8 Tesis para la lucha ideológica
DIARIO OCTUBRE / septiembre 16, 2023
Francisco Valverde (UyL).— Ante la grave situación que padecemos la clase trabajadora hoy, cada día los distintos medios de propaganda de la burguesía nos plantean un escenario en el que las causas de los problemas que sufrimos nada tienen que ver con la realidad.
La ofensiva de
la militancia comunista en la intervención e interacción con las masas, desde
la más breve conversación en el día a día, hasta el trabajo directo en los
distintos frentes de lucha, debe romper ese velo de alienación y violencia
mediática, con el que incluso pretenden convencernos de que la culpa de que
seamos pobres y sobreexplotados es nuestra -la patraña de la cultura
emprendedora- o que la precariedad es una moda.
La tarea es
romper con la alineación de las masas, para entender el momento histórico y
organizar la salida revolucionaria, y eso se hará en la intervención y en el
proceso de organización y desarrollo de la lucha junto a las masas.
1- Las guerras
de la OTAN contra Rusia y los pueblos del mundo son la consecuencia y no la
causa de la crisis estructural capitalista.
Los medios
burgueses, desde el estallido de la crisis estructural de 2008, intentan
justificar dicha crisis mediante causas externas (burbuja inmobiliaria, guerra,
falta de demanda en el mercado,…).
El problema es
la tendencia decreciente de la tasa de ganancia del capital y el desarrollo
normal de su composición orgánica (sustituir a la clase trabajadora por
máquinas).
2-El
capitalismo verde es un fraude. No hay solución a la destrucción ambiental ni a
la crisis dentro del capitalismo.
Como el
náufrago que se agarra a un bote salvavidas, los gestores del capital insisten
las nuevas tecnologías como salida a la crisis económica y ambiental.
Lejos de
resolverlo, esto solo acelerará su desarrollo.
3- No hay
democracia. Hay dictadura del capital. Cualquier próximo gobierno cumplirá las
imposiciones de la UE y EEUU. Por la soberanía popular y la salida de la UE.
El gobierno de
España, ya sea con Feijoo, Sánchez o Yolanda Díaz, no es más que una sucursal
que cumple, de una forma u otra, con los dictados del imperialismo.
La renovación
de las bases militares de EEUU en nuestro territorio, la subida de los
presupuestos militares para la guerra de la OTAN en detrimento de las
necesidades sociales, el pago de la deuda ilegítima impuesta por la UE, las
privatizaciones y ataques que vendrán contra las pensiones públicas, la reforma
de leyes que exige la Unión Europea, que este gobierno de coalición
socialdemócrata ha realizado y que el próximo gobierno seguirá realizando, son
duras y dolorosas muestras de ello.
4- Al formar
parte de la institucionalidad burguesa, la socialdemocracia (PSOE, Sumar,
Podemos, IU, PCE…) es parte del problema y no de la solución. El estado,
no es neutro, es una herramienta de opresión de la clase en el poder.
La
socialdemocracia juega un papel primordial para el capital. A la vez que sigue
aplicando las medidas que necesitan los monopolios, desmoviliza a la mayoría
social generando la ilusión de que es posible un capitalismo amable, y de que a
través de las reformas graduales las instituciones burguesas del estado pueden
ponerse al servicio de la mayoría social. El estado burgués, gestione quien
gestione el poder político de turno, es una herramienta para oprimir la clase
trabajadora y garantizar la plusvalía y la propiedad de los monopolios. Y estos
se asegurarán de ello a toda costa.
La fase de
desarrollo actual del capitalismo no permite ya ningún margen para una salida
socialdemócrata-reformista a la crisis.
5- Solo el
pueblo organizado salva al pueblo, tu lucha decide frente al fascismo y la
crisis capitalista. La lucha es en los tajos, en los barrios, en la calle… no
en el parlamento.
Las
instituciones burguesas (parlamentos, ayuntamientos, gobiernos regionales,…)
son incapaces de resolver nuestros problemas, y en gran parte de las ocasiones
son directamente responsables de estos.
Nadie vendrá a
resolvernos el problema de desahucios e incapacidad de adquirir una vivienda,
corte de suministros, paro y precariedad, privatización de servicios y espacios
públicos, barrios sin servicios esenciales, auge del fascismo y la
intolerancia,… Esto no se acaba depositando una papeleta electoral.
La
socialdemocracia en el gobierno, denuncia el auge fascista de forma
electoralista y a la misma vez financia a los escuadrones nazis en Ucrania,
aplaude a Zelensky y abandona al periodista Pablo González a la reclusión por
el estado reaccionario polaco desde hace más de año y medio.
Solo luchando
podremos avanzar nuestras posiciones, a través de la organización allá donde se
dan estos problemas y junto con quienes los sufren, debemos empezar a crear
espacios democráticos de poder para el pueblo trabajador.
6- Acabar con
el pacto social. Organizar la unidad de la clase trabajadora y la huelga
general.
Es preciso
acabar con la dinámica constante de derrotas en la que nos tiene sumida la
política del pacto social que llevan a cabo la socialdemocracia, el reformismo
y las direcciones sindicales pactistas.
Debemos
fortalecer la democracia obrera definiendo las asambleas de trabajadores y
trabajadoras como espacio de soberanía para la toma de decisiones y los debates
sobre lo que nos afecta. La clase trabajadora, independientemente de su lugar
de origen, etnia, género, etc…, es quien crea la riqueza y tiene los mismos
intereses, enfrentados a los del capital.
Es preciso
golpear a la bestia capitalista donde más le duele. En la paralización de la
producción. Hay que trabajar por un contundente paro general, que haga
retroceder a la burguesía en sus pretensiones de sobreexplotarnos más cada día.
¡A la huelga!
7- Existen ya
las condiciones objetivas para el socialismo y la toma del poder por la clase
obrera sin etapas intermedias.
El desarrollo
de la ciencia, la tecnología y los medios de producción y distribución que
existe hoy, hace posible que puedan cubrirse absolutamente todas las
necesidades de la población mundial, acabando con numerosas enfermedades,
sequías, hambre, paro y desigualdad.
Lo único que lo
impide es la propiedad privada de estos medios de producción, cada vez en menos
manos.
La clase
trabajadora, creadora de toda la riqueza, es quien debe decidir para qué se
emplea esta, y qué necesidades debe cubrir.
8- Fortalecer
el PCPE. La revolución la hacen las masas, bajo la dirección de vanguardia de
su Partido Comunista. Toma Partido.
La revolución
la protagonizarán las masas organizadas, no ningún grupo de eruditos ni ninguna
secta con ánimos autocomplacientes. Por ello, el Partido Comunista debe tener
confianza en estas.
Pero sin la
dirección del Partido Comunista marxista-leninista, no será posible revertir
los problemas expuestos en las tesis anteriores y llevar al poder al pueblo
trabajador. El Partido es la herramienta colectiva de dirección que fusiona la
teoría revolucionaria con la práctica y la acción política. Establece una
política amplia de alianzas tácticas, a la vez que absolutamente comprometidas
con la estrategia y los principios revolucionarios.
El PCPE, tras
cuarenta años de experiencia de lucha comunista, debe jugar este papel.
Fortalecer el
PCPE y ensanchar sus filas es la tarea principal a la que hay que subordinar
todas las fuerzas.
FUENTE: unidadylucha.es
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