Eladio García Castro y la historia perdida del PTE
” Pan, Trabajo
y Libertad. Historia del Partido del Trabajo de España”, obra colectiva
coordinada por José Luís Martín Ramos (coord.) (El Viejo topo, Barcelona,
2011)…La memoria histórica también tenía que llegar hasta este sector, ante
todo sobre el PTE, el partido más importante de la izquierda del PCE-PSUC.
Kaosenlared
Publicado el 8 Jun, 2021
En el debate suscitado por
varios artículos con mi firma sobre el maoísmo me he referido al único
estudio publicado sobre esta corriente, al menos que yo sepa, sí bien son
diversas páginas on line la que han tratado de evocar esta formación que en sus
mejores momentos resultó ser la más influyente de lo que se llamó izquierda
radical. Estamos hablando de” Pan, Trabajo y Libertad. Historia del Partido del
Trabajo de España”, obra colectiva coordinada por José Luís Martín Ramos (coord.)
(El Viejo topo, Barcelona, 2011)…La memoria histórica también tenía que llegar
hasta este sector, ante todo sobre el PTE, el partido más importante de la
izquierda del PCE-PSUC, sobre el que existían muy pocas aportaciones en papel
escrito (la última, la de José Antonio Errejón en viento Sur 115), y unas pocas
más en Internet. Dicha recuperación viene dada por el trabajo de la Asociación
Pan y Libertad que ya había auspiciado otra obra La lucha por la ruptura
democrática en la Transición que reúne documentos, fotografías, y una serie de
artículos: Transición y transiciones permanentes, por Ramón Adell Argilés; Los
movimientos sociales, por Manel Gracia Luño; El Partido del Trabajo de España,
por Amador Rivera Pavón; La prensa del partido, por Antonio Bocanegra Martínez;
La represión en la transición, por Alfredo Grimaldos Feito…El proyecto es todo
lo extenso que merece una primera introducción.
La edición reseñada marca un
salto cualitativo por su amplitud. Estamos hablando pues de una historia en
construcción que comienza a ofrecer sus primeros frutos sacando este partido
del foso del olvido, una tarea que comienza como no podía ser menos haciendo un
listado de los militantes asesinados por las fuerzas del orden público, a los
que habría que añadir una lista casi interminable de hombres y mujeres
represaliados, encarcelados y torturados. Una primera secuencia que nos sitúan
ante una historia trabajada muy duramente desde abajo, por una militancia que
trataba de recuperar las mejores tradiciones militantes al tiempo que criticar
aspectos insostenibles, primordialmente los heredados de una visión idealizada
del estalinismo.
Los trabajos se apoyan en una
amplia documentación y en las fuentes orales, es la obra coordinada por José
Luís Martín Ramos, Pan, Trabajo y Libertad. Historia del Partido del Trabajo de
España (El Viejo topo, Barcelona, 2011), y que incluye trabajos de otros
autores como Marta Campoy, Manel Gracia y Ramón Franqueza, todos ellos
estudiosos y antiguos militantes del partido.
Este primer trabajo ofrece una
visión de conjunto sobre una experiencia que todavía resulta cercana, y que se
desarrolla en un tiempo largo y agitado, y en una organización que conoce
diversas etapas, y sobre la cual queda casi todo por hacer, desde tal o cual
capítulo nacional, regional o local hasta los puramente personal, lo
biográfico, un terreno en el que, hasta el momento, la cosecha es muy limitada.
Todavía sabemos poco de “la gente” del PTE, y lo que hay no es muy conocido,
por ejemplo, poca gente sabe que las militantes que aparecen en la valiosa
película “Entre rojas” (1995), dirigida por Azucena Rodríguez y protagonizada
por Penélope Cruz, pero sobre todo las que encarnan Cristiana Marcos y María
Pujalte. Es una verdadera lástima que no se haya creado una institución que
recoja los textos, testimonios o las aportaciones de los historiadores.
Reconocido como el líder
más reconocido del PTE, García Castro, Eladio (Sevilla,
1944), el principal partido de la izquierda radical que a pesar de contar con
una implantación bastante considerable no consiguió representación
parlamentaria. La militancia de Eladio viene precedida por la
“desaparición” de si abuelo luchador del Sindicato de los Trabajadores del
Puerto, a sus dos hijas las encerraron en prisión, el mismo conoció a su padre
con 8 años, en una comunicación en el Penal del Dueso de Santoña; debía su
nombre a un hermano de su padre, fusilado por ser concejal del Frente
Popular. El joven Eladio de vocación rebelde, estudió en la Escuela Técnica de
la Universidad de Sevilla, en la que, dando clases particulares de matemáticas,
se costeó su carrera de arquitecto. Militante del PCE en el seno del movimiento
estudiantil, Eladio comenzó como otros jóvenes de entonces a cuestionarse la
línea oficial expresada en el libro Santiago Carrillo Y
después de Franco ¿qué . Y de aquellos años de lucha, un rebelde cuya
primera desobediencia sería contra las consignas del Partido contra una huelga
por el asesinato de un trabajador en la comisaría de la Rinconada.
