Movilizarse ante
las denuncias de fraude contra Castillo
César Zelada | 08/06/2021 | América Latina y
Caribe
Fuentes: Rebelión
Según
la Oficina Nacional de Procesos Electorales (Onpe), al 96% de actas
contabilizadas, el profesor cajamarquino ocupa el primer lugar al obtener
50,280%, mientras que la representante de Fuerza Popular registra un 49,720%,
de apoyo, manifestando la polarización política que vive Perú.
Los
votos en blanco disminuyeron al 0,60% de los votos emitidos mientras que el
viciado al 5,67% de los votos emitidos. El ausentismo fue de aproximadamente 5
millones. Es un lugar común que en este resultado la división del movimiento
antifujimorista fue funcional a la candidata naranja.
Al
dar su primer avance de resultados, Piero Corvetto (responsable de la Onpe y
amigo del brazo derecho de Keiko, Piere Figari) antes de la primera vuelta hizo
una visita inusual al local de Fuerza Popular lo que fue denunciado por la
prensa independiente (Hildebrant en sus Trece, 28/5). Este jefe de la
Onpe, sin embargo, declaró que estos todavía “son los resultados de los avances
de los locales más cercanos a nuestros 104 centros de cómputo”. “Son urbanos.
Falta procesar lugares rurales y el voto en el exterior”, (La República,
7/6).
Según
versiones, el voto de los peruanos en el exterior (PEX) lo estaría ganando
Keiko. Y el voto rural, bien que beneficia a Castillo, da también guarismos más
importantes de lo que se esperaba para Keiko Fujimori. Los medios afirman que,
de desarrollarse esta tendencia, la victoria de Keiko Fujimori estaría
definida.
Declaraciones de Castillo y Keiko
Pedro
Castillo, al conocer el conteo a boca de urna, declaró: “quiero… decirles que
hay que mantener la calma, hay que ser prudentes. El pueblo es sabio, sabe lo
que hace, es inteligente. Compañeros, hermanos, queridos compatriotas que están
al interior del país, llamo a la más amplia cordura, lo que hemos escuchado no
es nada oficial”.
Por
su lado, Keiko Fujimori desde su local partidario, declaró que “esta campaña ya
culminó y es fundamental tender puentes y diálogos”. “Los resultados [del boca
de urna] se han recibido con alegría, pero es fundamental mantener la
prudencia. […] Pido a los personeros que defiendan el voto hasta el final” (El
Comercio, 7/6).
Fraude y macartismo contra Castillo
El
proceso electoral se ha desarrollado con denuncias de fraude y provocaciones
(la policía detuvo a personeros de Keiko y Castillo con cédulas marcadas en
Tumbes y Lambayeque, respectivamente). Pero, además, redoblando una campaña
macartista fenomenal contra el candidato de la centroizquierda acusándolo desde
el principio de “terrorista”, “comunista”, “que quiere expropiarle sus casas a
la gente”, “que no está preparado para gobernar”, “que no tiene equipo
técnico”, “que quien va a gobernar es Vladimir Cerrón (sentenciado por
corrupción)”, etc. Esto a pesar que Castillo es solo un invitado del partido
Perú Libre (PL), pertenece a una congregación religiosa y reza con su familia
antes de almorzar.
Toda esta ofensiva derechista (incluso con llamados del excandidato de ultraderecha Rafael López Aliaga a “matar a Castillo y Cerrón”) semiparalizó y puso a la defensiva a Castillo y su aparato político (sin visión estratégica e inconsistente en los debates electorales, donde se mantuvo a la defensiva tratando de desmentir cualquier política de cambios radicales). Cuestión que se expresó en el deslinde que hizo del “comunismo” y la firma de todos los pactos de “garantías” habidos y por haber con las Iglesias (Proclama Ciudadana, etc. junto a Keiko Fujimori), creando desmovilización y confusión en los electores indecisos que lo podían ver como “una opción de cambio”, pero confusa.
Un 90% de la población demanda un cambio del “modelo
neoliberal”
De
hecho, uno no puede comprender el voto obtenido por la izquierda “progresista”
si no es porque canalizó el anhelo de cambio del “modelo neoliberal”. Según
Hernán Chaparro, jefe del Instituto de Estudios Peruanos, el 90% de la
población demanda un cambio del “modelo” (un tercio quiere un cambio radical y
el 60% un cambio moderado). En otras palabras, Castillo fue una manifestación
deformada de la irrupción de masas que tumbó al presidente golpista Manuel
Merino en noviembre pasado y de la aspiración popular a un cambio del “modelo
neoliberal”. La propia Keiko tuvo que cambiar su slogan de campaña por el de
“un cambio hacia adelante”.
Es
así como de los 20 puntos de ventaja que le llevaba Castillo a Keiko, esta
última lograría convertirse en tendencia ascendente. En esta tendencia, Keiko
tuvo una campaña más enfocada en el voto de conquista de bolsones electorales
concretos. Para disputar la base electoral rural de Castillo, prometió invertir
el 40% del Canon Minero en esas regiones o duplicar los programas sociales como
Pensión 65, etc.
