Israel usa a los soldados
españoles como escudos humanos en la guerra del Líbano
DIARIO OCTUBRE / octubre 9, 2024
El contingente
español, compuesto por 650 soldados, se encuentra en la base Miguel de
Cervantes, cerca de la localidad de Marjayún, y al mando del Cuartel General
del sector Este, una especie de «sandwich» entre el territorio libanés y los
altos del Golam, ocupados por Israel.
Lo cierto es
que la FINUL es un mero postureo al que España contribuye activamente y que
realmente no se interpone ante ninguna ofensiva sionista. De hecho, el pasado
23 de septiembre el diario libanés Al-Akhbar confirmó que el comando de la
FINUL pidió a todos sus trabajadores civiles que salieran con sus familias
hacia zonas seguras al norte del río Litani. Al mismo tiempo, la actividad
militar de la misión fue suspendida.
El comandante
de la misión de paz de la ONU en el Líbano es el general español Aroldo Lázaro,
que fue designado jefe de esta misión en febrero de 2022. Desde entonces lidera
un contingente de unos 10.300 cascos azules y 800 civiles procedentes de medio
centenar de países, desplegados en el sur de Líbano.
La misión fue
creada formalmente con el fin de garantizar el alto el fuego tras la guerra de
2006 entre el Ejército israelí y la milicia chií Hezbolá. Es la segunda vez en
16 años que España asume el mando de la FINUL, a la que se incorporó en 2006 y
en la que han perdido la vida 17 militares españoles. Entre 2010 y 2012 la
jefatura recayó en el general Alberto Asarta, actual diputado de Vox, partido
que es el más activo en la defensa de Israel en España.
La semana
pasada el ejército sionista ordenó a Irlanda que retire a sus fuerzas de paz de
un puesto avanzado en la frontera con el Líbano mientras continúa su invasión
del país. La solicitud se dirigió a la sede de la FINUL y a los países que
aportan tropas, entre ellos España, que respondió afirmativamente acuartelando
a sus soldados.
Esto significa
que el área controlada por España se ha convertido en zona de combate. Desde
esta zona es desde donde Israel está lanzando su poder de fuego bajo la
cobertura de un histórico pacto no escrito entre Hezbollah y la FINUL, en el
que la milicia se comprometía a no atacar las zonas administradas por la ONU.
Lo que no contemplaba es que los territorios ocupados por las llamadas «tropas
de interposición» fueran utilizados por los israelíes, lo cuál pone en la diana
a las tropas españolas, que más temprano que tarde comenzarán a causar bajas.
Según explicó
el medio especializado The Diplomat, el propósito de los cascos azules
españoles nunca ha sido la de «interposición» entre Israel y Líbano: el
objetivo de la misión UNIFIL ha sido siempre anticipar los movimientos de
Hezbolá y limitar sus acciones (realizan operaciones conjuntas con Líbano para
evitar el lanzamiento de cohetes a Israel). Pero este nuevo movimiento del ejército
sionista convierte a las tropas españolas en carne de cañón y en su propia
avanzadilla de choque.
Fuente: mpr21.info
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