Indisciplina que terminaría
con su expulsión y su trasvase al PCI, inicialmente castrista aunque en 1968 su
CC decidió girar hacia el marxismo leninismo pensamiento Mao, editando a
finales de los años sesenta su propio “Libro Rojo” desde el que sentenciaban lo
que era correcto y lo que no dentro de una línea que rememora al PCE del
“tercer periodo”, unos criterios que García Castro hará suyo hablando del
“triunfo del socialismo en la Unión soviética” con Stalin, del “triunfo del
socialismo en un solo país” o presentando a Mao como “un revolucionario
mundial, que ha hecho aportaciones importantes a la teoría del marxismo
leninismo y que ha conducido en la práctica a la revolución china”, un
recorrido que fue efectuado desde un entusiasmo similar al que albergó el
prosovietismo en la época en que Stalin aparecía como el líder del
antifascismo.
En aquel destino conoció la
cárcel. Durante el estado de excepción de 1969, decretado por Franco tras una
masiva movilización estudiantil, fue detenido y pasó 14 días de malos
tratos en comisaría; detenido nuevamente y acusado de instigador en grado de
“dirigente”, Eladio huye a Barcelona, en 1972, tras nuevas detenciones de
militantes, el PCI se divide, y una mayoría decide borrar un nombre que estiman
como “trotskista”; en tanto que una minoría persiste desde el PCI Línea
Proletaria para extraviarse en el curso que viene (con graves
acusaciones de la turbia muerte de un militante), la mayoría toma el nombre de
PTE, del que Eladio acaba siendo elegido secretario general como el camarada
Ramón Lobato, alguien fuera de toda duda según las premisas
del maoísmo asimilado desde la “gran revolución cultural
proletaria”.. Desde su punto de vista “El PTE era un partido basado en la
rama china del PCI. Pero lo primero que hizo la nueva dirección fue dar un
viraje a la actividad, que no se fundamentara sólo en escribir panfletos sino
en fomentar los movimientos de masas”.
Parece indudable que a pesar
de su pobreza teórica, el PTE supo animar a una militancia entregada, capaz de
desarrollar un enorme trabajo organizativo como la muestra su papel decisivo en
la creación del Sindicato Obrero del Campo (SOC) en Andalucía o la Joven
Guardia Roja, la organización juvenil del PTE, con fuerte implantación en la
Universidad y un sistema de funcionamiento de exaltación al líder, en el caso
de (Josefina) Pina López Gay (Almería,
1949-Madrid, 2000), Inés en la clandestinidad y que fue sin duda la
personalidad más popular de la formación, acabó trabajando desde su condición
de especialista en Historia de América llegó a ocupar en nombre del PSOE el
cargo de presidenta de la Comisión Nacional V Centenario desde la
que exaltaba la colonización.
La evolución del PTE hacia un
terreno intermedio entre la izquierda institucional y la radical, EL PTE
llevó a García Castro a tomar parte en la Junta Democrática a pesar de veto
velado de Carrillo. Legalizado después de las elecciones de junio de 1977, el
PTE obtuvo cerca de 200.000 votos. Del conjunto de las experiencias electorales
quizás su mayor apuesta fue ofrecer toda la base militante y los medios para
una candidatura catalana presidida por el líder histórico de ERC. Heribert
Barrera quien, a la postre resultó el único electo para acabar negociando con
Pujol su protagonismo parlamentario. En pleno desconcierto, tras la fracasada
tentativa de unificación entre el PTE y la ORT más sus respectivos sindicatos
efectuada de la manera más burocrática posible llegó la muerte de Mao, la caída
de la llamada “banda de los cuatro”, el irresistible ascenso de la izquierda
institucional que ofrecía cargos bien renumerados a la militancia, acabaron por
hacer desaparecer la formación de la que apenas quedarían vestigios sí bien
parte siguió con su lucha en frentes como la solidaridad (con Nicaragua y el
POLISARIO), integrándose en IU o en el nacionalismo de izquierda como resultó
ser el caso de Cataluña con el BEAN , escisión que, al contrario que el PTE,
votó No a la Constitución..
Desde entonces, Eladio se
apartó de la militancia para trabajar en el terreno de la defensa de los Derechos
humanos en Cádiz. Huellas de aquel tiempo se pueden encontrar en un par
de folletos editados con su nombre, La crisis económica: una
alternativa económica, una alternativa democrática; ¿Qué es la Dictadura del
Proletariado? España, un socialismo sin adjetivo; la
detallada entrevista incluida en el volumen Los partidos marxistas, sus
dirigentes/sus programas (Ed. Anagrama, Barcelona, 1977, edición a
cargo de Fernando Ruiz y Joaquín Romero) donde revela su miseria teórica, sin
olvidar una entrevista aparecida en el diario Público. Hasta
el momento el estudio más amplio es el de J.L. Martín Ramos, Pan,
trabajo y libertad. Historia del partido del trabajo (El
Viejo Topo, 2011)
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