domingo, 19 de julio de 2015

GRECIA: SAQUEO DE LOS GRANDES CAPITALES, QUE CADA CUAL CON SUS PALABRAS APOYAN: EL PP, PSOE, LA NARANJADA DE ALBERT RIVERA Y LOS ARTISTAS INVITADOS DE PODEMOS, PABLO IGLESIAS Y ERREJÓN, A LOS CUALES HAY QUE ECHAR DE PODEMOS ANTES DE QUE ACABEN CON EL ESPÍRITU QUE NACIÓ PODEMOS


LA CANALLADA FINAL CONTRA EL PUEBLO GRIEGO


Rebelión
18.07.2015

Como era predecible, el establishment político-mediático español (incluyendo el catalán) ha presentado lo ocurrido en Grecia y en las negociaciones con la Troika, con el Eurogrupo y con el Consejo Europeo como un completo fracaso del gobierno Syriza, que en el colmo de su supuesta incompetencia sometió a su pueblo a un gran sacrificio, el corralito, y a un referéndum que, además de ser inapropiado, tuvo un impacto contrario al que pretendía, pues en lugar de conseguir mayores concesiones de las instituciones europeas, estas endurecieron sus posturas, exigiendo incluso mayores sacrificios de los que ya habían ofrecido antes de conocerse el resultado del referéndum. Ha sido, pues, un desastre producto de la incompetencia del gobierno Syriza. El nivel de hostilidad de este establishment político-mediático español (incluyendo el catalán) -que también apareció con igual intensidad en los mayores medios de información alemanes- alcanzó unos niveles nunca antes vistos en contra de un gobierno europeo. Las medidas impuestas por el establishment financiero europeo (hegemonizado por el alemán) –y sus instrumentos políticos (la Troika, el Eurogrupo y el Consejo Europeo)– intentaban humillar al pueblo griego, que ha sido el único que, a través de su gobierno, se ha rebelado contra el austericidio forzado por aquel establishment financiero. Esta humillación se presentaba al público con satisfacción y regodeo por parte de los mayores medios de información, que alcanzaban lo que algunos humoristas estadounidenses han definido sarcásticamente como un “orgasmo mediático”. Nunca tanto odio se había expresado en tales medios con tanto placer para el que lo transmite, y tanto dolor para el que lo recibe.

La enorme manipulación de los medios

En toda esta presentación se olvidaron, además, de la causa justa que el gobierno Syriza defendía y de algunos elementos clave para entender lo ocurrido, incluido el enorme desequilibrio de fuerzas en tal conflicto, que alcanzó (como indiqué en un reciente artículo, “El principio del fin de esta Europa antidemocrática e injusta”, Público, 07.07.15) niveles bélicos, conflicto que era parte del existente entre las élites gobernantes en la Eurozona (que están al servicio del capital financiero) y sus clases populares, un conflicto que mi amigo Noam Chomsky ha definido no como una lucha, sino como una guerra de clases, que ha alcanzado su máxima expresión en Grecia. Y los grandes medios de información al servicio de los intereses financieros que los controlan ocultaron la mayoría de los hechos, ignorando, cuando no ocultando, esta guerra de clases. Por un lado estaban las instituciones más poderosas de la Eurozona, deseosas de destruir al partido Syriza, y así matar al enemigo (y la expresión no es hiperbólica, pues esta era su intención: destruir al enemigo y al partido Syriza, expulsándolo del gobierno). Este era su objetivo. Por el otro estaban las clases populares de Grecia.

La ocultada guerra de clases

A fin de conseguir este objetivo, el establishment que gobierna la Eurozona, liderado por el alemán, siguió paso por paso su plan de destrucción, iniciándose este solo horas después de la victoria electoral del partido Syriza, cuando el Banco Central Europeo, el BCE, limitó la liquidez a los bancos griegos (es decir, disminuyó drásticamente el dinero transferido a estos), lo que fue seguido por un notable estrangulamiento (días antes de que se celebrara el referéndum donde se iba a pedir al pueblo griego su acuerdo o desacuerdo con las medidas impuestas por las instituciones europeas), forzando al gobierno Syriza a introducir el altamente impopular corralito, con la intención de atemorizar al pueblo griego y mostrar las consecuencias de que este votara en contra de lo que deseaban aquellas instituciones. Y después del referéndum, el BCE continuó limitando la liquidez, amenazando con interrumpirla en cualquier momento, creando así una parálisis bancaria al país. En cada uno de estos pasos, el BCE utilizó todo su armamento financiero de destrucción masiva para presionar al gobierno Syriza. Tales medidas tendrían que haber generado una gran protesta en la Eurozona, pues el BCE se estaba atribuyendo funciones que no tenía. Ante estos actos ilegales y canallescos (no hay otra manera de definirlo), el pueblo griego realizó un enorme acto de valentía y coraje al votar mayoritariamente en contra del establishment político-mediático europeo, sabiendo lo que ello podría significar.

