BlackRock es un monstruo
cuyos tentáculos doblegan con frecuencia a la clase política de cualquier
nación. También en España, por ejemplo comprando grandes lotes de viviendas que
deberían ser destinadas a uso social. Y trata de meter mano en las pensiones.
BlackRock: El Poder en la Sombra
No hace falta ser experto en economía para entender la naturaleza de un fondo de inversión. BlackRock es uno de ellos. Y es también uno de los mayores fondos del mundo, que ha consolidado su poder e influencia de una manera que pocos entienden completamente. Este titán financiero maneja activos que ascienden a 10 billones de dólares (10 trillones en la nomenclatura estadounidense), y su presencia global es tan extensa que solo los Estados Unidos y China podrían competir con su capacidad económica. Si fuera un país sería la tercera economía del mundo tras EEUU y China.
BlackRock
nació en 1988, en el seno de Blackstone, otro gigante financiero. Su objetivo,
no podría ser otro, es maximizar el retorno de sus inversiones. No importa el
sector en el que invierte, armas, petróleo, banca, o energía, no importando
tampoco el costo social. No duda en apostar por las guerras cuando le
conviene. Presiona a los políticos para que se mantenga la financiación en la
guerra en Ucrania. Tiene fuertes inversiones en empresas de armamento como
Lockheed Martin, Raytheon Technologies,
Northrop Grumman y Boeing entre otras. Sus
enormes inversiones se pueden ver comprometidas. No duda en negociar con
«amigos» o «enemigos», con tirios o troyanos. Pocos meses después de iniciada
la guerra en Ucrania (agosto 2022), se hacía pública la inversión de miles de
millones de dólares en la explotación de pozos de gas natural en Rusia.
BlackRock, que apoyaba al régimen ucraniano, pretendía invertir en su enemigo
sin ningún rubor. No es de extrañar, puesto que la mega-empresa tenía acciones
en el gigante energético ruso Gazprom. Toda esta inversión se ha visto
cuestionada por el desarrollo del conflicto.
BlackRock
ha desarrollado una capacidad impresionante para infiltrarse en los sistemas
económicos y políticos de los países en los que opera. Su estrategia incluye la
colocación de sus peones en ámbitos parlamentarios, judiciales y legislativos,
además de organizar conferencias y cursos para influir en la formación de
políticas favorables a sus intereses. Esta capacidad de penetración no se
limita a la economía, ya que también controla una gran parte del poder
mediático, utilizando su influencia para otorgar castigos y recompensas a
diferentes operadores políticos. El control mediático que ejerce desde el
Consejo de Administración de los grandes medios de comunicación le asegura una
imagen discreta, fuera del escrutinio social.
En
España, la presencia de BlackRock es notable. Este fondo posee participaciones
significativas (más del 5%) en varias empresas del IBEX 35, como el Banco
Santander, BBVA, CaixaBank, Naturgy, Iberdrola, Telefónica, Repsol y Enagás. En
junio de 2023, gestionaba activos por valor de 47.000 millones de euros en
nuestro país, estando presente en 19 de las 35 empresas del Ibex. Estas
inversiones no solo le permiten obtener altos rendimientos, sino también
influir en las políticas económicas del país. No hay presidente de gobierno que
no celebre reuniones con Larry Fink (el CEO de la empresa).
La discreción de BlackRock
Una
de las características más notables de este fondo es su capacidad casi
camaleónica para ocultar y permanecer en la sombra, a diferencia de los
inversionistas de los países del Golfo, por poner un ejemplo. Larry Fink,
figura clave en el funcionamiento del fondo, mantiene un perfil bajo y
discreto. Posee solo el 0,7% de las acciones de su compañía y una modesta casa
en Manhattan, junto con una finca también en el estado de Nueva York. Sin
embargo, su poder e influencia son vastos. Fink es conocido por su famosa carta
anual a los accionistas y líderes políticos, donde establece las directrices
que deben seguirse durante el año. En la carta de 2024 se centró en los
problemas demográficos y la jubilación, proponiendo el retraso de la edad de
jubilación y el impulso de los fondos privados como solución. Sus movimientos
son menos ostentosos que los de otras compañías, pero muy meditados. Esta
discreción le permite operar sin atraer demasiada atención, aunque su
influencia es profunda. La prensa económica a menudo minimiza su poder. En gran
parte esa prensa económica «independiente» es propiedad parcial de ese fondo,
esto le permite crear una imagen positiva de sus actividades. Su lema es la
«Discreción», de esta forma evita el repudio y la reacción social a pesar de
que es un fondo especulativo.
BlackRock
tiene una influencia considerable en la economía, puesto que controla el 14% de
esta a nivel mundial. Controla la mayoría de las acciones de gigantes como
Microsoft, Amazon, Apple, Coca-Cola, Twitter, y muchos más. Tiene una
influencia significativa en el sector energético, siendo la mayor inversora en
plantas de carbón y gestionando miles de millones en petróleo. BlackRock posee
el 88% de las acciones de las 500 mayores empresas estadounidenses y gestiona
activos de tanto valor que solo Estados Unidos y China pueden competir con esta
compañía. Su influencia se extiende a casi todos los sectores económicos
importantes, desde la tecnología hasta la energía y las telecomunicaciones.
