Rusia está
perdiendo la ciberguerra en Ucrania frente a Starlink
DIARIO
OCTUBRE / abril 23, 2022
Desde las primeras etapas de la guerra, Rusia está perdiendo la batalla de las comunicaciones via satélite en el este de Ucrania frente a la constelación Starlink, propiedad del Pentágono. El ejército ruso no ha consiguido bloquear internet en Ucrania y todos sus intentos de limitar o interceptar los flujos de datos han fracasado.
El
nuevo sistema de satélites que Starlink ha puesto en el espacio para el
Pentágono incluye tecnologías clasificadas que permiten a los nazis atrapados
en la acería de Mariupol tener acceso a las redes e internet incluso bajo
tierra.
Que
una potencia como Rusia no haya recurrido a la ciberguerra en Ucrania o no haya
podido competir con el Pentágono es otra de sus muestras de debilidad y atraso
tecnológico en lo que a inteligencia artificial concierne.
Starlink
y SpaceX evidencian las limitaciones de Rusia en telecomunicaciones.
Desde
las primeras horas de la operación rusa, las estaciones de repetición, las
torres de transmisión y toda la infraestructura de telecomunicaciones ucraniana
fueron blancos militares de la artillería rusa con sistemas de armas de alta
precisión. El sistema de telecomunicaciones ucraniano fue aniquilado en muy
pocas horas, hasta que el Pentágono puso en marcha su último y más novedoso
recurso: Starlink. En menos de veinte minutos, todo el este de Ucrania estaba
conectado a la red más rápida que ha existido desde la aparición de internet.
Esta red se expandió gradualmente y coexistió sin ninguna interferencia con la
red rusa.
En
el oeste de Ucrania, donde Starlink no se ha activado del todo, la conexión a
internet deja mucho que desear. En el este, el Pentágono ofrece una nueva red
que parece superar en prestaciones a las mejores redes actualmente en
funcionamiento.
Starlink
proporciona acceso a las telecomunicaciones a los ucranianos y también a los
rusos, por una razón obvia: permite detectar, localizar e identificar en tiempo
real de todos los soldados, vehículos y equipos rusos conectados a internet, lo
que incluye, además de los sistemas dedicados, todos los teléfonos móviles en
posesión de personas en el este de Ucrania y el oeste de Rusia.
Starlink
ha sustituido así la infraestructura que tenía un país por su propia
infraestructura digital en la órbita terrestre baja. Gracias a Starlink, el
Batallón Azov ha vencido los potentes sistemas de interferencia
electromagnética de Rusia y sigue conectado con los cuarteles generales de la
OTAN en Polonia, Rumanía y otros lugares.
Los
equipos Starlink ofrecidos a Ucrania forman parte de la ayuda militar de
Estados Unidos a ese país. Dado el carácter secreto de la red de satélites
militares, resulta extremadamente difícil, si no imposible, neutralizar las
telecomunicaciones de la OTAN y de Ucrania. Hasta ahora los rusos no han
logrado encontrar las claves y los códigos del protocolo Starlink. Sólo los
chinos son capaces de cartografiar la red satelital, lo que explica que el
Pentágono considere a China como el rival más formidable para la hegemonía
estadounidense, y no a Rusia.
Rusia
está pagando el precio de no haberse liberado antes de los gigantescos
monopolios de internet (Google, Microsoft, Apple, Facebook) que, como se ve, no
son otra cosa que maquinarias de guerra electrónica.
FUENTE: mpr21.info
*++