La respuesta de las élites gobernantes en la Eurozona al rechazo de sus propuestas fue incrementar aún más su hostilidad, exigiendo medidas que convertían a Grecia en un “protectorado” de la Troika, recuperando la fórmula política imperial que había dejado de existir desde el periodo de descolonización que siguió a la II Guerra Mundial. Una de las medidas más humillantes y difíciles de aceptar para el gobierno Syriza fue que Grecia tendría que venderse el equivalente a 50.000 millones de euros en propiedades públicas y ponerlos aparte en un fondo supervisado por la Troika, con el fin de pagar a los acreedores. Estos son los Estados de la Eurozona, que habían comprado la deuda pública griega que tenían los bancos privados (predominantemente alemanes y franceses), los cuales la habían obtenido a unos intereses desorbitados y escandalosamente altos (debido en parte al hecho de que el BCE –que es un lobby de la banca- no tenía como función proteger a los Estados, como hace cualquier banco central digno de su nombre, ayudando en su lugar a la banca privada). El BCE, en lugar de ayudar a los Estados de la Eurozona prestándoles dinero, lo que hacía era prestar dinero a unos intereses ridículamente bajos a los bancos privados para que estos se lo prestaran a los Estados a unos intereses elevadísimos, que en el caso de Grecia alcanzaron unos niveles escandalosamente altos, una de las causas de que la deuda pública griega sea tan elevada.

Cuando estos bancos privados, que se habían enriquecido enormemente a base de comprar bonos del Estado griego, sumamente rentables, vieron que el Estado griego podría colapsar y no pagarles los intereses, e incluso perder el principal de la deuda (es decir, los bonos públicos, generadores de renta), pidieron a los Estados que les compraran su deuda, evitando así el colapso de los bancos, y ello a costa de que los Estados fueran ahora los que tenían los bonos públicos, compra (en realidad, el mejor término es rescate bancario) que los Estados hicieron sin que tuvieran ningún mandato popular para ello, pues salvar a los bancos no estaba en la oferta electoral de ninguno de los partidos gobernantes. Y su población tampoco fue llamada a referéndum para preguntárselo. La gran mentira y falsedad promovida en los medios era presentar esta compra de bonos públicos griegos (que se habían adquirido en condiciones abusivas) como la ayuda de los pueblos de la Eurozona al pueblo griego. En realidad, era la ayuda de las élites gobernantes, próximas al capital financiero, a sus bancos. De ayuda a Grecia no había nada. Y ahora, en las negociaciones querían que Grecia les pagara la deuda, utilizando todo tipo de presiones para conseguirlo.

La gran falsedad de presentar la ayuda a los bancos como un acto de solidaridad con el pueblo griego

Con un ejercicio de gran cinismo, estos Estados que habían rescatado a los bancos con dinero público a costa del bienestar de sus clases populares, presentaban ahora a Syriza como el malo de la película por no querer pagar a los pensionistas europeos el dinero que dichos pensionistas habían prestado a los pensionistas griegos (los cuales, indicaron todos los medios, gozaban de una pensión supuestamente exuberante). El objetivo de esta propaganda era evitar que las clases populares de los países de la Eurozona se aliasen en contra de sus propios establishments, liderados por el alemán. Leer la prensa alemana o española da idea del extremo hasta el que tal establishment es capaz de manipular para dividir a las clases populares, estimulando su movilización a favor suyo y en defensa del establishment financiero. Oír al Ministro Guindos (el mismo exbanquero de la banca más tramposa que haya existido, la Lehman Brothers) decir que el gobierno Syriza tiene que devolver el dinero a España para que se puedan mejorar las pensiones, alcanza dimensiones vomitivas. Las clases populares griegas y las españolas vivirían mucho mejor si ambos países hubieran podido nacionalizar o intervenir la banca privada y ponerla al servicio de sus clases populares.

