Ángeles Maestro: «Sí, se puede, ¿qué?».
DIARIO OCTUBRE / enero 18, 2020
Qué se
puede esperar de este gobierno y cómo actuar en consecuencia.
Tras el reciente
espectáculo del debate de investidura en el que las tres extremas derechas
capitaneadas por VOX han escenificado el esperpento más rancio del franquismo,
la reacción esperada de buena parte del público fue la de un suspiro de alivio
ante el riesgo de ser gobernados por semejantes energúmenos.
Probablemente, ese sea el
mejor regalo que VOX ha hecho al nuevo Gobierno: una especie de 23F preventivo.
Un escalofrio cargado de siniestros recuerdos que tenía la virtud – para los
nuevos coaligados – de paralizar cualquier pensamiento crítico.
Una vez apagados los focos
y acallados los gritos, la obcecada realidad vuelve a imponerse en la vida
cotidiana de los millones de personas que nunca salieron de la crisis.
Los datos más recientes del
Indicador Europeo de Pobreza y Exclusión Social (2019) muestran que la miseria
extrema se extiende en el Estado español, que es la mayor en los últimos tres
años y quie afecta a doce millones de personas, la cuarta parte de la población1. Además, más de la mitad de la población
no llega a fin de mes, no compra regularmente carne o pescado o no puede
encender la calefacción. Esta situación no es exclusiva de las personas
desempleadas, sino que se ceba en quienes trabajan en condiciones de
precariedad (que son la inmensa mayoría) o reciben pensiones míseras (9
millones de personas).
Si a ello añadimos la
situación de las listas de espera en la sanidad pública, que llevan a una
muerte perfectamente evitable a miles de personas, la degradación permanente de
la enseñanza, la exclusión de las hijas e hijos de la clase obrera de la
enseñanza superior o la clamorosa insuficiencia de los servicios sociales,
tendremos un panorama que cabe calificar de emergencia social, en sentido
estricto.
El recrudecimiento de la
lucha de clases se aprecia en toda su dimensión cuando se relacionan estos
datos:
- La creación de riqueza por parte de la clase obrera ha crecido de forma importante: 200.000 millones de euros entre 2014 y 20192.
- Los beneficios empresariales, según datos del Banco de España para 2018 revelan un incremento del 60%3 y que esto viene sucediendo de forma sostenida en los últimos seis años.
- En este mismo periodo los salarios aumentaron nominalmente un mísero 1,5%, que en términos reales ha supuesto una pérdida de la capacidad adquisitiva de 133 euros al año4.
Y esta situación de
emergencia social, de sobre-explotación escandalosa y de aumento desmesurado de
las desigualdades sociales, ¿cómo pretende atajarla el Gobierno? No hay ninguna
propuesta mínimamente seria; algún paño caliente y muy pequeño.
Sus palabras no dejan lugar
a dudas. El pacto PSOE – Podemos se asienta estrictamente sobre los límites
impuestos por la UE sobre reducción del déficit y de la deuda, tal y como
señaló Pedro Sánchez tras el abrazo que abrió las puertas al gobierno de
coalición. Las amenazas de la Comisión Europea llevan resonando con fuerza y
alertando sobre los reiterados incumplimientos en materia de reducción del
déficit y de la deuda y sobre la necesidad de adoptar «nuevas medidas
compensatorias» para asegurar la sostenibilidad de las pensiones5.
El 1 de enero de 2020
entraron en vigor los artículos 11 y 13 de la Ley 2/2012 de Estabilidad
Presupuestaria6 que conminan a todas las
administraciones públicas a hacer efectiva la reducción de la deuda al 60% del
PIB – en el caso del Estado español alcanza el medio billón de euros – y a
reducir el desfase presupuestario en más de 25.000 millones de euros.
El artículo 11.2 establece
taxativamente: «Ninguna Administración Pública podrá incurrir en déficit
estructural» y entiende como administraciones públicas, el Estado, las
Comunidades Autónomas, los Ayuntamientos y la Seguridad Social.
La Ley, que desarrolla
tanto el Tratado de Estabilidad de la Zona Euro (2013), como la reforma del
artículo 135 de la Constitución, propuesta por el gobierno Zapatero y aprobada
en agosto de 2011 por el PSOE, PP y UN, conmina a hacer efectiva la prioridad
absoluta al pago de los vencimientos de capital más los intereses. Cada año se
dedica a tal efecto casi la mitad de los presupuesto generales del Estado, más
del triple del gasto de toda la sanidad pública. Y esta escandalosa cantidad se
paga a los grandes bancos, en virtud de una Deuda contraída mediante la masiva
cesión de dinero público precisamente a esos mismos bancos que como se
recordará se han negado a su devolución, sin que el Gobierno actual o los
anteriores hayan movido un dedo para impedirlo.
