Nuevas
dataciones confirman que las pisadas halladas en Nuevo México tienen entre
21.000 y 23.000 años
TERCERAINFORMACION /
06.10.2023
El nuevo trabajo corrobora los resultados de un controvertido estudio de 2021, en el que se indicaba que los humanos ya habitaban el sur de Norteamérica durante el Último Máximo Glacial, milenios antes de lo que se creía.
Pisadas humanas fosilizadas
en el Parque Nacional de White Sands (Nuevo México). / National Park Service
Un equipo de investigadores de Estados Unidos y
Europa ha empleado técnicas de radiocarbono (o carbono-14)
y luminiscencia simulada ópticamente para confirmar que las
pisadas fosilizadas humanas del Parque Nacional de White Sands (Nuevo
México, EE UU) tienen una antigüedad de entre 20.000 y 23.000 años. Los
resultados se publican en el último número de Science.
Los autores ya publicaron un estudio previo en
2021 sobre la datación de estas huellas en esta misma revista con similares
resultados (entre 21.000 y 23.000 años de antigüedad), que recibió múltiples
críticas por parte de la comunidad científica.
Ahora, en respuesta a la controversia generada,
el equipo, en el que han participado investigadores del Servicio Geológico de
Estados Unidos (USGS), afirma tener evidencias, confirmadas con varias
líneas de datación independientes, que apuntan a la misma antigüedad
aproximada.
Esto demuestra, según los autores, “que los
humanos estuvieron presentes en el sur de Norteamérica durante el Último
Máximo Glacial” (LGM, por sus siglas en inglés). Antes se pensaba que
habían llegado a esa zona hace entre 13.500 y 16.000 años.
Las pisadas humanas fosilizadas se formaron en
lodo blando en los márgenes de un lago poco profundo que ahora
forma parte de Alkali Flat,
una gran zona de dunas en White Sands. David Bustos, administrador
del programa de recursos del parque nacional, fue el primero en descubrir estas
huellas en el año 2009. Bustos, junto a Matthew Bennett, un geólogo
de la Universidad de Bournemouth (Reino Unido) y otros científicos del USGS
comenzaron a estudiar más detalladamente el lugar en 2019.
Según explica a SINC Kathleen Springer,
investigadora geóloga del USGS y coautora del trabajo, “los resultados
iniciales de radiocarbono del trabajo de 2021 fueron controvertidos porque las
semillas de la planta acuática (Ruppia cirrhosa) que utilizamos
para fechar las superficies en las que quedaron marcadas las pisadas, tienen el
potencial de sufrir efectos de depósito de carbono que podrían comprometer la
exactitud de su datación”.
Análisis de polen de coníferas
Pero ahora, “en el nuevo estudio nos hemos
centrado en el polen de coníferas porque estas especies –principalmente los
pinos– son plantas terrestres y no se ven afectadas por los
efectos de depósito, ya que su carbono procede directamente de la atmósfera a
través de la fotosíntesis”, añade.
Springer reconoce que “el inconveniente de la
datación del polen es que es diminuto, pero los métodos que utilizamos en esta
investigación nos permitieron aislar 75.000 granos de polen puro por muestra,
lo que fue suficiente para obtener dataciones de radiocarbono sólidas”.
Además, se utilizó “la datación por
luminiscencia de los granos de cuarzo aislados de los sedimentos, lo que
proporciona una verificación completamente independiente de las fechas por
radiocarbono”, señala.
“Incluso mientras publicamos el estudio anterior, ya habíamos empezado a probar nuestros resultados con múltiples líneas de evidencia. Confiábamos en nuestras dataciones originales, así como en las sólidas pruebas geológicas, hidrológicas y estratigráficas, pero sabíamos que era fundamental un control cronológico independiente”, subraya Springer.
Ilustración del yacimiento
estudiado durante el Último Máximo Glacial que muestra la coexistencia de
humanos y megafauna a lo largo del tiempo. / Karen Carr / National Park Service
La científica recalca que las conclusiones
obtenidas mediante “la datación por radiocarbono del polen y luminiscencia de
los sedimentos muestran que el marco cronológico establecido originalmente para
las pisadas del parque nacional es sólido”.
“Caso cerrado y controversia resuelta”
Para Springer, el nuevo estudio de las pisadas
fosilizadas de White Sands cierra el caso y resuelve la controversia:
“Combinado con la evidencia geológica, hidrológica, estratigráfica,
cronológica y climática, previamente reportada, la congruencia de las
dataciones de carbono 14 calibradas de las semillas acuáticas de Ruppia, las de
los granos de polen terrestres y las logradas mediante luminiscencia apoyan la
conclusión de que los humanos estuvieron presentes en Norteamérica durante el
Último Máximo Glacial”.
¿Qué supone esta confirmación?. Según la
geóloga, “los humanos estuvieron en el sur de Norteamérica durante el LGM, hace
entre 21.000 y 23.000 años, y esto significa que estaban allí antes de
que se cerraran las enormes capas de hielo”.
“Nuestros hallazgos –concluye– amplían en miles
de años el rango conocido de ocupación humana en la zona, lo que tiene implicaciones
para las rutas migratorias, los estudios de ADN antiguo y la lingüística”.
La historia detrás de unas huellas grabadas en el lodo
Según aparece en la información de la web
del Parque Nacional de White Sands, durante
unos 80 años, solo se conocía la existencia de una pequeña colección de
huellas fosilizadas, pero en 2006, un grupo de científicos observó
manchas oscuras en el lecho del lago que parecían ser pisadas. Su curiosidad
les llevó a desenterrar estas manchas oscuras en 2009, lo cual acabó desvelando
las huellas humanas y un año después las de un lobo huargo. Estas marcas de
pies se encontraban junto a semillas antiguas, que entonces los
científicos dataron en más de 18.000 años.
En 2018, los investigadores descubrieron lo que
creen que son las pisadas de una mujer. Estas cuentan una historia
que puede parecer aún familiar. Sus huellas la muestran caminando durante casi
una milla, con las pisadas de un niño pequeño que aparecen ocasionalmente junto
a las suyas. Las pruebas sugieren que llevaba al niño en brazos,
cambiándolo de lado a lado y dejándolo en el suelo de vez en cuando mientras
caminaban. Las pisadas se ensancharon y resbalaron en el barro debido al peso
adicional que llevaba.
Basándose en la estatura y la velocidad de la
marcha, parece que la mayoría de las marcas encontrada proceden de adolescentes
y niños. Según el estudio de 2021 en Science,
“una hipótesis es la división del trabajo, en la que los adultos se
dedican a tareas especializadas, mientras que ir a buscar y cargar se delegaba
en los adolescentes acompañados por niños, que en conjunto dejan un mayor
número de pisadas, un patrón que es común a todas las superficies
excavadas”.
En una escena de la era glacial, una mujer con un niño en brazos a orillas del antiguo lago Otero deja las huellas en el lodo. / Karen Carr
Referencia:
Jeffrey S. Pigati, Kathleen B.
Springer, Matthew R. Bennett et al. “Independent age
estimates resolve the controversy of ancient human footprints at White
Sands». Science (octubre, 2023)
Fuente: SINC
No hay comentarios:
Publicar un comentario