África
y nuestra América frente al saqueo imperial
KAOSENLARED
15 de septiembre de 2023
A cada cerdo gordo le llega
su San Martín.
Es el caso del imperialismo
occidental, racista, brutalmente saqueador y neocolonial.
Una parte de África, rica
en oro, diamante, uranio… con pueblos dramáticamente empobrecidos, les ha dicho
a las potencias imperialistas europeas y norteamericanas: alto ahí, no más
abusos, tenemos otras posibilidades y ofertas, ustedes no están solos, ni
controlando todo, en el sistema de Estado de este mundo multipolar.
Cierto que todos los
Estados están operando dentro de la lógica de la economía-mundo del gran
capital. Pero con modalidades distintas y en el marco de una intensa
competencia por la supremacía a escala mundial, en las que EU y la UE transitan
por una decadencia progresiva, afectadas además por recurrentes y diversas
crisis político-sociales.
Estamos ante nuevas
oportunidades y nuevos desafíos.
La superación del miedo a
las crueles potencias neocoloniales nuevas rutas de libertad y
autodeterminación.
Las rebeldías de los
pueblos de una parte de sus naciones y de no pocos pueblos de sus periferias
dependientes se repiten y se expanden.
En África, Níger rompió
cadenas neocoloniales recientemente.
Burkina Faso, Malí y Guinea
la respaldaron, después de haber hecho lo mismo anticipadamente.
Sudáfrica, desde la
victoria de Mandela, aún con sus altibajos, dejó atrás la sumisión al Norte
opresor.
En fin, en África avanza
una ola pro nueva independencia parecida a las latino-caribeñas de las últimas
décadas.
Miren lo que le dice al
mundo la Coordinación Estatal Contra la OTAN y las Bases (CECOB):
“Las cosas están
cambiando rápidamente en África Occidental y las repercusiones se sentirán en
todo el continente y en buena parte del planeta. El corazón de las tinieblas ha
decidido latir por sí y para sí. Níger, es el cuarto país del
Sahel con un golpe de Estado anti-occidental. El levantamiento militar ocurrido
en Níger el pasado 26 de julio sigue la estela de otros similares ocurridos en
(agosto 2020 y mayo 2021), Burkina Faso (enero y septiembre de 2022) y Guinea
(septiembre de 2021).”
“Estos golpes de
estado, a diferencia de los que ocurren con frecuencia en éstos y otros países
africanos que sirven para intensificar el saqueo neocolonial o deponer a
líderes no lo suficientemente dóciles a sus intereses, han señalado a las potencias
occidentales – sobre todo a Francia y EEUU – como responsables de la sangrienta
presencia de grupos islamistas y del pillaje de sus recursos”.
Y esto… “acontece
después de siglos de colonialismo, de esclavitud, de saqueo de las materias
primas de un país inmensamente rico, de miseria de su pueblo, de asesinato de
líderes antiimperialistas, de gobiernos títeres y de ocupación militar.” (CECOB /REBELIÓN,
11 de AGOSTO 2023)
Así las cosas, los recientes
golpes militares africanos, a diferencia de los tradicionales golpes del
pasado, se parecen en cierta medida a los encabezados en Nuestra América, en
aquellos tiempos, por Torrijos, Velazco Alvarado, Torres y Chávez…
Tienen cierto parecido a
procesos como la revolución democrática y guerra patria liderada en República
Dominicana por los coroneles Fernández Domínguez y Francis Caamaño.
Militares jóvenes y
talentosos desplazando regímenes ultra derechistas, condenando el dominio
neocolonial y el saqueo imperialista, y dispuestos a enfrentar con las armas la
invasión de las potencias occidentales; guardando –claro está- la debida
distancias y particularidades históricas y culturales.
Ojo, pues, con la pérfida
campaña que los presenta y estigmatiza como “golpes despóticos”, para erosionar
la solidaridad mundial que merecen y la hermandad que necesitamos.
Algo de gran valor es que
esta oleada de cambios en África Occidental confluye con las rebeldías
latino-caribeñas de estos tiempos.
Pueblos abusados y naciones
saqueadas de ambos continentes coinciden en el esfuerzo heroico de ejercicio de
soberanía popular y autodeterminación nacional.
Las fibras comunes creadas
en siglos de sufrimientos se potencian y hermanan en los nuevos combates por el
pan, la alegría y la felicidad,
Este mundo cambiante se
torna así más promisorio para los pueblos oprimidos del mundo y para el
desarrollo de la unidad antiimperialista transcontinental.
Por Narciso Isa
Conde
*++