lunes, 12 de abril de 2021
Los ‘métodos no militares’ de hacer la guerra en la estrategia imperialista. (La manipulación de la información; la descontextualización de las noticias; la propagación de calumnias, bulos y mentiras previamente diseñadas; el fomentos de la violencia y del miedo; la falta de propuestas realmente efectivas para solucionar los problemas forman parte de los nuevos métodos de la guerra sin descartar el tipo de guerra militar tradicional en regiones específicas)
Los ‘métodos no militares’ de hacer la guerra en la
estrategia imperialista
DIARIO OCTUBRE / abril 10, 2021
A principios de marzo, Estados Unidos publicó la “Guía Estratégica
Provisional de Seguridad Nacional” a iniciativa de la Casa Blanca (*) en medio
de numerosas controversias.
El general
retirado Thomas Spoehr, director del Centro de Defensa Nacional de la Fundación
Heritage, ha señalado las discrepancias que han surgido en el documento, que no
preocupan a la cúpula político-militar estadounidense, o eso dicen al menos.
El documento
afirma que Estados Unidos está reduciendo el papel de las armas nucleares en
sus planes de guerra, mientras que el jefe del Pentágono, Lloyd Austin, declaró
al Congreso: “La disuasión nuclear es una de las prioridades de la misión del
Departamento de Defensa”. Otra contradicción se pone de manifiesto en las
declaraciones de que Estados Unidos evitará las “guerras eternas” junto a los
ataques contra emplazamientos en Siria.
Las principales
amenazas a la seguridad de Estados Unidos no cambian con respecto a la
presidencia de Trump: son Rusia, China, Corea del Norte e Irán. Pero la nueva
“Guía” se centra en Europa, el hemisferio occidental y la región del
Indo-Pacífico, enumerando como socios a Reino Unido, Canadá, México, India,
Vietnam, Singapur, Nueva Zelanda y la Asociación de Naciones del Sudeste
Asiático (ASEAN).
Gran parte del
documento está dedicado a las nuevas tecnologías, como internet y el 5G, así
como a la guerra sicológica y el control de la (des)información. El principio
del “poder blando dentro del poder duro” ha sido utilizado durante mucho tiempo
por los militares estadounidenses.
El 16 de marzo
la nueva estrategia del Pentágono “Army Multi-Domain Transformation. Ready to
Win in Competition and Conflict” amplió la presencia de las tropas de Estados
Unidos en todo el mundo. Afirma que “el Ejército podría desempeñar un papel
inmenso en el apoyo a los objetivos interdepartamentales de Estados Unidos como
parte del enfoque general del arte de gobernar”.
El general
James McConville, que dirige el ejército de Estados Unidos, dijo que los
métodos no militares de guerra están muy solicitados hoy en día. “Estamos
asistiendo a una batalla global por los corazones y las mentes de diferentes
audiencias en diferentes países. Es una batalla para contar la historia de
Estados Unidos y embellecer su reputación, mientras los adversarios intentan
empañar y desinformar”, dijo el general.
El plan
consiste en llevar a cabo acciones asimétricas centradas en publicitar la
imagen de Estados Unidos como defensor de la democracia. “En la medida en que
los valores y sistemas democráticos colocan a Estados Unidos en desventaja…
también hacen de Estados Unidos un socio más atractivo”.
En las
audiencias del Senado de 25 de marzo de 2021, el Subsecretario de Defensa para
Operaciones Especiales y Conflictos de Baja Intensidad, Christopher Maier, dijo
que “las fuerzas de Operaciones Especiales han avanzado en la adaptación de sus
capacidades a los desafíos de las grandes potencias, China y Rusia. El general
Richard Clarke, comandante de las Fuerzas de Operaciones Especiales de Estados
Unidos, dijo que hay 5.000 efectivos de operaciones especiales en 62 países.
En la guerra
actual contra China y Rusia, las operaciones especiales desempeñan un papel
central, incluyendo “la realización de operaciones psicológicas, la
participación activa de ciudadanos extranjeros en la confrontación y la lucha
contra la propaganda hostil y la desinformación”.
Hay luz verde a
la expansión de las operaciones encubiertas en el extranjero. Mientras que
“contrapropaganda” significa una serie de operaciones de (des)información,
desde el descrédito de Rusia en la escena internacional hasta el despliegue de
bots y trolls en las redes sociales.
(*)
https://www.whitehouse.gov/wp-content/uploads/2021/03/NSC-1v2.pdf
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De Rojava a Chiapas. Una nueva organización social desde la base
En Rojava -Kurdistán sirio- y en la Chiapas zapatista se construyen alternativas emancipatorias de nuevo tipo. No son las únicas, hay otras con sus propias formas y tiempos. Una nueva historia se está construyendo y hay que aprender a escucharla.