Pero lo que alcanzó unos niveles nunca antes vistos fue la exigencia de los 50.000 millones de euros, extraídos de la venta de propiedad pública griega, que deberían ser pagados por el Estado griego a los acreedores. Con ello, además de los recortes y de la austeridad, se añadía un latrocinio al pueblo griego, robándole el equivalente a un 17% del PIB griego para pagar el rescate a los bancos por parte de los Estados. En cuanto a las medidas de austeridad, estas se incrementaron, con lo cual el descenso del PIB (que ha sido de un 25% en cinco años) aumentaría todavía más (se calcula que un 5% más).

¿Por qué Syriza aceptó estas demandas?

La enorme negatividad contra Syriza que apareció en los medios ocultaba que el gobierno griego tenía muy poco espacio para poder responder a esta belicosa hostilidad. Y a pesar de ello, es notable lo que también consiguió, cosa que naturalmente y predeciblemente no salió en los medios. El hecho de que el rechazo a tales medidas impuestas por la Troika alcanzara un nivel tan elevado (un 62%), le permitió conseguir un grado de unidad en su país impensable antes del referéndum, de manera que las propuestas hechas después del referéndum eran firmadas por la gran mayoría de partidos, además de Syriza. Esto fue lo que originó cambios, incluido el que, en lugar de continuar discutiendo el segundo rescate aprobado por el gobierno anterior, se discutiera ahora un nuevo rescate, de una cantidad mucho mayor, que podría alcanzar 80.000 millones, con una promesa de iniciar el proceso de reestructuración de la deuda griega, aun cuando no se especificaran las condiciones.

Otras medidas también importantes que se consiguieron fueron la disminución de la exigencia a Grecia de tener un superávit primario en las cuentas del Estado (es decir, tener un balance positivo entre los ingresos y los gastos, sin incluir los gastos para pagar los intereses de la deuda) que fuera equivalente a un 4% del PIB, utilizando este superávit para pagar la deuda, lo cual hubiera causado un colapso de la economía griega. Syriza consiguió que el superávit fuera equivalente a un 1% del PIB el primer año, un 2% el segundo año, y un 3% en el tercer año, exigencias que también serían perjudiciales para Grecia, pues aun cuando no crearían un colapso, impedirían su recuperación. El gran problema fue que Syriza consiguió mejoras, pero dentro del marco definido ya en el rescate anterior. Y este era el punto flaco del nuevo rescate que entraba en clara contradicción con lo que el pueblo griego había votado. De ahí que lo que se le ofrecía a Grecia por parte de las instituciones europeas era más de lo mismo.

¿Qué podría haber hecho Syriza?

El poder de Syriza en las negociaciones estaba muy limitado por las condiciones que se daban a los dos lados de la mesa negociadora. Y una constante por parte de Syriza era su deseo, reflejando lo que deseaba la gran mayoría del pueblo griego, de mantenerse en la Eurozona. Esta era una condición sine que non. Se consideró, desde el principio de su mandato, que la salida del euro por parte de Grecia no era ni posible ni aconsejable. El mismo por entonces Ministro de Finanzas, el Sr. Yanis Varoufakis, había indicado en The Guardian que “la salida de Grecia del euro, creando una nueva moneda, sería dificilísima. En Irak la introducción de una nueva moneda duró casi un año, con el desarrollo de una enorme infraestructura que no existe en Grecia. De ahí que el anuncio de la salida de Grecia del euro sería equivalente a anunciar una devaluación de la moneda con 18 meses de antelación. Sería una receta para eliminar todo el capital, que abandonaría el país por todos los medios”.

