Los Estados Miembros de la UNESCO adoptan el primer acuerdo mundial sobre la ética de la inteligencia artificial
Rebelion / 01/12/2021
Fuentes: UNESCO
Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO, presentó el jueves la
primera norma mundial sobre la ética de la inteligencia artificial, adoptada por
los Estados Miembros de la UNESCO en la Conferencia General.
Este texto
histórico establece valores y principios comunes que guiarán la construcción de
la infraestructura jurídica necesaria para garantizar un desarrollo saludable
de la IA.
La IA es omnipresente,
y hace posibles muchas de nuestras rutinas diarias, desde la reserva de un
vuelo, la conducción de automóviles sin conductor y la personalización de
nuestras noticias matutinas. La IA apoya también la toma de decisiones de los
gobiernos y el sector privado.
Las tecnologías
de la IA están dando resultados notables en ámbitos muy especializados, como la
detección del cáncer y la construcción de entornos inclusivos para personas con
discapacidad. También puede ayudar a combatir problemas globales como el cambio
climático y el hambre en el mundo y a reducir la pobreza optimizando la ayuda
económica.
Pero la
tecnología también está trayendo consigo nuevos retos sin precedentes.
Asistimos a un aumento de los prejuicios de género y étnicos, a amenazas
significativas contra la privacidad, la dignidad y la capacidad de acción, a
los peligros de la vigilancia masiva y al aumento del uso de tecnologías de la
IA poco fiables en la aplicación de la ley, por nombrar algunos. Hasta ahora,
no había normas universales que dieran respuesta a estos problemas.
En 2018, Audrey
Azoulay, Directora General de la UNESCO, lanzó un ambicioso proyecto: dar al
mundo un marco ético para el uso de la inteligencia artificial. Tres años
después, gracias a la movilización de cientos de expertos de todo el mundo y a
intensas negociaciones internacionales, los 193 Estados Miembros de la UNESCO
acaban de adoptar oficialmente este marco ético.
El mundo necesita reglas para que la inteligencia artificial beneficie a la
humanidad. La Recomendación sobre la ética de la IA es una respuesta
importante. Establece el primer marco normativo mundial, al tiempo que otorga a
los Estados la responsabilidad de aplicarlo a su nivel. La UNESCO apoyará a sus
193 Estados Miembros en su aplicación y les pedirá que informen periódicamente
sobre sus progresos y prácticas
Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO
El contenido de la recomendación
La
Recomendación tiene como objetivo hacer realidad las ventajas que la IA aporta
a la sociedad y reducir los riesgos que conlleva. Garantiza que las
transformaciones digitales promuevan los derechos humanos y contribuyan a la
consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, abordando cuestiones
relativas a la transparencia, la rendición de cuentas y la privacidad, con
capítulos políticos orientados a la acción sobre la gobernanza de los datos, la
educación, la cultura, el trabajo, la atención sanitaria y la economía.
1. Protección de datos
La
Recomendación pide que se actúe más allá de lo que hacen las empresas
tecnológicas y los gobiernos para garantizar a las personas una mayor
protección, asegurando la transparencia, la capacidad de actuar y el control de
sus datos personales. Afirma que todos los individuos deberían poder acceder a
sus registros de datos personales o incluso borrarlos. También incluye acciones
para mejorar la protección de los datos y el conocimiento y derecho del
individuo a controlar sus propios datos. También aumenta la capacidad de los
organismos reguladores de todo el mundo para hacerla cumplir.
2. Prohibición de los
marcadores sociales y la vigilancia masiva
La Recomendación
prohíbe explícitamente el uso de sistemas de IA para la calificación social y
la vigilancia masiva. Este tipo de tecnologías son muy invasivas, vulneran los
derechos humanos y las libertades fundamentales y se utilizan de forma
generalizada. La Recomendación subraya que, a la hora de desarrollar marcos
normativos, los Estados Miembros deben tener en cuenta que la responsabilidad
última y la rendición de cuentas deben recaer siempre en los seres humanos y
que no se debe otorgar personalidad jurídica a las tecnologías de IA por sí
mismas.
3. Ayudar a supervisar y
evaluar
La
Recomendación también sienta las bases de las herramientas que ayudarán a su
aplicación. La Evaluación del Impacto Ético pretende ayudar a los países y a
las empresas que desarrollan y despliegan sistemas de IA a evaluar el impacto
de esos sistemas en las personas, la sociedad y el medio ambiente. La
metodología de evaluación del grado de preparación ayuda a los Estados Miembros
a evaluar su grado de preparación en términos de infraestructura jurídica y
técnica. Esta herramienta ayudará a mejorar la capacidad institucional de los
países y a recomendar las medidas adecuadas que deben adoptarse para garantizar
la aplicación de la ética en la práctica. Además, la Recomendación anima a los
Estados Miembros a considerar la posibilidad de añadir el papel de un
funcionario independiente de ética de la IA o algún otro mecanismo para
supervisar los esfuerzos de auditoría y seguimiento continuo.
4. Protección del medio ambiente
La
Recomendación subraya que los actores de la IA deben favorecer métodos de IA
eficaces en cuanto a datos, energía y recursos que ayuden a garantizar que la
IA se convierta en una herramienta más destacada en la lucha contra el cambio
climático y en el tratamiento de los problemas medioambientales. La
Recomendación pide a los gobiernos que evalúen el impacto medioambiental
directo e indirecto a lo largo del ciclo de vida del sistema de IA. Esto
incluye su huella de carbono, el consumo de energía y el impacto ambiental de
la extracción de materias primas para apoyar la fabricación de tecnologías de
IA. También pretende reducir el impacto medioambiental de los sistemas de IA y
las infraestructuras de datos. Incentiva a los gobiernos a invertir en
tecnología verde, y si hay un impacto negativo desproporcionado de los sistemas
de IA en el medio ambiente, la Recomendación instruye que no se utilicen.
Las decisiones
que afectan a millones de personas deben ser justas, transparentes y
contestables. Estas nuevas tecnologías deben ayudarnos a afrontar los
principales retos de nuestro mundo actual, como el aumento de las desigualdades
y la crisis medioambiental, y no profundizar en ellos
Gabriela Ramos,
Subdirectora General de Ciencias Sociales y Humanas de la UNESCO
Las tecnologías
emergentes tales como la IA han demostrado su inmensa capacidad para hacer el
bien. Sin embargo, hay que controlar sus impactos negativos, que están
exacerbando un mundo ya dividido y desigual. Los desarrollos de la IA deben
respetar el estado de derecho, evitar los daños y garantizar que, cuando éstos
se produzcan, los afectados tengan a su alcance mecanismos de responsabilidad y
reparación.
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Texto completo de la Recomendación
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Más sobre los 24 expertos que redactaron el borrador
de Recomendación
Contacto de
prensa: Clare O’Hagan, c.o-hagan@unesco.org(link sends e-mail),
+33(0)145681729
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