Un calor sin precedentes y sequía: así fue el clima europeo en 2022
TERCERAINFORMACION
/ 21.04.2023
El informe
anual del Servicio de Cambio Climático del sistema satelital Copernicus ha
registrado el verano más cálido hasta la fecha. Los expertos alertan de que
Europa debe adaptarse a las condiciones climáticas actuales, marcadas por el
estrés hídrico y el deshielo.
Las altas
temperaturas han conducido a un deshielo récord en los glaciares alpinos. /
EFE/Salas
Un calor extremo sin precedentes y
la sequía
generalizada marcaron el clima europeo en 2022,
según el informe anual del Servicio de Cambio Climático del sistema satelital
Copernicus, que advierte de que los fenómenos extremos son cada vez más
frecuentes e intensos.
En 2022, Europa vivió el segundo año más cálido y el verano más caluroso desde que hay registros, con olas de calor
intensas y prolongadas en gran parte del continente, en especial la zona sur,
que soportó el mayor número de días de «estrés térmico muy fuerte» jamás
registrado.
En el último quinquenio, la
temperatura media se situó unos 2,2 °C por encima de la media en la era preindustrial (1850-1900). Solo en 2022, los termómetros superaron en 0,9 °C a la
media reciente (1991-2020). En verano, la diferencia subió hasta 1,4 °C.
En especial, preocupa el Ártico,
cuyo clima está
experimentando cambios drásticos y cuyas
temperaturas aumentan mucho más rápido que en la mayor parte del resto del
planeta, con 3 °C más que la media de la era preindustrial, frente al
calentamiento global de 1,2 °C.
El pasado año fue el sexto año más
cálido registrado en el Ártico en su conjunto, y el cuarto año más cálido en las zonas
terrestres. Una de las regiones más afectadas, fue
el archipiélago de
Svalbard, que vivió su verano más cálido, con
temperaturas que en algunas zonas superaron en 2,5 °C la media.
Groenlandia también experimentó condiciones
climáticas extremas, como un calor excepcional y lluvias en septiembre, en lugar de nieve. Las temperaturas medias del mes fueron hasta 8 °C superiores a la media y
la isla vivió tres olas de calor.
Para el director del Servicio de
Cambio Climático de Copernicus (C3S), Carlo Buontempo, el informe pone de manifiesto «los
alarmantes cambios del clima», tras el verano más caluroso jamás registrado en
Europa, olas de calor marinas sin precedentes en el Mediterráneo y temperaturas
récord en Groenlandia.
Respecto a qué pasará el 2023, la
directora adjunta del C3S, Samantha Burgess, ha señalado durante la presentación del
informe que, aunque no se puede afirmar que los europeos sufrirán más calor
este año, sí se sabe que a mayor contracción de gases de efecto invernadero en
la atmósfera (+2,4 % de CO2 en 2022) más probabilidad de que haya más años cálidos.
El tiempo varía, hay años calientes
y años fríos. Lo que ocurre es que la crisis climática amplifica esa variabilidad y hace que la probabilidad «de que haya años más cálidos aumente
constantemente», ha insistido Burgess, que ha subrayado que tanto el invierno
como la primavera han sido más cálidos de lo habitual en muchos puntos.
Menos precipitaciones y deshielo
A las altas temperaturas, se
sumó la escasez de
precipitaciones, factores que llevaron a una situación de
sequía generalizada en Europa. En invierno, se dieron menos días de nieve que
la media, con hasta 30 días menos en algunas zonas; mientras que en
primavera, las lluvias
fueron inferiores a la media en gran parte
del continente. Únicamente en mayo, se registraron las más bajas desde que hay
registros para ese mes.
La falta de nieve invernal y las
altas temperaturas estivales provocaron una pérdida récord de hielo de los glaciares de los Alpes (más de 5 kilómetros cúbicos). Groenlandia sufrió un deshielo récord
durante las olas de calor excepcionales de septiembre que afectó a, al menos,
el 23 % de la capa de hielo en el punto álgido de la primera ola de calor. La
anomalía anual de la humedad del suelo fue la segunda más baja de los últimos
50 años.
El caudal de los ríos europeos fue
el segundo más bajo registrado y se encadenaron seis años consecutivos
con caudales
inferiores a la media. En cuanto a superficie afectada, fue el
año más seco desde que hay registros y un 63 % de los ríos europeos tuvieron
caudales inferiores a la media.
Los países mediterráneos,
particularmente España, ya sufren estrés hídrico y, a menos que se dé una importante
recarga de precipitaciones en primavera, «es probable que la disponibilidad de
agua siga por debajo de la media en los países del sur de Europa» en los
próximos meses, según Burgess.
El agua es un bien finito y
quizá no hemos sido
lo más eficaces en su gestión. En los
últimos seis años, en la mayoría de los ríos europeos el caudal ha estado por
debajo de la media, lo que significa que tenemos que adaptarnos a las condiciones climáticas actuales, en las que la disponibilidad de agua es menor que en el pasado», ha
advertido.
Incendios forestales
El calor y la falta de lluvias,
fueron caldo de cultivo para los miles de incendios forestales que arrasaron
Europa, especialmente en el Sur. Estos fuegos, generaron las mayores emisiones procedentes de
incendios desde el verano de 2017.
En Francia, España, Alemania y
Eslovenia se registraron las mayores emisiones de incendios forestales
estivales de los últimos 20 años, al menos, y en el suroeste de Europa se
produjeron algunos de los mayores incendios registrados en el continente.
Fuente: CS3
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