Campaña de desinformación para
el mayor proyecto europeo de litio
Por Francisco Norega / Europa
Rebelion
08/09/2021
1E
Fuentes: A
Planeta
El pasado
sábado 28 de agosto se publicó en el suplemento Dinheiro Vivo del Diário de
Notícias -siendo portada en ambos- una entrevista de la periodista Joana Petiz
al australiano David Archer, director ejecutivo de la minera británica Savannah
Resources, la empresa que quiere abrir una mina de litio a cielo abierto de 593
hectáreas en Covas do Barroso. Esta entrevista, disfrazada de periodismo, forma
parte de la campaña de desinformación y publicidad gratuita impulsada por esta
compañía minera y varios medios de comunicación nacionales.
La cereza del
pastel es la editorial firmada por la misma Petiz, que acompaña a la
entrevista. Una editorial en tono insultante, que ridiculiza a la población de
Barroso, la cual desde hace varios años se organiza y moviliza para defender su
territorio.
Ante el silencio de los reconocidos proyectos de verificación de datos,
decidimos someter estas dos piezas a una rigurosa comprobación de la
información para determinar la veracidad de los hechos, así sin más rodeos
pasamos a nuestros argumentos.
Barroso – ¿Una «región moribunda»?
En su
editorial, Petiz califica a Barroso como “una región cada vez más desprovista
de personas y de capacidad para subsistir o diversificar sus medios de
sostenimiento”: lo que ella califica como una “región moribunda” es en realidad
designada por la FAO como Patrimonio Agrícola Mundial desde 2018 “en base a la
forma tradicional de trabajar la tierra, de cuidar el ganado y por la ayuda
mutua entre sus habitantes”. Es la única región de Portugal con esta
clasificación y una de las 7 de Europa. Gran parte de esta región también forma
parte de la Reserva de Biosfera Transfronteriza Gerês-Xurés, creada en 2009.
En esta región,
la “capacidad de subsistir” y los “medios de sostenimiento” proceden en gran
parte de la actividad agrícola y ganadera, especialmente de la raza Barrosã. Se
trata de una raza bovina que ya estuvo en peligro de extinción, precisamente
durante los periodos de mayor actividad minera en la región
(mayoritariamente durante la extracción subterránea de tungsteno
hasta la década de los 80), y su carne , según muchos, es la mejor de
Portugal.
La mayoría
de los pueblos todavía tienen tierras comunales, los
“baldios”, los cuales se siguen gestionando colectivamente. En muchas
partes de Barroso también se conservan otras prácticas ancestrales de gestión
colectiva del agua y otros recursos. En los pueblos que nos encontramos en la montaña,
también pudimos ser partícipes de una dinámica de vida
asociativa y cultural.
Si bien es
cierto que se trata de una región con una población longeva y que ha
ido perdiendo habitantes en las últimas décadas, como de
hecho sucede con casi todo el interior del territorio portugués,
esta puede ser calificada de varias formas pero menos de ser
una región moribunda “desprovista de gente y de capacidad de
subsistencia”.
E2
De los 800 puestos de trabajo a las minas inteligentes
En la
entrevista, David Archer asegura que la mina generará “unos 200 empleos
directos y 600 indirectos”, cifras ya conocidas desde el Estudio de Impacto
Ambiental (EIA) presentado por la empresa y seguramente basadas en las serias
previsiones de un reconocido especialista. Archer va más allá y sugiere que “en
estos 200 puestos directos estamos hablando de familias, por lo que
el impacto en las personas que se benefician puede ser tres veces
mayor”.
Cualquiera que
haya estado en Barroso y haya tratado de conocer a las poblaciones y su forma
de vida, puede comprender fácilmente lo que representa una enorme cantidad de
minas a cielo abierto para una región que prospera con la agricultura y el
pastoreo.
Las explosiones,
el polvo, el desvío de los cursos de agua para uso de las
explotaciones mineras y la contaminación de otros ríos son incompatibles con
este estilo de vida. Más aún cuando hablamos de minas que estarán a tan solo 40
metros de las casas más cercanas, esse es el caso de la mina de
Borralha, o a 200 metros, en el caso de la mina proyectada para Covas
do Barroso.
En estos
estudios y previsiones, se contabilizan puestos de trabajo procedentes no se
sabe bien de dónde, pero no se cuentan las personas cuya subsistencia se ve
amenazada por estos megaproyectos. Si todos los proyectos mineros para la
región de Barroso siguieran adelante, ¿cuántos cientos de agricultores,
pastores, ganaderos y apicultores, y por supuesto sus familias, tendrían que
abandonar el modo de vida que siempre han conocido?
