Entrevista a Vijay Prashad, director del Instituto Tricontinental de
Investigación Social.
La gran disputa de nuestro
tiempo es entre la humanidad y el imperialismo
Por Lu Yuanzhi
Rebelión
31/07/2021
Fuentes: Global
Times
El Movimiento
de Países No Alineados (MNOAL) cumplirá 60 años en septiembre. El proyecto del
MNOAL sigue siendo atractivo para el mundo en desarrollo.
GT: La nueva epidemia de coronavirus y el prolongado bloqueo estadounidense
han afectado gravemente el bienestar de los cubanos. Al explotar las
dificultades actuales de Cuba, Estados Unidos está agravando los problemas.
Como única superpotencia, Estados Unidos lleva mucho tiempo aplicando una
política hostil hacia este pequeño país socialista situado al sur. ¿Por qué
Estados Unidos no puede tolerar a un pequeño país socialista en su periferia?
Prashad: Cuba, desde 1959, ha ofrecido una visión alternativa
para la humanidad, que prioriza el bienestar de las personas por sobre las
exigencias de las ganancias. El hecho de que Cuba —un país pobre— haya sido
capaz de vencer el hambre y el analfabetismo con bastante rapidez, mientras que
Estados Unidos —un país rico— sigue estando plagado de problemas tan elementales,
ilustra la humanidad que hay en el núcleo del proyecto socialista. Esto es
imperdonable para las élites de EE.UU. De ahí que sigan endureciendo el
miserable bloqueo contra Cuba. De hecho, utilizan todo tipo de medios —incluida
la guerra en las redes sociales, parte de la estrategia de guerra híbrida— para
debilitar la confianza del pueblo cubano. Esto se intentó el 11 de julio, pero
fracasó. Decenas de miles de cubanxs salieron a la calle para defender su
Revolución.
GT: A pesar de que la ONU ha condenado contundentemente el bloqueo
estadounidense contra Cuba durante muchos años seguidos, Washington ha
continuado con su política inhumana. ¿Qué significa esto para la imagen
internacional de Estados Unidos? El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo
que “Estados Unidos está firmemente con el pueblo de Cuba”, pero su
administración no tiene intención de levantar el bloqueo. ¿A quién va dirigida
esta hipócrita retórica diplomática?
Prashad: EE.UU. no “está firmemente con el pueblo de Cuba”.
De hecho, EE.UU. está sobre el cuello del pueblo cubano. Esto está claro para
los 184 estados miembros de la ONU que votaron el 23 de junio para enviar un mensaje a EE.UU.
sobre poner fin al bloqueo. El hecho es que el presidente Joe Biden se ha
negado incluso a hacer retroceder las 243 medidas coercitivas aplicadas por
Donald Trump. El mundo reconoce la crueldad del bloqueo a Cuba y de la política
de sanciones ilegales que Estados Unidos ejerce contra al menos 30 países del
mundo. Pero, debido al poder de EE. UU., solo hay unos pocos países que están
dispuestos a hacer algo más que votar en la Asamblea General de la ONU a favor
de Cuba.
Cuba necesita un apoyo material del que carece la comunidad internacional; este apoyo material incluiría suministros para la industria farmacéutica cubana, por ejemplo, e incluiría alimentos. Si EE.UU. no retira el bloqueo, ¿se unirán los países clave del mundo para romperlo?
Lizzie Suarez (EE.UU.), Hands Off Cuba! (‘¡Manos fuera de Cuba!’), 2021.
GT: El manejo de la epidemia de COVID-19 por parte de Estados Unidos es
obviamente un fracaso, con el mayor número de muertes en todo el mundo. Ante la
pandemia, ha quedado totalmente en evidencia que el sistema capitalista
estadounidense valora más la economía que las vidas humanas. La pandemia ha
hecho mella en las ventajas institucionales y el poder discursivo de Estados
Unidos. ¿Se ha vuelto disfuncional el sistema capitalista ante las grandes
crisis?
Prashad: El sistema capitalista es muy bueno para generar
grandes cantidades de mercancías, algunas de ellas de muy alta calidad. Por
ejemplo, es bueno para producir atención médica de alto valor, pero no es tan
bueno para producir atención sanitaria pública de calidad. Esto tiene que ver
con el afán de lucro. Dado que existe una gran desigualdad social, la mayor
parte de la gente no tiene dinero en el bolsillo para una atención sanitaria de
calidad, por lo que esta simplemente no es asequible o posible para la gran
mayoría. Esta actitud hacia la salud y la educación es la que nos muestra el
lado inhumano del capitalismo. Durante la pandemia, 64 países gastaron más en el servicio de su deuda externa que en la
atención de salud. Así es el sistema capitalista: asegura que los ricos
tenedores de bonos del mundo desarrollado hagan dinero mientras los pobres
luchan por sobrevivir.
