos europeos. En
Asia y Oceanía las fuerzas invasoras europeas también cometieron atrocidades y
exterminios de la misma magnitud con igual propósito.
Por lo tanto,
el nazismo de Hitler no resultó ser muy diferente de la práctica habitual de
exterminio de otros pueblos que ya se había llevado a cabo durante mucho
tiempo. La gran diferencia es que, por primera vez, esta saña exterminadora
también se desató contra una vasta comunidad de pura estirpe europea, y no sólo
contra pueblos de fuera del mundo occidental.
Como es bien
sabido por quienes estudiamos seriamente la evolución histórica, los judíos que
estaban presentes en gran número en Europa hasta principios del siglo pasado no
tenían nada que ver étnicamente con los antiguos pueblos hebreos que habitaban
la región de Palestina en la Antigüedad, a no ser lazos de ascendencia religiosa.
Por lo tanto, cuando los detalles sobre la horrenda masacre orquestada contra
los judíos europeos por los nazis se hicieron públicos, más que justamente, los
efectos de la repulsión y la condena vinieron a flote de manera generalizada.
Además, una
parte muy significativa de esos judíos formaban parte de las clases
trabajadoras, participando activamente en las luchas por superar las
estructuras del capitalismo de la época. Tanto es así que muchos de los líderes
del movimiento socialista de entonces provenían de comunidades judías.
Pero, con el
pretexto de compensar a los judíos por los crímenes que habían cometido contra
ellos en Europa, las clases dominantes europeas decidieron apoyar las
pretensiones de los líderes sionistas de crear un Estado que pudiera acoger a
esa población que por mucho tiempo había sido víctima de feroz persecución
allí. Sin embargo, a ninguno de los representantes de estas clases dominantes
se les ocurrió ofrecerles ninguna porción del territorio de Alemania, ni de
Francia, ni de Austria, ni de Holanda, ni de ningún otro país europeo. ¡No,
para nada! Se les animó a crear su Estado en Palestina.
Como también
deben saberlo todos, el pueblo palestino nunca ha cometido ninguna atrocidad
contra los judíos, ni en Palestina ni en ninguna otra región. Pero fueron ellos
los elegidos para saldar la deuda moral que las clases dominantes europeas
tenían con los sobrevivientes de las masacres y los intentos de exterminio que
ellos mismos habían llevado a cabo. Cínicamente, pretendían matar dos pájaros
de un solo tiro: al mismo tiempo que se liberaban del peso de la conciencia por
los crímenes que habían cometido contra los judíos, sacaban de Europa a un
grupo de supervivientes que podrían causarles problemas en el futuro.
Así, bajo la
iniciativa y el mando del movimiento sionista europeo, se alentó al los judíos
que restaban en Europa y a los de otras comunidades de otros lugares a
trasladarse a Palestina para erigir allí su propio Estado. Por supuesto, el
hecho de que esas tierras ya estuvieran habitadas por milenios por el pueblo
palestino no significaba nada para los líderes sionistas. Así, aunque casi
todos los principales teóricos del sionismo eran personas no religiosas, ellos
pasaron a alegar que el derecho a ocupar ese espacio les había sido concedido
por Dios. En otras palabras, renombrados ateos habían convertido a Dios en el
más confiable agente de bienes raíces (para los intereses de ellos, por
supuesto).
Empero, los
sionistas que lideraban ese proceso no solo llevaron a Palestina a las personas
de ascendencia judía que habían sobrevivido a las perversidades del nazismo en
Europa. También trajeron con ellos la esencia misma de la ideología de los
responsables del intento de exterminio de las comunidades judías europeas. Para
que no haya malentendidos en cuanto a lo que les quiero expresar, los
dirigentes sionistas se fueron a Palestina totalmente imbuidos del espíritu del
nazismo, ya que, a todos los efectos, el sionismo y el nazismo tienen mucho, o
más bien, muchísimo, en común. Aparte de alguna que otra divergencia sobre cuál
sería la raza superior destinada a sobreponerse a las demás, en relación con
los otros aspectos hay numerosas confluencias entre el sionismo y el nazismo,
dos de las ideologías más perniciosas ya creadas por los seres humanos a lo
largo de la historia.
Hoy, con el
avance del genocidio que está en marcha en Gaza y Cisjordania, los sionistas
están dando pruebas suficientes de que no sólo han asimilado bien las lecciones
dictadas por los nazis, sino que han sido capaces de perfeccionar todas las
técnicas de matar, torturar y exterminar a seres humanos no deseados que los
hitlerianos habían desarrollado y promovido en su momento.
