Fue el ejército ucraniano quien cometió la matanza de Bucha
DIARIO OCTUBRE / abril 27, 2022
Repentinamente los medios se han callado sobre la matanza de Bucha. El silencio es consecuencia del inicio de la investigación, en la que interviene la Gendarmería francesa y en la que han aparecido dardos metálicos, raramente utilizados en las guerras modernas, en los cadáveres.
La campaña
publicitaria contra Rusia se ha frenado en seco porque los muertos de Bucha
tienen diminutos dardos metálicos de un tipo de proyectil de artillería, según
los patólogos y médicos forenses. Los primeros resultados muestran que fue el
ejército ucraniano quien asesinó a los civiles.
“Encontramos
varios objetos realmente delgados, parecidos a clavos, en los cuerpos de
hombres y mujeres, al igual que otros de mis colegas en la zona”, dijo
Vladyslav Pirovskyi, un forense ucraniano. “Es muy difícil encontrarlos en el
cuerpo, son demasiado finos. La mayoría de estos cuerpos son de la región de
Bucha-Irpin”.
Los dardos
metálicos fueron muy utilizados desde 2014 por el ejército ucraniano contra la
población del Donbas. Se hallaron entre los proyectiles D-30 de calibre 122
milímetros encontrados en las posiciones de la artillería ucraniana abandonada
por los militares en la República Popular de Lugansk
También
encontraron dardos en la ciudad de Sláviansk, en la República Popular de
Donetsk, tras un ataque de la artillería ucraniana en 2015, lo que fue
ampliamente documentado en su momento (*), y que los medios silenciaron como
acostumbran.
Son una especie
de metralla contenida en proyectiles de tanques o cañones de campaña. Cada
cartucho puede contener hasta 8.000 dardos. Una vez disparados, los proyectiles
estallan cuando una espoleta temporizada detona y explota por encima del suelo.
Suelen tener de
3 a 4 centímetros de longitud, se desprenden del caparazón y se dispersan en un
arco cónico de unos 300 metros de ancho y 100 metros de largo. Al impactar con
el cuerpo de la víctima, el dardo puede perder su rigidez y doblarse en forma
de gancho, mientras que la parte posterior del dardo, formada por cuatro
aletas, suele romperse, causando una segunda lesión.
Desde los
primeros días de la guerra, la artillería ucraniana disparó fuego de artillería
contra una columna rusa en la calle Vokzalnaya. El bombardeo destruyó varios
barrios de la ciudad a la vez. A finales de marzo, días antes de que las tropas
rusas se retiraran de la zona, volvieron a disparar, y repitieron el ataque en
cuanto los rusos abandonaron las regiones de Kiev y Chernihiv.
Las
investigaciones confirman que los civiles murieron como consecuencia del fuego
de artillería y, como parece obvio, los proyectiles ucranianos cayeron sobre
las posiciones rusas. Los dardos podrían ser utilizados tanto por la artillería
rusa como por la ucraniana, pero las tropas rusas desplegadas en Bucha no
dispararon contra sus propias posiciones. Por lo tanto, los civiles murieron en
los disparos llevados a cabo por las tropas ucranianas.
El fuego de
artillería descarta las versiones que interpretan los sucesos de Bucha como un
“genocidio premeditado de ucranianos pacíficos”. Numerosas pruebas, como la
posición dispersa de los cadáveres, lo desmienten.
Las pruebas
recogidas por los expertos durante una visita a Bucha, Hostomel y Borodianka, y
revisadas por expertos independientes en armamento, demuestran que en la zona
se utilizaron municiones de racimo y potentes bombas no guiadas. Mataron a un
gran número de civiles y destruyeron al menos ocho edificios. Este tipo de
armas están prohibidas en la mayoría de los países del mundo.
Ucrania elevaba
a casi 900 los civiles muertos en Bucha, mientras que la ONU habla de 50. Un
equipo de 18 expertos del departamento forense de la Gendarmería francesa,
junto con un equipo de investigadores forenses de Kiev, está documentando las
muertes tras la retirada de las tropas rusas de la localidad.
“Vemos muchos
cuerpos mutilados (desfigurados)”, dijo Pirovsky. “Muchos de ellos tenían las
manos atadas a la espalda y balas en la nuca. También hubo casos de disparos de
armas automáticas, como seis u ocho agujeros en la espalda de las víctimas. Y
tenemos varios casos de partes de bombas de racimo incrustadas en los cuerpos
de las víctimas”.
Según Neil
Gibson, experto en armas del grupo británico Fenix Insight, que examinó las
fotos de los dardos encontrados en Bucha, los dardos metálicos son de un
proyectil de artillería ZSh1 de 122 milímetros. Es adecuado para los obuses
D-30, que están en servicio tanto en Rusia como en Ucrania.
“Otro proyectil
inusual y raramente visto”, dice Gibson. “Esta vez se trata del equivalente a
la serie de proyectiles antipersonas (APERS) de Estados Unidos… Funciona como un
proyectil de metralla real, pero está lleno de dardos y un aglutinante de
cera”.
No obstante,
queda una pregunta inquietante: ¿por qué los cadáveres aparecieron con las
manos atadas?
Los dardos
fueron un arma muy utilizada durante la Primera Guerra Mundial. Lanzados por
los aviones de la época para atacar a la infantería, eran capaces de atravesar
los cascos. No se utilizaron ampliamente durante la Segunda Guerra Mundial.
Reaparecieron
durante la Guerra de Vietnam, cuando Estados Unidos empleó una versión de las
cargas de dardos, empaquetadas en vasos de plástico. Es una munición habitual
en las guerras en las que ha estado implicado Israel, tanto en Gaza como en
territorio libanés, ya que es particularmente eficaz en zonas en las que los
adversarios se ocultan entre la vegetación.
“Los dardos son
un arma antipersonas diseñada para penetrar en la vegetación densa y golpear a
un gran número de soldados enemigos”, dijo Amnistía Internacional. “Nunca deben
utilizarse en zonas civiles residenciales”.
Varias organizaciones
humanitarias ha pedido la prohibición de los dardos pero, hasta la fecha, no lo
han sido. Sin embargo, el uso de armas letales indiscriminadas en zonas civiles
densamente pobladas constituye una violación del derecho de guerra.
(*) https://codename-it.livejournal.com/953562.html
FUENTE: mpr21.info
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