Privatizando
hasta el aire que respiramos
Elportaldeandalucía.org
7 marzo,
2023
Las últimas semanas han supuesto una continuación del típico revuelto de noticias propio de este país. Un refrito de lo más variopinto, ideal para confundir a unos, aburrir a otras y descargar la sonrisa cómplice entre aquellos que se saben ganadores en la batalla del correr mucho y pararse poco (pararse poco a desentrañar las informaciones que nos llegan minuto a minuto, he ahí la cuestión).
Tan poco nos paramos que, en medio de una época en la
que la rabia y la tristeza deberían estar escociéndonos por el último caso del
principal drama de nuestros días (el injusto destino que a los migrantes
aguarda en la ciénaga del Mediterráneo, tragedia, por cierto, que conocemos
bien en Andalucía, al frente de cuyas costas se dejan la vida tantas personas
que vienen buscando refugio), vemos, sin embargo, las noticias a ese respecto
como quien ve llover… Como quien ve llover escuchamos hace apenas 48 horas al
Gobierno italiano desentendiéndose de responsabilidades por la muerte de seres
humanos en las escolleras de Calabria. Como quien ve llover contemplamos cómo
de la reunión de ministros de Interior de los países del MED5 en
Malta salían gélidos comunicados sobre “la necesidad de
solidarizarnos” entre los Estados para “repartir la recepción de inmigrantes” o
para “detener la salida de embarcaciones de los lugares de origen”… Cada vez
más indiferentes al contexto y las causas que llevan a esas personas a dejar su
tierra en semejantes condiciones. Cada vez más ajenos a una mirada humana que
les hiciese trabajar conjuntamente para ayudar a los y las migrantes a llegar a
suelo europeo de manera segura y contando con herramientas y derechos para
empezar una nueva vida en este ingrato continente. Cada vez más robóticas las
palabras de los diplomáticos, tan apegados a sus egoísmos patrios como alejados
de la conciencia ética.
Mientras tanto, en Andalucía, algunos asuntos cuyo
tratamiento mediático nos llamó la atención protagonizaron buena parte de las
páginas estelares. Entre los que se quedaron con el papel de secundarios: más
casos de desahucios, fenómeno interesadamente silenciado pero que sigue
siendo todo un entramado firme en nuestra comunidad; o el sexto
aniversario de la muerte de la rapera, poeta, filósofa y politóloga
cordobesa (de Adamuz) Gata Cattana, cuya figura y obra sería
fundamental transmitir a las próximas generaciones de jóvenes. Sea como fuere,
destacamos a continuación algunos temas que sí aparecieron en los grandes
titulares:
El Obispado de
Córdoba y su eterna cruzada con la Mezquita
Sacro santas e ilustres cabeceras periodísticas daban
la bienvenida hace pocas semanas a las nuevas cabezas
pensantes de la Iglesia en Córdoba y deslizaban que es la izquierda
la que “emprendió una dura cruzada política y jurídica hace casi una década por
la titularidad de la Mezquita”… Sin embargo, en los últimos días apenas se dio
luz a la última estratagema del Obispado para conquistar el
corazón del simbólico edificio. Lo cual nos lleva a preguntar en voz
alta: ¿quiénes se habrán creído en la Iglesia católica? ¿Hasta dónde va a ser
consentida su obsesión por la Mezquita y su empeño por manipular su
historia, su identidad, sus valores andalusíes y musulmanes, y su
significado intercultural e interreligioso? ¿Hasta
cuándo esa cansina actitud de medieval apropiación cultural?… Es lo que pasa
cuando se normaliza el disparate de que el Obispado se adueñe y gestione un
patrimonio que debería ser de todos los cordobeses y cordobesas. Y encima, los
colectivos que así lo denuncian, como la Plataforma Mezquita Catedral de Córdoba,
cada vez tienen menos voz en los medios.
Macarena Olona
y su “referente”: Julio Anguita…
Al menos, eso declaró ella (no fue la primera vez,
aunque algunos quedasen ojipláticos) en una entrevista para un conocido
programa de La Sexta (la ‘tele de los rojos’, ¡y que vivan las marcianadas!). Esa y otras
frases chispeantes le supusieron a algunos material para vender, a otros los
llevó a ‘descubrir la pólvora’ y unos terceros repasaron de manera edulcorada su intervención.