No obstante,
mucho más eficazmente que sus predecesores nazis, los sionistas de hoy han
demostrado tener una capacidad gigantesca para articularse con las clases
dominantes de otros países y, lo que es más importante, con sus medios de
comunicación. Por lo tanto, a pesar de que las monstruosidades cometidas contra
los niños, las mujeres y la población civil indefensa puedan ser vistas casi en
tiempo real en todo el mundo, y aunque estén delante de nuestros ojos las
escenas de miles y miles de niños sufriendo hambre aguda debido a que los
sionistas impiden la entrada de agua y alimentos en Gaza, los medios de
comunicación apenas se detienen en estos detalles.
Además, en este
momento, con la violenta agresión terrorista desatada por medio de los
dispositivos bélicos del Estado sionista de Israel contra Irán, que han
redundado en el brutal asesinato de decenas de oficiales iraníes, se evidencia
otra faceta del sionismo que lo acerca aún más al nazismo: la presunción de
poder imponer todos sus designios a otros pueblos, sin ninguna preocupación por
las consecuencias derivadas de sus ataques asesinos, al igual como también
actuaban los líderes de la Alemania nazi. Fue bajo similar inspiración que las
hordas hitlerianas invadieron, ocuparon y llevaron la muerte y muchas otras
desgracias a Francia, Checoslovaquia, Polonia, la Unión Soviética, etc.
En resumen, sin
ningún subterfugio, el sionismo y el nazismo son ideologías de la misma
orientación. Ambos se basan en el etnocentrismo excluyente, en la falta total
de empatía con el sufrimiento de quienes están fuera de su propio grupo. Pero,
la crueldad de los sionistas logra ser aún más insana. Sólo seres dotados de un
gigantesco sentimiento de perversidad serían capaces de hacerse pasar por
víctimas de una persecución prejuiciosa siempre que sus crímenes sean expuestos
y denunciados. Tanto es así que es imposible hacerles una justa crítica y
condena de sus crímenes sin que inmediatamente nos tilden de antisemitas.
¡Realmente, los hitlerianos no tenían la desfachatez de llegar a tal punto!
Traducido del portugués para Rebelión por el propio autor.
Spider-Man y el fin del mundo
Resulta difícil creer
que Zelensky (asesorado por el Occidente colectivo) desee la paz. Más bien la
ha boicoteado con su particular “operación especial”, concebida y dirigida por
los servicios de inteligencia occidentales. ¿Cuál es su verdadero propósito?
Spider-Man y el fin del mundo
El Viejo Topo
17 junio, 2025
NUEVA SECUENCIA
DE SPIDER-MAN: ¿UN SEGUNDO MÁS CERCA DEL FIN DEL MUNDO?
En 2022, fui
invitada a participar en un proyecto de
libro que reunió a científicos de renombre de todo el mundo para abordar un tema
que ya parecía de urgencia crítica: la gestión del orden nuclear. En este
contexto, organizamos varios debates en línea. Como una de las pocas
participantes de la periferia global (o europea), me atreví a preguntar: ¿Qué
orden? ¿Dónde ven ustedes orden con las armas más letales del planeta? Mi
postura era radical (como de costumbre): no necesitamos gestionar las armas
nucleares, sino aplicar la resolución de la ONU para su abolición. Algunos de
mis colegas occidentales parecieron sorprendidos, aunque estoy segura de que
ninguna de estas buenas personas aprueba el Armagedón nuclear. Pero cuando
llegó el momento de evaluar nuestros capítulos, uno de los editores se mostró
inflexible en su postura de que yo no debía aparecer en el libro. No le gustaba
mi tono y mi estilo (sea lo que sea eso). El segundo editor elogió el texto,
pero él no tenía el control del presupuesto. Así, el libro se llenó de los
sospechosos habituales de la academia occidental o de aquellos educados en
universidades occidentales. Esta pequeña anécdota revela cómo se tratan las
voces que hablan desde los márgenes.
Una de mis
tesis –destinada a dar la voz de alarma “desde abajo”, desde nosotros, los
comunes mortales y los activistas– era que el mundo se estaba deslizando hacia
un escenario impensable, plasmado en el subtítulo: Ave César, morituri
te salutant! (César, encarnado en el sistema de guerra basado en la
violencia, todos estamos condenados a muerte). Aquí aludía principalmente a las
llamadas democracias occidentales, consciente de que Occidente está en declive,
en una profunda crisis moral, política y económica.