Se indicaba también por parte de sectores de la dirección de Syriza que el caso de Argentina (que muchos presentaban como punto de referencia para salirse del euro) no tenía validez para Grecia, pues Argentina tenía ya su moneda, el peso argentino, y toda la infraestructura para operarla en el momento que decidió separarse del dólar, cambiando el valor de su moneda. Pero Grecia no tenía una nueva moneda. Ante esta situación, lo único que podría haber hecho el Estado griego frente a la amenaza del BCE de interrumpir toda liquidez a los bancos griegos hubiera sido lo que el ministro Varoufakis propuso al Primer Ministro Tsipras el día antes del referéndum en previsión de lo que podría pasar, es decir, nacionalizar algunos bancos griegos e intervenir el Banco Central Griego, imprimir euros por parte del Banco Central Griego, emitir una nueva moneda por parte del Estado y controlar la movilidad de capitales. Pero Tsipras no lo aceptó, pues temía que ello implicara la expulsión inmediata de Grecia del euro, que era lo que quería evitarse por todos los medios.

Es interesante subrayar que el BCE –que, como dije antes, es principalmente un lobby de la banca- quería castigar al Estado griego y expulsar a Syriza del gobierno, pero no (como he indicado en otro artículo en Público, 11.06.15) sacar a Grecia del euro. El capital financiero alemán no deseaba que ello ocurriera, en parte por la enorme inestabilidad que ello crearía. De ahí que en las reuniones del Eurogrupo el Sr. Mario Draghi, Presidente del BCE, incluso se enfrentara con el Ministro alemán de Finanzas, el Sr. Wolfgang Schäuble, que no excluía sacar a Grecia del euro por un periodo de cinco años. Draghi indicó que ello ya ahora crearía un gran desequilibrio, punto de vista compartido pero no enunciado por la Sra. Merkel, que tenía que equilibrar su deseo de estabilidad financiera con la demanda de su partido de castigar duramente a Grecia. Ahí radica el origen del fondo general de 50.000 millones de euros (basado en la venta de propiedad pública griega) propuesto por la Sra. Merkel.

Es interesante subrayar que los mayores aliados del gobierno alemán, en su mano dura, han sido los gobiernos español, portugués e irlandés, pues –como indica Varoufakis en su entrevista en el New Statesman (13.07.15)– odian a Syriza y querían destruirla, temerosos de que fuerzas políticas antiausteridad que existen en sus países –como Podemos en España- se beneficiaran de cualquier mejora que pudiese conseguir Syriza. La preocupación del gobierno Rajoy frente a Podemos, tal como informa Varoufakis, ha estado detrás de su apoyo a las propuestas alemanas.

¿Y ahora, qué?

Lo ocurrido en estos días tendrá un enorme impacto en la Eurozona. Europa nunca será a partir de ahora como fue antes. La Europa punto de referencia mundial para aquellos que desean vivir en países democráticos y justos, ha desaparecido. El rechazo hacia esta Europa neoliberal, antidemocrática y reaccionaria, al servicio del capital financiero, se está extendiendo a lo largo de su territorio, y se ha creado una nueva situación que abre toda una serie de oportunidades. Los hechos han mostrado con una enorme claridad que el gobierno alemán de la Sra. Merkel domina el Eurogrupo y dicta sus políticas, y lo hace pensando única y exclusivamente en sus intereses de clase. Y digo de clase porque la clase trabajadora alemana es una de sus víctimas (merece destacarse, por cierto, el apoyo valiente de las izquierdas alemanas, Die Linke, y de los sindicatos alemanes a las demandas antiausteridad griegas). La crueldad y dureza de las medidas, apoyadas por una movilización mediática que también hemos visto en España (con tonos claramente racistas, menospreciando al pueblo griego y a sus gobernantes), recuerda a situaciones anteriores en su historia, tanto en Alemania como en España.

No hay que olvidar que los que gobiernan España, el PP, son los herederos de aquellas fuerzas que se alzaron contra una democracia, venciendo (a pesar de la enorme resistencia de las clases populares de todos los pueblos y naciones de España) gracias al apoyo de las fuerzas nazis alemanas, que dominaron y oprimieron a otros muchos pueblos europeos, incluyendo Grecia, asesinando, destruyendo y robando a aquel país, sin que el Estado alemán, sucesor del Estado nazi, haya pagado ninguna reparación a las víctimas de tanta opresión en aquel país (ver mi artículo “Los costes del nazismo alemán para Grecia (y para España)”, Público, 24.03.15). Y para mayor indignación, al Estado alemán, que, por fin, fue derrotado, se le perdonó más de la mitad de la deuda pública con los acreedores extranjeros en el año 1953 , permitiéndole que pagara la otra mitad de la deuda en treinta años y solo en periodos de crecimiento. Grecia, que fue uno de los Estados que le perdonó la deuda, es ahora el país al que el Estado alemán, heredero de aquel otro de 1953, no deja que se le permita conseguir lo mismo que se le permitió a Alemania por parte de los aliados, incluyendo Grecia. Nunca históricamente se habían visto ejemplos de mayor innobleza, desvergüenza y merecedores de condena por su inmoralidad, como el comportamiento del Estado alemán y de los medios de información alemanes hacia Grecia.

