En
defensa de salarios y pensiones dignas, movilización
Por Victor Arrogante
KAOSENLARED
17 de octubre de 2022
Trabajadoras y
pensionistas, somos los que estamos pagando la crisis económica que
cíclicamente afecta a la economía. Somos rehenes de las políticas de la Unión
Europea, de las reformas que los gobiernos han implementado a lo largo de los
años al amparo de las decisiones del Pacto de Toledo, Reforma de las Pensiones,
IPC Medio en vez del Real, Planes de Pensiones de Empresa o Pacto de Rentas. La
no derogación de la reforma laboral de la derecha, ha hecho agudizar más la
pobreza de mucha gente.
Las pensiones que se
recibimos son la consecuencia de muchos años de cotización, pero la cotización
de todos estos años, en muchos casos no da para unas pensiones mínimas dignas.
La cuestión es mantener el poder adquisitivo, que es de justicia, porque un
jubilado ya no tiene capacidad de generar más ingresos, por lo que no es
admisible que asuman una pérdida de poder adquisitivo. Las pensiones tienen que
permitir una vida digna, sin olvidar que quien paga las pensiones hoy, son los
hijos y nietos de los pensionistas.
Miles de personas se han
manifestado en Madrid para exigir la revalorización de las pensiones y los
salarios conforme al Índice de Precios de Consumo y defender que el sistema que
sostiene las prestaciones públicas en la jubilación es solvente y no necesita ninguna
privatización. La protesta, convocada por la
Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones y a la que
se han adherido sindicatos como CGT, ha reunido a pensionistas
de distintas partes de España. “Soy viejo, no pendejo”, decía una de las
pancartas; “todos somos pensionistas, quiero mi pensión o “blindar las
pensiones y no a los borbones”, coreando cánticos como “pensiones dignas para
todas las mujeres” o “viva la lucha de la clase obrera”.
Han sido y son un ejemplo.
Toca Movilización y Unidad, ante las agresiones a la forma de vida de
trabajadores y pensionistas. Hoy me hago eco del llamamiento de Pensionistas: Lucha
Internacionalista, que apoya las movilizaciones que pretende
unir a pensionistas y a trabajadores en la defensa de salarios y pensiones
dignas. Estoy a favor de las movilizaciones en defensa del sistema público de
pensiones.
El 44,9% de la población
española tiene alguna clase de dificultad para llegar a fin de mes. El Capital
ya no garantiza trabajo ni salarios y utiliza su propia crisis para garantizar
sus beneficios. El grado de explotación ya no garantiza un salario o una
pensión. Ya no hay seguridad para tener una vida digna, después de haber
cotizado y trabajado toda una vida. La cantidad de personas que se encuentran
en pobreza severa va en aumento. La gente tiene dificultades para pagar un
alquiler, y el coste de los suministros básicos es cada vez más grande. La
cesta de la compra cuesta más, agravado por la cuantía de los salarios y las
pensiones que se cobran, mientras vemos como los bancos, las eléctricas y los
intermediarios se hacen cada vez más ricos a coste de nuestra miseria.
Sigue aumentando la brecha
de género en salarios y pensiones. Las personas que cobran las pensiones no
contributivas tienen que sobrevivir con una pensión que no llega ni al salario
mínimo interprofesional, por desgracia este colectivo está mayoritariamente
compuesto por mujeres. Un 27,8% es la población está ya en riesgo de pobreza
según el Gobierno y más del 60% según la Carta Social Europea para España.
En términos absolutos,
están en pobreza severa todas aquellas personas que viven en hogares cuyo total
de ingresos por unidad de consumo es inferior a 6.417,3 euros al año, 535 euros
al mes. En 2021 esta cifra es ocho décimas superiores a la del año anterior.
Sin embargo, en combinación con el aumento de población supone unas 372.000
personas más.
El capital financiero y los
monopolios son los beneficiarios de su propia crisis, y provocan que el
conjunto de las clases populares sufran todo su peso. Desde la crisis de la
especulación inmobiliaria del 2008, las medidas de los sucesivos gobiernos han
sido a favor del capital. A la invasión de Ucrania por Rusia se le achaca la
inflación, cuando antes de comenzar la guerra ya teníamos una tasa del 8,2% y
los pensionistas estábamos en la calle pidiendo subida de las pensiones, para
paliar la inflación.
