viernes, 10 de junio de 2016

AGRICULTURA, ECONOMÍA CAPITALISTA Y POLÍTICA: PEQUEÑOS Y MEDIANOS AGRICULTORES TAMBIÉN ESTÁN INCLUIDOS EN EL PROGRESIVO EMPEORAMIENTO DE LAS CONDICIONES DE VIDA QUE EL SISTEMA TIENE ENCARRILADO MEDIANTE LAS POLÍTICAS NEOLIBERALES QUE APLICA Y DEFIENDE EL PP Y SUS ACÓLITOS ENMASCARADOS




El 60% del beneficio de un producto alimentario se queda en la gran distribución
Impactos de los modelos alimentarios

FUHEM
Rebelión
09.06.2016

Las cosechas cotizan en los mercados de materias primas, como si de un recurso más se tratara, y las cadenas alimentarias son controladas por poderosas corporaciones. Productores y consumidores pagan las consecuencias de un sistema desigual que tiene serias implicaciones sobre la salud y los ecosistemas.

El nuevo dosier publicado por FUHEM Ecosocial aborda los impactos de los modelos alimentarios con análisis que plantean la relación entre alimentación, estilos de vida y salud; la huella ecológica de la dieta mediterránea, los procesos que determinan los precios de los alimentos en el Estado español; y cuatro propuestas alternativas contadas por sus propios protagonistas. Para saber más, el Dosier ofrece recomendaciones de libros, revistas y recursos digitales que amplían los temas tratados.

En el texto titulado Alimentación, estilo de vida y salud, el oncólogo Carlos A. González plantea que la dieta mediterránea, considerada la más saludable, no ha dejado de descender en los países donde está más implantada -España, Italia y Grecia-, lo que ha generado un aumento sustancial de la obesidad y la diabetes, además de ser uno de los factores asociados al aumento de algunos tipos de cáncer en el sur de Europa. Según el experto, “la pandemia de obesidad mundial muestra el fracaso de las medidas que se han implementado hasta ahora” y reconoce que “aunque el aumento de peso en un problema individual, se requiere una solución social en la que las autoridades sanitarias deben plantearse nuevas y más radicales estrategias: forzando cambios en los modelos alimentarios, con impuestos especiales a los alimentos y bebidas con alto poder calórico, y promoviendo la actividad física organizada con gimnasios gratuitos en los barrios”. Según Carlos A. González, estas medidas no se implantan porque no existe voluntad política y por el temor de enfrentarse a poderosas compañías multinacionales.

En otro artículo, los miembros del grupo Global Footprint Network ofrecen un interesante estudio para analizar La huella ecológica de las dietas mediterráneas. Partiendo de la interacción crucial entre la naturaleza y la humanidad, en la que la primera ofrece el suministro de alimentos a cambio de una explotación que es una de las principales causas de la degradación medioambiental, los autores analizan la huella ecológica y la biocapacidad de 15 países mediterráneos. Entre las conclusiones del estudio, los autores subrayan que l os alimentos constituyen una proporción sustancial (entre el 20% y el 70%) , de las necesidades totales de recursos de los países mediterráneos. También aprecian que al aumentar los ingresos per cápita, las necesidades de recursos alimentarios no aumentan necesariamente ya que las poblaciones tienden a consumir artículos de mayor calidad y precio.

En su artículo Dos menos uno, dos. Quién decide el precio de los alimentos Ferrán Garcia, coordinador de Investigaciones de VSF-Justicia Alimentaria Global, parte de la concentración empresarial del sector alimentario en el Estado español, para explicar cómo se establecen los precios de los alimentos, cada vez más alejados del coste de producción y tratados como cualquier otro negocio, con las perversas implicaciones que ello conlleva. “El binomio gran industria alimentaria y gran distribución tiene el monopolio de la alimentación, son los que ostentan el poder de determinar qué se produce y qué se come, dónde, cómo y a qué precio”. Con datos y ejemplos, Ferrán Garcia plantea los desequilibrios existentes: Un alimento multiplica por 4,5 el precio, desde el campo hasta nuestras mesas, y el 60% del beneficio del producto se queda en la gran distribución”. Basta con poner unos cuantos ejemplos: ¿Leche? Cuatro empresas controlan el 60% del mercado. ¿Huevos? Cinco empresas controlan, aproximadamente, uno de cada 4 huevos que consumimos. ¿Frutas y verduras? En el Estado, cinco grupos controlan más del 45%. ¿Carne de pollo? Tres empresas la mitad del pollo consumido en el Estado, la primera de ellas controla casi un tercio ¿Productos cárnicos? el 70% lo controlan cuatro actores.

Al abordar esta concentración de poder, el autor se refiere también al oligopolio de las semillas, en manos de cuatro empresas, y a la menos conocida situación de los animales. La industrialización ganadera se basa en animales seleccionados genéticamente y en piensos que son controlados, a nivel mundial, por no más de 10 empresas. Para cambiar la situación descrita, el autor apunta acercarse a los modelos que defienden la soberanía alimentaria: sistemas alimentarios locales, de base campesina, de producción agroecológica y que comercializan alimentos en tiendas de barrio, en mercados municipales, en cooperativas de consumo. Por eso concluye en la necesidad de seguir avanzando hasta que estos sistemas ahora alternativos sean realmente hegemónicos y populares, no minoritarios ni elitistas.

Experiencias alternativas: de la producción al consumo
En los últimos años se han desarrollado múltiples iniciativas que construyen otro modelo alimentario. Entre ellas, las que más se han extendido han sido los circuitos cortos de producción y consumo a través de una amplia variedad de grupos de consumo que ponen en contacto directo (o con una intermediación pequeña) , a agricultoras/as y consumidoras/es.
El Dosier presenta cuatro experiencias que apuntan en esta dirección, que recorren el mundo de la producción y la distribución-gestión de restauración colectiva escolar ecológica, contados por sus propios/as protagonistas que explican los puntos fuertes, objetivos, dificultades y retos de futuro. Ecosecha, una de las experiencias de cultivo agroecológico pioneras en Madrid; Ecomenja, una empresa gestora de comedores escolares ecológicos de Barcelona; el comedor escolar ecológico del C.E.I.P. Gómez Moreno de Granada; y el proyecto de comedores ecológicos que se desarrolla en los colegios de FUHEM, en Madrid.

Para saber más, se ofrece una selección de librosrevistas y recursos disponibles en Internet. Títulos que abordan las repercusiones de los modelos alimentarios en la salud y el medio ambiente, las claves de la industria alimentaria y varias propuestas de modelos alternativos. 

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