Casos
específicos: Grecia y Ucrania
Su
capacidad económica tiene un correlato en su intervención política. En Grecia,
BlackRock tuvo un papel significativo durante la crisis de la deuda,
gestionando carteras de inversión y participando en procesos de
reestructuración. En Ucrania, es un acreedor importante, urgiendo al gobierno a
devolver préstamos con intereses. Es una inversión que puede resultar ruinosa,
de modo que exige al gobierno de Zelensky mantener un conflicto perdido desde
hace meses. En el Parlamento Europeo no ha dudado en ejercer de lobista en
temas como el Plan PanEuropeo de Pensiones privadas o el fallido Plan de
Recuperación, Transformación y Resiliencia. Estas acciones muestran la
capacidad de BlackRock para influir en las políticas económicas de países en
crisis. El caso argentino es el más inmediato. El presidente Javier Milei se
reunió virtualmente con Larry Fink para discutir inversiones en el país. La
conversación se centró en la privatización de empresas públicas y la
exploración de oportunidades de inversión a largo plazo. El fondo mostró
interés en sectores estratégicos como la energía (YPF, Vaca Muerta y
especialmente el litio) y la tecnología. La empresa ya posee participaciones en
empresas argentinas como Pampa Energía y Edenor.
Los
directivos del fondo mantienen relaciones estrechas con gobiernos y políticos
de todo el mundo. Miembros de su directiva, como Brian Deese, han sido asesores
de presidentes estadounidenses como Obama y Biden. Además, BlackRock recluta a
ex altos cargos gubernamentales, como Stanley Fischer, ex vicepresidente de la
Reserva Federal de EE.UU, para sus filas. Esta relación bidireccional les
permite influir en políticas económicas y decisiones gubernamentales en varios
países, incluidas las reestructuraciones de deuda y las políticas de inversión.
Gestión de pensiones en Latinoamérica
El
fondo ha fijado sus ojos en los fondos de pensiones, BlackRock ofrece ETFs1 (iShares)
que replican el comportamiento de diversas acciones e índices bursátiles,
permitiendo a las administradoras de pensiones en América Latina diversificar
sus inversiones. A pesar de las ventajas aparentes que promueven sus campañas
publicitarias, BlackRock carece de escrúpulos, ha sido criticado por invertir
en empresas que violan derechos humanos y por su falta de transparencia en las
inversiones de fondos de jubilación. En México, por ejemplo, lanzaron el
iShares ESG MSCI Mexico ETF, que levantó 450 millones de dólares en solo 60
días, pero incluyó empresas con serias violaciones a los derechos humanos. En
Chile, las AFP han invertido en el iShares MSCI Chile ETF, que incluye empresas
con infracciones ambientales gravísimas.
En
España, la influencia de BlackRock se extiende a 71 empresas de la bolsa
española (35 del Ibex y 36 del continuo. También toca el sistema de pensiones.
Con una inversión potencial de 60.000 millones de euros, BlackRock busca
acceder a los 130.000 millones de euros de las pensiones españolas. La gestión
de las pensiones ha sido un tema crítico en las actividades de BlackRock. El
proyecto de privatización de las pensiones, puesto en marcha
en
nuestro país desde la época Zapatero, forma parte del proyecto general de
BlackRock. La influencia de este fondo en la economía y la política española es
más que evidente. Al condicionar los gobiernos (el actual y los anteriores)
puede reorientar los objetivos económicos en función de sus intereses,
controlando la vida económica del país. Esta estrategia pretende que los
sistemas públicos de pensiones dependan de entidades privadas que buscan
maximizar sus beneficios.
Larry
Fink, en su carta anual, señala que el envejecimiento de la población pone en
riesgo los sistemas públicos de jubilación. En ella, Fink propone retrasar la
edad de jubilación e impulsar los fondos privados como solución a los llamados
«desafíos demográficos», que no son tales como ha demostrado el movimiento
pensionista. Esta postura refleja la estrategia de BlackRock de influir en las
políticas de pensiones para promover sus propios intereses. Desgraciadamente,
nuestro «gobierno progresista» se ha plegado en parte a los intereses del
fondo. La resistencia popular, la movilización pensionista ha ralentizado en
algunos casos la velocidad de las reformas y en otros ha condicionado el
alcance de las mismas. La movilización muestra su utilidad social.
Conclusión
BlackRock
ha demostrado ser una fuerza poderosa en la economía global. Su capacidad para
influir en gobiernos, empresas y mercados es impresionante. Sin embargo, su
enfoque en la maximización de beneficios a menudo plantea desafíos éticos y
económicos, especialmente en áreas sensibles como las pensiones. La influencia
de BlackRock en el sistema de pensiones español es un claro ejemplo de cómo
este gigante financiero intenta moldear las políticas públicas para servir a
sus intereses, lo que plantea importantes preguntas sobre el futuro de la
seguridad social y la soberanía económica en España.
Nota:
1.
La gran mayoría de ETFS o fondos cotizados, replican el comportamiento de un
índice dado en la bolsa; si el índice sube, el fondo también lo hace y viceversa.
Por ejemplo, el índice ibex35 incluye a las 35 empresas más grandes de España.
Otro índice podrían ser las empresas tecnológicas o empresas de lujo como Louis
Vuitton, Ferrari, Hoteles Hilton…..
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