El gasto oculto en Defensa
El presupuesto
militar real es más del doble de lo que indican los Presupuestos
Por Óscar F. Civieta
Rebelion / España
30/11/2021
Fuentes: La Marea
En
el proyecto de Presupuestos, la partida destinada a Defensa asciende a
10.155,27 millones de euros. Un estudio comprueba que el gasto militar real es
más del doble. Se trata, además, del ministerio que acapara más inversiones.
De
los Presupuestos Generales del Estado, a menudo se destacan las
grandes cifras: lo que corresponde a cada ministerio, las oscilaciones respecto
a años anteriores, las inversiones… Pero basta con profundizar un poco para
comprobar cómo la cantidad destinada a algunos sectores es muy superior a la
contemplada oficialmente bajo su epígrafe. Se nutren de consignaciones
estratégicamente difuminadas a lo largo de toda la maraña numérica que conforma
las cuentas. Es el caso, por ejemplo, de la Religión y, sobre todo, de
la Defensa.
Quien
ha inquirido y recorrido los insondables caminos de las partidas de gastos
es Juan Carlos Rois, cuyo análisis –hecho público por el Grup
Antimilitarista Tortuga– arroja una conclusión evidente: el presupuesto militar real poco
tiene que ver con los 10.155,27 millones de euros consignados al
Ministerio de Defensa en los Presupuestos para 2022, recientemente aprobados por el
Congreso de los Diputados.
Solo
con las aportaciones de otras carteras a programas directa y claramente
relacionados con el militarismo, dejaría un gasto de 20.693,85 millones
de euros. Más del doble.
El gasto en armas crece un 21,6%
Antes
de ahondar en las cifras, una breve reseña sobre los programas que más dotación
se llevan del presupuesto oficial de Defensa. El primero es el llamado
«Programas especiales de modernización», o lo que es lo mismo, el gasto
en armas, que para 2022 será de 2.848 millones de euros. Esto indica un
crecimiento del 21,6% respecto a 2021. Destacan los 593,8 millones destinados a
la compra de 87 aviones de combate EF2000, que se describen como «de
superioridad aérea y alta capacidad de ataque en superficie».
La
segunda gran partida es la de «Gastos Operativos de las Fuerzas
Armadas», que se lleva 2.254,9 millones de euros. Son, tal y como se
definen en los Presupuestos, los salarios del personal, incluidos los gastos
que implican «su despliegue, adiestramiento e intervención en maniobras y
operaciones, así como los gastos corrientes de sus acuartelamientos (gastos de
electricidad, agua, gas, combustibles, trabajos realizados por otras empresas,
etcétera), la alimentación y equipo reglamentario». La de Defensa es la
segunda cartera ministerial que más porción acapara del total de gastos de personal
(el 26,3%), solo por detrás de Interior (39,4%).
Subraya
Rois en su estudio del gasto para el «Personal en reserva» que,
a pesar de poder trabajar en el mundo civil (con la condición de estar
disponibles), reciben una retribución del Ejército. En total, son 13.867
personas a las que se les pagan 572 millones de euros.
El bloque militar explícito
El presupuesto de Defensa es un 7,92% más alto que el
de 2021. Por encima, en cuanto al
porcentaje de crecimiento, de otras carteras como Sanidad (que pierde un 17,3%)
o Educación (que aumenta un 2,6%).
A
los 10.155,27 millones de euros habría que empezar por sumar lo que se destina
a los conocidos como ‘Organismos Autónomos’ (OOAA): en el caso de Defensa,
son el Instituto Social de las Fuerzas Armadas (ISFAS), al que se
entregan 832 millones de euros (un 5% más que en 2021); el Instituto de
Vivienda, Infraestructuras y Equipamiento de Defensa (205 millones de euros), y
el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) Esteban Terradas (196
millones de euros).
Las
anteriores son las consignaciones oficiales a OOAA adscritos a la Defensa, pero
hay otra más: sale de la Dirección General de Presupuestos (dependiente del
Ministerio de Hacienda) y su concepto es «Cuotas, prestaciones y gastos
sociales del ISFAS». La cantidad es de 699 millones de euros.
También
habría que adicionar otros 300 millones de euros contemplados bajo el título de
‘Resto de entidades’ y que se refieren al Centro Nacional de Inteligencia. En
total: 2.232 millones de euros.
El
siguiente apartado, aún dentro del bloque militar explícito, son las ‘Clases
Pasivas’, es decir, las «pensiones a funcionarios de carácter militar», que
se llevan 3.665 millones de euros.
El último ítem de este bloque sale del Ministerio del
Interior y es el dedicado a la Guardia Civil.
Para Rois, no hay duda de que hay que contemplarlo dentro del gasto militar, puesto que «tiene encomendadas
labores de seguridad altamente militarizadas, que alcanzan desde el control de
fronteras y recintos penitenciarios, a labores de control de tráfico,
ciberseguridad y otras, pasando por intervenciones en operaciones en el
exterior».
De
hecho, en la página oficial se define a la Guardia Civil como «un Cuerpo de
Seguridad Pública de naturaleza militar y ámbito nacional que
forma parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado». Parece lógico,
por tanto, incluir en el coste militar los 3.485 millones de euros que desde
Interior se destinan a la Guardia Civil.
Sumándolo
todo, el presupuesto militar ya ascendería a 19.537 millones de euros.
El polo militar industrial
Son
varios los ministerios que, de manera más o menos visible, aportan dinero a la
‘causa militarista’. Es el caso del Programa «Apoyo a la innovación
tecnológica en el sector de la Defensa» del Ministerio de Industria,
Comercio y Turismo. Su objetivo, detallan en los Presupuestos, es «apoyar la
participación de las empresas españolas en el desarrollo de proyectos
tecnológico industriales relacionados con la defensa y que tengan un carácter
estratégico y/o internacional».
