Los ‘métodos no militares’ de hacer la guerra en la
estrategia imperialista
DIARIO OCTUBRE / abril 10, 2021
A principios de marzo, Estados Unidos publicó la “Guía Estratégica
Provisional de Seguridad Nacional” a iniciativa de la Casa Blanca (*) en medio
de numerosas controversias.
El general
retirado Thomas Spoehr, director del Centro de Defensa Nacional de la Fundación
Heritage, ha señalado las discrepancias que han surgido en el documento, que no
preocupan a la cúpula político-militar estadounidense, o eso dicen al menos.
El documento
afirma que Estados Unidos está reduciendo el papel de las armas nucleares en
sus planes de guerra, mientras que el jefe del Pentágono, Lloyd Austin, declaró
al Congreso: “La disuasión nuclear es una de las prioridades de la misión del
Departamento de Defensa”. Otra contradicción se pone de manifiesto en las
declaraciones de que Estados Unidos evitará las “guerras eternas” junto a los
ataques contra emplazamientos en Siria.
Las principales
amenazas a la seguridad de Estados Unidos no cambian con respecto a la
presidencia de Trump: son Rusia, China, Corea del Norte e Irán. Pero la nueva
“Guía” se centra en Europa, el hemisferio occidental y la región del
Indo-Pacífico, enumerando como socios a Reino Unido, Canadá, México, India,
Vietnam, Singapur, Nueva Zelanda y la Asociación de Naciones del Sudeste
Asiático (ASEAN).
Gran parte del
documento está dedicado a las nuevas tecnologías, como internet y el 5G, así
como a la guerra sicológica y el control de la (des)información. El principio
del “poder blando dentro del poder duro” ha sido utilizado durante mucho tiempo
por los militares estadounidenses.
El 16 de marzo
la nueva estrategia del Pentágono “Army Multi-Domain Transformation. Ready to
Win in Competition and Conflict” amplió la presencia de las tropas de Estados
Unidos en todo el mundo. Afirma que “el Ejército podría desempeñar un papel
inmenso en el apoyo a los objetivos interdepartamentales de Estados Unidos como
parte del enfoque general del arte de gobernar”.
El general
James McConville, que dirige el ejército de Estados Unidos, dijo que los
métodos no militares de guerra están muy solicitados hoy en día. “Estamos
asistiendo a una batalla global por los corazones y las mentes de diferentes
audiencias en diferentes países. Es una batalla para contar la historia de
Estados Unidos y embellecer su reputación, mientras los adversarios intentan
empañar y desinformar”, dijo el general.
El plan
consiste en llevar a cabo acciones asimétricas centradas en publicitar la
imagen de Estados Unidos como defensor de la democracia. “En la medida en que
los valores y sistemas democráticos colocan a Estados Unidos en desventaja…
también hacen de Estados Unidos un socio más atractivo”.
En las
audiencias del Senado de 25 de marzo de 2021, el Subsecretario de Defensa para
Operaciones Especiales y Conflictos de Baja Intensidad, Christopher Maier, dijo
que “las fuerzas de Operaciones Especiales han avanzado en la adaptación de sus
capacidades a los desafíos de las grandes potencias, China y Rusia. El general
Richard Clarke, comandante de las Fuerzas de Operaciones Especiales de Estados
Unidos, dijo que hay 5.000 efectivos de operaciones especiales en 62 países.
En la guerra
actual contra China y Rusia, las operaciones especiales desempeñan un papel
central, incluyendo “la realización de operaciones psicológicas, la
participación activa de ciudadanos extranjeros en la confrontación y la lucha
contra la propaganda hostil y la desinformación”.
Hay luz verde a
la expansión de las operaciones encubiertas en el extranjero. Mientras que
“contrapropaganda” significa una serie de operaciones de (des)información,
desde el descrédito de Rusia en la escena internacional hasta el despliegue de
bots y trolls en las redes sociales.
(*)
https://www.whitehouse.gov/wp-content/uploads/2021/03/NSC-1v2.pdf
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