Lo ocurrido ha reabierto heridas que se creían cerradas. Hoy al gobierno alemán, aliado con los establishments financieros en cada país, se le ve como el centro de un poder que es profundamente antidemocrático y antisocial. Existe una alianza de las élites gobernantes en la Eurozona, las castas que representan los intereses económicos y financieros dominantes, que no tiene límite en su hostilidad hacia las clases populares y el mundo de trabajo de cada país, incluyendo el griego. Es, repito, lo que Noam Chomsky ha definido acertadamente como la guerra de clases.

Ahora bien, hay también motivos de gran esperanza. El enorme sacrificio del pueblo griego no será en vano. Hoy Europa está llena de movimientos de protesta y rechazo hacia esta Europa mezquina, antidemocrática y profundamente injusta. Y ya vemos algunas grietas en el edificio que sostiene el imperio del establishment alemán. No puede descartarse que se establezcan divisiones en la estructura de gobierno de la Eurozona, con posibles tensiones con Francia e Italia, que ya aparecieron, pero que fueron totalmente insuficientes para cuestionar el dominio y hegemonía del gobierno alemán. Pero lo que es más urgente es que las clases populares –a través de movimientos sociales y sindicales, y partidos políticos- establezcan lazos de cooperación y asociación para parar las medidas de austeridad, estableciendo las bases para un cambio profundo de esta Europa reaccionaria hacia otra Europa justa y democrática. Y la estrategia de cambio debería ir más allá del debate “euro sí” o “euro no”, cambiando la gobernanza de esta moneda y de toda la Eurozona, con alianzas, a nivel europeo, que puedan ya expresar un Basta Ya, con una petición y exigencia de cambios democráticos en cada uno de los países de la Eurozona, como está ocurriendo hoy en España. Soy consciente de que esta expresión podrá verse como un deseo inalcanzable, pero ¿quién hubiera dicho en España hace solo un año que habrían ocurrido los cambios que ocurrieron en las últimas municipales, que fueron ni más ni menos que un tsunami político, y que cambiaron toda España y toda Europa? En realidad la hostilidad del establishment europeo, liderado por el gobierno alemán, a las clases populares griegas era un mensaje que intentaba atemorizar a las clases populares españolas.

Una última observación. Ni que decir tiene que la situación en España es distinta a la griega, y por lo tanto las soluciones para cada país son distintas. El intento de presentar a Podemos como la Syriza española es un indicador más de una manipulación, confundiendo la necesaria y noble solidaridad de Podemos con el pueblo griego y con su mejor representante, Syriza, con el desarrollo de sus políticas, que necesariamente serán distintas, puesto que las realidades que reflejan son muy diferentes. Hoy en Grecia no hemos visto el fin, sino el inicio de un proceso de cambio que impactará a toda Europa, ayudando a todas las fuerzas en este continente que se oponen al enorme austericidio que se ha estado imponiendo y que ha hecho tanto daño al pueblo griego y al español.



GRECIA. IMPOSICIÓN DEL CAPITAL DEMÓCRATA-FORMAL-FEUDAL Y MÁS PORQUE NO QUIERO, QUE NOS IMPONDRÁ EL PP / PSOE Y QUE APOYAN PABLO IGLESIAS Y ERREJÓN A LOS QUE HAY QUE EXPULSAR DE PODEMOS CUANTO ANTES


El "acuerdo" sobre Grecia de la Cumbre del Euro

2/2
Rebelión
yanisvaroufakis.eu
17.07.2015

Traducción del inglés para Rebelión por Sara Plaza.

