La plaga del siglo
XXI: Todo sobre el Estado Islámico
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En la elaboración de este artículo se han
utilizado los archivos multimedia de RT, Reuters
Preparado por María Lekant, Iván Sérbinov
28
jul. 2015
El
Ejército iraquí
De momento, las fuerzas armadas del
Gobierno de Irak se han mostrado como una de las partes débiles del conflicto.
Con la disolución del Ejército de Husein
en 2003, las Fuerzas Armadas del país perdieron a la cúpula y los jefes
militares experimentados en conflictos previos.
Además, en
medio de los escándalos de corrupción y favoritismo durante el mandato del
exprimer ministro Nuri al Maliki se reveló la existencia de 50.000
'soldados fantasmas' que no sirven o no existen, pero que
son financiados.
Estos factores permitieron al EI avanzar
rápidamente en Irak, robar millones de dólares e incautarse de toneladas de
material bélico dejado por EE.UU., incluidos lanzagranadas, carros de asalto y
vehículos blindados.
El
Ejército sirio
El Ejército sirio tampoco tiene mucha
suerte en la lucha contra el grupo terrorista. Su última gran pérdida es,
sin duda, la antigua ciudad siria de Palmira, incluida en la Lista del
Patrimonio Mundial de la Unesco.
El Estado
Islámico se
apoderó de la ciudad en mayo, dando pie a
temores de que correrá la misma suerte que los sitios arqueológicos de Hatra y
Nimrud, ubicados en Irak. A pocos días del asalto a Palmira, el EI asesinó, según varias fuentes, entre 200 y 400 personas.
El
Ejército Libre Sirio
En mayo, el secretario de Defensa de
EE.UU. Ashton Carter confirmó que el Pentágono empezó a entrenar a los rebeldes
sirios para luchar contra el Estado Islámico. El proyecto pretende asesorar a
más de 15.000 combatientes en tres años.
El plan
consiste en que al regresar a sus lugares de origen los opositores sean capaces
de resistir al EI. Al mismo tiempo, fuentes del Pentágono admiten que
algunos de los grupos entrenados podrían aplicar sus conocimientos contra el
régimen del presidente sirio Bashar
al Assad.
Las
milicias chiitas e Irán
Aunque no participa en la coalición, Irán
sí ayuda a detener el avance del EI. De hecho, el mayor general iraní Qassem
Soleimani, a cargo de las actividades paramilitares de Teherán en Oriente
Próximo, opina que EE.UU. y otros países han fracasado en la lucha contra el
Estado Islámico, mientras que únicamente Teherán está comprometido con esta
causa.
"Actualmente en la lucha contra este
fenómeno peligroso nadie está presente excepto Irán", dijo Soleimani,
comandante de las fuerzas de élite Quds y responsable de proteger los intereses
del país en el extranjero en declaraciones recogidas por la agencia iraní
Tasnim.
En gran parte debido a la ayuda iraní, las
milicias chiitas en Irak han comenzado a obtener éxitos en su enfrentamiento
con el Estado Islámico. Teherán comenzó a intervenir fuertemente en la guerra
contra los terroristas respaldando, organizando y armando a las milicias
chiitas.
Las zonas chiitas de Irak proporcionan un
refugio seguro contra la violencia que se ha apoderado del resto de Irak y
representa una buena base de operaciones para los soldados iraquíes y las
milicias chiitas con vistas a comenzar el avance en el territorio controlado
por el EI.
El Estado Islámico ya se considera la
organización terrorista más rica del mundo. Pero, ¿de dónde consigue el dinero
este grupo yihadista?
Tras el
asedio de Mosul, la segunda ciudad de Irak, el Estado Islámico se convirtió en
la organización terrorista más adinerada del mundo, superando a Al Qaeda. Allí,
los insurgentes se apoderaron de enormes cantidades de dinero en
efectivo y lingotes de oro de algunos bancos. En total, se hicieron con 500 millones de dinares (unos 429 millones de
dólares).
Las autoridades iraquíes estiman que los fondos de financiación del grupo alcanzan ya los 2.000 millones de dólares. Sin embargo, todavía se desconoce exactamente de dónde procede esa desorbitada suma.
Las autoridades iraquíes estiman que los fondos de financiación del grupo alcanzan ya los 2.000 millones de dólares. Sin embargo, todavía se desconoce exactamente de dónde procede esa desorbitada suma.
El
petróleo
Las principales ganancias del movimiento
extremista llegan de la venta en el mercado negro del petróleo de los pozos que
el EI ha capturado en Irak y Siria.
El crudo obtenido por el EI se vende en el
mercado negro de los países adyacentes.
"Compramos un camión cisterna de 26 a
28 toneladas por 4.200 dólares. Lo vendemos en Jordania por 15.000 dólares.
Cada traficante maneja ocho cisternas por semana de media", contó a 'The
Guardian' Sami Jalaf, un traficante petrolero y exagente de inteligencia
durante el régimen de Sadam Husein.
Según él, por cruzar cada paso fronterizo
se paga a los corruptos guardafronteras 650 dólares.
El
analista del sector energético Robin Mills afirma que si el grupo yihadista
logra controlar los territorios en los que las milicias están avanzando, los
ingresos podrían ascender hasta los 3 millones diarios y alcanzar los 100
millones de dólares al mes.