De Rojava a Chiapas
El Viejo Topo
12 abril, 2021
El Kurdistán es
un pueblo con lengua y cultura propias que habita entre los ríos Tigris y
Éufrates. Desde hace años y de distintas formas, este pueblo lucha por su
autodeterminación. En el pasado, los territorios kurdos estuvieron divididos
por los imperios otomano y persa. Después del reparto imperial que vino con la
Primera Guerra Mundial, el pueblo kurdo quedó dividido entre Irak, Irán, Siria
y Turquía.
La lucha del
pueblo kurdo por su liberación se ha vuelto también una lucha por la
sobrevivencia, en la que enfrentan a ejércitos de gobiernos nacionales, del
Estado islámico y de potencias imperiales. Las organizaciones kurdas son varias
y diversas entre ellas, incluso estas diferencias suelen ser usadas por los
actores interesados en el petróleo de la región para disminuir la resistencia.
Entre las
organizaciones del pueblo kurdo destaca el Partido de los Trabajadores del
Kurdistán (PKK), fundado en 1978, marxista-leninista, y que formó parte de las
luchas anticoloniales que estallaron por aquellos años. Con el paso del tiempo,
el PKK fue transformándose intelectualmente para encontrar un camino
propio, el Confederalismo Democrático, un proyecto que, según Abdullah Öcalan
–figura ideológica y prisionero político– se caracteriza por ser flexible,
multicultural, antimonopólico, orientado hacia el consenso y en donde
la ecología y el feminismo son pilares centrales.
El
confederalismo democrático puede enunciarse como un proyecto anticapitalista,
antipatriarcal, popular, construido por el pueblo kurdo, el cual experimentó
entre 2012 y 2014 un momento paradigmático: la declaración de la
autonomía de facto de Rojava, una región en el Kurdistán
sirio, proceso que encontró eco internacional. En este proceso jugaría un papel
determinante la resistencia armada encabezada por las mujeres kurdas y su congreso
Kongra Star.
Para la
socióloga Azize Aslan, Rojava no es sólo el territorio donde está teniendo
lugar una revolución, es también un territorio donde la idea de una revolución
está redefiniéndose. Su argumento es potente: ahí se construye una red de
asambleas en donde los pueblos toman las decisiones respecto de su futuro. Son
esas asambleas las que posibilitan la democracia directa y el
autogobierno: El propósito del sistema de asambleas populares en Rojava es
organizar un modelo anticapitalista y autónomo para una sociedad sin Estado,
antipatriarcal y ecológica (https://bit.ly/2MJ0NYG).
La profundidad
teórica y práctica de la crítica y alternativa que se construye en Rojava
destaca por varios elementos: es un cuestionamiento a la modernidad
capitalista, al Estado-nación, a la ciencia hegemónica, al patriarcado y al
ecocidio. La crítica viene acompañada de una praxis encaminada
a la construcción –no sin contradicciones– de una modernidad
democrática con su confederalismo, su autonomía, su economía alternativa,
con el protagonismo de las mujeres y también con su ciencia crítica, una
ciencia que dio lugar a la Jineolojî o ciencia de las mujeres, basada en
la ética, la estética, con poder práctico y relacionada con la economía.
Alessia Dro,
del Movimiento de Mujeres del Kurdistán, ha señalado que una de las
contradicciones más grandes de nuestro tiempo es la existente entre la
resistencia de las mujeres y el patriarcado. Esa contradicción, recuperada como
vertebral por la revolución kurda, es lo que propicia que miles de mujeres de
todo el mundo se identifiquen con esa lucha: Para hacer una
transformación, tenemos que lograr cambiar a la sociedad con una perspectiva de
liberación de las mujeres. La liberación de las mujeres significa liberar la
sociedad entera. Eso es algo que los movimientos revolucionarios en el mundo
aún no han elaborado como eje prioritario, y creo que por eso hay mujeres de
muchos lugares que nos unimos al movimiento (https://bit.ly/2PucW4H).
La solidez
teórica y política que ha alcanzado la revolución kurda se refleja en el
reconocimiento de sus pares en otros lugares del mundo. Es con el EZLN y con
las mujeres zapatistas con quienes ha establecido un diálogo fraterno. En
diciembre de 2019 la palabra de las mujeres de Rojava llegó hasta territorio
zapatista, al semillero Huellas del Caminar de la comandanta Ramona, en donde
se realizaba el II Encuentro Internacional de las Mujeres que Luchan: Hoy,
querríamos haber estado junto a las mujeres zapatistas en el encuentro de
mujeres que se ha celebrado allá, pero está claro que en nuestra situación y
con los ataques a nuestro pueblo, esto no ha sido posible. Pero podemos decir
que nuestros corazones están allá y con todas las mujeres en lucha por su
libertad y la de sus pueblos. Porque estamos luchando contra todo tipo de
ocupación impuesta a los pueblos, todo tipo de esclavitud impuesta a las
mujeres. Y estamos juntas en la lucha.
En Rojava y en la Chiapas zapatista se construyen alternativas emancipatorias de nuevo tipo. No son las únicas, hay otras con sus propias formas y tiempos. Una nueva historia se está construyendo y hay que aprender a escucharla.
Artículo
publicado originalmente en La Jornada.
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