Sin duda a Podemos le faltan muchas cosas, al igual que al PP y PSOE (aparatos, no militantes y simpatizantes) le sobran todas aquellas que nos han conducido a la presente situación, y que son incapaces de sacarnos de la misma, porque aunque aún queriéndolo, el sistema no tiene solución, y esta no se puede encontrar dentro del mismo.
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¿HAY ALGUNA RAZÓN PARA NO VOTAR A PODEMOS?
Cinco expertos en diferentes ámbitos
alertan del riesgo que corre España si las instituciones siguen bloqueadas, con
un Gobierno incapaz de reaccionar
Por Manel Manchón
Economíagigital
02/11/2014
Nunca pasa nada hasta que pasa. España ha llegado a una situación
insostenible, y el Gobierno del PP ya no puede apaciguarla con una supuesta
recuperación de la economía. Esa mejora, además, tiene grandes obstáculos: el
crecimiento se ha producido, pero no es suficiente para conseguir dos elementos
cruciales como es sacar del paro a millones de personas, y que los puestos de
trabajo que se generen sean de gran calidad y bien pagados.
El problema es institucional, los casos de corrupción no dejan de
multiplicarse, y la percepción de los ciudadanos es que, además, la crisis no
ha afectado a las personas con mayor riqueza. Al revés. Éstas han aumentado sus
privilegios.
El catedrático de Economía Aplicada, y ex rector de la Universidad Complutense,
Carlos Berzosa; el catedrático de Filosofía política y social, de la
Universidad de Zaragoza, Daniel Innenarity; el catedrático de Ciencia Política
de la Universitat Autònoma de Barcelona, (UAB), Joan Botella; el inspector de
Hacienda, autor del libro ¿Hacienda somos todos?, Francisco de la
Torre; y el veterano periodista y analista político, Miguel Angel Aguilar, han
analizado con Economía Digital el dilema en el que se
encuentra España.
Vía institucional
Uno de los nexos en común es que los ciudadanos, estén más o menos cerca de las
tesis de izquierda de Podemos, no encuentran ya ningún motivo para no votarlos.
Es decir, Podemos se ha convertido en una válvula de escape, dentro de las
instituciones, --y ese es el gran elemento positivo que se destaca--, para
gobernar, o bien para provocar tal reacción en los dos grandes partidos
supuestamente de Estado, PP y PSOE, que consiga un cambio real en el conjunto
del país.
Este lunes el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) mostrará sus últimos
sondeos, y Podemos podría aparecer ya como la
primera fuerza política en intención directa de voto.
Más allá, sin embargo, de la formación que lidera Pablo Iglesias, los expertos
destripan la situación.
Sin sindicatos, y sin oposición, llega Podemos
Berzosa, un activista de izquierdas, que apoyó a Izquierda Unida en las
elecciones generales de 2011, muestra su asombro por un descenso en las
movilizaciones sociales. “Lo expreso con mis alumnos, y es que yo aparezco más
indignado que ellos, pero lo que veo es que se organizan, y que el ascenso de Podemos
en las encuestas, curiosamente, va en paralelo a un descenso de esas
movilizaciones, por ahora”, asegura.
Con ello, Carlos Berzosa expresa la sensación de que la sociedad espera las
elecciones, la vía institucional y no la revuelta en la calle, para “echar” a
los actuales gobernantes. Ello también ha coincidido con “el nulo papel que
tienen ya los sindicatos, desacreditados, y sin ninguna fuerza”. El principal
partido de la oposición, el PSOE, tampoco es ya un referente para Berzosa.
“Todo ha quedado viejo de golpe, a los socialistas no les veo capaces, y
partidos como UPyD han resultado que ahora son ya el pasado, junto con IU”.
¿Cómo en 1982?
El problema para este catedrático de Economía es que Podemos no ofrece, por
ahora, el elenco de cuadros y dirigentes que tenía el PSOE en 1982, cuando
accedió al Gobierno. Pero rechaza la idea de que se acerque un populismo
peligroso. Berzosa discrepa de otros intelectuales como Santos Juliá, o Antonio
Elorza que sospechan de las intenciones de la formación que lidera Pablo
Iglesias.