Arabia
Saudita
Según el
canal alemán Deutsche
Welle, el Gobierno iraquí, dominado por
chiitas, acusa a Arabia Saudita de apoyar a los yihadistas del Estado
Islámico.
Arabia Saudita "es responsable de la ayuda financiera y moral que reciben los grupos insurgentes", señaló hace dos meses el primer ministro de Irak, Nuri al Maliki. Como era de esperar, EE.UU., el aliado más importante de Arabia Saudita, rechazó las acusaciones lanzadas por el jefe de Gobierno iraquí.
Para Günter Meyer, director del Centro para la Investigación sobre el Mundo Árabe de la Universidad de Maguncia (Alemania), resulta obvio quién financia a estos radicales.
"La fuente más importante de financiación del Estado Islámico hasta la fecha proviene de los países del golfo Pérsico, sobre todo de Arabia Saudita, pero también de Catar, Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos", explicó Meyer, que agregó que su motivación inicial era apoyar la lucha contra el Gobierno del presidente sirio Bashar al Assad.
Arabia Saudita "es responsable de la ayuda financiera y moral que reciben los grupos insurgentes", señaló hace dos meses el primer ministro de Irak, Nuri al Maliki. Como era de esperar, EE.UU., el aliado más importante de Arabia Saudita, rechazó las acusaciones lanzadas por el jefe de Gobierno iraquí.
Para Günter Meyer, director del Centro para la Investigación sobre el Mundo Árabe de la Universidad de Maguncia (Alemania), resulta obvio quién financia a estos radicales.
"La fuente más importante de financiación del Estado Islámico hasta la fecha proviene de los países del golfo Pérsico, sobre todo de Arabia Saudita, pero también de Catar, Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos", explicó Meyer, que agregó que su motivación inicial era apoyar la lucha contra el Gobierno del presidente sirio Bashar al Assad.
Extorsión
Según Charles Lister,
investigador visitante del Centro Brooking de Doha (Catar), se sospecha que la
organización recauda impuestos en las zonas que controla.
"La extorsión afecta a pequeñas y grandes compañías, empresas de construcción, y si los rumores son ciertos, incluso a representantes de gobiernos locales", recalcó Lister a Deutsche Welle.
"La extorsión afecta a pequeñas y grandes compañías, empresas de construcción, y si los rumores son ciertos, incluso a representantes de gobiernos locales", recalcó Lister a Deutsche Welle.
Dinero para la
yihad
Con el dinero que robó
en Mosul, el Estado Islámico puede financiar sin dificultades la yihad, opina
el bloguero británico Eliot Higgins, más conocido como Brown Moses.
"Con 429 millones de dólares, el Estado Islámico podría reclutar a 60.000 combatientes y pagarles 600 dólares al mes durante un año entero", escribió Higgins en su cuenta de Twitter.
Además, con este poder económico, el grupo puede adquirir fácilmente armas de alta calidad en el mercado internacional, subrayó Meyer.
"Con 429 millones de dólares, el Estado Islámico podría reclutar a 60.000 combatientes y pagarles 600 dólares al mes durante un año entero", escribió Higgins en su cuenta de Twitter.
Además, con este poder económico, el grupo puede adquirir fácilmente armas de alta calidad en el mercado internacional, subrayó Meyer.
En una
reciente entrevista concedida a RT, el exministro de Defensa de Israel Ehud
Barak afirmó que el EI "no es fuerte" y que las fuerzas del
autodenominado califato podrían ser derrotadas totalmente "en dos
días".
"Creo que el Estado Islámico tiene
éxito porque no se enfrenta a un esfuerzo coherente y coordinado para
destruirlo. Técnicamente, no son fuertes. Son unas 30.000 o 40.000 personas.
Sus vehículos son camionetas Toyota equipadas con ametralladoras", afirmó
Ehud Barak.
Muchos expertos están de
acuerdo con el exministro de Defensa israelí en que el esfuerzo y la
estrategia actuales de los países que luchan contra el Estado Islámico no son
coherentes ni suficientes. Sin embargo, la gran mayoría coincide en que
combatir al grupo terrorista no es una tarea fácil.
El levantamiento isurgente y violento del
Estado Islámico se propaga por la región sembrando miedo y muerte.
Tiene
dinero, armamento y una ideología arraigada, paga muy bien a sus
combatientes, explota los agravios sufridos por la comunidad sunita en Irak y
Siria y está creando, según los expertos, una nueva generación de monstruos "adoctrinados y
radicalizados" en los territorios ocupados de Oriente Medio.
Mientras
tanto, Occidente no quiere cooperar con Bashar
al Assad, y Bagdad está impidiendo el suministro
de armas a los combatientes kurdos, aunque el propio Ejército iraquí no se
encuentra en condiciones de derrotar a los insurgentes.
Además,
según afirma el académico del Departamento de Estudios de Defensa de la
universidad londinense King's College, William Park, en un artículo publicado
en el diario británico 'The
Telegraph', el Estado Islámico no es una
organización con cortafuegos, sino más bien la extensión de un radicalismo
islámico que se puede encontrar en Al Qaeda, los talibanes, la inteligencia
pakistaní, las calles de las ciudades europeas e incluso los Hermanos
Musulmanes.
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