Volviendo a los
200 puestos de trabajo… Si nos preguntamos cuáles son esos puestos de trabajo,
y quiénes se beneficiarán de ellos, encontramos la respuesta en esta misma
entrevista. David Archer dice que “se tratan de empleos especializados como
enfermeros, geólogos, científicos ambientales, contables, técnicos
informáticos, o sea, carreras de valor y con salarios por encima del promedio
de la región”. En otras palabras, ciertamente no esos cientos de familias que viven
de la agricultura y la ganadería, sino gente del exterior.
Pero seguro que
necesitarán mucha mano de obra no especializada para proyectos de estas
dimensiones, ¿no? Archer aclara: «Estamos (…) en colaboración con numerosas
empresas portuguesas (…) para desarrollar una mina inteligente, que se controla
de forma remota con una serie de sensores de monitoreo ambiental que provean
información en tiempo real por aplicación, etc.»
Es decir,
procesos automatizados, donde gran parte del trabajo es realizado o asistido
por máquinas. Estas promesas de trabajo se utilizan para intentar comprar a
la población local, pero ni siquiera son para ellos. Basta
mirar hacia la mina Lousas, en la vecina parroquia de Couto de Dornelas, de
donde Felmica extrae cuarzo y feldespato desde 2008, para ver en qué se
convierten estas promesas. Los puestos de trabajo terminan
siendo… ni una docena.
La mina, el desarrollo de la región y el trabajo con la comunidad
En la
entrevista, David Archer afirma: “este proyecto (…) traerá demanda de
viviendas, [tiene el potencial para] catalizar la reubicación de servicios
públicos – escuelas, servicios de salud, oficinas de correos, etc. La mina
será parte de la solución para revitalizar esta región, invertir
la deserción hacia las zonas urbanas,traer un mercado para los
productos agrícolas, y fomentar esas y otras actividades ”.
Pero, al fin,
¿Es realmente posible revitalizar e invertir el desplazamiento
poblacional de una región haciéndole agujeros? ¿Quién quiere vivir junto a
enormes cráteres, escuchando explosiones diarias de 720 kilos – en el
caso de Mina da Borralha -, o ver desde la ventana de su casa
escombreras de casi 200 metros de altura – como planean en Covas do Barroso?
Después de
todo, ¿cómo se crea un mercado para los productos agrícolas y se fomentan estas
producciones y actividades en una zona llena de minas? ¿Quién querrá comer
carne de vacas que viven en medio de polvo, suelo y agua contaminadas?
¿Quién logrará siquiera ser pastor o criar ganado en estas condiciones? ¿y
el apicultor? ¿y el agricultor?
Las preguntas
de Petiz orientan la entrevista de manera cómoda para el CEO,
evitando cuestiones difíciles y críticas. Incluso se compartió
información sobre los fantásticos programas de Savannah con la comunidad:
“Savannah Lithium también ha establecido fondos de compensación de 600.000
euros/año para trabajar junto con la comunidad y en programas de buena
vecindad. ¿Cómo se va a materializar esto? “
A lo que Archer
responde: “Podrían ser escuelas profesionales, acciones de promoción de
negocios locales, formación, podría ser la compra de ambulancias”. Porque a sus
ojos, las y los Barrosões son un montón de campesinos que se dejan comprar por
cualquier cosa. Pero no es así.
E3
Sostenibilidad, responsabilidad y cambio climático
Cuestionado
acerca de la decisión final de la APA sobre el Estudio de Impacto Ambiental de
la Mina de Savannah, Archer dice que “hemos presentado una propuesta
responsable para el desarrollo sostenible” y que “no esperamos la
desaprobación. Creemos que estamos haciendo un desarrollo responsable para
avanzar en beneficio de todos los portugueses porque esto (…) es un activo que
beneficia a todo el país ”. Afirma que existen una serie de mecanismos que
garantizan “la mitigación progresiva de los efectos durante el período de
explotación y al final de la vida de la mina” e incluso sugiere que, cuando la
mina sea desmantelada, “el pozo se transformará en un lago para recreación o
eventualmente en instalaciones que permitan la explotación de energías
renovables”.
Tanto
de un lado como del otro, Savannah es presentada siempre como una empresa
responsable y sostenible. Al leer esta entrevista, encontramos un maravilloso
proyecto que beneficiará a «todo el país» y «todos los portugueses». Todos
menos los Barrosões.
