España ante los desafíos en chips fotónicos
TERCERAINFORMACION/ 16.03.2023
La creación de plataformas para diseñar los chips que manejan la luz y su fabricación en territorio nacional son dos de los retos a los que se enfrenta España para adquirir la soberanía en este tipo de tecnología. El programa PERTE Chip tiene las líneas maestras para conseguirlo.
Ilustración de procesamiento de información mediante
un núcleo fotónico integrado. / XVIVO
Nos encontramos en una época de cambios en las tecnologías de
semiconductor, los comúnmente llamados chips. Estos han estado en nuestras vidas
durante décadas, y tras la pandemia nos hemos cuestionado la forma global de
producirlos.
Estamos asistiendo a fuertes iniciativas a escala mundial para fomentar la
soberanía en la manufactura de chips, tanto los electrónicos como los
fotónicos, aquellos que manejan señales de luz, visible e infrarroja.
Son estos últimos los que han experimentado en la última década un
desarrollo sin precedentes, siendo el principal tractor la creciente necesidad
de comunicaciones masivas de datos a alta velocidad empleando fibras ópticas,
principalmente debida a la proliferación de servicios en la nube, que se apoyan
en incontables instalaciones de centros de proceso de datos y super
computación.
Mientras que el mercado de la microelectrónica crece al 5 % anual desde hace 20
años, el de la fotónica integrada o chip fotónico lo hace a un promedio
de alrededor del 30 % en los últimos 10 años, ya que es una tecnología en
despegue.
España cuenta con un ecosistema de fotónica integrada establecido y creciente,
que abarca toda la cadena de valor, comenzando por un fuerte núcleo de I+D+i
pública y emprendimiento, con fábricas, empresas de diseño, empaquetado,
test, fabless (empresas que producen chips en fábricas de
terceros), productores de equipo y usuarios finales de chips fotónicos. Nos
encontramos compitiendo en muchos casos a nivel mundial, y ello nos aboca a
tres desafíos.
Tres grandes
desafíos
El primero es la producción de tecnología propia, que requiere un impulso
específico de la I+D+i para la generación de plataformas
tecnológicas de fabricación, como las ya existentes en Barcelona y Valencia, y la incipiente en Vigo.
El segundo, la transferencia de dichas plataformas a fábricas en
suelo nacional, en
cooperación público-privada. Y el tercero, la
estimulación de empresas fabless para las aplicaciones de hoy y las que vendrán
en el futuro, habilitadas por estas tecnologías.
PERTE Chip
España cuenta con un programa propio para el desarrollo de la industria del
semiconductor en general, y de la fotónica integrada en particular, el
llamado PERTE Chip con las líneas maestras para ello.
Es tiempo pues de bajar al detalle e implementarlo y determinar cómo se va
a hacer, para no dejar resquicio administrativo alguno en el impulso que
precisa este sector.
El año 2023 es clave y estamos en marzo. ¿Qué habrá pasado en diciembre?
Confío en que los agentes de la cadena de valor de chip fotónico, junto con la
administración pública, podamos entonces echar la vista atrás y decir: vamos
por el buen camino.
PERTE de
microelectrónica y semiconductores
Ante la creciente demanda de semiconductores en sectores clave como la
automoción o los electrodomésticos y la necesidad de acelerar la autonomía en
la fabricación de chips, este PERTE tiene como objetivo reforzar las
capacidades de diseño y producción de la industria de la microelectrónica
y los semiconductores en España, y favorecer la autonomía estratégica nacional
y de la UE en este sector, en línea con lo previsto en la Ley
Europea de Chips.
Está previsto que este proyecto estratégico movilice una inversión pública
de 12.250 millones de euros hasta 2027 y active a su vez
un importante volumen de inversión privada.
El denominado PERTE Chip se desarrollará en torno a cuatro ejes
estratégicos:
concepción, diseño, producción de chips y dinamización de la fabricación de
productos electrónicos TIC, para que actúe como generadora de demanda de los
microchips producidos, e impulso al ecosistema emprendedor de semiconductores.
Esta visión integral ejercerá un efecto multiplicador para el conjunto de la
economía española.
Se llevarán a cabo diversas acciones. Una es el refuerzo de
la capacidad científica. Con actuaciones como fortalecer la I+D+i sobre microprocesadores de
vanguardia y arquitecturas alternativas y la fotónica integrada, desarrollar
chips cuánticos y lanzar una línea de financiación para reforzar el Proyecto
Importante de Interés Común Europeo (IPCEI) de Microelectrónica y Tecnologías
de la Comunicación. Se prevé una inversión de 1.165 millones de euros para el
periodo 2022-2027.
Otra es la estrategia de diseño. Incluye actuaciones que
potenciarán la capacidad española en el diseño de microprocesadores mediante la
creación de empresas fabless (cuyos diseños pueden ser fabricados por otros, sin
necesidad de tener una fábrica propia) de diseño de microprocesadores de
vanguardia y arquitecturas alternativas; líneas de pilotos de pruebas; red de
capacitación en materia de semiconductores. Se destinarán 1.330 millones de
euros para este eje.
Una tercera acción es la construcción de plantas de fabricación. Para dotar la capacidad de
producción nacional de semiconductores en la fabricación de tecnología de
vanguardia (por debajo de 5 nanómetros) y de gama media (de más de 5 nm). La
inversión pública presupuestada es de 9.350 millones de euros.
Por último, la dinamización de la industria de fabricación TIC. Contempla actuaciones como la
creación de un fondo de capital centrado en los chips para financiar startups, scaleups y pymes innovadoras del
sector de semiconductores nacional, con una dotación pública inicial de 200
millones de euros. También se dirige a fortalecer la producción interna de la
fabricación de productos electrónicos –que utiliza los microchips como input– para que ejerza de sector
tractor sobre la industria de los semiconductores y absorba parte de su
producción. El presupuesto estimado asciende a 400 millones de euros.
Pascual Muñoz es director de UPVfab e investigador
del Photonics Research Labs-iTEAM de la Universitat Politècnica de València
(UPV)
Fuente: UPV
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