Retos de la izquierda
asturiana para la construcción de un frente amplio que sume
Por Alonso Gallardo
Rebelion / España
15/12/2021
Fuentes: Rebelión
[Imagen: Yolanda Díaz impulsora del frente amplio en un acto en Gijón en
defensa de las pensiones públicas previo a ser ministra de trabajo]
La crisis en
Asturias y su decadencia, tiene tantos años como tiempo llevamos de
posfranquismo o lo que es lo mismo, de dictadura democrática del capital nacida
de la alianza entre las oligarquías herederas del feudalismo y la financiera e
industrial, con la nueva socialdemocracia liberal surgida en Europa dirigida por
Felipe González y Santiago Carrillo, todos bajo la tutela de la iglesia
católica y los poderes fácticos del franquismo en la judicatura, la policía y
el ejército, para impedir el libre ejercicio del estado de derecho de la
democracia burguesa y de la gobernabilidad por la izquierda, utilizando las
armas de cuarta y quinta generación, que el fascismo internacional y el
imperialismo han puesto en sus manos, bajo un control mediático que impiden que
la sociedad tenga una visión política de conjunto, de lo que realmente sucede
en España y el mundo.
Solo desde este
pacto antinatura de la transición y de la hegemonía mediática y cultural de la
clase dominante, es comprensible que en Asturias siga gobernando el PSOE de
Barbón, en nombre de la izquierda y que sectores de la izquierda que en
Asturias pretenden estar representados por el frente amplio, colaboren con
ellos bajo un entreguismo sin proyecto de izquierda o bien, confrontando con
ellos sin programa ni táctica política, siendo doloroso para cualquier mentalidad
progresista, porque los referentes nacionales de IU y Podemos en Asturias,
tienen un acuerdo progresista de gobierno con el PSOE de Pedro Sánchez. Absurdo
reforzado en este reino de taifas de diecisiete comunidades en España, donde
gobiernan fuerzas neoliberales de derechas y socialdemócratas, que confrontan
con los acuerdos del gobierno progresista o los boicotean en nombre de la
«libertad», sencillamente porque las derechas facciosas y socialdemocracias
neoliberales, prefieren una España rota antes que una España unida, fuerte y
soberana, gobernada por la izquierda.
La crisis
asturiana proviene del abandono del estado como la del resto de la España
vaciada, pero aquí, por un proceso de desindustrialización apresurado y sin
alternativa de desarrollo, iniciado en los ochenta bajo el principio liberal de
líbrese quien pueda. Desde entonces, miles de jóvenes han migrado en busca de
trabajo y derechos, como sus abuelos y abuelas lo hicieron bajo la dictadura en
los cincuenta y sesenta, mientras ahora en esta democracia limitada, fue bajo
el gobierno liberal de la socialdemocracia en España y Asturias, apoyados o con
pactos con la izquierda de IU-PCE y los sindicatos de clase. Hoy estamos a
punto de bajar del millón de habitantes, perdiendo por el camino más de
trescientos mil sin contar los nacidos fuera de Asturias. Definir al PSOE de
Asturias como el responsable político del desastre económico y social
asturiano, está en el hecho de que esto sucedió bajo su responsabilidad y que
el actual gobierno de Barbón, sigue perpetuando su abandono con el apoyo de la
mayoría de IU. La ruptura del acuerdo de gobierno con el PSOE por parte de IU y
la confluencia de toda la izquierda en un frente amplio con un programa de
defensa de las condiciones de vida y trabajo para la clase obrera, es la
condición única para que en las próximas elecciones, la derecha y el fascismo
no gobierne en Asturias como en Madrid o Andalucía.
Desaprovechar
la táctica del pacto progresista nacional en Asturias por las fuerzas de
izquierda fue un error, cuando el PSOE asturiano nunca lo aceptaría en los
mismos términos progresistas, porque rompería el reparto de prebendas con la
patronal asturiana y el fin de la corrupción en el gobierno, como la condena a
la UGT demuestra o los sobrecoste de las obras faraónicas del muselón, variante
de Pajares o el tunelón de Gijón gritan y la prensa y fiscalía callan y así la
izquierda no avanza. IU de Asturias, sigue con la estela llamazarista de pactos
sin saber cómo salir del bucle de derrota tras derrota y sin entender, que el
acierto de Unidas Podemos estuvo en haber sido capaz de ser gobierno y no
comparsa por un plato de lentejas y que el único sobresaliente de los
ministerios, es aquel que tiene competencias reales y las ejerce arropadas en
un pacto de gobierno, a cumplir sí o sí y no del resto sin competencias, ni
tampoco del silencio ante la gestión neoliberal y corrupta acostumbrada del
llamazarismo. En cambio Podemos Asturias, nunca entendió que es una fuerza
reformista, que no es un partido revolucionario con una estructura capaz de
intervenir en las organizaciones de masas de la clase obrera allí donde
trabaja, vive y estudia, que es lo que nos dota de la capacidad de practicar la
lucha de movimientos. Podemos solo tiene capacidad de dar las batallas de
posiciones, porque solo dispone de votos y de la inteligencia individual de
cada cuadro o dirigente y con eso, la única batalla que puede dar está en las
instituciones, justo lo que estos años ha despreciado. Por eso su utilidad
social como la de IU decae día tras día. Participar en y de los movimientos
sociales está bien, pero estos movimientos los conforman grupos de amigos que
para nada construyen hegemonía social, la cual solo es posible hacerla desde
las organizaciones donde participan las grandes masas y ahí nadie interviene de
forma organizada. Por desgracia ni los revolucionarios.
