Laicismo: A mí ya no me toman más el pelo
Rebelión /
España
| 15/03/2023 |
Fuentes: Nueva Tribuna
Es una evidencia tozuda que poder político y religión forman “parte de un
mismo todo”, gobierne quien gobierne. Esto lo he aprendido tras décadas de una
amplia experiencia política y societaria, bajando “al barro” y remando, en
muchas ocasiones, contra corriente. Por ello, en esta etapa de mi vida, a mí,
las y los políticos del PSOE, Izquierda Unida, Podemos, nacionalistas de centro
izquierda, etc. etc. y las coaliciones “supuestamente progres” que pudieren
venir… ya no me van a dar más “palmaditas en la espalda”, ya no me van a “tomar
más el pelo”.
Seguiré
participando en debates sobre laicidad y el derecho a la libertad de conciencia
y aplaudiré acciones reivindicativas, pero (personalmente) no participaré más
en foros, reuniones y acciones directas con las y los políticos: “¡Tiro la
toalla!”. -“Se van a reír
de ellos y ellas mismas” y de las y los incautos de turno…
De mí, evidentemente, no. Hasta tal punto, de que -a estas alturas- incluso me
niego a seguir exigiéndoles: 1) Que supriman/cancelen/deroguen el “puto” Concordato católico de 1979 y
los Acuerdos con otras religiones de 1992; 2) que cada año no les regalen a los
obispos cientos de millones de euros robados impunemente a la Agencia
Tributaria, ya que pagamos todos en connivencia con el Gobierno y el Parlamento
(sólo en la última década han supuesto 2.721 millones de euros); 3) que no se
“callen” ante el robo de las in-matriculaciones… y no sólo eso, sino que sean
cómplices activos de ese expolio de patrimonio público por parte de la Iglesia católica; 4) que
aprueben una Ley de Patrimonio Histórico Artístico para que éste siempre sea de
gestión y propiedad pública; 5) que no mantengan la religión confesional en la
escuela y que dejen de financiar -con miles de millones de euros- centros de
ideario católico; 6) que eliminen -de una puñetera vez- el delito de blasfemia;
7) que consideren a las corporaciones religiosas como unas asociaciones más y
no con un trato privilegiado y excepcional a nivel asociativo y fiscal; 8) que
dejen de asistir oficialmente a liturgias religiosas… 9) que construyan los
cimientos y el edificio de un Estado Laico, base de los principios
democráticos… Y, por fin, 10) que, de una vez por todas, deroguen la anacrónica
ley de Libertad religiosa de 1980 y elaboren una “Ley orgánica de libertad de
conciencia”, tomando como base la propuesta de ley que Europa Laica elaboró
en su día y puso a disposición de los grupos parlamentarios…
Cuando, hace
casi cuatro años, Unidas Podemos y el PSOE firmaron el pacto de gobernabilidad
-deliberadamente- no contemplaron ningún avance hacia el Estado Laico. Ya
“dieron señales” de su cutre
confesionalidad, que se ha cumplido exquisitamente: ¡faltaría más!
A punto de
concluir esta legislatura no sólo no se ha dado ningún paso en la línea de
impulsar la laicidad de las
instituciones del Estado (salvo que el presidente
Sánchez, en 2019 y 20, no prometió el cargo ante un crucifijo) – sino que
los privilegios
confesionales han ido subiendo en escala, a nivel
central y en todas las CCAA. Las relaciones de este Gobierno con El Vaticano y
la Conferencia Episcopal Española son excelentes y ya no digamos con entidades
católicas y de otras religiones dedicadas a la muy rentable “industria de la caridad”.
En el ámbito
municipal, hace ocho años Europa Laica propuso la creación en España de una “RED de municipios por un Estado laico”, se movilizó mucha gente en todas las CCAA y tan sólo, de más de ocho mil
municipios que existen, se sumaron aprobando una moción (en algunos casos muy
“descafeinada”) medio centenar y, de éstos, menos de diez llegaron a hacer unos
reglamentos de laicidad municipal. Pero, además, en la mayoría de los que
aprobaron la moción o no se cumple absolutamente nada o, sin más, se han
olvidado en un cajón. En no más de un centenar de ayuntamientos hay reglamentos
de “ceremonias de
paso” laicas (salvo las bodas civiles). En centenares de
municipios todavía hay un solo cementerio “cristiano”, a pesar de que hay
normas, células y leyes del siglo XIX que obligan a mantener cementerios civiles
en todos los municipios del Estado. En suma, con muy pocas excepciones, la
laicidad institucional en el ámbito municipal es un bien escaso, como lo es en
los ámbitos provinciales y autonómicos, a pesar de que, por término medio, en
estas últimas cuatro décadas en más de la mitad de los municipios, CCAA,
diputaciones y cabildos ha gobernado y gobierna el centro izquierda, con el
PSOE a la cabeza, además de partidos nacionalistas, IU, etc. etc. Y en la
última década se ha puesto de moda e incrementado nombrar alcaldes y alcaldesas
de honor o conceder “privilegios” y medallitas a cofradías e imágenes
católicas, en muchos de los cuales gobierna la (supuesta) izquierda. El más
sonado fue en Cádiz.