A partir de estas revisiones, las políticas de mercado laboral deberán ajustarse a las prácticas idóneas internacionales y europeas, sin que se retroceda a pasadas políticas que son incompatibles con el objetivo de promover un crecimiento sostenible e integrador [es decir, no deberían existir mecanismos que puedan ser utilizados por los asalariados para exigir a los empresarios mejores condiciones]; 

· adoptar las medidas necesarias para fortalecer el sector financiero, como una actuación resuelta en relación con los préstamos fallidos [es decir, estamos a las puertas de un tsunami de ejecuciones hipotecarias] y medidas tendentes a reforzar la gobernanza del Fondo Helénico de Estabilidad Financiera y de los bancos [es decir, el pueblo griego, que es quien mantiene al FHEF y a los bancos, tendrá cero control sobre el FHEF y los bancos] , en concreto eliminando toda posibilidad de interferencia política, especialmente en los procedimientos de nombramiento [es decir, exceptuando la interferencia política de la troika] . Por otra parte, el gobierno griego deberá adoptar las siguientes medidas:

· elaborar un programa de privatizaciones de escala considerablemente mayor y con una mejor gobernanza; se transferirán bienes griegos a un fondo independiente, que monetizará los activos mediante privatizaciones y otros medios [es decir, está previsto un modelo similar al Treuhand, que liquidó los bienes de la RDA, para vender todas las propiedades públicas, pero sin las equivalentes grandes inversiones que Alemania Occidental hizo en Alemania Oriental en compensación por el desastre del régimen del Treuhand] . La citada monetización de activos constituirá una fuente para realizar los pagos adicionales del nuevo préstamo del MEDE previstos y generará durante la vigencia del nuevo préstamo un total previsto de 50 000 millones de euros, 25 000 millones de los cuales se utilizarán para la amortización de la recapitalización de los bancos y otros activos, y el otro 50 % de la cantidad restante (es decir, el 50 % de 25 000 millones) se utilizará para reducir la tasa de endeudamiento en relación con el PIB), y el 50 % restante se utilizará para inversiones [es decir, se privatizarán los bienes públicos y la irrisoria cantidad obtenida se destinará a sufragar el servicio de una deuda impagable, sin que quede nada para inversiones públicas o privadas] . Dicho fondo se establecerá en Grecia y será gestionado por las autoridades griegas bajo la supervisión de las Instituciones europeas correspondientes [es decir, nominalmente estará en Grecia pero, como el FHEF y el Banco de Grecia, estará totalmente controlado por los acreedores] . De acuerdo con las Instituciones y aplicando las prácticas internacionales idóneas, se adoptará un marco legislativo para garantizar unos procedimientos transparentes y un precio de venta de activos adecuado, de acuerdo con los principios y normas de la OCDE sobre la gestión de las empresas de propiedad estatal (EPE).

· de acuerdo con las aspiraciones del gobierno griego, modernizar y reforzar de manera significativa la administración pública e instaurar un programa, bajo los auspicios de la Comisión Europea, para la creación de capacidad y la despolitización de la administración pública griega [es decir, convertir Grecia en una zona libre-de-democracia siguiendo el modelo de Bruselas, una forma de gobierno supuestamente tecnocrático que es políticamente tóxico y macro-económicamente inepto] . Antes del 20 de julio habrá de presentarse una primera propuesta, tras conversaciones con las Instituciones. El gobierno griego se compromete a seguir reduciendo el coste de la administración [es decir, a reducir los salarios más bajos mientras suben un poco los de los aparatchiks amigos de la troika] de acuerdo con un calendario acordado con las Instituciones;

· normalizar plenamente los métodos de trabajo con las Instituciones, incluido el necesario trabajo sobre el terreno en Atenas a fin de mejorar la ejecución y la supervisión de programas [es decir, la troika golpea de nuevo y exige que el gobierno griego la invite a regresar a Atenas como conquistador: la Paz Cartaginesa en todo su esplendor] . El gobierno ha de consultar y acordar con las Instituciones todos los proyectos legislativos en los ámbitos pertinentes, con suficiente antelación antes de someterlas a la consulta pública y al Parlamento [es decir, el Parlamento griego debe nuevamente, tras cinco meses de independencia efímera, convertirse en un apéndice de la troika, aprobando mecánicamente la legislación traducida] . La Cumbre del Euro subraya una vez más que la ejecución es un elemento crucial, y en este sentido celebra que el gobierno griego se proponga solicitar, a más tardar el 20 de julio, apoyo de las Instituciones y de los Estados miembros en el ámbito de la asistencia técnica, y pide a la Comisión Europea que coordine este apoyo europeo;