El problema de fondo es que se “vendió” un milagro económico en la etapa de
José María Aznar, que para Berzosa es clave, que no fue tal, y se generó una
cultura económica que ha posibilitado el derroche y los casos de corrupción.
“No hubo ningún milagro, España avanzó, porque había un ciclo económico en el
que avanzaban todas las economías occidentales y globalizadas”, asegura.
“Muchos decíamos que Rato no tenía ni idea de muchas cosas, y ahora lo estamos
comprobando, porque no era alguien en quien se pudiera confiar”.
Poco castigo al delito económico
Francisco de la Torre, inspector de Hacienda, entra de lleno en su terreno.
Para él, “lo que estalla es una disfunción en una economía de mercado, con una
corrupción institucional, y con un ascensor social que deja de funcionar”. Y lo que se genera es “un problema,
en un estado de derecho, de aplicación de las leyes, porque no se
puede consentir que los políticos, abiertamente, se hayan dedicado a forrarse”.
Para De la Torre, los ciudadanos lo que no quieren es votar “ni al PSOE ni al
PP”, y con Podemos se ha visualizado “la
forma de echarlos”. Pero, ¿ha funcionado o no ese estado de derecho?
El autor de ¿Hacienda somos todos?, se limita a ofrecer algunos
datos. “De la población reclusa en España, unos 64.000, sólo 615 lo son por
delitos económicos”. Los huecos legales, y las estrategias dilatorias han
logrado que, por ejemplo, Fèlix Millet en Cataluña, pese a confesar ser el saqueador
del Palau de la Música, siga en su casa.
Impunidad ante los corruptos
De esos 615 presos por delitos económicos, 87 lo son por blanqueo de capitales;
300 por apropiación indebida, y sólo 150 por delitos contra la Hacienda
pública. Es decir, la sensación de impunidad de muchos “corruptos” es lo que ha
llevado al hartazgo a la sociedad española.
“Lo que ha ocurrido con Rodrigo Rato y Miguel Blesa en
Caja Madrid es sintomático, porque evidencia que los controles
estaban desactivados, y, aunque el robo ha significado 17 millones de euros,
--pocos comparados con el rescate de Bankia, por 25.000 millones-- ha provocado
un enorme enojo ciudadano”, añade De la Torre.
El factor positivo: más transparencia
Daniel Innenarity, un pensador como quedan pocos, de un enorme prestigio, muy
influyente en los círculos políticos vascos, cercano al PNV, siempre proclive a
buscar los espacios comunes, defiende los elementos positivos que comienzan a
surgir. “Creo que nos estamos juzgando muy duramente como sociedad, y eso
siempre es necesario, pero no vemos el aprendizaje que estamos haciendo, porque
las cosas cambiarán”, asegura.
“Las instituciones han comenzado a virar, se sienten observadas, y ya no hay
vuelta atrás, porque se ha generado una cultura política que exige más
transparencia, que reclama más y mejores mecanismos, y que ha posibilitado esa
opción de izquierdas, como es Podemos, dejando atrás a opciones como UPyD o
Izquierda Unida, que hasta hace nada aparecían como grandes alternativas”.
Pequeño consenso a dos
Eso quiere decir, según Innenarity, que “se ha acabado el bipartidismo, y que
cuando se hable del gran consenso a dos, se deberá ser consciente de que será
un pequeño acuerdo a dos y que esa situación se va a quedar durante largo
tiempo”.
El problema, sin embargo, es que Podemos deberá también asumir “la democracia
pluralista”, y “dejar de lado esas expresiones que hablan de asalto”. En ese
aprendizaje estará también, a su juicio, la formación de Pablo Iglesias. Innenarity
también se refiere a la decisión de Podemos de no presentarse en las elecciones
municipales o de hacerlo sólo en las ciudades donde tenga opciones. “Creo que
entran en algunas contradicciones que deberán ir superando, porque las
elecciones locales son las más próximas al ciudadano y en las que más sentido
tendría su oferta política”, afirma.