Se realizaron
170 participaciones en el período de consulta pública del EIA, por parte de
asociaciones ambientalistas y movimientos locales y por la Municipalidad de
Boticas, con opiniones de muchos otros expertos sobre cómo el proyecto
contamina el territorio y el agua y pone en riesgo a especies protegidas y a
las poblaciones del región. Sin embargo, para Petiz esto parece ser
sólo un pequeño detalle, tanto así que solo lo menciona, de pasada,
al final de la entrevista de 4 páginas.
Asociado a esto
viene una construcción de la imagen de una Savannah
que pretende actuar en favor del bien común, defender nuestro planeta
del cambio climático, y no buscar ganancias a cualquier costo. El empresario
australiano “con particular experiencia en la minería de oro” nos cuenta:
“El desarrollo de
la industria del litio nos ha aportado nuevas esperanzas de actuar
verdaderamente a favor de la transformación contra el cambio climático. Y la
movilidad eléctrica permitirá una increíble mejora de la vida en Europa, en
nuestras ciudades, en la calidad del aire, con un impacto positivo en todos los
ámbitos, reduciendo las emisiones de CO2. Y el litio es la materia prima que
hace posible ese cambio. No se pueden fabricar estas baterías
sin el litio “.
Podríamos
deconstruir este discurso explicando en detalle que los coches de litio no son
sostenibles porque las baterías tienen una vida útil muy corta (entre
4 y 10 años), que puede ser aún más corta si la batería está expuesta a climas
cálidos; que hay varias dificultades y obstáculos para su reciclaje; que el
precio de estos autos es muy alto, siendo solo accesible para una pequeña
élite; que la “transición energética” y la “movilidad eléctrica” siguen
basándose en la lógica del coche individual, siendo nada más que una
transformación tecnológica que beneficia a los mismos de siempre, y no un
cambio de paradigma, como sería la creación y el refuerzo de las redes de
transporte colectivo y la recuperación de tecnologías como los tranvías, que
existen desde hace más de un siglo y no necesitan baterías para funcionar.
Pero más
importante que esto es verificar la afirmación de David Archer de que
“el litio es la materia prima que hace posible este cambio” y que “estas
baterías no se pueden fabricar sin litio”. ¿Es así?
China
recientemente fue noticia en varios periódicos nacionales e internacionales por
estar buscando una “alternativa viable” al litio debido tanto
a “escasez como a su precio y demanda crecientes”. En
efecto, el desarrollo de baterías de sodio ya está en marcha.
Según la
empresa china CATL, “las baterías de iones de sodio proporcionan recargas de
hasta el 80% de su capacidad en tan solo 15 minutos y prometen una alta
densidad energética y una buena estabilidad térmica en diversos escenarios.
Este último aspecto es especialmente importante y una ventaja sobre el litio,
que pierde rendimiento cuando hace demasiado calor o demasiado frío ».
E 4
El primer lote
de baterías de sodio a gran escala está programado para 2023, adelantándose a
la fecha prevista por Archer para que la mina Savannah esté plenamente
operativa, 2024.
Pero hay más
alternativas. El episodio 30 del programa Biosfera de RTP2 trata de las
baterías ecológicas, alternativas al litio. Hablan con investigadores de
diversas universidades que explican los distintos tipos de baterías que
ya se han desarrollado: baterías de flujo, baterías de vanadio,
baterías que combinan sal y sosa cáustica, entre otras.
Se tratan de
baterías no inflamables ni tóxicas, o que son más duraderas y utilizan
materiales de fácil reutilización y reciclaje, o todo al mismo tiempo. Más
eficientes y menos perjudiciales para el medio ambiente que cualquier batería
de litio disponible en la actualidad.
Maria Helena
Braga, investigadora y profesora de la Facultad de Ingeniería de la Universidad
de Oporto, ha desarrollado una batería que utiliza sal
y soda cáustica para almacenar energía y, al mismo tiempo,
autocargarse. Esta batería combina capacitancia negativa y resistencia
negativa en la misma celda, lo que le permite autocargarse sin perder energía.
La investigadora advierte, aun así, que esta “no es una máquina perpetua de
suministro de energía”. Sin embargo, María Helena «todavía tiene en casa la
primera batería que produjo, y la utiliza como suministro continuo de
electricidad desde el verano de 2015. Es decir, aunque no sea una fuente con un
tiempo infinito, su autocarga ya ha durado 5 años», explica la periodista.