· con la excepción de la Ley relativa a la crisis humanitaria, el gobierno griego revisará, con vistas a modificar la legislación que se introdujo por oposición a los acuerdos del 20 de febrero, volviendo retroactivamente a previos compromisos de programa o determinará unos claros equivalentes compensatorios de los derechos adquiridos posteriormente generados [es decir, además de prometer que nunca más legislará de manera autónoma, el gobierno griego anulará retrospectivamente todos los proyectos de ley aprobados durante los últimos cinco meses]. 

Los compromisos enumerados son requisitos mínimos para iniciar las negociaciones con el gobierno griego. No obstante, la Cumbre del Euro ha dejado claro que el inicio de las negociaciones no impedirá cualquier posible acuerdo final sobre un nuevo programa MEDE, que tendrá que basarse en una decisión sobre todo el conjunto de medidas (que incluirá necesidades financieras, viabilidad de la deuda y posible crédito transitorio). 

La Cumbre del Euro toma nota de que las posibles necesidades financieras del programa están entre 82.000 y 86.000 millones de euros, según evaluación de las Instituciones [es decir, el Eurogrupo se sacó de la manga una cifra gigantesca, muy por encima de lo necesario, para señalar que la reestructuración de la deuda está descartada y que el juego se llama servidumbre de deuda ad infinitum] , y les invita a explorar posibilidades de reducir la dotación financiera mediante un enfoque presupuestario distinto o mayores medidas de privatización [es decir, y sí, el día que las vacas vuelen] . La restauración del acceso al mercado, que es un objetivo de todo programa de asistencia financiera, disminuye la necesidad de recurrir a la dotación total [es decir, algo que los acreedores harán todo lo posible para evitar, por ejemplo, asegurándose de que Grecia solo entrará en el programa del BCE en 2018, una vez que el alivio cuantitativo se haya... terminado]. 

La Cumbre del Euro toma nota de las urgentes necesidades de financiación de Grecia, lo que recalca la necesidad de un avance muy rápido hacia una decisión sobre un nuevo memorando de entendimiento: se calcula que ascienden a 7 000 millones de euros para el 20 de julio y 5000 millones de euros más para mediados de agosto [es decir, otra vuelta de tuerca más al "prolongar y fingir"] . La Cumbre del Euro reconoce la importancia de garantizar que el Estado griego pueda liquidar sus pagos atrasados con el FMI y con el Banco de Grecia y satisfacer sus obligaciones de deuda en las próximas semanas, para crear condiciones que permitan una conclusión ordenada de las negociaciones. El riesgo de que no se concluyan rápidamente las negociaciones corresponderá plenamente a Grecia [es decir, una vez más, exigiendo que la víctima cargue con toda la culpa del villano]. La Cumbre del Euro invita al Eurogrupo a tratar estos asuntos urgentemente. 

A la vista de los graves problemas a los que se enfrenta el sector financiero griego, la dotación total de un posible nuevo programa MEDE tendría que incluir la fijación de un colchón de entre 10.000 y 25.000 millones de euros destinado al sector bancario, para hacer frente a posibles necesidades de recapitalización y costes de resolución bancaria, de los que 10.000 millones de euros estarían disponibles de inmediato en una cuenta separada en el MEDE [es decir, la troika admite que la recapitalización de los bancos de 2013-2014, que solo necesitaría un máximo de hasta 10.000 millones como mucho, fue insuficiente, pero por supuesto echa la culpa a... el gobierno de Syriza]. 

La Cumbre del Euro es consciente de que una decisión rápida sobre un nuevo programa es condición para que los bancos puedan volver a abrir y se evite así un aumento del plan total de financiación [es decir, la troika cerró los bancos griegos para obligar al gobierno de Syriza a capitular y ahora pide a gritos su reapertura] . El BCE/MUS llevará a cabo una evaluación global después del verano. El colchón total atenderá posibles carencias de capital tras la evaluación global, una vez se haya aplicado el marco jurídico. 