Recordemos que
esto fue, al inicio, lo que Moscú denominó una “operación militar especial”, y
que ahora es llamada, abiertamente, guerra. Cuando se pregunta qué tipo de guerra,
las respuestas incluyen asimétrica, híbrida y/o por poder. Pero desde el 1 de junio de
2025, tras un ataque masivo contra objetivos nucleares estratégicos en el
interior del territorio ruso, han surgido rumores sobre una Tercera Guerra Mundial y
el desencadenamiento de un conflicto atómico. La operación, cuyo nombre en
clave era “Spiderweb” (Telaraña), fue supuestamente planeada durante un año y
medio (lo que llevó a Trump a insistir de nuevo en que era idea de Biden; sin
embargo, su silencio es revelador). Aún se desconoce mucho sobre la
participación de la OTAN en el cruce de lo que todas las potencias nucleares
consideran una línea roja, una operación impensable incluso durante la Guerra
Fría. Dos cosas están claras: en primer lugar, el héroe de esta historia no es
Spider-Man (Zelensky). No se trata de David derrotando a Goliat; todo el mundo
sabe que éste no es más que un deplorable peón en la guerra proxy de Occidente.
En segundo lugar, el papel de este Spider-Man está calculado para objetivos
limitados: provocar al “Oso” para que tome medidas de represalia que confirmen
la narrativa occidental de “Putin = Hitler” (difundida por las empresas de
relaciones públicas y los medios de comunicación durante años).
Tras los
aplausos iniciales a la valiente y pequeña Ucrania que humilló a la gran Rusia,
mientras participaba simultáneamente en (aparentes) conversaciones de paz,
ahora se está calculando el daño causado a Rusia y se están analizando las
posibles respuestas. Aunque el Kremlin no está contento con otro fracaso
defensivo, los efectos del ataque son simbólicos. Se trata de un ensayo para
futuros enfrentamientos entre potencias nucleares. Incluso las recientes
escaramuzas entre India y Pakistán se analizan ahora desde esta perspectiva.
Aquí no hay estrategia: cualquiera que piense que hay ganadores en una guerra
nuclear está engañado.
Muchos creen
que Zelensky (al igual que a comienzos de 2022) sigue bajo la influencia
directa de Gran Bretaña. Pero, ¿qué hay de la nueva Administración
estadounidense que supuestamente procura la paz? ¿El secretario de Defensa vio
la operación en directo mientras
picaba algo, quizá le acompañaban su colega, el secretario de Estado Marco
Rubio, y el presidente Trump? Es una pregunta retórica, por supuesto. Más
revelador aún: el habitualmente ruidoso Trump está callado como la noche,
sin tuits en mayúsculas ni memes adolescentes. Desde el
principio, la capacidad de Trump como pacificador ha sido increíble: una parte
en conflicto no puede mediar. Si me hubiera equivocado, Trump y Putin –y no
Lavrov y Rubio– estarían ahora negociando su supervivencia, no cortesías.
Si la operación
“Telaraña” estaba planeada desde hacía tiempo, su lanzamiento en vísperas de la
reanudación de las conversaciones de
Estambul, junto con el intento de
asesinato de Putin y dos atentados terroristas contra infraestructuras civiles,
indica una intención clara de intensificar la guerra, no de ponerle fin. O, al
menos, de controlarla… Otra pregunta legítima: ¿Por qué Spider-Man no utilizó
estos drones asesinos para defender a su país, en lugar de seguir a sus
mentores, que le encargaron provocar a una superpotencia en su propio
territorio (hasta llegar al lejano Amur)? En la antigua Yugoslavia vimos muchos
ejemplos de guerras proxy sacrificiales de este tipo. A Zelensky no le importa
“el último ucraniano”, sino “el último hombre (occidental)”, aunque la tesis de
Fukuyama haya sido objeto de burlas durante mucho tiempo.
El orden
nuclear mundial sobre el que escribí anteriormente está ahora desmantelado.
Con el ataque respaldado por Occidente contra aviones visiblemente estacionados
(destinados a tranquilizar a Occidente en virtud del tratado bilateral
START), la confianza se ha perdido. Moscú no es la única que ha aprendido esta
lección: la única regla es que no hay reglas. Todos los órdenes –internacional,
económico, comercial, incluso nuclear – están en ruinas. La última vez que lo
comprobé, el Reloj del
Juicio Final marcaba “98 segundos para la medianoche”. Aunque
el arsenal de Rusia sigue siendo enorme (contrariamente a la propaganda occidental),
el “tabú nuclear” –la idea de que nadie atacaría primero– ha quedado ahora en
evidencia como un disparate.
El resultado
parece presagiado, como el arma de Chéjov: si un arma aparece en el primer
acto, se utilizará en el tercero. Es evidente que Trump sigue creyendo que su “cúpula dorada”
puede proteger a los Estados Unidos de un ataque nuclear, aunque no está claro
cuándo o cómo va a hacer realidad este hermoso sueño. Por ahora, el destino del
mundo está en manos de Putin,
quien, afortunadamente, no es un pistolero del salvaje oeste que dispara a la
primera, segunda o tercera provocación. Pero esto no puede durar para siempre,
por mucho que se calme o se racionalice. Lleva mucho tiempo bajo la presión
de los
partidarios de la línea dura, que exigen un “pequeño ataque nuclear
táctico” contra Ucrania y ahora se vanaglorian diciendo “¡se lo dije!”. La
posición de Putin es ambigua: si no responde, está perdido, y si lo hace de
forma visible, también.