GT: La respuesta de China a la pandemia ha demostrado claramente los puntos
fuertes de su filosofía orientada al pueblo y de su sistema político. ¿Cuál es
su opinión sobre la creciente influencia del sistema político chino tras la
pandemia? ¿Cómo puede el mundo exterior comprender mejor las ventajas únicas del
sistema político chino bajo el liderazgo del Partido Comunista de China (PCCH)?
¿Cómo puede China contrarrestar las calumnias de Occidente sobre el PCCH?
Prashad: El enfoque de China ante la pandemia ha seguido la
línea de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud: utilizar
la ciencia, la compasión y la colaboración para hacer frente a la pandemia. El
pueblo chino se ofreció a ayudarse mutuamente, los médicos miembros del Partido
Comunista se ofrecieron a ir a la línea de fuego y el Estado chino abrió sus
arcas para garantizar la derrota de la enfermedad y que el pueblo no sufriera
una prolongada recesión económica. Hay mucho que aprender de este enfoque;
nuestros estudios sobre el coronashock profundizan en este
asunto.
Esto contrasta con la actitud anticientífica, inhumana y estrechamente nacionalista de muchos de los países occidentales y varios otros del mundo en desarrollo, cuyo enfoque condujo al caos. Es por el fracaso en lugares como EE.UU. que Trump, por ejemplo, comenzó a culpar a China de manera racista por la aparición del virus. Sabemos científicamente que los virus aparecen por diversas razones, y ninguna de ellas tiene que ver con la raza. Lxs intelectuales chinxs y otras personas deben ofrecer relatos claros de los avances de China, incluida la erradicación de la pobreza extrema y la derrota bastante rápida del COVID-19. Estos relatos ayudarán a la gente de otras partes del mundo a entender la relación entre la acción pública y la acción estatal en dicho país. Esto se suele malinterpretar, en gran parte debido a la guerra de información que llevan a cabo Estados Unidos y sus aliados. El 23 de julio, el Instituto Tricontinental de Investigación Social publicó un texto clave titulado Servir al pueblo: la erradicación de la pobreza extrema en China, basado en estudios de campo sobre la erradicación de la pobreza extrema.
Justina Chong
(República Popular China), El cosechero, 2021.
GT: En los últimos años, la narrativa occidental sobre el PCC siempre ha
evitado mencionar los efectos positivos en el progreso social de China y el
desarrollo económico global. ¿Por qué Occidente no puede evaluar objetivamente
al PCC?
Prashad: Occidente no puede ser objetivo porque teme el auge
de la ciencia y la tecnología chinas. Durante los últimos 50 años, las empresas
occidentales han monopolizado las áreas de alta tecnología, utilizando las
leyes de propiedad intelectual para alargar sus ventajas de derechos de autor.
Los avances en China son una amenaza existencial para el dominio de estas
empresas occidentales en áreas como las telecomunicaciones, la robótica, los
ferrocarriles de alta velocidad y la nueva tecnología energética. Es el miedo a
perder la supremacía en estos sectores tecnológicos clave lo que impulsa la
“nueva guerra fría” contra China e impide una evaluación sensata de sus
avances.
En lugar de
desarrollar una actitud sensata, Occidente ha tomado cuatro direcciones. En
primer lugar, ha emprendido una guerra comercial y económica contra China para
mantener la supremacía económica y tecnológica de Estados Unidos. En segundo
lugar, ha presionado a los países en desarrollo y a los aliados de EE.UU. para
que rompan con las empresas chinas y aíslen a dicho país. En tercer lugar, ha
intentado desprestigiar a China utilizando engañosamente el marco de los
“derechos humanos” y apoyando a las fuerzas antigubernamentales y separatistas
dentro de China. Por último, ha buscado la provocación militar, especialmente a
través de la alianza Quad (Australia, India, Japón y Estados Unidos). Estos mecanismos
ocultan a la opinión pública occidental la realidad de China.
GT: Durante el periodo de reforma y apertura de China, el país ha estado
abierto a aprender de las sociedades occidentales. Esto ha impulsado
enormemente el desarrollo de China. ¿Cree que puede haber una emancipación
ideológica de este tipo en Occidente para tomar en serio el sistema político
chino?