La élite vio a Castillo como un advenedizo que no le
garantizaba un gobierno de “contención de masas”
A
estos factores, habría que agregar que la élite capitalista y el monopolio de
los medios de comunicación apoyaba a Keiko. Castillo hacía “buena letra” con
las clases dominantes (por eso no cuestionaba su poder económico planteando que
la banca privada pase al poder público o que los monopolios mineros fuesen
estatizados). Pero esta “élite” vio en este a un candidato “advenedizo”, que no
le garantizaba un gobierno de “contención de masas” ya que su estructura
partidaria es débil. Todo lo contrario, a Lula Da Silva, en Brasil, que tiene
al PT y toda una estructura poderosa detrás de él o a Alberto Fernández en la
Argentina que cuenta con el respaldo del kirchnerismo y de las históricas
burocracias sindicales.
Observadores internacionales denuncian
Carlos
Ramírez, observador electoral y concejal de la ciudad de Chicago (Estados
Unidos) por Socialistas Democráticos, condenó el trato que se le dio a la
candidata a la primera vicepresidencia de Perú Libre, Dina Boluarte, en los
debates. Dijo: “nos resulta llamativo la apropiación de consignas generales, de
las instituciones democráticas de Perú por parte de una de las candidaturas, como
si fuesen expresión de su fuerza política. Se observa una clara desigualdad en
el tiempo y la forma con la que cada uno son tratados” (La República,
6/6). También hubo denuncias a militares por inducir el voto a favor de Keiko,
así como el veto a observadores internacionales como Jeremy Corbyn y Rafael
Correa, mientras que Cancillería permitió el ingreso del derechista venezolano
Leopoldo López.
Por
otro lado, Perú Libre está demandando a la Onpe y el Ministerio Público que
“pedimos el escaneo de las actas para comprobar, una por una, el conteo de
votos que realizarán y revisarán los personeros de ambos partidos políticos…
solicitamos la presencia del fiscal de prevención del delito” (Expreso,
6/6).
La votación por regiones
No
obstante, en la cuna de PL, Junín, Keiko obtuvo 41% de los votos contra 58% de
la centroizquierda, una votación relativamente alta para una región donde PL es
la primera fuerza política y que expresaría un desgaste político para Cerrón.
En Cajamarca, la tierra de Castillo, donde se esperaba que este arrase, Keiko,
obtiene el 28% contra el 71%. En Arequipa (la segunda ciudad más importante
económicamente), Keiko obtuvo el 36% frente al 66% de Castillo. En la región
más turística de la selva, Loreto, Keiko se impone con el 56% contra el 43%.
Así
las cosas, el fujimorismo se impone en toda la costa norte ganando con holgura
(entre 25% y 30%), incluido Lima (64% contra 35%). E incluso en Ica (donde se
desarrolló la gran huelga obrera rural de diciembre del 2020), Keiko gana con
el 53% contra el 43%; mientras que Castillo gana en las regiones del mundo
andino (aunque en Tacna, que se caracteriza históricamente por ser
contestataria y de izquierda, Keiko obtiene el 27% de los votos).
Perspectivas
De
imponerse Keiko, esta no tendría “luna de miel” y podría detonar una rebelión
popular. Y es probable que las protestas sociales la acorralen desde el primer
día de su mandato. Además, debería formar un gabinete “amplio” (como juró
frente al Premio Nobel, Mario Vargas Llosa), dado que la primera
vuelta arrojó una gran atomización y ninguna fuerza cuenta con
mayoría en el parlamento, lo cual no la eximiría de ir a una mayor
confrontación con las masas (aprobaron en el Congreso una ley para que los
privados puedan armar a los Comités de Autodefensa), lo que podría generar
tendencias a una nueva rebelión popular. También podría convocar a una reforma
constitucional con el fin de descarrillar las protestas, ya que se opuso a una
constituyente durante su campaña electoral.
La
imposición de un fraude, como señalamos líneas arriba, puede generar un
desborde popular. Es necesario organizar la salida a la calle no solo en Lima,
sino en todo el país, para presentar las denuncias de fraude existentes. Y hay
llamados por parte de PL a manifestaciones como lavad de banderas, etc. Pero se
necesita una convocatoria más decidida conformando una gran Coalición contra el
Fraude electoral.
Durante
toda la campaña de esta segunda vuelta electoral, PL se limitó a hacer una
campaña tradicional de acuerdos sociales y mítines con “portátiles” (militancia
afín) llenando las plazas (en el caso de Lima), en vez de convocar a las masas
a movilizarse contra los ataques de la derecha y por las reivindicaciones de
las masas trabajadoras. A pesar de que el gobierno siguió golpeando apelando al
Tribunal Constitucional para observar leyes como la devolución de aportes de la
ONP (Oficina de Normalización Previsional), Fonavi (Fondo Nacional de
Vivienda), etc. a los trabajadores.
De
ganar Pedro Castillo tendrá una gran presión popular para que haga las reformas
que prometió en campaña, pero con una mayoría parlamentaria adversa, que podría
plantear su vacancia presidencial, lo que produciría un escenario de
movilización popular por una Asamblea Constituyente soberana, la única carta
bajo la manga que tendría el líder magisterial de izquierda.
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