19 propuestas ambientales y sociales para dar
respuesta a la crisis del coronavirus
KAOSENLARED
Publicado el Mar 14, 2020
Ante la situación de crisis sanitaria, social y económica
generada por el coronavirus en España, Ecologistas en Acción demanda al
Gobierno y a todas las administraciones públicas 19 medidas para darle
respuesta y poner el cuidado de la vida en el centro.
1. Garantizar los medios humanos y materiales suficientes en
los centros sanitarios –urbanos y rurales– para diagnosticar y atender a
pacientes por coronavirus. Es urgente poner en marcha medidas de contratación
de personal y de compra de material para que las personas enfermas puedan tener
una asistencia adecuada y para garantizar la salud y el bienestar del personal
sanitario que está expuesto de manera especial en esta crisis.
2. Aumentar el presupuesto para la sanidad pública que garantice que esta sea universal y de
calidad: es necesario más personal sanitario, con mejores condiciones
laborales, más camas, más medios, más y mejores servicios auxiliares que puedan
atender a toda la población, sin distinción de su clase social o procedencia.
La partida de sanidad de los presupuestos de 2020 debería incrementarse al
menos el 7 % del gasto público con el fin de alcanzar el 15 % al final de
la legislatura, para recuperarse así de todos los recortes que la sanidad
pública ha sufrido.
3. Revertir los procesos de privatización y externalización
de la sanidad y del trabajo social en todos los niveles administrativos, porque
la atención primaria en un sistema de salud público financiado y provisto
públicamente es la ruta más adecuada para garantizar el derecho a la atención
universal y de calidad de la salud. Asimismo, exigir a los seguros y
hospitales privados que asuman el coste del tratamiento del coronavirus,
para que la sanidad privada se corresponsabilice de los enormes gastos que
hasta este momento solo ha soportado el sistema de sanidad público y no solo
sea partícipe del reparto de beneficios.
4. Asegurar servicios públicos de calidad. No solo la sanidad, también la educación, el
transporte, la energía y el abastecimiento de agua son necesarios para hacer
frente a una crisis de estas dimensiones. Por ejemplo, es necesario reforzar el
sistema de transporte público para que metro, trenes y autobuses no vayan
saturados de gente y se minimicen los riesgos de contagio.
5. Garantizar los derechos laborales, la protección social y la atención sanitaria de
las personas trabajadoras, especialmente aquellas con contratos precarios (tales
como falsos autónomos, contratos de cero horas o economía a demanda), que son
quienes cargan con el mayor peso y riesgo de la crisis causada por el
coronavirus.
6. Facilitar las ayudas a familias a cargo de niñas y niños durante todo el
periodo de cuarentena escolar: apoyo financiero, bajas por cuidados con el 100
% del salario, reducción de la jornada laboral con el salario completo, medidas
para garantizar la corresponsabilidad en el trabajo de cuidados y que estos no
recaigan solo en las mujeres, etc. Además, facilitar ayudas a personas mayores
que no cuentan con cuidados familiares y no tienen recursos para contratar
ayudas profesionales para cuidados domésticos.
7. Aliviar la precariedad asociada al impacto económico de la
crisis: regular el alquiler,
suspensión del pago de las hipotecas e implantación de la renta básica.
8. Implantar medidas de protección a pequeños comercios,
pequeñas empresas y a personas en régimen de autónomos, que son las que
ya están viendo un impacto en sus economías. Fomentar el comercio de barrio y
los canales cortos de comercialización para abastecerse y dar apoyos fiscales a
pequeñas empresas que hayan sufrido el impacto de las medidas.
9. Garantizar información fiable y que las medidas no afecten
a las libertades políticas. La población ha mostrado un alto grado de responsabilidad y
es importante que la crisis no vaya en detrimento de derechos políticos
conquistados durante siglos.
10. Aumentar los ingresos del Estado a través de medidas fiscales que repercutan a
las grandes fortunas y aumentando la lucha contra la evasión fiscal. De ninguna
manera se deben aprobar medidas como rebajar impuestos a grandes empresas, pues
supone socializar las pérdidas de quienes han privatizado sus ganancias. Son
quienes más se han lucrado del modelo de la globalización (responsable de la
expansión del COVID-19) quienes más tienen que contribuir económicamente a
paliar la crisis.