Pero la
responsabilidad de la situación política, social y económica no es sola del
institucionalismo, la clase obrera y el pueblo organizado en el movimiento
sindical y vecinal, tampoco han estado a la altura de la organización de la
resistencia en defensa de los derechos y las industrias que teníamos, estando
más pendientes unos de llegar a pactos sociales sin más sentido y contenido,
que obtener subvenciones que les permitieran mantener la abultada burocracia
sindical en sindicatos y directivas vecinales y otros, protestando en una
resistencia sin programa ni alternativa política y mucho menos táctica y lo más
doloroso, es que en la lucha contra la reconversión y la defensa de Asturias,
estos sectores de la izquierda política y sindical, legaron niveles de lucha y
organización muy superiores a sus fuerzas, en cambio hoy, quitamos delante de
la vista a la burocracia sindical y política que va de izquierda y quedan sin
capacidad de crítica ante una derecha, que en nombre de la clase obrera y la
libertad individual, nos quitarán los pocos derechos que aún nos quedan.
En Asturias, la
ofensiva política de los sectores que representan a la clase obrera y al
pueblo, como partidos de izquierda, sindicatos de clase y movimiento vecinal,
pasa obligadamente por la defensa de los servicios públicos que nos
garantizaban el estado de bienestar como sanidad, enseñanza o los servicios
sociales, porque de nada sirven buenos salarios y pensiones, si después todo lo
tenemos que gastar en atención médica, medicinas o en geriátricos para nuestro
mayores, a los cuales en su cuidado, en nombre del socialismo neoliberal que
gobierna en Asturias, nos endeudan quedándose con las propiedades duramente
adquiridas. Solo ver como bajo la pandemia destruyen la sanidad pública
asturiana con la privatización de la atención primaria y especialista, este
gobierno neoliberal de derechas, tenía que ser combatido por la izquierda
política, sindical y social, siendo la ruptura política con el gobierno
socialista asturiano para la militancia de IU, una necesidad imperiosa para ser
una alternativa creíble mañana de gobierno.
Sumemos a esto
el proceso de privatización y externalización de la enseñanza pública, el abandono
del IMSERSO hoy ERA privatizado en su mayoría, también por el abandono del
transporte público como el tren asturiano, para enriquecimiento del transporte
privado por carretera en manos de la multinacional ALSA, que sus gestores son
los que realmente remodelan el Área Central de Asturias, junto la patronal de
la construcción, hostelería y banca, la cual se reinventa todos los días, para
seguir obteniendo beneficios con reconversiones y prejubilaciones de empleados
a costa del erario público, la evasión de impuestos y el abandono a la atención
ciudadana, obligada por la ley a tener cuenta en un banco para cobrar una
nómina, pensión o subsidio por la que cobran. Añadiremos la pretensión de crear
una macrociudad en la zona central asturiana, abandonando la periferia
oriental, occidental y sur, menos la costera para el turismo. Plan urdido por
las empresas privadas y las multinacionales, para someter al control de la
población los ámbitos de la movilidad, alimentación, consumo y al conjunto del
sector de servicios, ante el futuro distópico que nos acecha. Motivos para la
ruptura del gobierno asturiano por IU y para la confluencia de la izquierda en
un frente amplio.
Pero no solo es
esto, también es que en España nuestro enemigo principal, la oligarquía financiera,
controla todos los resortes del poder del estado burgués y la anulación de
leyes como la mordaza o la laboral, que reprimen y precarizan a la clase
trabajadora y al pueblo, solo la podemos tumbar con la unidad y la movilización
de la clase obrera y el pueblo español transformando el estado. No hay otro
camino ante un enemigo único y por eso, el programa de organización y
movilización de la clase trabajadora, debe ser único para todo el estado y
tiene que situar bien claro, que la propuesta de derechos y deberes es la misma
en todas las partes de España, con la exclusiva excepción de las medidas
económicas y sociales necesarias, con las zonas de la España vaciada por las
políticas del neoliberalismo y si queremos ganar elecciones, debemos dejar
claro que no es el reconocimiento de las identidades las que nos libera, que lo
único que puede liberar a la clase trabajadora y a la mujer obrera es el
trabajo con derechos en el horizonte socialista, cualquier otra medida la
esclaviza más, no al hombre como interesadamente dice la prensa neoliberal,
sino al empresario y al capital.
Lo mismo con el
derecho a otras lenguas españolas, donde todo el mundo en su ámbito geográfico
tenga derecho a hablarla, pero no a costa de los impuestos y de la lengua
materna de los demás, que también debe ser obligatoria para todas aquellas
personas que lo pidan. Recordar a los que ponen las fronteras del viejo
feudalismo como su derecho, que la España moderna de hoy se construyó durante
los siglos XIX y XX, con la migración forzosa de millones de personas,
multiplicando el número de habitantes de las comarcas y ciudades en desarrollo
como las de Vizcaya, Barcelona o Madrid, beneficiadas con las inversiones de un
capital logrado con la sobreexplotación de la clase trabajadora y la expropiación
de tierras y bienes de las familias campesinas, siendo su expulsión el inicio
de una España vaciada durante cuarenta años de franquismo, por la misma élite
burguesa que ahora reclaman derechos feudales históricos, como derechos
nacionales identitarios de los pueblos, lo que implica en la práctica una nueva
recolonización sobre la clase trabajadora, después de haber sido forzados por
el hambre cuando no expulsados sin más, de sus lugares de nacimiento. Sin el
reconocimiento de estas personas y sus derechos nunca gobernará en España la
izquierda, porque le ha cedido a la derecha y al fascismo la defensa de su
identidad, como parte del pueblo español.
Alonso Gallardo de los círculos comunistas de Unidas Podemos
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