Seguimos viendo cómo se
sigue permitiendo la subida de los alquileres, un gran negocio financiero que
niega el derecho a una vivienda digna. Se ha facilitado que las facturas de luz
y gas suban de forma inalcanzable para muchas familias, en vez de nacionalizar
los grandes monopolios energéticos que se reparten ingentes beneficios y
bonificaciones.
Es importante que
trabajadores y trabajadoras, entiendan que si se renuncia a las movilizaciones
seguiremos perdiendo poder adquisitivo y seguirá perdiéndose empleo. Sin un
salario y un empleo dignos no podremos tener unas pensiones dignas. Hay que
decir basta a los convenios que no aseguran el empleo y no incrementan los salarios
ajustados a la inflación. Es necesario decir no a los convenios que intenten
imponer los Planes Privados de Empresa.
Por un plan obrero de
medidas que son urgentes. Es necesario un acuerdo entre organizaciones de
pensionistas, sindicatos y movimientos sociales para preparar una huelga
general, porque motivos tenemos. Que se discuta en los centros de trabajo, en
la universidad, que todas y todos los trabajadores, pensionistas y estudiantes
la secundemos.
Por la subida de salarios y
pensiones con el IPC Real. Ante la subida del coste de la vida y el plan de
rentas que solo pretende consolidar la bajada de salarios y que los
trabajadores perdamos el Coste de la Vida como referencia en convenios y
revalorización de pensiones.
No es admisible la subida de
precios que se está produciendo. Los alimentos y las bebidas no alcohólicas se
encarecieron en septiembre un 14,4% respecto al mismo mes de 2021 –seis décimas
más que en el mes anterior– y un 0,5% respecto al pasado mes de agosto, con
alzas anuales destacadas en leche, aceites y grasas, huevos y cereales y sus
derivados. El Gobierno tiene que intervenir.
Mientras, los salarios
aprobados en los convenios subieron una media del 2,61% hasta setiembre. Apenas
es un 0,01% por encima de lo que aumentaron hasta agosto, que fue del 2,60%. El
dato supone más de seis puntos por debajo del último IPC (8,9%). Este aumento
salarial se queda por debajo de la subida del 3,6% que acordó el Gobierno con
los sindicatos para el SMI. Urge subir los salarios, controlar los precios,
limitar los beneficios y garantizar unas pensiones dignas.
Hasta un total de 13,1
millones de personas estaba en riesgo de pobreza y/o exclusión social en el año
2021 en España, lo que supone el 27,8% de la población, según el XII Informe El
Estado de la Pobreza. El informe refleja que el número de personas en riesgo de
pobreza y/o exclusión social aumentó casi un punto porcentual con respecto al
año anterior. En términos absolutos, unas 380.000 nuevas personas más están en
riesgo de pobreza o exclusión social este último año. Los hogares en los que
viven niños y adolescentes tienen tasas más altas en los principales
indicadores que aquellos donde hay adultos solamente. Dentro de estos hogares,
destacan especialmente los monoparentales y las regiones del sur, más pobres
que las del norte de España.
En el año 2021, unos 3,9
millones de personas, que constituyen el 8,3% de la población española, vivía
con privación material y social severa, que incluye a aquellas personas que
viven en hogares que no pueden afrontar siete o más conceptos o elementos de
consumo, de un total de nuevo considerados básicos en el territorio europeo, lo
que representa un indicador de vulnerabilidad grave.
Hay que seguir
reivindicando el IPC real, es decir, lo que sube el coste de la vida en el año.
El año pasado perdimos cerca de un 3% y este año podemos perder un 2%, porque
el cálculo se hace en noviembre y según las estimaciones este año subirá a más
del 10%, pero a las pensiones subirán un 8.5%.
Debemos preparar
movilizaciones contra el capital, que se prepara para salir beneficiado de la
crisis y que el pago de la deuda financiera siga a costa de nuevos recortes
sociales. Partidos como Ciudadanos se oponen abiertamente a la subida lineal de
las pensiones y otros como el PP se refugian en la indefinición. Algunos de sus
dirigentes plantean un pacto de rentas en el que las pensiones más altas suban
menos que el IPC; lo que significaría que las prestaciones más elevadas no
subieran un 8,5%, sino en una horquilla de entre un 4,5% y un 7%.
Hay que apoyar las
movilizaciones que se está convocando y celebrando desde el movimiento
pensionista, los sindicatos y los movimientos sociales, porque gobierne quien
gobierne las pensiones y los salarios se defienden.
Víctor Arrogante
En Twitter @caval100
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