Estados Unidos desempeñó
un papel importante en el asesinato de Nasrallah y de los líderes de Hezbolá.
Varios aviones espías estadounidenses y un portaviones cercano brindaron apoyo
a la masacre. Provocar la guerra con Irán podría ser el real objetivo.
¿Es inevitable una represalia de Irán?
30 septiembre, 2024
El asesinato de Nasrallah ha conmocionado y provocado un gran dolor a la mayoría de los libaneses, sobre todo a las comunidades chiítas que viven en los suburbios del sur, donde vivían los líderes de Hezbolá.
Las bombas
antibúnkeres de 2.000 libras, fabricadas en Estados Unidos, por supuesto,
fueron diseñadas para derribar bloques de apartamentos y el ataque fue diseñado
para matar al líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, pero también para mostrar a
los libaneses la verdadera fuerza que tiene Israel: su poder aéreo.
En las últimas
semanas se ha especulado mucho en Internet sobre si Israel va a invadir el
Líbano. En realidad, esto es poco probable por varias razones. Pero, sobre
todo, porque Netanyahu sabe que de enfrentarse a un ejército o milicia, Israel
estaría en desventaja con la infantería, ya que las FDI no son buenas en
combates cuerpo a cuerpo; su especialidad es matar niños y golpear a mujeres.
Combatir a
Hezbolá cuerpo a cuerpo sería un baño de sangre para los israelíes, lo que
haría que el bombardeo de Beirut pareciera un «ejercicio militar».
Otra razón por
la que Netanyahu no invadirá el Líbano es que los recursos que ello requieren
llevarían a Israel mucho más allá de su capacidad y lo dejarían vulnerable en
dos frentes: primero, el combate cuerpo a cuerpo que las FDI tendrían que
librar con los combatientes de Hezbolá; y segundo; Irán no tendría otra opción
que llevar a cabo ataques masivos con misiles balísticos contra ciudades de
Israel.
Hasta el
momento, Irán y Hezbolá no han sacado a la luz sus misiles de mayor alcance que
puedan igualar los que Israel disparó contra los suburbios del sur de Beirut.
Esto plantea la
pregunta: ¿cuál es el punto de inflexión para Irán? ¿Y cuándo considerará
Hezbolá efectuar su propia invasión terrestre del norte de Israel?
En cuanto a la
segunda pregunta, los líderes de Hezbolá probablemente esperan que Israel
invada su territorio, ya que es allí donde sus combatientes pueden estar en su
elemento. Por esta razón, es probable que Hezbolá no quiera estirar demasiado
sus propios recursos.
Si Irán ahora
juega con la idea de una represalia sería porque afectaría a Netanyahu y su
efímera euforia política, aunque los persas saben que le estará dando al líder
israelí lo que siempre ha soñado: una guerra con Irán en la que Estados Unidos
no tendrá más opción que involucrarse directamente.
A pesar que Joe
Biden afirma que no sabe nada del reciente bombardeo de Beirut contra Israel,
la verdad es que Estados Unidos desempeñó un papel importante en él, con varios
aviones estadounidenses en el cielo brindando apoyo, por no mencionar un
portaaviones cercano.
Estados Unidos
ya no puede fingir que no está en guerra con Irán, pero los periodistas que
conforman el equipo de «corresponsales de guerra» de los periódicos
occidentales harán todo lo posible para seguir engañando.
Por supuesto,
Israel hace oídos sordos a las críticas internacionales del Sur Global, a pesar
de la masiva retirada de la mayoría de los embajadores ante la ONU durante el
reciente discurso de Netanyahu en la ONU.
Pero, al
parecer a Netanyahu tampoco le molestan los países árabes, que están demostrado
que ya les está horrorizando su propio nivel de depravación: la ausencoa de
solidaridad con el pueblo palestino ha alcanzado un máximo histórico.
Los delegados
de Arabia Saudí en la ONU también abandonaron la asamblea, junto con Kuwait e
Irán, lo que da una indicación que, sin duda, el mundo árabe está dividido en
cuanto a su apoyo a Israel y sus ambiciones regionales.
El Líbano bien
puede resultar el punto de ruptura para los estados árabes que consideran que
el pequeño país está protegido por esa lógica banal de; «sólo nosotros podemos
patear a nuestro propio perro, y no el poderoso vecino».
Y la frágil
alianza que Israel mantiene con un puñado de países árabes que firmaron los
Acuerdos de Abraham también está al borde del colapso.
Hace poco, un
soldado israelí, que estaba de «vacaciones» en Marruecos, fue arrestado por un
tribunal de Rabat acusado de crímenes de guerra, una acción que no puede
considerarse accidental, dado que en Marruecos no ocurre nada sin la aprobación
del Rey.
Países como
Marruecos, los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Sudán se enfrentan cada día a
un dilema imposible, ya que salir del acuerdo negociado por Trump es casi
imposible, especialmente para Marruecos, que tiene enormes inversiones de
proyectos israelíes a largo plazo.
Estos países ya
se habían distanciado de Hezbolá y, en cierta medida, de Irán. Pero, a pesar de
su alianza con Washington, están observando con mucha atención hasta dónde
llegará ahora Israel.
Netanyahu cree
que está en una muy buena posición, ante la ausencia de una respuesta de Irán y
de una represalia de las organizaciones de la resistencia. Por el momento, la
superioridad aérea es una mano fácil de jugar. A menos, por supuesto, que Irán
decida cortarle la cabeza a esa serpiente.
Fuente: Observatorio de la crisis
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