Prashad: Uno espera que la claridad llegue a la opinión pública occidental, que está —hasta ahora— guiada por una clase política que está haciendo el trabajo para los sectores de la economía que están amenazados por los desarrollos científicos y tecnológicos chinos. A corto plazo, no es posible una evaluación tan positiva. Es más probable que esa evaluación llegue en los países de África, América Latina y el sur de Asia, donde la gente comprenderá el inmenso poder de la erradicación de la pobreza extrema y el inmenso poder de la creación de una industria local de alta tecnología. Bajo el mandato de Lula, Brasil abolió el hambre a través del programa Fome Zero, mientras que el estado indio de Kerala, dirigido por el Frente Democrático de Izquierda, se ha embarcado recientemente en un programa de erradicación de la pobreza. Estas zonas del mundo pueden apreciar mejor los avances realizados por el pueblo chino que los que viven en Occidente.
Yoemnis Batista
Del Toro (Cuba), Sin título, 2021.
GT: Desde que Biden asumió el cargo, su administración no ha escatimado
esfuerzos para atraer a las democracias afines para contener a China,
intentando reproducir la rivalidad entre los dos bloques liderados por Estados
Unidos y la Unión Soviética durante la Guerra Fría. ¿Cree que la carta
democrática es una forma eficaz de que Estados Unidos aglutine un bando
antichino?
Prashad: La idea de una comunidad de democracias tiene un
toque de farsa porque este nuevo grupo se está formando para utilizar todo tipo
de fuerza (diplomática, económica, militar, etc.) para presionar a China y a
Rusia para que den marcha atrás en sus avances. Un grupo verdaderamente
democrático debería atenerse a la Carta de la ONU, que es exactamente lo que
desafía el tipo de política de sanciones promulgada por los países
occidentales. Por ello, 18 países han creado el Grupo de Amigos en Defensa de
la Carta de la ONU. Se trata de un acontecimiento importante, ya que sugiere
que se trata de defender la Carta y no de hablar en nombre de una democracia
abstracta que a menudo significa que un país debe estar subordinado a los
intereses occidentales. El mundo no desea estar dividido en campos.
El Movimiento
de Países No Alineados (MNOAL) cumplirá 60 años en septiembre. El proyecto del
MNOAL sigue siendo atractivo para el mundo en desarrollo. Los países no quieren
elegir un bando en una “nueva guerra fría” que nadie, salvo Estados Unidos, desea. La
división no es entre China y EE.UU., una división que EE.UU. intenta imponer al
mundo: la división es entre la humanidad y el imperialismo.
GT: Su libro Washington Bullets enumera los asesinatos y
las infiltraciones de la CIA estadounidense en varios lugares. El imperialismo
estadounidense ha sido resistido a escala mundial. ¿Cómo ve usted el destino
del imperialismo estadounidense?
Prashad: Estados Unidos sigue siendo un país muy poderoso, con la mayor fuerza
militar capaz de actuar en cualquier parte del planeta y con formas de poder
blando (como el poder cultural y diplomático) envidiables. A pesar del terrible
historial de injerencia de EE.UU. en el mundo en desarrollo —que documento
en Washington Bullets (2020) —, EE.UU.
mantiene un poderoso control sobre la imaginación del mundo. Sigue existiendo
la opinión -por muy equivocada que sea- de que Estados Unidos ejerce su poder
de forma benévola y que actúa en interés universal, y no nacionalista. El poder
cultural de EE.UU. es considerable, y por eso es tan fácil para EE.UU. blandir
las armas de la información contra cualquier adversario.
Hace aproximadamente 30 años, el cubano Fidel Castro instó a los países del mundo a no descuidar la batalla de las ideas. El imperialismo estadounidense no es eterno. Ahora se enfrenta al crecimiento de la multipolaridad y el regionalismo. Estos son los avances clave que no pueden ser detenidos por el ejército estadounidense o por el poder cultural. La multipolaridad y el regionalismo son el verdadero movimiento de la historia. Acabarán imponiéndose.
Gabriel de
Medeiros Silveira (Brasil), Break the Wall (‘Romper el muro’),
2021.
Los diseños que
aparecen en este artículo proceden de la exposición Let Cuba Live (‘Dejen a Cuba
vivir’) del Instituto Tricontinental de Investigación Social, lanzada en el
aniversario de la fundación del Movimiento 26 de Julio en Cuba, mientras en
todo el mundo personas amantes de la paz se reúnen en torno a la exigencia del
fin del bloqueo estadounidense.
Fuente: https://www.globaltimes.cn/page/202107/1229305.shtml
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