Como viene alertando Red
Roja7 desde que se aprobaron estas normas,
este marco legislativo anula la soberanía efectiva de cualquier gobierno
estatal, autonómico o municipal que no se atreva a enfrentarlo. Y no son
palabras. La Ley 2/2012 establece graves y progresivas sanciones por los
incumplimientos en las reducciones de déficit y deuda. El artículo 26.1
«Medidas de cumplimiento forzoso»8, establece que en caso de reiterados
incumplimientos por parte de gobiernos autonómicos, se aplicará al infractor el
famoso artículo 155 de la Constitución. A las corporaciones locales rebeldes se
les aplicará el artículo 61 de la Ley de Régimen Local que prevé la disolución
de sus órganos de gobierno… «por grave incumplimiento de sus obligaciones
constitucionales» ,es decir, del artículo 135 de la Constitución.
¿Alguien oyó hablar de todo
esto en los programas electorales o en el debate de investidura? Quienes hablan
de los famosos 100 días de gracia del nuevo gobierno, preguntan acaso cómo se
compatibilizarán los aumentos prometidos del gasto social con estas férreas
medidas que fueron propuestas y aprobadas por el PSOE y que están en vigor
desde el 1 de enero? Quiénes desde las bancadas de Podemos e Izquierda Unida o
desde la puerta del Congreso, gritaban entre lágrimas, «Si, se puede», ¿a qué
se referían? Sí, se puede, ¿qué?.
Quienes han recibido
carteras ministeriales o altos cargos son perfectamente conscientes de que se
su «relato» es mero ilusionismo y por tanto, la negación en esencia de
cualquier «transparencia». Cuando los enviados de la famosa Troika (UE, BCE y
FMI), los «hombres de negro», encargados de controlar las cuentas de todas las
administraciones públicas exhiban su poder – amenazas, chantajes o sobornos
mediante – y muestren para lo que vale la supuesta «soberanía popular», se
cambiará rápidamente el iluso «Sí, se puede» por el «No se podía hacer otra
cosa».
Es imprescindible no
olvidar que los vientos de la recesión galopan y que siempre, desde los Pactos
de la Moncloa, las crisis son el reiterado argumento para retrocesos sin fin en
derechos y libertades, que sistemáticamente no se recuperan.
Y ésa es la gran trampa, la
de Syriza en Grecia o la que aquí se prepara.
Pero si ya sabemos lo que
nos espera, lo que sí se puede y es urgente, es preparar las luchas obreras y
populares para enfrentar los mandatos de la Troika e imponer un objetivo tan
humano y tan de sentido común como que las necesidades vitales de las personas
son – esas sí – prioridad absoluta, frente al pago a la gran banca, otra vez,
de lo que ya nos han robado.
Ésa es nuestra tarea.
Quiénes ocupan cargos de gobierno y van a comprobar el estrechísimo margen que
les conceden los poderes reales, tienen la posibilidad de abandonar espejismos
y ocupar su lugar en la dura batalla que se vislumbra. Lo que no se puede
tolerar es que, en aras de la gobernabilidad, utilicen el pequeño poder que han
alcanzado, que no les sirve para enfrentar a los poderes reales, pero sí les
puede dar para intentar debilitar, confundir y dividir el movimiento popular. Y
esas maniobras han emergido ya en el movimiento de pensionistas, cuando los
nuevos altos cargos aún no han tenido tiempo de calentar el sillón, con el
objetivo de abortar el apoyo en todos los territorios del Estado a la Huelga
General convocada para el 30 de enero en el País Vasco, en defensa de las
pensiones públicas.
Esas artimañas se repiten
con cada gobierno «progresista» desde la Transición. Lo bueno de haber asistido
a tantas «ilusiones» es nos sabemos la trama de la película y no vamos a
esperar impasibles a que los grandes poderes cumplan sus objetivos por partida
doble: porque sus medidas contra la clase obrera se hagan efectivas y porque
destrocen las organizaciones populares.
18 de enero de 2020
Referencias
3 http://www.rtve.es/noticias/20181203/salarios-suben-15-hasta-septiembre-mientras-beneficio-empresarial-crece-60-segun-banco-espana/1848060.shtml
4 https://www.lavanguardia.com/economia/20190829/4723907887/salario-medio-pierde-poder-adquisitivo-dos-anos.html
7 Un detallado Informe sobre este marco
legislativo y en especial sobre la Ley Orgánica 2/2012 puede consultarse en https://redroja.net/index.php/noticias-red-roja/noticias-cercanas/1910-informe-de-red-roja-sobre-la-ley-organica-22012-el-final-de-cualquier-soberania-y-el-arma-de-destruccion-masiva-de-los-servicios-publicos
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