De los neocón a los neonazis. La derecha radical en el Estado español
kaosenlared
11 Ago, 2021
¿Existe el fascismo en el
Estado español? ¿Hay crímenes de odio? ¿Hay asesinatos motivados por odio
racial o por motivos políticos? ¿Asistimos a un retroceso en la conquista de
derechos de las mujeres? ¿Vox es fascista? Vox tiene un sindicato, ¿es obrerista?
¿Qué hay más a la derecha de Vox? ¿Cómo combatimos a la extrema derecha?
¿Cuáles son sus alianzas internacionales? ¿Se parece nuestra extrema derecha a
la de Le Pen, Salvini, Bolsonaro o Trump?
Estas y muchas otras preguntas
golpean nuestras cabezas desde que Vox irrumpió en el panorama político
institucional, allá por 2018, al entrar en el Parlamento andaluz. Aquella
sacudida no se quedó en un caso aislado. Algunas de sus réplicas son las que
nos llevaron a reflexionar sobre un fenómeno que había llegado para quedarse:
desde la normalización discursiva vertebrada por el odio y alimentada por una
altísima presencia y proyección mediática, hasta la moción de censura promovida
por Vox en octubre de 2020, después de alentar manifestaciones negacionistas del
cambio climático o de la COVID-19.
Mucho se ha escrito desde
aquel diciembre de 2018, cuando empezamos a parecernos, lamentablemente, un
poquito más a Europa: partidos de extrema derecha con representación
institucional que ponen sobre la mesa, por primera vez sin tapujos ni
complejos, el ideario político, lenguaje y agresividad de lo que se conoce como
el franquismo sociológico.
Esta publicación trata de
aportar no solo claves para el análisis, sino una descripción minuciosa de todo
el cosmos de la extrema derecha en el Estado español, desde sus expresiones
institucionales, con Vox a la cabeza, hasta sus tentáculos en el fútbol, las
redes sociales, los influencers, y los espacios de generación de pensamiento,
como fundaciones o lobbies.
Mapear la extrema derecha
española nos lleva inevitablemente a preguntarnos qué pasa en el resto de
Europa y del mundo. Observamos cómo se consolida una «internacional
reaccionaria»: un ente abstracto, o tal vez no tanto, con lazos
internacionales no solo de Vox, sino de todo el universo ultra. Sus ejes
vertebradores y puntos en común son diversos, pero destacan el racismo y el
ideario misógino, que trata de agitar consensos de forma reaccionaria,
virulenta e instrumentalizadora sobre los derechos de las mujeres. Es, en definitiva,
una entente reaccionaria claramente homófoba, islamófoba,
ultraconservadora y racista; una batería de odio y bilis que intenta
permear en nuestro ideario colectivo y en nuestra subjetividad, que se basa en
la solidaridad, la igualdad, la plurinacionaldad y la diversidad. Tenemos
enfrente a una extrema derecha que pretende, con cierto éxito, imponer su marco
de debate y marcar la agenda pública.
Al analizar la llegada de los
monstruos en los tiempos en los que, como decía Gramsci, lo viejo no termina de
morir, pero lo nuevo no acaba de nacer, observamos una suerte de fascinación
hacia la estrategia de la extrema derecha por parte de ciertos sectores,
incluida, afortunadamente aún de manera minoritaria, parte de la izquierda. Una
izquierda ubicada en una posición reactiva, que mira la fantasía y la ilusión
de la estrategia comunicativa de la ultraderecha, su uso de las redes sociales
o su supuesta capacidad para permear en capas de la sociedad muy heterogéneas.
El rojipardismo, si bien es minoritario dentro de la izquierda en el Estado
español, no deja de ser un peligro que trata de abrirse paso.
No nos podemos permitir que se
abracen, ni siquiera tibiamente, postulados de la extrema derecha en cuestiones
migratorias, laborales (en una supuesta defensa de los derechos de la clase
trabajadora autóctona), ni en cuestiones de derechos, por razones
electoralistas, de táctica o de estrategia. Porque, con la conocida como
«lepenización de los espíritus», la extrema derecha cumple su función,
que no es tanto gobernar como desplazar los debates hasta el punto de que la
izquierda asuma postulados de la extrema derecha, especialmente racistas.
Por ello, nuestra labor como izquierda transformadora no puede ser otra que la
búsqueda y defensa de alternativas políticas progresistas, basadas en el
compromiso feminista e internacionalista, y con el socialismo democrático como
horizonte. Y, por supuesto, que nunca nunca tengamos que arrepentirnos por
haber sido adaptativos.
Miquel Ramos hace un extenso
repaso del ideario y el programa político de Vox para entender y situar a la
formación política. Además, este trabajo también cuenta con varias
colaboraciones de personas que estudian de cerca estos movimientos: Nora
Rodríguez, Jordi Borràs, Román Cuesta, Julián Macías, Pep Anton Ginestà, Adrián
Juste y Juan Francisco Albert Guerrero de Al Descubierto, Proyecto UNA, Nuria
Alabao y Carles Viñas. Con estas aportaciones, el objeto de estudio va más
allá: fundamentalismo religioso, la extrema derecha clásica, nostálgicos
filofranquistas, grupúsculos neonazis, lobbies, fake news, medios de
comunicación de extrema derecha, etc. Es decir, todo el entramado del universo
de la extrema derecha, que siempre estuvo aquí, nunca se marchó y que, lejos de
desaparecer, parece cobrar fuerza como ese abismo, ese lugar oscuro al que
nunca quisimos mirar y que ahora nos pone frente a un espejo en el que nos
cuesta reconocernos como sociedad.
Miquel Ramos consigue no solo
mapear y dibujar la extrema derecha en el Estado español, sino desnudarla con
rigor y gran nivel de detalle. Esta investigación nace con la vocación de
perdurar en el tiempo. Más allá de los análisis coyunturales, que
inevitablemente son objeto de estudio, puesto que, en los años de la COVID-19,
las estrategias de la extrema derecha adquieren su máxima expresión, este
informe trata de sistematizar todo un conocimiento, monitoreo y activismo que
lleva haciéndose desde hace años por parte de activistas y periodistas
comprometidos. Por ello, queremos que sea un lugar de referencia y un
manual de consulta.
PDF: De los neocón a los neonazis. La derecha radical en el Estado
español
https://www.rosalux.eu/es/article/1978.de-los-neoc%C3%B3n-a-los-neonazis.html
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