Pero si
disponemos las tecnologías necesarias para producir teléfonos móviles,
ordenadores y coches con baterías más sostenibles y duraderas, ¿por qué estas
no se introducen en el mercado? Maria Helena Braga lo explica:
“Lo que he
aprendido en los últimos años (…) es que esto no depende de la ciencia, depende
mucho más de la industria. La industria tiene que venir, tiene que pagar, tiene
que tener el equipo, tiene que construir una fábrica… (…) Lo que pasa es que
las industrias han invertido mucho en el ion de litio. (…) El otro
punto que pongo aquí: las empresas de baterías tienen que vender baterías,
si duran mucho tiempo sin tener que ser reemplazadas, la industria pierde.
Nosotros ganamos como consumidores, gana la naturaleza, pero la industria… »
UE: Paraíso de las normativas medioambientales
Otro argumento
con el que David Archer defiende su negocio es que “Es mejor producir
según las leyes europeas del medio ambiente, mucho más duras y serias en
Europa, y en un contexto político de liderazgo por la sostenibilidad (…) que
ir, por ejemplo, a la República Democrática del Congo».
Joana Petiz,
que entrevistó a David Archer, refuerza la idea en su editorial: “una operación
minera limitada por estrictas reglamentaciones europeas siempre tendrá todas
las ventajas sobre un proyecto desarrollado en una región del planeta donde el
dinero habla más que cualquier precaución – ambiental, de desarrollo económico
e incluso de derechos humanos ”.
E 5
Un tono de
desprecio arrogante, paternalista y colonialista hacia otras regiones del
planeta. Como si en Europa el dinero no hablara más fuerte que cualquier
precaución medioambiental y que los derechos humanos. Como si en Europa no
hubiera también catástrofes medioambientales como consecuencia de la
negligencia de empresas y gobiernos. Como si en 2010 no hubiera habido un
desastre de lodos tóxicos en Hungría. Como si en Almaraz, a orillas del río
Tajo, no hubiera una central nuclear cuyo cierre se pospone repetidamente a
pesar de los frecuentes accidentes. Como si hace tres o cuatro años, en
Portugal, no se hablara de la prospección de gas de lutita y de la
extracción de petróleo en las costas de Alentejo y Algarve. Como si una gran
parte de Andalucía, y ahora también del Alentejo, no estuviese entregada a
producciones agrícolas intensivas que chupan el agua ya tan escasa en estas
regiones, y emplea a personas migrantes en condiciones que no respetan los
derechos humanos más básicos. Como si los ayuntamientos no cometieran delitos
ambientales, violando las leyes y reglamentos ambientales para determinadas
intervenciones, en contubernio con la propia Agencia Portuguesa de
Medio Ambiente (APA) que supuestamente debe hacer cumplir estas leyes – como
sucedió con la destrucción y el terraplenamiento, hecho por el Ayuntamiento de
Coimbra, de la franja ribereña del río Mondego entre Rebolim y Portela,
destruyendo galerías ribereñas que son ecosistemas protegidos. Como
si la APA no aprobara proyectos que incluso los tribunales reprueban, como
es el caso del aeropuerto de Montijo, cuya Declaración de Impacto Ambiental
emitida por la APA fue arrasada por un juez del Tribunal Administrativo de
Almada por “ignorar de forma evidente y manifiesta los impactos ambientales,
tanto en la fase de construcción como en la de explotación sobre zonas sensibles
legalmente protegidas, de importancia nacional, comunitaria e internacional ».
Como si aquí tan cerca, en Touro, Galicia, en una mina de cobre que fue
desactivada en los años 80, no continuasen a ocurrir drenajes ácidos que siguen
contaminando el agua de la zona.
Los movimientos antiminas
Lo más ofensivo
de todo son los insultos contra quienes luchan contra la destrucción de
alrededor del 10% de nuestro territorio por causa de la minería de
litio a cielo abierto, planeada por el gobierno en complot con la Comisión
Europea y las empresas mineras, e otro tanto del territorio por la extracción
de otros minerales.
Petiz nos llama
“supuestos ecologistas” en “guerras huecas y egoístas” – “Marchas
contra turbinas eólicas que matan pajaritos, protestas contra
represas que estropean el ecosistema, levantamientos populares que arrasan con
paneles solares que calientan el aire”. “El pueblo se manifiesta a favor de las
energías limpias, pero se opone ferozmente a todos los medios que las hacen
posibles”.
