Cibernegocio
contra Cuba y los medios dependientes que le hacen el juego
Medios dependientes del
cibernegocio contra Cuba. Foto: Granma.
Tercerainformaciòn
30,12,2020
Un
entramado de medios de comunicación intenta legitimar en Cuba la visión
hegemónica estadounidense sobre democracia y libertad. Con su
estrategia anexionista intoxican constantemente las redes sociales con
informaciones tergiversadas sobre casi todo lo que ocurre en la Isla.
Se catalogan como “independientes o
alternativos”, pero resulta curioso que todos los que dirigen CiberCuba, ADN
Cuba, Cubanos por el Mundo, Cubita Now, Cubanet, Periodismo de Barrio, El
Toque, El Estornudo y YucaByte, entre otros, residen en el exterior, la mayoría
en EE. UU., y sus estrategias de comunicación son la fórmula calcada del diseño
político que predomina en ese país.
Maykel González, del sitio subversivo Tremenda Nota, declaró públicamente que,
durante su estadía en Estados Unidos, específicamente en el estado de Ohio, asistió
a un programa académico con profesores de la Universidad.
“Hubo un
contacto con funcionarios que se encargaban de atender a la prensa en el
Departamento de Estado, yo tuve una cita privada con la funcionaria de
Estado Priscila Hernández”, comentó González.
El informe de la Comisión para la asistencia a
una Cuba Libre, de junio de 2004, registra las principales líneas subversivas contra la Mayor de
las Antillas, entre las que se incluyó el fomento de proyectos de prensa. Desde
entonces, todas las administraciones posteriores al presidente George W. Bush
ajustaron su diseño mediático a cada contexto.
El Departamento de Estado, la Agencia de EE.UU.
para el Desarrollo Internacional (USAID) y el Fondo Nacional para la Democracia
(NED) de esa nación, financian esta maquinaria mediática que se ha beneficiado
de los más de 500 millones de dólares que la Casa Blanca destinó en los últimos
20 años para la subversión en Cuba.
Con el fin de recibir de modo expedito los
financiamientos, varias de estas publicaciones digitales contrarrevolucionarios
se han registrado en otros países como organizaciones no gubernamentales (ONG).
Tal es el caso de los sitios El Toque, mediante el
colectivo Más,
radicado en Polonia, y de El
Estornudo, creado en Cuba, y luego legalizado en México como
una ONG.
Carlos
Manuel Álvarez, director de El
Estornudo, arribó a Cuba el 24 de
noviembre para unirse al show mediático de San Isidro.
Abraham Jiménez Enoa, quien fuera partícipe de
ese mismo sitio web, expresó que él no sabe cuánto es el financiamiento total
del “medio”, porque todo se gesta desde afuera. “Los colaboradores que hacen la
revista cobran por trabajo, con un sueldo fijo de 400 CUC. Hasta que yo me fui,
El Estornudo era financiado por la NED y Open Society”, precisó Jiménez Enoa.
Estos medios que se hacen llamar alternativos e
independientes, se descalifican por sí solos, cuando se revela de dónde procede
su sustento, aunque en ocasiones se pretenda desviar la atención sobre el
origen del dinero.
La investigadora del Centro de Estudios
Hemisféricos y sobre Estados Unidos, Yazmín Vázquez Ortiz, explicó que el financiamiento, la capacitación y la asistencia
técnica son pilares, a partir de los cuales se aprovechan las condiciones que
existan en las sociedades que puedan ser objeto de intervención, para promover movimientos de resistencia que puedan
fomentar el cambio que quiere Estados Unidos.
Quienes dirigen y colaboran en estos espacios,
lo hacen a través de organizaciones radicadas en territorio estadounidense,
europeo o latinoamericano.
La subdirectora de ese mismo Centro, Olga Rosa
González Martín, destacó que al
funcionar como una organización privada reciben fondos privados, puede ser de
cualquier individuo, de cualquier corporación a nivel internacional, lo que
hace más difícil poder vincular a una entidad con un gobierno específico, y con
los objetivos de política exterior de este en un país determinado.
El Instituto de Periodismo de Paz y Guerra,
Factual, Distintas Latitudes, Fundación Sueca de Derechos Humanos,
Editorial Hipermedia, Diario de Cuba, Cubanet, la Universidad Sergio
Arboleda, y muchos más, funcionan como contratistas
de estos proyectos mercenarios de prensa.
