jueves, 10 de septiembre de 2020

No piense por usted mismo, por favor. Pensar puede afectar a la salud. Si usted se pone a pensar a la buena de Dios, a lo que se le ocurra, podría afectar a mi salud y, sobre todo a mi bolsillo, porque si usted se pone a pensar por su cuenta junto a otros como usted, pues que a lo mejor yo me tengo que poner a trabajar rompiendo todos mis hábitos de vida y costumbres y tendría que dejar de telemendenguear, que es de lo que yo vivo y me enriquezco, del telemendengue, cuestión que no le voy a explicar, porque si lo hiciera afectaría mi seguridad. Así que no se le ocurra pensar que a mí no me conviene. Estamos en la Nueva normalidad, así como yo soy San Juan Bautista. Nueva normalidad que mi trabajito me ha costado inventar. No se crea que una nueva normalidad la crea y la dirige el primero que llega, porque exige mucho tiempo de espionaje a través de los móviles, del Facebook, de los bulos que hay que lanzar, de las muchas encuestas que hay que realizar sobre aspectos y cuestiones que el encuestado jamás imaginaron, para recoger toda la información que a mí me hace falta para ver cómo se comporta el personal y como se podría llegar a comportar, cuando yo lance la idea de que la triangular inversa de la bisectriz de un ángulo, pero si ángulo, sometida a la fuerza centrípeta de un centro chut de allá que te va, lanzado en condiciones normales de un primer día primaveral de cualquier primavera, viene a ser la mitad del precio de un cuarto de mortadela, de donde se deduce que aquí el que dice lo que se tiene que pensar, o mejor, lo que no se tiene que pensar o, más en concreto, lo que usted tiene que hacer (y váyaseme acostumbrando a que a no tardar usted va a tener que trabajar por la comida, que así vamos ganando tiempo) soy yo. Y ya está bien de tanta explicación. No me haga perder más el tiempo diciendo esto y lo otro, no sea que yo siga diciendo tonterías y usted caiga en la cuenta de que estas tonterías al que le interesan es a mí y que usted va a empezar a pensar lo que a bien tenga y a mí que me vayan dando pro donde amargan los pepinos, en cuyo caso yo solito vendría a arruinar mi propio negocio que consiste en que usted no tiene por qué pensar en nada, que para eso estoy yo. Y, para que se vaya enterando, la noción de la Nueva normalidad ya me la tenía inventada yo antes de la pandemia del coronavirus. Qué, ¿cómo se le ha quedado el cuerpo? Es más, ya me tengo creado el concepto de post virulichupi novet tatión situacional de rumbo y tronío, para cuando se demuestre que lo de la Nueva normalidad viene a ser, si se mira bien, caca de la vaca. Pero esto de momento que quede entre nosotros. ¿O no ve usted que las palabras no pueden cambiar la naturaleza de los hechos? Pues, eso. Ya está bien de tontadas. Vamos al lío.

 


https://es.unesco.org/campaign/nextnormal

La UNESCO se fundó tras la Segunda Guerra Mundial con la convicción de que un conflicto sin precedentes podría dar lugar a un mundo mejor y más unido. Dado que las guerras comienzan en la mente de los hombres y las mujeres, es en la mente de los hombres y las mujeres donde debe construirse un mundo mejor, argumentaron los fundadores de la Organización. Esta idea es más pertinente que nunca, ya que los países empiezan a salir de la crisis mundial de COVID-19, la cual ha puesto en tela de juicio nuestras prioridades, nuestros modos de vida y el funcionamiento de nuestras sociedades.

Personas de todo el mundo mostraron su solidaridad durante la emergencia sanitaria y vieron cómo una mayor cooperación puede ayudar a construir un futuro mejor. Pero a medida que comenzamos a salir de la pandemia, tendemos a olvidar las lecciones que aprendimos y "volvemos a la normalidad", sin tener en cuenta el impacto de lo que consideramos normal para el medio ambiente, la economía, la salud pública y nuestras sociedades.

La UNESCO lanza una campaña mundial para poner en cuestión nuestra percepción de la normalidad. La película de 2,20 minutos no necesita argumentos complejos para hacerlo. Simplemente presenta información objetiva sobre el mundo antes y durante la pandemia. En conjunto, estos hechos invitan a los espectadores a reflexionar sobre lo que es normal, sugiriendo que hemos aceptado lo inaceptable durante demasiado tiempo. Nuestra realidad anterior ya no puede ser aceptada como normal. Ahora es el momento de cambiar.

Como agencia intelectual de las Naciones Unidas, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) considera que la necesidad de un cambio duradero debe arraigarse en los corazones y las mentes de las personas de todo el mundo antes de que pueda hacerse realidad.

La campaña forma parte de un esfuerzo más amplio de la UNESCO para reflexionar sobre el mundo del mañana, en particular a través de la iniciativa del Foro de la UNESCO, un laboratorio de ideas que reúne a destacadas pensadoras, el movimiento Resiliart, una serie de mesas redondas sobre el futuro de la cultura y las industrias culturales, la Red de Alfabetización del Futuro, así como el programa Los futuros de la educación y las recomendaciones mundiales sobre la Ciencia Abierta y la ética de la Inteligencia Artificial. Se trata de cuestiones importantes en las que la UNESCO empezó a trabajar mucho antes de que la pandemia las pusiera en el centro de atención.

 

La UNESCO invita a los medios de comunicación y a los líderes de opinión a compartir la campaña "La nueva normalidad", creada por la agencia DDB de París, disponible a partir del 25 de junio de 2020.


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