Misión de salvamento en
Afganistán: Gracias
Por Floren
Dimas
Rebelion
08/09/2021
Ahora más que
nunca es obligado un replanteamiento de las políticas militares de España, cara
al exterior, acabando con la subordinación de las FAS a intereses políticos,
económicos y geoestratégicos, que nada tienen que ver con el interés general de
los españoles.
Frecuentemente
se crítica -y con razón- la utilización de imágenes y la difusión por los
medios de vídeos, artículos y noticias, elogiando la actuación de los militares
españoles en misiones internacionales, como parte de campañas propagandísticas
y de marketing institucionales, políticas, e incluso ideológicas, de origen
gubernamental o promovidas por consorcios o lobbies financiero-industriales,
promocionando la imagen humanitaria de las FAS españolas, intentando así
justificar su intervención en políticas militares del bloque occidental dentro
de la OTAN, o bien en conflictos generados por la intervención norteamericana
como Afganistán, Irak, etc.
Pero
independientemente de las políticas de plegamiento de nuestras FAS a intereses
espurios, la actuación de nuestras unidades en Afganistán durante la evacuación
de la población civil, como posible objetivo de represalias por parte de los
talibanes, ha sido una operación compleja y peligrosa en la que nuestros
militares se han empleado a fondo, dando lo mejor de sí para poner a salvo a
tantas personas en peligro.
Tengo la suerte
de tener algunos amigos y antiguos compañeros, muy bien relacionados con
algunos de los expedicionarios españoles implicados en estas operaciones, que a
lo largo de las últimas semanas han venido transmitiendo a círculos muy
cerrados, testimonios en primera persona de lo complicado que ha resultado
llevar a buen fin el dispositivo de evacuación, utilizando todas las
estrategias imaginables, algunas de alto riesgo, en la que han participado
militares, diplomáticos, servicios de inteligencia, unidades de los GOE’s (ET)
, GEO’s (Policía Nacional) , UEI (Guardia Civil), estableciendo rutas
alternativas de aproximación al aeropuerto de Kabul, sorteando controles y
obstáculos de todo tipo, incluso utilizando medios poco ortodoxos de engaño y
disimulo, en operaciones encubiertas y de paisano.
Muchas de estas
misiones se han hecho de forma tan discreta, que no han trascendido a los
medios de comunicación, para no entorpecer o poner en peligro su objetivo.
A estas
personas, concretamente, a tres, una de ellas civil, debo haber tenido una
excelente información (que en su momento reservé) que yo me atrevería a
calificar de medianamente objetiva, de la actuación los españoles en la
dramática operación de rescate de personas ligadas a la misión española en
Afganistán.
No, esta vez
las imágenes no han sido solo propaganda. Las imágenes de españoles ayudando a
la población civil afgana, tienen un trasfondo de compromiso de solidaridad, de
afecto y absoluta entrega, a una misión realmente humanitaria, que trasciende a
la geoestrategia y que obliga a la implicación personal, poniendo sus vidas en
riesgo más allá del obligado cumplimiento de las órdenes.
Estos rasgos de
empatía con la población civil, son unas de las señas de identidad de los
españoles destacados en misiones militares en conflictos, como ya lo han hecho
en la guerra de Bosnia, en Kosovo y en otros lugares en donde han estado (y
están) destacados. Los españoles somos así.
Como militar del
Ejército del Aire que he sido y como miembro de colectivos de militares
demócratas actualmente, he (hemos) cuestionado severamente la alineación de las
FAS con la OTAN y con la alianza con los EE UU, en franco perjuicio de la
soberanía nacional; pero en la fase final del conflicto provocado por la
intervención de los USA en Afganistán, si las FAS españolas no hubieran formado
parte de esta guerra, sí que tendrían que haberse desplegado allí en esta
última etapa… aunque solo hubiera sido para salvar vidas.
Mi admiración
no solo se extiende al personal dedicado in situ a la operación de salvamento,
sino a cuantos desde España (ministerios, servicios de inteligencia, etc.) han
trabajado, la mayoría de las veces de forma anónima y discreta, para que todo
llegase a buen fin, a pesar de la preocupación inevitable por los cientos de
afganos que no han podido ser evacuados, por la precipitación por el último
atentado en el aeropuerto de Kabul.
Ahora más que
nunca es obligado un replanteamiento de las políticas militares de España, cara
al exterior, acabando con la subordinación de las FAS a intereses políticos,
económicos y geoestratégicos, que nada tienen que ver con el interés general de
los españoles, pero sin dejar de considerar el deber de nuestros militares de
intervenir en cualquier conflicto en el que se ponga en peligro la población
civil, al margen de los intereses geopolíticos del conflicto que se trate.
Floren Dimas es
Oficial del Ejército del Aire (RT) miembro de Anemoi y ACMYR
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