Participé
durante años del proyecto Europa Laica, siendo su vicepresidente entre 2005 y 2008,
presidente entre 2008 y 2016 y responsable de educación entre 2018 y 2022. Fui
diputado y senador por el PSOE, en 1977 y 1979-1982, también teniente alcalde
de la ciudad en la que resido (Albacete) entre 1991 y 1995. En los primeros
años de afiliación a este partido (hasta el año 2000, que lo abandoné) traté de
dar “la batalla” por la laicidad y la justicia social, frente a la caridad /
pero fue inútil – según sus dirigentes no era el momento (¡nunca era el momento!) – había otras
prioridades. La presión católica interna era de órdago, escupiendo en la cara a
históricos dirigentes socialistas que habían hecho del laicismo uno de sus
objetivos políticos. Y muchos murieron o fueron encarcelados por ello.
Cuando el PSOE
en el gobierno, a través de la LODE y la LOGSE, decidieron financiar los
centros de ideario católico lo hicieron con burdos y vergonzantes engaños de
que era una decisión transitoria… y hasta hoy, que la LOE (del PSOE) lo consumó
en una disposición transitoria, consumándolo en la última reforma LOMLOE.
Además de mantener la religión confesional en el horario lectivo. Generando una
segregación ideológica y por motivos de conciencia, incluso entre escolares de
muy corta edad. Algo vergonzoso e indigno.
Con los gobiernos
de González, Zapatero y Sánchez, incluso estando el PSOE en la oposición y
hasta hace un año he tenido la oportunidad de hablar y debatir, sobre laicidad,
Estado laico, educación, etc. etc. con numerosos dirigentes al más alto nivel,
también lo he hecho con dirigentes de IU, Podemos, ERC, etc. etc. Y, sí, mucha
“palmadita en la espalda”: Con el habitual -“tienes razón,
pero no toca”.
En 2016, justo
cuando dejé la presidencia de Europa Laica, elaboré un largo y detallado informe (*), en donde
trataba de analizar la situación de la laicidad en España y a nivel
internacional, ofreciendo mi opinión (personal) sobre la posición de todos los
partidos políticos con representación parlamentaria en ese momento, ante la
hipótesis (posiblemente lejana) ¡Y tan lejana, visto lo visto! de iniciar -en
su caso- un proceso hacia un Estado laico, en el marco de una sociedad plural y
altamente secularizada. La opinión que emití entonces era que no observaba
voluntad política en casi todo el aro parlamentario. Y así se ha confirmado.
No me
equivoqué. Los partidos (todos) siguen enrocados en un modelo cripto-confesional de
Estado, como sostenía el amigo Gonzalo Puente Ojea.
La derecha
política no engaña, sigue con su propuesta confesional, al más puro estilo
nacional católico. Es la “pseudo izquierda” política la que en términos de
laicidad engaña, miente. No quieren oír hablar de
laicismo y Estado laico. Les molesta. Les repele. Incluso cuando (algunos) en
los programas “colocan” una líneas sobre laicidad (sólo) como “reclamo
electoralista”, una vez que consiguen el escaño, se olvidan. Ocurrirá, también,
en esta próxima campaña, como “señuelo electoral”.
Para terminar
indicar que es un hecho matemático que en esta legislatura que está a punto de
terminar hay una mayoría absoluta de escaños de centro izquierda que podrían
haber dado algunos pasos laicistas. Pero se han escondido, como siempre y una vez más. Así que a mí: “Ya no me toman más el pelo”. (Espero que futuras generaciones tengan más suerte).
(*) Se puede
ver el informe haciendo una
búsqueda en laicismo.org: “Los partidos
políticos y el proceso hacia un Estado laico”.
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