Por un país que funcione
Miguel Angel Aguilar, analista político durante décadas, entra de lleno en las
posibilidades de Podemos, “porque las dos fuerzas políticas le están regalando
el poder”. La idea de Aguilar es que la formación de Pablo Iglesias presenta
similitudes al PSOE de 1982. Y que si ahora no tiene cuadros con experiencia, o
expertos en diferentes materias, “los tendrá cuando se vean las expectativas de
alcanzar el poder”.
El debate ya no está centrado ahora en España tanto entre diferentes propuestas
ideológicas como en “la decencia”, como apunta Joan Botella. Y Aguilar coincide
con él. “El debate es la decencia, efectivamente, y el hecho de que se puede
poner a funcionar el país”, asegura. El periodista recuerda que el PSOE incidió
en esa cuestión, con un proyecto concreto “por un país que funcione”, y que en
eso está Podemos.
La contención de Podemos
A juicio de Aguilar, Mariano Rajoy ha perdido el sentido de la realidad, “No se
percibe, desde el Gobierno, el grado de desafección que existe, que es enorme,
no se da cuenta de que la sociedad española no tolera más desmanes, aunque el
PP tenga la tentación de que, de nuevo, todo pasará, y de que la sociedad ya
está casi anestesiada ante tanto caso de corrupción, como el que ha afectado a
Francisco Granados, el que fuera la mano derecha de Esparanza Aguirre en
Madrid”.
Por ello, ante esa inminencia de poder alcanzar el poder, Aguilar ya percibe elementos
en común con el PSOE previo a 1982 de Felipe González. “Podemos está haciendo
un ejercicio de contención, frente a la pretensión del PP de recurrir al miedo
a lo desconocido. Podemos no habla de izquierdas o derechas, sino de la gente
que viene de abajo, y no critica que un 17% de los que muestran su apoyo pueda
llegar del PP, al revés, lo ve como un elemento positivo. Eso siempre sucede
cuando se percibe el vértigo ante la posibilidad real de gobernar”.
Joan Botella remacha todas esas reflexiones con los datos demoscópicos, y
asegura que, en gran medida, la llave del futuro político de España la tiene el
PSOE. “Los socialistas se expresarán en las elecciones municipales y
autonómicas de mayo de 2015, y deberán optar, para poder formar gobiernos,
entre ese partido de orden que siempre ha sido, o el partido de bases
populares, que también es”. A su juicio eso se ejemplifica, en estos momentos,
entre Susana Díaz, la presidenta de Andalucía, y el secretario general del
partido, Pedro Sánchez.
Si opta por el modelo de Díaz, el PSOE podría ayudar al PP y formar una
coalición de gobierno tras las elecciones generales. Esa posibilidad estaría
más cercana, según Botella, si quedara en tercera posición, cosa bastante
posible según las encuestas. El PP, y muchas fuerzas del ámbito económico,
defenderían ese acuerdo, a juicio de Botella. Los propios socialistas se verían
tentados hacia ese esquema.
Sin noticias de los dos grandes partidos
Botella, sin embargo, defiende dos ideas que son el denominador común de los
expertos consultados por Economía Digital. La primera es que
Podemos llega “como la fuerza que defiende una opción marcada por la decencia”,
y la segunda “es que defiende, sin ninguna ambigüedad, el camino de las
instituciones, lo que deja sin viabilidad una revuelta social caótica”.
Para Botella, la derecha más recalcitrante de España “debería agradecer ese
aspecto positivo de Podemos, en lugar de gritar en contra, lo que no hace otra
cosa que darles más apoyos”.
Las encuestas irán indicando en las próximas semanas la tendencia en España,
pero, en cualquier caso, por ahora, no se encuentran argumentos para no votar a
Podemos, a falta de que el PP y el PSOE reaccionen, “con acciones en positivo,
anticipándose a los acontecimientos”, como apunta Aguilar.
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