Para los multimillonarios del Foro Económico Mundial, el mundo de la pospandemia ha de ser el del Gran Reinicio del orden capitalista mundial. ¿Hay alternativa a la amenaza que esto supone para la humanidad?
Grave peligro para la Tierra y la vida: el Gran
Reinicio del capitalismo
El Viejo Topo
9 mayo, 2021
Se ha abierto en todo
mundo un grande debate sobre qué mundo vendrá en la pospandemia.
Son muchas las proyecciones, algunas optimistas, que suponen
que la humanidad ha aprendido la lección de la Covid-19: desarrollar
una relación amigable con la naturaleza; las sociedades
deberán superar las profundas desigualdades actuales en la línea
de la encíclica Fratelli tutti del Papa Francisco: que todos
se sientan hermanos y hermanas, también con los seres de la
naturaleza, y no sus amos y señores, en caso contrario
nadie se salvará (Ft n.32).
Lo que sin embargo causa
grave preocupación es el llamado Great Reset, Gran Reinicio,
en nuestro dialecto, “LaGran Reanudación”
del orden capitalista mundial. Esta expresión fue sugerida
por el príncipe Charles juntamente con el Coordinador
del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab. Este orden esta
urdido por aquellos que el informe de la OXFAM “Tiempo de
Cuidar”, (ONG inglesa que mide los niveles de riqueza y de
pobreza en el mundo), señala como los pocos
multimillonarios. Según esa fuente, en 2019 había 2.153
individuos que tenían más riqueza que 4.600 millones de
personas. El 1% de este grupo tiene más del doble
de la riqueza de 6.900 millones de personas. Con la pandemia se han
hecho todavía más ricos. Sólo estos datos revelan una
economía gravemente enferma y nada saludable, un virus.
Este grupo de
multimillonarios, como aparece claramente en las sugerencias
del Foro Económico Mundial del 21-24 de enero de 2020
(el próximo será en agosto de 2021 en Singapur)
proyecta un Nuevo Orden Mundial. Klaus
Schwab, el fundador y coordinador del FEM, junto con
el economista Terry Malleret, dice en su libro Covid-19
the Great Reset: “La pandemia representa una rara ventana de
oportunidad para reflexionar, reimaginar y reiniciar el mundo”.
Si miramos bien, estamos
ante una propuesta corporativista, un capitalismo de los grupos de
interés (Stakeholder Capitalism) que no contempla las
grandes mayorías de la humanidad. Estas están fuera de su radar.
Seránparticipantes solamente los que se encuentran dentro de la
burbuja del orden del capital. Las siete temáticas son
incluso de buen auspicio: cómo salvar el planeta, economías más
justas, tecnologías para el bien, entre otras. Sin embargo, cuando se enumeran
los riesgos globales, se mencionan guerras accidentales, agitación
anárquica, exploración de mentes, control neuroquímico, pequeñas
armas nucleares y otras.
Aparentan incluso sensibilidad
social, tal como establecer la soñada “renta mínima
universal”, garantizar laasistencia médica global, asegurar un futuro
resiliente, igualitario y sostenible y buscar un nuevo contrato
social mundial. Pero por otro lado, llenos de miedo por las
reacciones de todo el mundo contra un nuevo despotismo cibernético
impuesto por ellos, sugieren el Score Social, una estrategia centralizada
de vigilancia del comportamiento de los individuos y de todas las
sociedades mediante el uso intensivo de inteligencia artificial. Sería
capitalismo de vigilancia.
Son bellas
palabras, pero solo palabras. No se habla nunca
de cambiar el paradigma devastador de los bienes yservicios de
la naturaleza, ese que probó la irrupción de una gama de
virus y ahora la letal Covid-19; no
se cuestionael DNA del capital que siempre
quiere crecer y lucrarse por todos los medios
posibles. No se refiere a la Sobrecarga de la Tierra (The
Earth Overshoot), es decir, al agotamiento de los “recursos”
naturales para nuestra subsistencia. De igual manera, no
toman conciencia de las nueve fronteras planetarias (Nine Planet
Boundaries) que de ninguna manera pueden ser traspasadas bajo peligro de
colapsar nuestra civilización.
Cosa
peligrosísima: el Gran Reinicio no excluye la guerra como
medio económico, geoestratégico y de enfrentamiento violento,
sabiéndose que una guerra hoy en día puede poner fin a la especie humana, especialmente
a partir de Ucrania, el punto más sensible
del enfrentamiento con Rusia. Esta puede destruir Europa
en pocos minutos. El Foro solo busca limar los dientes
del león pero no quitarle su voracidad. Como máximo llega
a un capitalismo verde, donde el verde disfraza
la dinámica acumuladora y excluyente del sistema
del capital que permanece intocable.
Somos de la
opinión de que ese Gran Reinicio (Great Reset) no
va a prosperar por el simple hecho de
que la Tierra-Gaia ha llegado a los límites de
su sostenibilidad; no aguanta
más la rapiña del orden del capital
en beneficio de unos pocos lanzando a miles de
millones a la miseria y el hambre. Como algunos epidemiólogos ya dijeron:
si no cambiamos el tipo de relación devastadora con
la naturaleza, esta nos enviará virus todavía más letales que
podrán destruir gran parte de la humanidad.
Todo podría ser diferente. Por ejemplo, la Directora Ejecutiva de Oxfam, Katia Maria, afirmó: “Si la población del1% más rico del mundo pagase un impuesto extra del 0,5% sobre la riqueza, en los próximos 10 años sería posiblecrear 117 millones de empleos en educación, sanidad y cuidado de personas mayores”. La solución debe venir de abajo, como afirma con frecuencia el Papa Francisco: de la articulación de todos los movimientos sociales mundiales, de aquellos que están en el Foro Social Mundial, haciendo coro con los humanistas y también con los economistas que reafirman la tesis básica de la Economía de Francisco y Clara del actual Pontífice: una economía fundada en lasolidaridad, en la cooperación, en la ecología, en la circulación, en la reutilización, en fin, una economía humana para los humanos. Si no caminamos en esta dirección, es muy posible que se cumpla la advertencia de Zygmunt Bauman: “engrosaremos el cortejo de los que caminan en dirección a su propia sepultura”.
Publicado originalmente en el el blog de Leonardo Boff.
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