Hay una grave preocupación por la viabilidad de la deuda griega [N.B. ¿De verdad? ¡Caramba!] . Esto se debe al relajamiento de las políticas durante los últimos doce meses, que ha causado el deterioro reciente de la situación macroeconómica y financiera nacional [es decir, no es que los "rescates" de "prolongar y fingir" de 2010 y 2012, en conjunción con la austeridad, fueran la causa de que la deuda alcanzara unas cotas altísimas. Fue la posibilidad, y la realidad, de un gobierno que criticó los "rescates" de "prolongar y fingir" lo que... ¡provocó la insostenibilidad de la deuda!]. 

La Cumbre del Euro recuerda que los Estados miembros de la zona del euro han adoptado en los últimos años un notable conjunto de medidas de apoyo a la viabilidad de la deuda griega, lo que ha suavizado el servicio de esta deuda y supuesto una importante reducción de costes [es decir, los programas del 1º y del 2º "rescates" fracasaron, la deuda se disparó, como lo iba a hacer siempre, porque el propósito real de esos programas de "rescate" era transferir las pérdidas de los bancos a los contribuyentes europeos] . Así las cosas, en el contexto de un posible futuro programa MEDE, y de acuerdo con el espíritu de la declaración del Eurogrupo de noviembre de 2012 [es decir, una promesa de reestructuración de la deuda al anterior gobierno griego que nunca cumplieron los acreedores] , el Eurogrupo está preparado para considerar, de ser necesario, posibles medidas adicionales (periodos más largos de gracia y amortización), a fin de garantizar que las necesidades financieras totales permanezcan en un nivel viable. Tales medidas estarán condicionadas a la plena aplicación de las medidas que habrán de convenirse en un nuevo posible programa con Grecia y se tomarán en consideración una vez haya finalizado satisfactoriamente la primera revisión [es decir, de nuevo, la troika dejará trabajar al gobierno griego bajo una deuda impagable y cuando, como resultado, el programa fracase, la pobreza aumente y los ingresos caigan mucho más, entonces nosotros podremos recortar algo de la deuda, como hizo la troika en 2012]. 

La Cumbre del Euro insiste en que no pueden llevarse a cabo quitas nominales de la deuda [N.B. el gobierno de Syriza ha estado proponiendo, desde enero, una reestructuración moderada de la deuda, sin quitas, maximizando el valor actual neto previsto de los reembolsos de Grecia a los acreedores, lo cual fue rechazado por la troika porque su objetivo era, sencillamente, humillar a Syriza] . El gobierno griego reitera su compromiso inequívoco de cumplir, plenamente y dentro de los plazos previstos, con sus obligaciones financieras para con todos los acreedores [N.B. lo que solo puede suceder después de una reestructuración considerable de la deuda]. 

Siempre que se cumplan todas las condiciones necesarias recogidas en el presente documento, el Eurogrupo y el Consejo de Gobernadores del MEDE, de acuerdo con el artículo 13, apartado 2, del Tratado del MEDE, podrán dar mandato a las Instituciones de negociar un nuevo programa MEDE, si se cumplen las condiciones previas del artículo 13 del Tratado del MEDE de acuerdo con la evaluación mencionada en el artículo 13, apartado 1. Para ayudar al crecimiento y a la creación de empleo en Grecia (en los próximos 3-5 años) [N.B. habiendo destruido el crecimiento y el empleo durante los últimos cinco años…] la Comisión trabajará estrechamente con las autoridades griegas para movilizar hasta 35.000 millones de euros (al amparo de diversos programas de la UE) para financiar las inversiones y la actividad económica, inclusive en las PYME [es decir, utilizará el mismo orden de magnitud de los fondos estructurales, más una cantidad imaginaria, disponibles en 2010-2012] . Como medida excepcional, y habida cuenta de la especial situación en que se encuentra Grecia, la Comisión propondrá que se aumente el nivel de financiación previa en 1000 millones de euros para dar un impulso inmediato a la inversión, aumento que deberá ser abordado por los colegisladores de la UE [es decir, del anuncio de 35.000 millones, consideren dinero real 1000 millones] . El Plan de Inversiones para Europa proporcionará asimismo a Grecia oportunidades de inversión [es decir, el mismo plan al que la mayoría de los ministros de Finanzas de la zona euro se refieren como un programa ilusorio]. 


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