RUMANÍA. Cada vez más personas
opinan que antes de 1990 se vivía mejor en el país, desde entonces capitalista
También lo creen la
mayoría de los jóvenes de entre 18 y 29 años.
INSURGENTE.ORG / 1 julio 2022
¡Abajo el
capitalismo!, una demanda cada vez más extendida en Rumanía
Desde 1990, tras la restauración del capitalismo en
Rumania, no ha habido ninguna encuesta en la que los rumanos no hayan señalado
que se vivía mejor bajo el sistema socialista, a pesar de las posibles
imperfecciones. El número no ha hecho más que aumentar, como demuestra también
el último estudio estadístico, realizado esta vez por la Fundación Friedrich
Ebert Stiftung, una institución que no peca, ni mucho menos, de
anticapitalista. Una de las conclusiones más destacables es, para la propia
institución, que incluso los más jóvenes afirman que preferirían vivir en un
sistema socialista como el anterior a 1990 que en el régimen capitalista actual
(un 42%, frente a un 34% que dicen preferir el régimen actual).
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Cómo ven el capitalismo la mayoría de los rumanos |
La
mala calidad de la democracia en el régimen dominado por los capitalistas, la
enorme desigualdad social consecuente, la mala calidad de la educación y la
destrucción de la salud pública son, entre otros, los principales problemas que
señalan los rumanos, según el informe de la citada fundación, que subraya que
una abrumadora proporción de la población cree que se vivía mejor bajo el
comunismo, una valoración social y económica positiva que aparece ahora incluso
entre los que se consideran a sí mismos como clases medias, generalmente más
proclives a defender la injusticia y la desigualdad inherentes a las tiranias
del capital.
Si en
1990 la tasa de mortalidad infantil era un 25% superior en las zonas
rurales respecto a las urbanas, ahora es del 50%, al igual que la tasa de
abandono escolar, alcanzando esta última el 5,5%, la más alta de la UE, donde
la media es 1,2%. El fracaso del modelo de desarrollo capitalista rumano se
ilustra con datos sobre las privaciones sociales y materiales entre los
jóvenes. Rumanía ocupa el último lugar de la U.E. en el Índice de privación
Social y material, es decir, la proporción de personas que no pueden
cubrir 5 de las 13 necesidades básicas de la vida consideradas indispensables
para una vida digna, como el pago de alquiler o mantenimiento, uso del
automóvil, acceso a internet, dos buenos pares de zapatos, actividades
regulares de ocio, salir con la familia o los amigos o comprar ropa
nueva. En el caso de Rumania, la proporción ha alcanzado un 24% de la
población de entre 16 y 29 años, frente al 7% en Europa. Índice de privación
social y material La UE, explican los autores, expresa. Es decir, claro que el
capitalismo ofrece una mayor variedad de bienes de consumo, aunque la gran
mayoría de la población solo pueda acceder a los productos básicos.
Por
eso, no es nada sorprendente que, en cuanto a la percepción del período
comunista, el estudio muestre que una abrumadora mayoría de la población
considera hoy que vivía mejor bajo el comunismo: el 78,7% de los encuestados
afirma que antes de 1989 era mucho mejor en términos de seguridad laboral, el
73,2% en términos de disponibilidad de vivienda y el 68,7% en términos de
igualdad entre las personas.
En cuanto a los valores relacionados con la «libertad»
de consumo (en informe lo llamam «libertad de expresión y circulación») se
considera mejor el período posterior a 1989: el 78,6 % considera que después de
1989 fue mejor en cuanto a la libertad de viajar, y el 74,7 % en cuanto a la
libertad de decir lo que se piensa (aunque sin pasarse y siempre que no sirva
de nada) . Hay una clara mayoría que considera que después de 1989 fue mejor en
cuanto al acceso a bienes y servicios variados (55,3%), aunque, por supuesto,
este acceso sea muy desigual entre la pequeña minoría que detiene el poder y la
gran mayoría, que en la mayoría de las ocasiones se tiene que conformar con
soñar.
Traducción: «El capitalismo nos ha destruído el país» |
Obviamente, esa
libertad de tener una posibilidad mínima, inalcanzable, de consumir productos
de ensueño, no resiste ni un minuto en la balanza al lado de el desastre que el
capitalismo está produciendo en la sanidad pública, la educación o los derechos
laborales.
Así,
la percepción hacia los empresarios es desfavorable y vive sus peores momentos:
el 60% de la población los ve como proveedores de trabajo, pero el 70% los ve
como personas interesadas solo en la ganancia y el 53% directamente como
delincuentes. Sólo el 15,9% cree que la fortuna de la mayoría de las personas
se ha hecho a través del trabajo. La percepción dominante -84%- es que el
Estado ayuda demasiado a los ricos. El 74% de los encuestados opina que debería
haber una mayor preocupación por los pobres y los necesitados.
Por
otro lado, desde 1990, tanto el sistema educativo como el sistema de salud han
tenido cada vez una menor financiación por parte del Estado. Es más, enlazando
con el párrafo anterior, el 59% de los encuestados cree que el sistema
beneficia a los niños de familias adineradas, mientras que el 51,5% cree que
los mejores y más talentosos estudiantes no son apoyados. En cuanto al
sistema de salud pública, se percibe como de bajo rendimiento y corrupto, sin
embargo, el 57% de los encuestados se opone a la idea de pagar mayores
contribuciones por mejores servicios.
Los
que menos aprecian el comunismo son los nacidos después de 1962, los que
maduraron en las décadas de 1970 y 1980 y vivieron directamente las políticas
de austeridad implementadas en la última parte del régimen (es decir, cuando el
gobierno intentaba devolver el credito pedido al FMI y que fue un error
garrafal del que las élites se aprovecharon para acabar con un régimen que les
impedía medrar). Las personas nacidas en el período de entreguerras y al
comienzo del período comunista siguen considerando mucho mejor el período
anterior a 1989 en términos del componente socioeconómico. La investigación
también muestra que los nacidos después de 1987 y que casi no experimentaron la
vida durante el período comunista aprecian aquel periodo como mejor que el
actual. Las cifras son particularmente interesantes para las generaciones más
jóvenes: el 41,8% del grupo de edad de 18 a 34 años optaría por el socialismo y
el 34% del mismo segmento optaría por el capitalismo.
La
crisis económica que se está gestando con la provocación por parte de la OTAN
de la Guerra en Ucrania parece augurar que este descontento con el régimen
actual va a aumentar todavía más la valoración positiva de la época comunista,
algo que, en realidad, como no podía ser de otra forma debido a la brutal
pérdida de derechos y conquistas sociales por parte de la clase trabajadora
rumana, ha ido en constante aumento desde el golpe de estado de diciembre
de 1989.
Fuente: adev.ro/rd4zo0
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