El pueblo no
está en contra de las energías limpias. El pueblo está en contra de destruir
los territorios, las formas de vida de las poblaciones y las generaciones
futuras, con el pretexto de una energía supuestamente “limpia” que no lo es.
Sin consultar ni siquiera informar a la población local. Todo para que, en este
caso, una pequeña élite urbana pueda desplazarse de un lugar a otro sin cargo
de conciencia, sin preguntarse qué pasa con las regiones de donde proviene la
materia prima, ni qué va a pasar con las baterías de litio al final de su vida
útil.
En la
entrevista, Petiz pregunta en un momento dado: “Siendo el litio esencial para
la transición energética defendida por estas organizaciones, ¿ve usted esta
oposición a la extracción del litio aquí como una cuestión de “no en mi patio
trasero”? Archer responde: “No me parece correcto que los consumidores quieran
electricidad verde, pero no quieran involucrarse en la materia prima necesaria
para alimentarla”.
David Archer
desestima los movimientos y manifestaciones recientes diciendo que “gran parte
de lo que son estos movimientos y muchos manifestantes vienen de Francia y
otros países, forman parte de un grupo antidesarrollo que protesta contra todo
tipo de proyectos”.
Si miramos el
Campamento en Defensa de Barroso, en Covas, vemos que participó gente de todo
Barroso y de todo el país -de ciudades y otros pueblos y localidades con
movimientos antimineros- de varios partes de la Península Ibérica, de Suiza, de
México y, sí, también de Francia. Estuvieron presentes porque muchos también
están enfrentando megaproyectos en sus regiones y están interesados en conocer
lo que sucede en otros lugares y apoyar las otras luchas. Porque saben que
estos problemas no son sólo problemas en su patio trasero, sino problemas
comunes a toda la humanidad, en todas las partes del mundo.
E 6
Movilización
contra mina de litio en Cáceres
El sistema en pánico ante las crecientes movilizaciones
En Barroso hay
una creciente movilización y resistencia a los distintos proyectos mineros de
la región, especialmente fuerte este mes de agosto. Ambientalistas, periodistas
y muchas otras personas han visto el pueblo y la región con sus propios ojos,
han conocido a su gente y su lucha, así como otras luchas vecinas también
presentes, y las han llevado a sus pueblos y ciudades, a sus propias luchas.
Antes, durante
y después del campamento, mientras los medios convencionales portugueses
permanecían más o menos callados sobre esta iniciativa, se publicaron
reportajes en el Estado español, México [1 y 2], Turquía, Alemania [1, 2, 3 y
4], Francia, País Vasco, Mozambique e Indonesia. En el pasado, la televisión
francesa ARTE e incluso Euronews ya habían publicado reportajes en profundidad
sobre el tema.
Estas dos
piezas y las portadas de DN y Dinheiro Vivo no son más
que una maniobra necesaria para que el sistema enfrente la
creciente movilización en Barroso. Una maniobra desprovista de ética
periodística para intentar controlar la narrativa del litio y de la minería,
ensalzando lo espectacular y verde que será, todo en nombre de la “transición
energética”, la “movilidad verde” y de un mundo más sostenible, nunca
en nombre del interés y beneficio de un puñado de particulares.
La verdad es
que les asusta la unidad y determinación del pueblo Barrosão en la defensa de
su territorio.
Tratan a
Barroso como una región moribunda que necesita ser salvada por los señores
iluminados de las ciudades desarrolladas. Escondido detrás de los hermosos
discursos está el deseo de destruir un paraíso en la Tierra en nombre de la
codicia de media docena de inversores y directores ejecutivos. Y, en algún otro
lugar subdesarrollado o moribundo que nadie conoce, nace también un cementerio
de baterías “verdes” llenas de sustancias tóxicas y contaminantes, que nadie
sabe cómo reciclar.
La mayoría de
los argumentos que utilizamos aquí se pueden encontrar fácilmente en una
búsqueda rápida. Petiz dice que “no es seria ni responsable la actitud de
quienes se comportan así” [que contestan el litio]. Lo que no es serio es su
labor como supuesta periodista. Petiz trata a los Barrosões como idiotas, pero
es ella la que pasa por ignorante.
Texto de Francisco Norega publicado en http://guilhotina.info
Adaptación y traducción al castellano por Carlos Soledad, Agatha Floriano y
Lorena Salamanca
*++
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