Lo que resulta inentendible es el porqué de dar tanto crédito a la descarada
estrategia político-marketing-empresarial de una ultraderechista de manual,
que, más que en el ejemplo de Anguita, es en los ideales de Primo de Rivera o
de Meloni donde encuentra su verdadera cantera. Por eso, que quede claro:
precisamente fueron, son y serán las y los políticos, activistas o
pensadores como Anguita quienes siempre plantaron cara a los
Primo de Rivera o Mussolini de turno; quienes miraron de frente a las Meloni de
distintas épocas; y, por supuesto, quienes combatieron las proclamas
reaccionarias de las Olona de la vida.
El modelo
sanitario yanquee de Moreno Bonilla ya está aquí
Por mucho que los lavados de cara (y de BOJA) no escatimen esfuerzos
para camuflarlo. Y mira que se lleva tiempo alertando, y que
hay colectivos de barrios que llevan años denunciando la
deriva, y que distintas formaciones políticas, sindicatos médicos, plataformas socio-sanitarias o
asociaciones de vecinxs llevan meses señalando lo que se viene encima… Pero,
¿ha visto usted mucho de todo eso? Igual no, ¿verdad? Sí habrá presenciado el
boom de noticias sobre el “malestar de la población por la lentitud y los
problemas de la sanidad pública”, y poco hablar sobre la reducción (año tras
año) de recursos económicos, técnicos y de personal para ambulatorios y
hospitales públicos, y sí mucha información sobre vecinos
encabronados con las trabajadoras de su centro de atención primaria, y mucha
publi sobre mutuas y clínicas privadas, y mucho titular sobre las ‘bondades’
de seguros médicos privados al alza, y poca
explicación sobre cuanto este plan esconde y busca…
Una jugada muy básica, por parte de quienes ven en la
salud de las personas un bien de mercado. Una jugada tan básica, que causa
sonrojo que no nos demos cuenta ni llenemos las calles para detener semejante
locura. Una jugada básica, desalmada e indigna, sí, pero que está resultando
maestra, pues logra un 3 en 1: sale de rositas a pesar de abocar a muchas
familias a pagar con sus impuestos la derivación de servicios públicos a la
privada, genera un manto de malestar ciudadano contra los profesionales de la sanidad
pública (además de ignorados, atacados; manda narices) y, de postre, la excusa
perfecta para la anhelada y creciente concesión de gestiones y dinerales a la
privada.
Pues eso: un sistema sanitario a lo yankee. Lo que
durante décadas vimos como una pesadilla distópica roza ya la realidad con la
palma de codiciosas manos. «Es el mercado, amigo», decía Rodrigo Rato. Y el
negociazo. Negociazo a varias bandas: el empresario de la clínica o de la mutua
privada; el político que tiene al amiguete al frente de ellas; el directivo del
mass media que comparte acciones y se hace merecedor de algún favorcito; la
aseguradora médica que “cuidará de ti y de tu familia” (siempre y cuando le
sueltes previamente los parneles, claro, que para eso eres un cliente, un número)…
Porque, ¡qué hay más importante que lo mercantil! ¿Qué es eso de la sanidad pública universal gratuita y de
calidad? Ah, y con los años, al grano: ¿te puedes permitir pagar la visita a tu
médico de cabecera, el ingreso hospitalario o ‘x’ tratamiento? ¿Sí?
Afortunado, oh yeah. ¿No? Te jodes y a contratar un segurazo médico privado. ¿Tampoco lo
puedes pagar? Tranquilo, eres libre de enfermar, o de morirte, o de vender un
riñón para poder operarte el otro, o de que lo que sea se te cure solo. Porque,
eso sí, aquí la «libertad» todo el día en la boca. «Libertad» para no invertir
en personal y recursos para la pública mientras se riega con dinero público a
los socios de la privada; «libertad» para hacer desde San Telmo lo que te salga
de la mayoría, que para eso la tienes; «libertad» para gritar ayusianamente
‘comunistas alarmistas’ a quienes denuncian sus planes; en definitiva:
«libertad» cual lema que, al parecer, genera votos y gobernabilidad en algunos
sitios, los territorios de la «libertad», como en Andalucía, god bless us…
Pero, ni god ni gad conseguirán frenar la quinta marcha privatizadora que la Junta del ‘afable’
Moreno Bonilla ha metido a su bólido oficial y electoralista.
¿Que quién puede hacerlo? Nosotras. La gente. El conjunto sí puede ejercer una
dura presión contra esta ola crudo-capitalista. No solo en las urnas (mayo se
acerca, y diciembre viene después), sino a diario, a partir del hecho
diferencial que supone entender que, como explica el catedrático de Economía Aplicada Manuel
Delgado Cabeza, no podemos dejar que el capital financiero se imponga al valor de defender
la vida, LA VIDA EN COMÚN.
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