M. CARACOL. El 18 Brumario de
Pedro Sánchez
Insurgente.org
/ 04.05.2024
Lo ha vuelto a hacer. Nuestro preclaro presidente acaba de escribir otro capítulo más de su maquiavélico y novelesco “Manual de resistencia”, amagando con dimitir y colocándose, como Luis Napoleón Bonaparte, por encima de la sociedad y de las clases sociales. Amenaza con irse porque “quiere mucho a su mujer”, pone a Junts a su rebufo, manda a Sumar a segunda división y erige al PSOE como “la izquierda que lucha”. ¿Para qué tomar medidas reales, pudiendo montar un buen culebrón?
Algunos han llegado a
la genialidad de compararlo con… Salvador Allende. Sí, ese presidente chileno
que ganó las elecciones en 1970 y nacionalizó la banca en 1971, estatizando la
mayor parte del sector financiero chileno (participación mayoritaria en catorce
bancos y 30% de los activos en los cinco restantes) y poniéndolo al servicio
del pueblo.
Pasemos ahora a nuestro
“Allende español”. Esta semana hemos conocido escalofriantes datos sobre el
sector financiero español, que lleva años batiendo récords y ganó en 2023 la
misma cantidad de dinero (28.084 millones) que el Estado gasta durante dos años
en Sanidad, Educación y Cultura. Así, cuando nuestro Allende de Hacendado les
puso un simbólico “impuesto a la banca”, los bancos españoles subieron un 9%
las comisiones, cobrando más a sus clientes de lo que les pagan y aumentando
aún más el margen de intereses. Escalofriante: en un solo trimestre, los seis
grandes bancos españoles han ganado una suma (6.677 millones de euros) que
iguala el presupuesto de Sanidad del país.
Contando solo el BBVA y
solo entre enero y marzo, la entidad obtiene un beneficio de 2.200 millones,
casi un 20% más de lo anotado en el mismo periodo del ejercicio pasado. Ahora
bien, la mayoría de sus beneficios (56%, 1.441 millones de euros) no los ha
obtenido en España, sino… en México. Así es el imperialismo de la banca
española en América Latina, que tan bien defendiera el emérito mandando callar
a Hugo Chávez (alguien que sí se pareció a Allende, solo que siendo menos
ingenuo).
Pero eso no es todo.
Resulta que estamos en un proceso de concentración bancaria y, ahora, el BBVA y
el Sabadell pretenden también fusionarse, creando un banco que sería dueño de
una quinta parte de España (22% de los depósitos y 22% del crédito concedido).
Esta fusión dejará un mercado supuestamente “libre” de solo tres jugadores:
Santander, La Caixa y BBVA, en el que estos tres grupos controlarán siete de
cada diez euros del negocio bancario en nuestro país: el 72% de los depósitos y
el 73% de los créditos estarán en manos de esos tres bancos. Siete de cada diez
hipotecas las controlarán estas entidades, a la vez que reducen personal,
oficinas y cajeros (como lleva años pasando). No es una película distópica
sobre el futuro. Es la España de Sánchez que algunos idealizan, en la que los
bancos ganan más que nunca, batiendo récords de beneficios en 2021, 2022, 2023
y también en el primer trimestre de 2024.
¿Y los impuestos?
¿Seguirán siendo al menos un poquito socialdemócratas? Veamos los datos
publicados esta misma semana por la Agencia Tributaria: las 142 empresas más
grandes de España, que pasan de los 5.000 trabajadores, abonaron a Hacienda por
el Impuesto de Sociedades el equivalente al 3,12% de sus beneficios, mientras
que la totalidad de las empresas tuvieron que hacer frente a un tipo casi
cuatro veces superior (el 11,15%). En otras palabras, en España el pequeño
empresario paga más impuestos que el grande; y las multinacionales (que baten
récords de beneficios) pagan cada vez menos tributos.
¿De
verdad los poderes fácticos quieren quitar de en medio a Sánchez? ¿O están más
que cómodos con que este tranquilice al país con su “resistencia” de cartón
piedra, mientras nos meten, cada vez más, la mano en la cartera? No le importó
tanto a Sánchez el lawfare cuando
fueron los seis de Zaragoza los represaliados, por poner un ejemplo reciente.
Ni en tantas otras ocasiones. ¿Por qué ahora, pues, tan repentino
“democratismo”? Tal vez con Largo Caballero el PSOE representara una tragedia;
quizá con Felipe González una farsa. Pero Pedro Sánchez “el enamorado” está
declamando un sainete de los Álvarez Quintero.
M. Caracol. Militante de Red Roja
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