José Jasán, del sitio subversivo El Toque, precisó que “lo más
aceptable para ‘la empresa’ es que al ir un grupo de cubanos a capacitarse le
da la oportunidad de pagarles directamente a estos”.
Elaine Díaz Rodríguez, de Periodismo de Barrio, expresó que acudieron a
la cooperación internacional. “En un primer momento se financió con los ahorros
que pude llevar a Cuba de la beca Lima, y después logramos hacer un proyecto
piloto con la Fundación Sueca de Derechos Humanos. Logramos una alianza con la
Embajada de Noruega, mediante la cual estamos aquí”, precisó.
En este diseño sobresale desde la NED, el
cubanoamericano Aimel Ríos Wong. Como Jefe
del Programa Cuba, distribuye los fondos aprobados para desmontar paradigmas
ideológicos y culturales desde afuera y dentro de la Isla.
Maykel González, del sitio subversivo Tremenda Nota, comentó que Ríos Wong lo
llamó, salieron a “dar una vuelta en Washington”, y lo reconoció como alguien
que se ha hecho presente, que ha estado dialogando constantemente con los
actores, tanto del periodismo como de la sociedad civil.
“Estamos
trabajando con alrededor de 7 000 dólares americanos para un trimestre, a
partir de los cuales hacemos la planificación del trabajo, y está asignado por
todas las tarifas que tenemos de pago”, apuntó Maykel González.
Como estrategia seleccionan a sus futuros
líderes, los capacitan, premian, financian, estimulan, visibilizan, aglutinan,
empoderan, orientan y les dan espacios y tribunas.
“Lo que dicen es: no, pero a mí nadie me dice lo
que tengo que escribir, nadie me dice cuál es la línea editorial de mi página o
de los artículos que yo escribo. No tienen que decírtelo, ya tú tienes asumida esa línea, recibes el
financiamiento, porque ya decías esas cosas, y sabes que si no las dices y no
sigues esa línea antigubernamental no vas a recibir el financiamiento”,
destacó Javier Gómez Sánchez, especialista en medios de comunicación
audiovisual.
En la medida en que la informatización del país
ha ido avanzando, señaló Gómez Sánchez, las personas han ido teniendo un mayor
acceso a internet, y esta guerra ha ido aumentando y organizándose, porque su
posibilidad de llegar con este tipo de manipulación mediática a determinados
sectores de la población se ha incrementado.
El doctor Ernesto Estévez, miembro de la
Academia de Ciencias de Cuba, recordó que este fenómeno es algo que se ha
venido trabajando desde hace muchos años, con el objetivo de revertir la
Revolución Cubana, de hacer una restauración capitalista.
Fuentes
públicas del propio Gobierno estadounidense muestran el incremento de estos
fondos durante los últimos años, justo cuando el Estado
cubano avanza en las transformaciones del nuevo modelo económico y social.
Así lo confirma una convocatoria de la Oficina
de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo del Departamento de Estado
norteamericano para financiar propuestas
relacionadas con los derechos civiles y políticos en Cuba, en
medio de las provocaciones articuladas en los últimos días.
Junto a la imposición de medidas económicas
restrictivas y el complejo escenario epidemiológico de la COVID-19, los medios de prensa
enemigos se alinearon para desacreditar la gestión del
Gobierno cubano y deslegitimar el sistema social.
“Tiene que ver con la fabricación de matrices de
opinión, que tienen dos características esenciales: primero que están creadas
para administrar los descontentos que existen, relacionados con determinados
temas, y dirigirlos en contra del Gobierno, del socialismo, del sistema
político; y segundo, intentar promover en Cuba un pensamiento liberal, basado
en el liberalismo, que es la ideología del capitalismo”, expuso la sicóloga
Karima Oliva Bello.
En el entramado comunicacional se
encuentran los llamados influencers con
tendencias hipercríticas, creados para generar empatías y tendencias
ideológicas en miles de seguidores, a través de las redes sociales.
Los proyectos de prensa enemigos, en este
escenario, se identifican como instrumentos
del Gobierno de EE. UU. en su estrategia de guerra no convencional contra
la Mayor de las Antillas.
Quien consume las noticias que publican los
medios subversivos pudiera llegar a creer que Cuba es un país que se desploma.
Sin embargo, se trata de una nación que
vive una realidad diferente.
En video, los medios “independientes” financiados por
EE.UU. para la subversión contra Cuba
Fuente: Granma
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