Ahora sí, ya hay guerra
Diario octubre
/ septiembre 22, 2022
Lynx "El Lince" pardinus
Hasta ahora la crisis de Ucrania era, básicamente, una guerra civil: las milicias de Donestks y Luganks eran las que estaban en primera línea en la mayoría de los frentes (este y sur), con el respaldo decisivo de las fuerzas rusas que sólo ocupaban esa primera línea cuando la cosa se ponía fea. La situación ahora se invierte porque con la declaración de Putin de esta mañana ya no serán las milicias las de primera línea sino el ejército ruso. Occidente quería la guerra. Ya la tiene.
Eso si Putin no habla por hablar, como ya ocurrió con
lo de “atacar los centros de decisiones en cualquier lugar que estén”. Y aquí
es donde hay que detenerse.
El anuncio de Putin con el uso de armas nucleares solo
se puede interpretar de una manera: que sea un ultimátum a Occidente para que
deje de armar a los nazis del “país 404”. Si esto no ocurre, y si Occidente, a
través de la OTAN, hace algún otro movimiento de este tipo, Rusia no tiene otra
salida que la de cumplir sus advertencias. Esto ya no es diciembre, ni enero,
ni febrero. Ahora se ha dicho ante todo el mundo, ya no hay nada oculto. Y hay
que actuar.
Rusia ha dado unos meses de tregua, para que se lo
piensen: la movilización comienza ya, pero hay que instruir a los movilizados.
O sea, hay tres meses por medio. Otoño entero. Justo antes del invierno. Ese es
el plazo para la guerra o la paz. Ese es el plazo para Occidente, el plazo que
tiene para amoldarse a los nuevos tiempos o sucumbir definitivamente. Supongo
que los borrachos se habrán quitado la resaca de golpe.
Putin ha hecho el anuncio justo al comienzo de la
Asamblea General de la ONU y todo el mundo lo tiene que entender. No hay marcha
atrás por parte de Rusia. Ha dejado el campo libre para que el Occidente
colectivo convierta esta asamblea de la ONU en un campo de batalla y se lleve
algún triunfo: a Occidente no le imporata nada otra cosa que esta, porque es
crucial para su supervivencia y hegemonía. En teoría se iba a discutir sobre
cambio climático, alimentación, post-COVID. Seguro que no estáis viendo nada de
esto, solo Ucrania, solo “el país 404”.
Todo esto oculta un análisis más serio de lo que
ocurrió en la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái que, para
variar, no tiene nada que ver con lo que han trasladado los medios de
propaganda occidentales.
Que todos los países hayan acordado reforzar el
comercio entre ellos en sus propias monedas es relevante.
Que se acordase “priorizar la transición hacia el uso
de las monedas [de los países integrantes de la OCS, sean miembros o no de
pleno derecho] y la conexión de sus sistemas de pago nacionales” es relevante.
Que varios de ellos hayan firmado acuerdos bi o
trilaterales en los que no se usa la moneda occidental, es relevante.
Que se hablase de la posibilidad de crear una zona de
libre comercio entre los países de la OCS en Xinjiang, justo tras el informe de
la ONU, es relevante.
Que se propusiese una fuerza policial conjunta de
2.000 integrantes para hacer frente a las “revoluciones de color” impulsadas
por Occidente, es relevante.
Los borrachos occidentales se fijaron en Putin-Modi y
en Putin-Xi, que si ambos criticaron a Rusia y que si tal y cual. Es lo que
tienen las borracheras, que a veces ves doble. Y es lo que tienen los
borrachos, que tienen dificultades para leer.
Porque una de las cosas que dijo China fue “apoyo
explícito a los intereses fundamentales de Rusia”. ¿Críticas? Si esa no es a
EEUU y la OTAN ya me diréis qué es. China lo vuelve a decir ahora tras el
anuncio de Putin: “Hacemos un llamado a las partes relevantes para lograr un
alto el fuego y detener la guerra a través del diálogo y la negociación, y
encontrar una manera de acomodar las preocupaciones legítimas de seguridad de
todas las partes lo antes posible. También esperamos que la comunidad internacional
cree condiciones y espacios para ello”.
Y lo mismo India, dicho por el propio Modi.
¿Promoción, dice? Más, mucho más. Esto es de hace un par de días.
Habla de un ahorro de 350.000 millones de rupias (un
crore es una medida india que multiplica por 10), o sea, unos 4.500 millones de
euros, en la compra de petróleo ruso. India se ha convertido en el segundo
mayor comprador de petróleo ruso después de China. Estos precios son cruciales
para un país que ha superado a Gran Bretaña como quinta potencia económica del
mundo (con lo que si se tiene en cuenta a China e India, al menos hay dos del
famoso G-7 que no tendrían por qué estar ahí) y que importa el 80% del petróleo
que consume.
¿Qué, hay lucidez ya o aún sigue la borrachera? Porque
apenas hay tiempo ya para una actitud sensata por parte de Occidente si quiere
evitar el desastre.
El Lince
FUENTE: elterritoriodellince.blogspot.com
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