Bloquear
a EEUU en el Caribe
Por Gastón Pardo
KAOSENLARED
11 de febrero de 2023
¿Cómo puede Rusia
contribuir a la protección de la la soberanía de la América latina y obligar a
Washington a mostrarse conciliador?
La crisis de los misiles de
Cuba en 1962 demostró que existen límites más allá de los cuales Estados Unidos
comienza a sentirse amenazado en su seguridad ontológica. El despliegue de
misiles nucleares soviéticos en Cuba para responder a la presencia de misiles
de EEUU en Turquía obligó a la administración Kennedy a hacer ciertas
concesiones.
(Recordemos la necesaria
conexión de esta primera parte de mi artículo basada en un comentario de
Katehon (site geopolítico ruso) para hacer comparaciones operativas y señalar
diferencias con la segunda parte basada en un artículo escrito por el analista
canadiense de la geopolítica rusa Paul Robinson, aparecido en RT y en
arrëtsurinfo (12.02.22), portal dirigido por la notable periodista suiza Silvia
Cattori. Nota de Geostrategy.com.mx).
La situación puede ahora
repetirse, dentro de una tensión menos dramática y sin la amenaza visible de
una guerra nuclear. Y como la Casa Blanca no acepta las proposiciones de Moscú
que procura establecer un marco de seguridad, el Kremlin queda con las manos
libres. Menudean las declaraciones mediáticas tendentes a intensificar la
cooperación técnico-militar con asociados cercanos a las fronteras
estadounidenses: Cuba, Venezuela y Nicaragua. Tres países con los que Rusia
tiene añeja experiencia en cooperación militar y seguridad.
Las puertas de la economía
están en la mira
Estados Unidos realiza una
parte importante de sus operaciones de importación y exportación por las rutas
del Golfo de México. Los puertos de Houston, Nueva Orleans, Mobile, y Miami en
Florida cuentan con importantes cadenas de aprovisionamiento de mercancías y
materias primas para la industria de EEUU, (sin faltar el tráfico de drogas.
Nota de Geostrategy.com.mx)
Y no se trata más que de los mayores puntos de carga y descarga; Hay unos
veinte puertos marítimos o fluviales situados en el golfo de México que si
fueran paralizados por una amenaza militar, las terminales de las costas del
Atlántico y del Pacífico no podrían sostener la carga de aprovisionamiento, lo
que sería desastroso para la economía estadounidense.
EEUU es bien consciente de
esta perspectiva, y uno de los objetivos del embargo y las sanciones contra
Cuba sería el de reducir su potencial industrial y de defensa. Además, una base
militar de EEUU está situada ilegalmente en la provincia de Guantánamo, que
permite a las fuerzas armadas estadounidenses llevar a cabo actividades de
espionaje y vigilancia operativa. La ayuda de Rusia para lograr la retirada de
los ocupantes de esta base sería invaluable para Cuba porque confirmaría el
restablecimiento de la soberanía del gobierno de La Habana sobre todo el
territorio cubano. Además de los métodos legales, de los bloqueos y los
medios de presión podrían situarse barreras de minas que impidieran al paso de
navíos estadounidenses.
Ciberguerra
En la época de la guerra
fría, Cuba albergaba un centro radio-electrónico en Lourdes (Cuba) para
interceptar las informaciones de los satélites de comunicación de EEUU y de los
cables de telecomunicaciones con Estados Unidos. Sin embargo, ha sido cerrado.
Pero el centro radioelectrónico ruso GLONASS situado en Nicaragua sigue
operando. La aparición de centros y de instalaciones y de interceptación de
radio electrónica en Cuba y Venezuela crearía problemas adicionales al Comando
Sur de Estados Unidos, en especial para la Marina.
Los ciberataques
procedentes de estados vecinos podrían asimismo ser lanzados sobre el
territorio de EEUU. México podría ser el sitio ideal, a la vista de las
numerosas bandas criminales y cárteles de la droga actuantes; los ataques
contra las infraestructuras de EEUU podrían ser oficialmente lanzados a nombre
de la comunidad criminal en represalia por la actividad de las agencias de
inteligencia de EEUU en México.
Aviones supersónicos
a lo largo de los litorales americanos
Entre las amenazas actuales
a su seguridad, Estados Unidos coloca en todas partes su tecnología moderna,
que incluye a los robots, la inteligencia artificial, la cibernética y los
transportes supersónicos. Entre otras cosas, Washington reflexiona ya en la
manera de contrarrestar la amenaza de las armas supersónicas.
Sin embargo, la RPDC ha
probado recientemente con éxito sus armas supersónicas (no se puede excluir que
se trate de la versión china), la que crea inquietudes adicionales a Estados
Unidos.
La aparición de un arma a
la vecindad de las fronteras estadounidenses volvería su sistema de alerta
oportuna prácticamente inútil y obsoleto. En términos prácticos, eso podría
hacerse por los atajos de algunas opciones. La primera, y más simple, consiste
en equipar con misiles supersónicos los navíos y submarinos que estarían en
alerta en puntos del litoral americano. Los vuelos de rutina de aviones
estratégicos rusos en visita amistosa a Venezuela o a Cuba podrían agregar una
dimensión adicional al modelo.
Régimen de proliferación
Sin embargo, el golpe más
sensible a Estados Unidos sería la transferencia de ciertos sistemas de armas
para sus socios en la región. El régimen de no-proliferación siendo una
prioridad estratégica para Estados Unidos, su antípoda provocaría una reacción
inmediata de la Casa Blanca con su plan.
Lo mismo que la venta de
sistemas S-400 a Turquía se ha transformado en un escándalo mayor y ha enfriado
las relaciones entre Ankara y Washington, el aprovisionamiento de armas rusas a
países de América latina equivaldría a una ducha fría para los funcionarios de
la Casa Blanca y del Departamento de Estado. Si Rusia ya ha suministrado armas
a Venezuela, Nicaragua y Cuba, el nuevo dispositivo podría sugerir un
acercamiento diferente. No sólo la geografía puede tener consecuencias en
detrimento, por ejemplo, de Argentina, sino los principios de entrega, que
podrían ser modificados.
¿Y si los sistemas de armas
supersónicas rusas se concentraran en Cuba, Nicaragua o Venezuela en las nuevas
relaciones bilaterales? Por ejemplo, una forma particular de arrendamiento será
elaborada con el concurso de especialistas rusos. Oficialmente, no habrá bases
militares rusas en los países citados, sino sólo consejeros militares y
personal de mantenimiento, lo cual se inscribe en el marco de la interacción
con esos países.
Finalmente, las maniobras y los ejercicios regulares en la región del Caribe podrían servir de base a la presencia efectiva de fuerzas armadas rusas en la región. Y la implicación de los partidarios de la multipolaridad, como China e Irán, sería una señal para Washington
Fuentes: wsws, dedefensa.org,
arrëtsurinfo, geostrategy.com.mx
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