Para
2022, estos proyectos son los programas de las fragatas F110, los de
los helicópteros NH 90 y los de fabricación de los vehículos de combate sobre
ruedas 8×8. Tiene una dotación de 708,2 millones de euros.
También
dependiente de Industria, la Secretaría General de Industria y de la Pequeña y
Mediana Empresa (SGIPYME), explican en las cuentas, «participa en el desarrollo
de la nueva generación de satélites de comunicaciones gubernamentales Spainsat
NG, cuya financiación, que se inició en 2019, se realiza mediante préstamos
a la empresa HISDESAT, seleccionada por el Ministerio de Defensa». Para 2022
está previsto un desembolso de 155 millones de euros.
Dentro
de la cartera de Ciencia e Innovación, hay dos partidas con estrecha relación
con lo militar: la primera es una transferencia de 765.100 euros desde el
Consejo Superior de Investigaciones Científicas al INTA para la financiación
de los gastos corrientes del Centro de Astrobiología, centro mixto
CSIC-INTA.
La
segunda, de 2,14 millones, parte de la Agencia Estatal de Investigación y su
destino es, de nuevo, el INTA. En este caso, es un Fondo para la Investigación
Científica y el Desarrollo Tecnológico.
El
subtotal de este bloque asciende a 866,11 millones de euros, lo que eleva el
total a los 20.403 millones.
Alta implicación en el gasto militar
Es
necesario escudriñar las partidas para seguir detectando ese gasto escondido, entre
otros, en el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación.
Concretamente,
en el programa de «Acción del Estado en el exterior» hay que poner atención
sobre la «Acción Multilateral». Bajo el objetivo general de «potenciar la
presencia e influencia de España en procesos de definición de la política de
paz y seguridad de los principales Organismos Internacionales (OO.II.)
adaptándola a los nuevos desafíos», contempla aspectos como «aumentar el peso
de España en la Política Exterior y Seguridad Común». También «promover el desarme
y la lucha contra la proliferación de armas de destrucción masiva tanto a nivel
nacional como internacional», «impulsar la elaboración, propuesta y
aplicación de una estrategia nacional para hacer frente al terrorismo
internacional» y «promover un ciberespacio internacional seguro y
confiable en apoyo a los intereses nacionales».
En
definitiva, explica Rois, «misiones militares en el exterior, pago de
operaciones que realiza España bajo mandato de la ONU y contribuciones a
organismos internacionales de seguridad y defensa como la OTAN o la UE». A
todo ello se destinan 236 millones de euros.
A
los que, también dentro de Asuntos Exteriores, se debe sumar otro millón para
pagar los desplazamientos de los miembros de la alta dirección del Ministerio
de Defensa. Por tanto, 237 millones de euros.
Dentro
del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación se incluye la participación
de la Armada y de la Guardia Civil en la
inspección de aeronaves: 19,25 millones de euros.
Y
aún faltan 20.000 euros más que salen del Ministerio de Cultura y Deporte «para
la actualización del Censo Guía de los Archivos Españoles», lo que, según la
descripción del programa, implica «establecer nuevos acuerdos con comunidades
autónomas y con los archivos militares dependientes del Ministerio de
Defensa».
El
total de este apartado es de 256,31 millones de euros. Y la suma general se
sitúa en los 20.659,6 millones.
Centros universitarios de la Defensa y aportación al
Fondo Europeo de Apoyo a la Paz
Al
gasto militar, lógicamente, también se le debe imputar lo que se aporta a las
academias militares. Las cantidades son 925.000 euros para la Academia
Central de la Defensa de Madrid; 7,17 millones se le dan a la Academia General
Militar de Zaragoza; 3 millones a la Academia General del Aire de San
Javier, y 2,99 millones a la Escuela Naval Militar de Marín. En total: 14,16
millones de euros.
Por
último, y como novedad en estos presupuestos –señala el autor del informe–, se
debe tener en cuenta la aportación española al Fondo Europeo de Apoyo a
la Paz, que se describe como un «instrumento fuera del presupuesto europeo
destinado a financiar las acciones en el ámbito de la seguridad y la defensa
que pueda decidir el Consejo». Se destinan 20 millones de euros.
De
este último bloque, por tanto, dimana un gasto de 34,16 millones de euros.
Sumado a lo anterior, el gasto total en Defensa es de 20.693,85
millones de euros. Es decir, más del doble de la dotación oficial:
10.155,27 millones de euros.
Para
llegar a esta cifra, lamarea.com ha tenido en cuenta únicamente los programas
con relación directa con el militarismo y cuya dotación
específica aparece en las cuentas.
Pero
hay mucho más, apunta Rois. En su estudio, también realiza estimaciones de
programas generales (con afectación civil y militar), en los que los
presupuestos no detallan lo que corresponde a cada sector. Además de las
«operaciones en el exterior no contempladas», «los gastos plurianuales
vigentes» y los intereses de deuda a asumir. Con todo ello, el gasto total
militar se podría disparar hasta los 43.276,4 millones de euros.
El Ministerio con más inversiones
En Defensa se invierten 3.647,3 millones de
euros. La cifra es un 18% más alta que la de 2021 y la coloca como la
cartera con más inversiones. Por detrás, aunque a bastante distancia, está el
Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (2.460,2 millones de
euros). Todos los demás, no sobrepasan los 1.000 millones euros de inversión.
Llaman la atención los 104,12 millones de inversiones
en Sanidad; los 68,82 de Educación; los 16,8 de Trabajo, o los 4,91 de Derechos
Sociales y Agenda 2030.