Y no lo
olvidemos: la próxima cumbre de la OTAN prometerá su pleno apoyo a Ucrania,
robará a los ciudadanos de los Estados miembros con el pretexto del “peligro
absoluto” (un peligro que ellos mismos han creado), mientras que la UE toma
nota de “cómo convertirse en la OTAN”. Es obvio que Occidente está cavando su
propia tumba con el militarismo, pero ¿el resto del mundo se quedará mirando en
silencio cómo arde Roma, dejando que el fuego se propague? Se hicieron cálculos
similares cuando crecía el ejército de Hitler, pero aquella era una época sin
un orden nuclear mundial.
Fuente: Globetrotter
El caso Acciona: corruptores del IBEX protegidos por el silencio mediático
El caso Acciona: corruptores
del IBEX protegidos por el silencio mediático
Insurgente.org / 17.06.2025
En estos días, numerosos medios de comunicación acusan al gobierno del PSOE de corrupción. Y tienen razón. Otros medios, por su parte, recuerdan la corrupción del partido de “M. Rajoy” o las fotos de Feijóo con narcos gallegos. Y también tienen razón. Sin embargo, bajo el griterio mediático, un manto de silencio se expande para ocultar a los corruptores.
Las obras públicas que
están siendo investigadas superan los 720 millones de euros y un elevado
porcentaje (el 75% aproximadamente) fue adjudicado a la empresa constructora
Acciona. Esta empresa del IBEX 35, con una capitalización de mas de 9.000
millones de euros, ganó numerosos concursos de obra pública (AVE, carreteras,
puertos) entre 2018 y 2023, es decir, en un periodo que coincide con el inicio
del mandato de Ábalos como ministro de Fomento. La UCO investiga las comisiones
ilegales de 620.000 euros pagadas a cargos del PSOE por Acciona a través de
intermediarios próximos a Koldo García, el chófer de Ábalos y todo un experto
en cobrar “mordidas” en mochilas llenas de billetes.
Ahora bien, Acciona no
entiende de partidos. Recordemos, si no, el cártel de las constructoras. O el
caso Acuamed: obras hidráulicas infladas (desaladora de Torrevieja,
canalizaciones en Alicante, Carboneras…) adjudicadas a Acciona por la
(inoperante) empresa pública Acuamed, dependiente del Ministerio de Agricultura
del Gobierno Rajoy, con sobrecostes artificiales. Pero hay más: la
“versatilidad ideológica” de Acciona no es para nada un caso único. OHL tuvo
novios sociatas (Junta de Andalucía) y peperos (caso Lezo). Sacyr pagó campañas
electorales del PSOE (Leganés) mientras le entregaba cientos de miles de euros
al PP (caso Cospedal). Fitonovo soborbó a concejales sevillanos de la supuesta
“izquierda” y a la vez a otros de la supuesta “oposición” (caso Madeja).
¿Por qué los grandes
medios se limitan a ponerle la cara colorada (y con razón) a estos
politicuchos, mientras extienden un manto de silencio sobre las empresas que
los sobornan? ¿Y por qué la supuesta “Justicia” hace tan poco (por no decir
nada) al respecto? Al menos, que esto nos lleve a entender la función de la
llamada “libertad de expresión” bajo condiciones capitalistas: ocultar a los
corruptores (que, lejos de caer en desgracia, siguen ganando miles de millones)
mientras nos mantienen distraídos con los cargos públicos indignos que se
venden a ellos. No en vano, los grandes medios de comunicación están financiados
por las mismas empresas. ¿Qué importa, en el fondo, que esto no se haga con una
mochila de “mordidas” a lo Koldo, sino a plena luz del día?
La conclusión es evidente. Todos estos partiduchos se
acusan mutuamente de corrupción. Y todos tienen razón. Lo que nunca harán es
proponer el fin de ese mantra que tanto repiten: la maravillosa “colaboración
público-privada”, causa verdadera de toda esta gangrena. Basta de
adjudicaciones, corruptelas, externalizaciones, tinglados y subcontrataciones.
Cortemos el miembro gangrenado y controlemos desde empresas públicas (no
inoperantes, sino que de verdad tengan el control) los sectores estratégicos de
la economía. Y saquemos así el debate político de la oposición entre un partido
u otro (ambos servidores del mismo sistema) para llevarlo a donde realmente
cobra proyección y sentido: la oposición entre un sistema u otro.