11. Disminuir aquellos gastos del Estado que son fuente de
insostenibilidad y no repercuten en la calidad de vida de las personas:
grandes infraestructuras de transporte (desdoblamientos de autopistas,
ampliaciones de aeropuertos y puertos, etc.), gasto militar (la crisis del
coronavirus deja claro que la seguridad no reside en el gasto armamentístico,
sino en unos buenos servicios públicos), subvenciones a líneas aéreas y
rescates de autovías o bancos.
12. Instar a la Unión Europea a poner fin a las políticas de
austeridad perjudiciales
para la salud y a suspender los acuerdos comerciales con terceros países que
incluyen los servicios de salud y la seguridad social en los capítulos de
comercio de servicios y contratación pública.
13. Exigir a las empresas farmacéuticas que hagan público los
avances de sus investigaciones y posibles curas al coronavirus de manera más rápida. El gobierno debe adoptar medidas para abolir
el sistema de patentes de medicamentos y presentar una iniciativa en la
Organización Mundial de Salud para que en todos los países existan las
condiciones que garanticen el acceso universal a los tratamientos necesarios en
crisis como con el COVID-19.
14. Transmitir mensajes a la ciudadanía que desactiven los
prejuicios racistas que se han vertido hacia la población china y gitana,
culpándolas de las consecuencias de esta crisis.
15. Mejorar la salud ambiental. La contaminación química, la mala calidad del
aire o la contaminación del agua, además de provocar una gran cantidad de
muertes prematuras al año, merman la salud de la población y nos hacen más
vulnerables a infecciones como la que supone el COVID-19. Por ello, se debe dar
prioridad a actuaciones que mejoren en binomio salud y medio ambiente en todas
las políticas públicas. Es fundamental, por ejemplo, que la administración
pública tome medidas para evitar que se utilicen sustancias tóxicas en las tareas
de desinfección de instalaciones sanitarias, edificios y transporte, así como
que se extremen las precauciones para proteger la salud de las personas que
trabajan en las tareas de desinfección.
16. Mejorar la biodiversidad como una forma de incrementar la resiliencia
de los ecosistemas (y con ello de nuestras sociedades), de los que formamos
parte, ante infecciones y plagas, que con las dinámicas de la globalización y
del cambio climático están siendo cada vez más frecuentes e intensas.
17. Localizar la economía. Fomentar sistemas económicos de cercanía que
permitan que la población pueda satisfacer sus necesidades. Si algo muestra el
modelo económico actual es una enorme debilidad por su capacidad para
globalizar las crisis.
18. Tener presente que hay situaciones, como la emergencia
climática, que generan tanto sufrimiento como el coronavirus y que merecen
medidas igual de drásticas. Las medidas adoptadas deben llevarnos a cuestionar que
también es necesario actuar drásticamente para realizar una transición
ecológica justa y evitar males mayores y que hay mucha población empobrecida en
el planeta que padece muertes evitables.
19. A modo de deseo, pero sobre todo de necesidad: cambiar el
sistema. El coronavirus también
pone de manifiesto la escasa resiliencia y la gran fragilidad de nuestros
sistemas económicos, basados en el lucro y el consumo de recursos continuo. Un
modelo que cuando “crece” genera gran cantidad de problemas: contaminación,
contribución al cambio climático, pérdida de biodiversidad, injusto reparto de
la riqueza y morbilidad y mortalidad ambiental y laboral. Cuando está en
crisis, mejoran los índices ambientales, pero genera aún más pánico y
desigualdad. La consecuencia es clara: es un modelo que ataca la vida. Ante
ello no queda otra opción que poner la vida en el centro y dejar el lucro de
lado.
Haciéndose eco de estas propuestas, Ecologistas en Acción va
a poner en marcha sus propias medidas para colaborar a que no se extienda el
virus. La apuesta por el teletrabajo y reuniones virtuales, así como la
cancelación de gran cantidad de actos públicos, son parte de ellas. Se trata de
un compromiso personal y colectivo de coherencia y responsabilidad social que
se suman a otros ya practicados para combatir la crisis socioambiental: reducir
el consumo, adquirir productos agroecológicos, utilizar el transporte público
más sostenible en cada caso o participar de la economía social y solidaria.
Por último, la organización ecologista quiere mostrar su más
profundo agradecimiento al personal sanitario por su encomiable trabajo.
También a profesionales del sector educativo y de todos los servicios que nos
permiten seguir viviendo en condiciones dignas. Agradecimiento, por último, a
la ciudadanía, que de manera responsable está aportando su granito de arena
para que esta crisis se resuelva.
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